viernes, 16 de septiembre de 2016

La satisfacción espiritual y sus consecuencias en la vida de un creyente

Título: La satisfacción espiritual y sus consecuencias en la vida
             de un creyente
Texto: Apocalipsis 3: 17
                                                                                                    
INTRODUCCIÓN
Algunos comentarios
1. Este texto está inserto al final del mensaje a las siete iglesias del Asia:
Efeso: La iglesia que abandonó su primer amor
Esmirna: La iglesia perseguida
Pérgamo: La iglesia imperial
Tiatira: La iglesia del remanente fiel
Sardis:  La iglesia confundida doctrinalmente
Filadelfia: La iglesia verdadera en medio de la apostasía
Laodicea: La iglesia apóstata.

2. Cada mensaje va dirigido al ángel de la iglesia ( Al líder o pastor de la iglesia)
3. Cada mensaje va precedido por unas palabras introductorias identificando a Jesús con determinadas características que guardan relación con el mensaje dirigido a la iglesia.
4. Cada iglesia recibe un “yo conozco tus obras” donde se destaca lo positivo de esa iglesia, salvo en la iglesia de Laodicea.
5. La condición de la iglesia es descrita solamente en cuatro versículos. El mensaje es certero, sin rodeos.
Los 5 versículos restantes son la prescripción espiritual que Dios hace a la iglesia.
6. "Laodicea" viene del griego laos (pueblo o muchedumbre) y dike (derecho); que se traduce perfectamente como "derechos de la muchedumbre", "derechos humanos" o “derechos del pueblo”
7. Laodicea es una ciudad del antiguo Imperio Seléucida, establecida entre 261 a. C. y 245 a. C. por el rey Antíoco II Theos y nombrada en honor de su esposa Laodice. Estaba ubicada a unos 6 km al norte de la actual ciudad turca de Denizli, en la provincia del mismo nombre, cerca de la aldea de Eskihisar.
Fue una próspera ciudad comercial, ubicada en la intersección de dos importantes rutas, y famosa por sus textiles de lana y algodón. Era un centro comercial y bancario clave. Vendía una muy conocida pomada para los ojos que contribuía a su riqueza, y también era famosa por prendas de vestir de alta calidad hechas de excelente lana negra allí mismo. También contaba con un acueducto que les proveía de agua tibia.
8. El tema clave del pasaje está en el verso 17
“Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”

La enseñanza de este pasaje es muy clara y no es necesaria mayor interpretación:

 I. La auto satisfacción espiritual produce Tibieza.v.15
Estas palabras debieron ser muy bien entendidas por los habitantes creyentes de la ciudad.
Una interpretación de Tibieza se encuentra en el contexto:
“Dicha ciudad se encontraba entre otras dos ciudades importantes, llamadas Colosas e Hierópolis. Colosas estaba edificada en un valle y hasta ella llegaban desde las montañas arroyos de frías aguas, mientras de Hierópolis brotaban manantiales de aguas minerales termales que llegaban hasta Laodicea formando una cascada. Cuando el agua llegaba al valle donde estaba ubicada Laodicea, ya estaba tibia, putrefacta y nauseabunda. No servía ni para beber y refrescarse (como la de Colosas) ni para darse un buen baño (como la de Hierópolis). Unas revigorizaban y las otras eran curativas.”

Tibieza en el griego : “metafóricamente , de la condición de un alma miserablemente fluctuando entre un sopor y un fervor de amor “
Tibieza es la condición espiritual que fluctúa entre la frialdad, la indiferencia al mensaje de Dios y el fervor absoluto por Dios”

¿Si Cristo no estaba en esta iglesia , pues está llamando a la puerta para entrar, donde encontraba la satisfacción espiritual la iglesia de Laodicea?
La encontraba en el entorno, la vida social y los valores de la cultura imperante habían contaminado la iglesia y los creyentes encontraban satisfacción en otras actividades
Pero no en Dios
La satisfacción de Laodicea era el dinero, la riqueza y todo lo que el dinero proporciona

“porque tú dices yo soy rico”
Resultado de esto: Dios dice que “te vomitaré de mi boca” Griego “Emeó”
APLICACIÓN

1. El mismo Señor años antes ya lo había dicho:
Mateo 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las RIQUEZAs.

Mateo 13:22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las RIQUEZAs ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

2. El dinero cambia las prioridades espirituales:
a. Porque conseguir el dinero nos demanda una cantidad importante de tiempo día a día
b. Porque su mala administración produce problemas serios
c. Porque el dinero nos proporciona placeres que traen satisfacción rápida.
d. Porque el uso desmedido del dinero se ha vuelto una cuestión cultural
Con el dinero compramos:
·         Bienes
·         Placeres
·         Adrenalina
·         Seguridad
·         Status
·         Autoestima
·         Orgullo
·         Religión
·         Satisfacción

“Respecto de su poder económico, un artículo publicado en la revista Qué Pasa, de noviembre de 2012, indica que las iglesias evangélicas, producto de los diezmos, tienen ingresos mensuales que fluctúan entre los 40 y 70 millones de pesos. Mientras que, en promedio, las corporaciones mayoritarias recaudan hasta un millón de dólares anuales, recursos que permiten cancelar los sueldos de unos 18 mil pastores. Como referencia, la Iglesia Católica admite que sólo el 7% de quienes se declaran fieles hacen la contribución mensual que alcanza al 0,5% de sus rentas.”

3. La riqueza produce tibieza espiritual.
No el rechazo total de Dios en el caso de los creyentes, pero si una falta de compromiso y falta de fervor verdadero ¿Por qué?
·         No necesito de un Dios proveedor: ( Tengo las cosa materiales que necesito y el placer que ellas me proporcionan.
·         El dinero y sus efectos se transforma en un ídolo
·         El dinero me produce la falsa sensación de “estoy bien” y no necesito de Dios.
  
II. La autosatisfacción espiritual produce un conocimiento falso de la verdadera condición. V.16
“Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad…”

El Señor le escribe:
“…y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” v. 17

Jesús ve la verdadera condición de la iglesia en Laodicea y la verdadera condición del hombre de hoy y su juicio es triple:
A. Desventurado-miserable-pobre.
Jesús hace esta reprensión a in aiglesia ubicada en un centro financiero e industrial.
a. Desventurado (Griego “Talaiporos”)
Aparece dos veces en el NT, Romanos 7:24 “¡MISERABLE de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Significado:
1. desgraciado (‖ que padece desgracias).
2. adj. coloq. Sin malicia, pusilánime.
 Una paráfrasis de este párrafo sería: “Tu vida, hombre, es una tragedia y tú no te das cuenta”

b. Miserable (Griego “Eleinos”) aparece 2 veces en el NT. 1Corintios 15:19 “1 Corintios 15:19 “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de CONMISERACIÓN de todos los hombres.”
Significado:
1. Ruin o canalla.
2. Extremadamente tacaño.
3. Extremadamente pobre.
4. Dicho de una cosa: Insignificante o sin importancia.
5. Desdichado, abatido o infeliz.

c. Pobre.(Griego “Tochós”. Aparece 34 veces (El mismo significado que en español)
Significado:
1. Necesitado, que no tiene lo necesario para vivir. U. t. c. s.
2. Escaso, insuficiente. Esta lengua es pobre de voces.
3. Humilde, de poco valor o entidad.
4. Infeliz, desdichado y triste.
5. Pacífico, quieto y de buen genio e intención.
6. Corto de ánimo y espíritu.
7. Mendigo.
B. Ciego (Griego “Tuflos” aparece 50 veces en el NT y no hay diferencia con el español)
Jesús hace esta reprensión, acusa al ángel de Laodicea de Ciego aunque habitaba en una ciudad conocida por el colirio, pomada para los ojos.

C. Desnudo (Griego “Gymnos”. Aparece 15 veces en el NT y se traduce desnudo, desnuda, mal vestido).
Una vez llama la atención el uso exacto d ela reprensión, la iglesia de Laodicea estaba desnuda aunque en la ciudad existía todo un campo industrial textil. Ellos entendieron muy bien las
palabras.

APLICACIÓN
1. Jesús ve la verdadera condición de la iglesia y del creyente actual.
El hombre se engaña a si mismo y se siente satisfecho con cosas externas. Esta cosas externas nublan su visión y no le es posible verse a sí mismo como “desventurado, miserable y pobre”
2. La visión autosatisfecha del hombre es el resultado de su ceguera espiritual, de la alteración de sus prioridades.
Nuestra principal petición debiera ser “Señor abre nuestros ojos para vernos como tú nos ves”
3. La condición del hombre autosatisfecho es de desnudez, de desvestimiento espiritual, de escasez de espíritu

 III. La satisfacción espiritual rompe la relación con Cristo. V.20

“He aquí, yo estoy a la PUERTA y llamo; si alguno oye mi voz y abre la PUERTA, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
La autosatisfacción y la ceguera espiritual que esta produce no nos deja ver que el contentamiento de que gozamos no proviene de Cristo.
Esta escena es un cuadro fuerte sobre el cual debemos reflexionar. Vemos aquí una iglesia que está llena, completa, contenta, agradada pero sin Cristo y su presencia.
Es el mismo Señor quien muestra el camino de retorno a Él:
1. Sé celoso:v.19
-Cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo.
-Interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por una persona.

2. Arrepiéntete: v.19 Griego Matanoeo” “metamelomai”
·         Cambiar de pensamiento”
·         Lamentar, sentir remordimiento”
3. Compra oro refinado.
En el AT, la madera representaba la humanidad de Cristo y el oro su divinidad.
Yo entiendo estas palabras como “busca mi presencia divina, esta es la que verdaderamente te hará rico”
¿Recuerdan el himno “Tesoro incomparable, Jesús amigo fiel?
4. Vestiduras blancas: La justicia, la santidad que proviene de Jesús.
5. Unge tus ojos con colirio: La obra del Espíritu Santo, que de acuerdo al Salmista “abre los ojos para ver las maravillas de la ley de Dios”
6. Abre la puerta y déjame entrar

APLICACIÓN
1. Hay dos actividades o prácticas que nos pueden ayudar a sacudirnos de esta falsa satisfacción:

a. El retorno a las Escrituras, pero de la manera correcta:
-no racionalmente
-no “legalmente”

b. La oración en el Espíritu.: Juan 14:15-26
La promesa del Señor fue que tras su partida, el Espíritu Santo revelaría todas las cosas.

CONCLUSIÓN

Resumen de los tres puntos.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Escucha Chile

 Escucha Chile
                       Juan E. Barrera

En el septiembre de 1973 en Chile yo estaba por cumplir los 10 años. A fines de ese mes los cumplí. Tengo muchos recuerdos de ese tiempo duro para nosotros los chilenos. La primavera llegó en ese año pero no había forma de disfrutarla. Sólo floreció el dolor y el horror como nunca en nuestra historia y un recuerdo de este complicado tiempo que nunca he comentado brotó en mi mente hace poco.
Era de noche, y afuera, en nuestra casa, cerca de Gran Avenida se escuchaban disparos. Tiros de fusiles y ráfagas de ametralladora que quebraban el silencio de la noche y me asustaban. No había bocinazos, bulla, música, no recuerdo perros ladrando, nada, solo reinaba el silencio que era roto por los disparos y mi fértil imaginación infantil volaba lejos. Nos sentábamos en el living alrededor de una gran mesa y mi hermana Isabel y yo sentíamos miedo. Tomábamos un té y cualquier ruido extraño nos espantaba.
Recuerdo que a mí me asustaba asomar la cabeza por la ventana del comedor y mirar la oscuridad del patio. Sentía que algo grave podía pasar afuera y la luz del living y la presencia de mis padres me daba seguridad. Con mi hermana Isabel no entendíamos que pasaba alrededor y las explicaciones que recibíamos tampoco lograban aclarar nuestras dudas. No recuerdo las conversaciones de mis padres ni de mi abuela, si recuerdo su cara de susto y a mi mamá moviendo la cabeza de lado a lado como diciendo “esto no puede ser”. Recuerdo la luz amarillenta del comedor, las manchas de barniz en el techo de madera, las paredes pintadas de un verde agua muy desteñido, la gran puerta y nosotros sentados alrededor de la mesa.
En un mueble de madera con cajones, a uno de los costados del comedor, sobre una superficie amplia estaba nuestra radio y entonces mi papá hacía algo que me producía más temor todavía. La encendía, buscaba en el dial la onda corta y entre ruidos de interferencia sintonizaba Radio Moscú y escuchábamos el programa Escucha Chile.
Tengo grabado de forma nítida la voz de la mujer que cada noche hablaba en un español perfecto. Googleando hace poco tiempo supe que su nombre era Katia Olesvkaya, que era ukraniana y que había aprendido español en Méjico.
Mi papá, sin ser militante ni simpatizante comunista, solo por el deseo de informarse, cada noche oía las noticias de lo que pasaba en el país o lo que la radio Moscú decía que pasaba. Agudizaba el oído cuando la onda radial se perdía y escuchaba atentamente lo que se decía y repetía en voz alta algunos de los comentarios de la radio. Muchas veces subía el volumen a un nivel muy alto para oír mejor y eso despertaba en mí el terror. Imaginaba a los militares entrando a nuestra casa con sus armas destruyendo todo y llevándose a mi papá, a mi mamá y a mi abuela. Mi papá, terco como era, se negaba a bajar el volumen de la radio aunque nosotros se lo pedíamos y yo aterrado, lleno de nervios esperaba que el programa terminara pronto.
De ese programa guardo en la memoria muy claro algunas palabras que en ese entonces no entendía: golpe de estado, quiebre de la democracia, intervención, dictador, compañero, etc y había nombres que se repetían: Pinochet, Volodia Teitelboim, Luis Corbalán, la junta de gobierno, tortura… No recuerdo si ponían música chilena ni cuánto tiempo duraba el programa pero la sensación de miedo sí que la recuerdo.

No olvido esa sensación de nerviosismo mirando constantemente la puerta temiendo que los militares entraran violentamente. No sé cuánto tiempo escuchamos el programa, ni recuerdo alguna expresión u opinión de mi padre, si recuerdo que nuestra rutina cambió por un buen tiempo. Cada noche nos sentábamos alrededor de la mesa y escuchábamos “Escucha Chile”.

Extracto de mi libro Tengo un hijo en el cielo



Extracto de mi libro Tengo un hijo en el cielo
(Se puede adquirir a través del correo)

A la mayoría de las personas, el día 19 de enero del año 2009 no le dice nada. Sin embargo, para mí y mi familia, ese día cambiaría nuestras vidas para siempre. En esa mañana calurosa de verano, en Santiago de Chile, algo sucedería que dejaría huellas para siempre en nuestras vidas. Una mezcla de horror e incredulidad, de dolor y aceptación, de esperanza y eternidad se apoderó de nosotros esa mañana. Nos partió el corazón y soltó nuestras lágrimas como un río desconocido, tibio, salino y desbocado. De manera imprevista, inesperada y dramática nuestro hijo más pequeño partió de este mundo esa mañana, con apenas nueve años.
Comenzaba a disfrutar de sus vacaciones y, junto con unos amiguitos, salió a andar en bicicleta. Nunca más volvió a su casa, ni almorzó en ella ese día, ni comió sándwiches de lechugas que sacaba del refrigerador, ni se acostó en su cama azul con su colcha de caricaturas, viendo Los Simpson o escuchando a Shakira o a su Dulce María.
El alegre y divertido Joaquín, se fue ese día dejándonos el rostro desfigurado por la pena y el corazón partido en dos, a nosotros sus padres, a su hermano, a sus abuelos, a sus tíos y tías y a sus amiguitos.
En la noche de ese día 19 de enero lloramos hasta la madrugada, abrazados con mi esposa, repitiendo una y otra vez entre sollozos: “¿Qué vamos a hacer sin el Joaco?”
Por la mañana del día 20, al salir el sol, oí el canto de los pájaros en el árbol de mi vecino y una tristeza profunda me inundó. “Mi hijo, nunca más va oír esto”,  pensé. Lo sentí tan bello y tan ajeno a mi pesar que comencé a llorar. Le pedí a Dios que me diera las fuerzas para vivir ese día; el canto de los pájaros me dolió hasta el alma, esa mañana del 20 de enero de 2009.
Me costaría un tiempo volver a pasar por la esquina aquella sin estremecerme y, cuando lo hago, aún, a veces, siento el corazón y la garganta apretados. Muchos recuerdos en forma de imágenes vinieron a mi mente; por un buen tiempo, cada vez que pasaba por ese lugar repetía: “Desde este lugar, mi hijo partió al cielo”. ¡Qué contradicción! Como si el cielo fuera un mal lugar; debo aceptar como muchas veces lloro por mí, y no por él. Nuestro Joaco está feliz, nosotros, débiles y humanos lloramos su ausencia.
¿Por qué suceden tragedias que alteran nuestra vida para siempre? Esa pregunta no tiene una respuesta completa, conocemos parte de ella y su completitud forma parte del misterio y como todo misterio no nos es develado, no por ahora, al menos.
Una fecha precisa, una hora precisa, las personas, las circunstancias, un olvido, un descuido y las cosas cambian para siempre. Los que estaban, ya no están y nos dejan estelas de su presencia para que no olvidemos que fueron reales y para pedirnos que no dejemos de recordarlos y amarlos; para recordarnos que fueron parte de nuestra vida, y que parte de ella se ha marchado también con ellos.
Mi hijo, mi querido, precioso y sonriente hijo de nueve años ya no está más con nosotros, aunque eso es solo en el plano físico, pues siempre está presente. Si pudieran abrir mi corazón, allí encontrarían la imagen de un niño gordo con pómulos colorados que me sonríe y la imagen de una tosca pero poderosa cruz que me sostiene y me anima cada día.
Visitando la tumba del poeta chileno Vicente Huidobro, en Cartagena, leímos en su lápida: “Abrid esta tumba, en el fondo se ve el mar”. En cambio la lápida mía debería decir: “Abran esta tumba, en el fondo se ve el cielo” y un niño lindo que me espera.
Nosotros, mi familia y yo, sin saber vinimos a formar parte de una lista importante de personas en el mundo que han pasado por esta misma experiencia.
Qué tienen en común las siguientes personas
Los medios de comunicación nos presentan las vidas de muchas personas que, aunque muy distantes a nosotros, las sentimos como cercanas. Entre ellos se incluyen actrices, escritores, deportistas, políticos. La gran mayoría es presentada como gente de éxito, con mucho dinero y glamour, ¡gente feliz! Sin embargo, hay aspectos de sus vidas que permanecen desconocidas o poco conocidas para el común de nosotros. Son esos aspectos íntimos los que los hace comunes y corrientes. La humanidad de estas personas, que casi parecen divinas, está en lo que no se cuenta y es eso lo que nos vuelve iguales.
¿Qué tienen en común Sylvester Stallone, Gérard Depardieu, Paul Newman, John Travolta, Kirk Douglas, Marlon Brando, Eric Clapton, Lily Alen, Bill Cosby, Mia Farrow, O. J. Simpson, Myke Tyson, Sigmund Freud, Melany Klein, y otras muchas personas públicas a quienes conocemos a través de los medios de comunicación? 
Hay algo que los une, aunque ellos no se conozcan personalmente.
También nos preguntamos ¿qué tienen en común estas otras personas, chilenas, como nosotros? Por ejemplo, Daniela Campos, Susana Roccatagliata, Christián Warnken, Pedro Carcuro, Maricela Santibáñez, Alejandro Jodorowsky, Benjamín Vicuña, Coco Legrand, Javier Margas, Pedro Carcuro y muchas otras personas más, no conocidas, pero muy reales, como tú y como yo.
La respuesta es que todos han pasado por la experiencia de haber visto partir un hijo. Algunos de ellos los vieron partir antes de que estos nacieran; otros se fueron siendo pequeños, en un accidente, de muerte súbita, por una enfermedad. Muchos vieron partir sus hijos, cuando estos eran adolescentes y otro grupo cuando sus hijos eran adultos. No importa la edad de los hijos, su partida siempre deja una huella indeleble en la vida de los padres, de los hermanos y del resto de la familia. Nuestros hijos parten de este mundo, jugando, divirtiéndose, en desastres naturales, por consumo de drogas, asesinados y otros prefieren dejar este mundo de manera voluntaria. Son muchas las formas, y algunas difíciles de explicar y entender de la partida de nuestros hijos.
Qué difícil es para cualquier persona, hombre o mujer, enfrentar esta situación. Es una experiencia devastadora, que arrasa con las defensas emocionales, aún de los más fuertes.
Hay muchos artículos y libros sobre el tema y en diferentes medios, cuando alguna persona conocida pasa por esta situación, cada cierto tiempo se habla de ello. Sin embargo,  escuchar personalmente los testimonios de padres que han pasado por esta situación es mucho más duro, vivirlo personalmente es desgarrador, y no tiene parangón con otra experiencia que no sea, tal vez, la muerte de otro ser muy querido.
Prácticamente, todos los testimonios dicen que la muerte de un hijo deja un dolor y un vacío con el que se ha de vivir toda la vida. Esto es cierto, no obstante, hay caminos que los padres y demás familiares pueden tomar para sanar de esa profunda herida. En caso contrario, a estas personas les costará mucho volver a re-estructurarse y seguir con su vida.
Es ya común la expresión: “Ese es un dolor que dura toda vida”; y brota muchas veces en labios de personas que no lo han experimentado, y es una verdad; pero no se debe usar como una razón o una especie de excusa para sufrir toda la vida. La partida de un hijo es muy fuerte, pero en la vida de los padres quedan otras personas importantes: Cónyuges, hijos, padres y hermanos; quienes no tienen responsabilidad en la partida de ese hijo o la hija y no se merecen vivir con alguien atrapado en el pasado y que no se esfuerza por seguir adelante y vive como si ellos no existieran. Para estos familiares, tal vez, eso es morir en vida.
Recuerdo a una niña, casi adolescente todavía, que había visto partir a su hermana un poco mayor que ella. Un día, en una conversación muy íntima, me narró que su madre, en pleno período de dolor, había dicho: “Se murió mi mejor hija”. ¿Se puede dimensionar el impacto emocional y la herida que esas palabras provocaron en ella y sus hermanos? Ella, de un corazón noble, entendía que esas palabras habían surgido del dolor de su madre y la había perdonado. No sé si la madre, alguna vez le pidió perdón a ella.
La partida de un hijo es dolorosa, pero se debe elegir, sin otra opción, la de continuar viviendo y ser feliz, volver a amar y reír con el mismo entusiasmo de antes. Justamente, este libro pretende ser una ayuda para conseguir eso.