sábado, 7 de diciembre de 2024

La oración de Jabes

 Iglesia Cristiana Metropolitana-Ñuñoa/Santiago

Iglesia Bíblica de Cristo-La Granja/Santiago

Fecha: 16/07/2023

Título. La oración de Jabes

Texto: 1 Crónicas 4:9-10

Introducción

En la Biblia hay muchos pasajes llamativos por su sencillez y profundidad al mismo tiempo. Son pequeñas joyas incrustadas en la sólida roca que es la Palabra de Dios, que al sacarlas revelan toda su belleza y encandilan nuestros corazones.

Uno de esos pasajes es 1Crónicas 4: 9-10. La RVR 1960 lo traduce así:

9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.

10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

Otras versiones lo traducen de la siguiente manera:

La Biblia del jubileo

9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes (dolor), diciendo: Por cuanto lo di a luz con dolor

10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh si me dieras bendición, y ensancharas mi término, y si tu mano fuera conmigo, y me libraras de mal, que no me dañe! E hizo Dios que le viniera lo que pidió 11

Nueva Traducción Viviente NTV

10 Él fue quien oró al Dios de Israel diciendo: « ¡Ay, si tú me bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!»; y Dios le concedió lo que pidió.

Reina Valera 1909

9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto le parí en dolor. 10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh si me dieras bendición, y ensancharas mi término, y si tu mano fuera conmigo, y me libraras de mal, que no me dañe! E hizo Dios que le viniese lo que pidió.

Como introducción es importante conocer quién fue Jabes:

-era descendiente de los ceneos, una tribu al parecer no judía, y nómades, pero que con el tiempo se incorporaron a la tribu de Judá y se asentaron en Israel "Y Heber ceneo, de los hijos de Hobb suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado sus tiendas en el Alle de Zaanaim, que está junto a Cedes" (Jueces 4: 11)

El nombre de Jabes proviene de la palabra "dolor", usada por su madre quien afirma que le colocó ese nombre porque tuvo mucho dolor para darlo a luz.

Su nombre aparece en una lista de descendencia y se destaca de manera especial y aislada la oración que realizó y no vuelve a aparecer más en la Biblia.

Jabes hizo una oración que de manera natural se divide en tres partes, que son las que veremos en esta ocasión y sobre las cuales haremos algunas reflexiones y sacaremos algunas aplicaciones.

I. “Oh si en verdad me bendijeras”

Esta es la primera sección de la oración de Jabes. Algunos autores sugieren que Jabes no era judío, pero creyó en el Dios de Israel ,lo que agrega gran valor a su petición, porque se da cuenta que la verdadera bendición solo proviene de Jehová.

Esta convicción también estuvo presente en personas como Rahab y Rut, que no siendo israelitas abrazan la fe en Dios e incluso llegan a formar parte de la descendencia del Mesías.

Jabes busca esta bendición de Dios y reconoce su importancia para la vida. Tal es la importancia de la bendición de Dios que está presente en la oración que el mismo Señor instruye para su pueblo la llamada bendición sacerdotal de …

Números 6:22-26

“22 Jehová habló a Moisés, diciendo:

23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles:

24 Jehová te bendiga, y te guarde;

25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;

26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

27 Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.

La Traducción en Lenguaje Actual traduce de este modo la bendición sacerdotal

“Diles a Aarón y a sus hijos, que así deben bendecir a los israelitas: 

24 “Que Dios te bendiga

y siempre te cuide; 

25 que Dios te mire con agrado

y te muestre su bondad; 

26 que Dios te mire con agrado

y te llene de paz”. 

27 »Cuando los sacerdotes pronuncien esta bendición, yo haré que se haga realidad».

De estas palabras podemos inferir sin temor a equivocarnos que:

1. La bendición viene de Dios

2. Dios desea bendecir a sus hijos

3. La bendición de Dios es fundamental para la vida de los hijos de Dios

Jabes supo esta verdad, quizás la vio reflejada en la vida de los judíos que conocía, se da cuenta que él no la tiene y la pide.

Pudo comenzar su oración pidiendo muchas otras cosas, pero en su corazón reconoce que esta bendición es la base para edificar una vida.

Pero, ¿Qué es la bendición?

“Una bendición es un acto –por medio de un discurso o gesto- por el cual una persona transmite poder a otra…la dimensión más característica del poder para la vida que se transmite en una bendición tiene que ver con la prosperidad, riqueza, salud, fertilidad. Es decir, la bendición está relacionada por lo general con la generatividad y la productividad. Estas garantizan un bienestar de naturaleza material que perdura en las generaciones subsiguientes.” (Brueggemann, Reverberations of Faith, 2002, 18-19).

Un resumen de la bendición de Dios es que abarca todas las áreas de la vida:

Ø Lo material, el trabajo, la productividad

Ø Lo espiritual, la salvación, la presencia de Dios, la adoración

Ø Lo emocional, la paz, la alegría, el amor, el cuidado, la salud

Ø Lo social, la familia, los amigos

Aplicación

La bendición de Dios es clave en la vida de un cristiano. La bendición de Dios es la satisfacción personal de sentirse “ bien-dicho” por parte de Dios, que Dios “hable bien de nosotros”

1. La primera bendición de Dios es Jesús, en él se manifestó toda la gracia, toda la belleza de Dios.

2. Ser un hijo de Dios es la segunda bendición

3. Otra bendición es tener la Biblia y a través de ella conocer a Dios

4. Otra bendición es la alegría y la paz

5. Otra bendición es el trabajo, para suplir nuestras necesidades, ayudar a otros y dar para la obra de Dios.

II. Ensancharas mi territorio”

Esta expresión tiene un significado literal.

1. Jabes pide a Dios que literalmente extienda su territorio, su lugar en la tierra prometida. Pide a Dios tener mayor dominio en el lugar donde iba a vivir él y su familia, hay que recordar el dato que su trasfondo era nómade, por lo que tal vez está pidiendo ser establecido en un lugar.

En la Escritura aparece esta misma expresión en:

Ex 34:24 24 Porque yo arrojaré a las naciones de tu presencia, y ensancharé tu territorio; y ninguno codiciará tu tierra, cuando subas para presentarte delante de Jehová tu Dios tres veces en el año.

Dt 12:20 Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla, conforme a lo que deseaste podrás comer.

Isa 54:2-3 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.

Jabes está pidiendo a Dios, que agrande un lugar físico, que sería su habitación y el lugar donde él y su familia desarrollarían sus vidas. De este territorio fluiría el agua, los frutos, se podría criar animales, cultivar la tierra, hacer negocios, etc.

Pero también podemos, de manera legítima encontrar un segundo significado. Los exégetas no dicen mucho sobre el significado secundario de esta expresión. Yo, con el paso de los años he llegado a la conclusión que “extender el territorio” en un plano espiritual significa “ampliar mi rango de influencia en las actividades que realizo”.

Ser productivo, cumplir los propósitos de Dios en lo que se hace. Saber que se hace su voluntad en las actividades.

 Aplicación

Debemos pedir a Dios que “ensanche nuestro territorio” que nuestra influencia cristiana crezca en:

1. Nuestros hogares, lo que hoy es una gran batalla espiritual

2. En nuestros trabajos

3. En nuestros proyectos

4. En nuestra propia historia (que limpie el pasado si es necesario y nos haga instrumentos útiles para su gloria.

5. En nuestro servicio cristiano (en el uso de los dones, en el compromiso con la iglesia local)

 III. “…y tu mano estuviera conmigo y me guardaras del mal para que no me causara dolor”

Esta tercera parte de la oración de Jabes apunta a la búsqueda de la presencia de Dios en la vida, de manera especial como protección frente al mal, frente al sufrimiento.

“El vocablo hebreo “ra’a”, traducido como “mal”, señala en conjunto a todo aquello que es negativo y dañino. El concepto incluye la idea de pecado, pero va más allá en el énfasis, pues es todo lo que rompe, daña o destruye.”

La palabra algunas veces se refiere Satanás, el malo, al dolor, al sufrimiento.

Es significativa esta tercera petición puesto que al parecer Jabes conocía de cerca el sufrimiento. Recordemos que el nombre Jabes está relacionado con la palabra dolor. Su madre lo tuvo con dolor, con sufrimiento y no sabemos bien las circunstancias, pero el mal era algo conocido por Jabes.

De esta tercera parte en la oración de Jabes podemos aprender muchas lecciones, quiero mencionar solamente dos:

1. Muchas veces Dios libra del sufrimiento para que este no dañe a sus hijos, se anticipa, previene, responde oraciones, inclina corazones.

2. Dios muchas veces protege a sus hijos en el sufrimiento para que no sean dañados. Los protege mientras caminan “en el valle de sombra y de muerte”.

El mal puede provenir de cualquiera situación que produzca sufrimiento:

Ø Enfermedades

Ø Muertes

Ø Conflictos familiares

Ø Pérdidas significativas

Ø Tragedias

Ø Traiciones

Ø Desilusiones

Ø Etc

El maestro profetizó “En el mundo tendréis aflicciones”

Pablo habla abiertamente de su sufrimiento

Pedro escribe a los hermanos que sufren

y el capítulo 11 de Hebreos hace un contraste entre aquellos

“33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,

34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.

Y los otros que…

36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.

37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;

38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.

39 Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;

40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.

Jesús nuestro amado Maestro oró por sus hijos espirituales al Padre en Juan 17 pidiendo que:

11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.

12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.

13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

Jabes hizo la misma petición a mediados del S. V antes de Cristo y el texto termina con las palabras “Y Dios le concedió lo que pidió”.

Cuento sobre el sufrimiento

“Una mujer acudió a un hombre muy sabio de su país. Estaba desesperada de dolor. Su único hijo, de 10 años, estaba enfermo y ningún médico daba con la solución a su mal. Al llegar frente al sabio, le pidió el remedio para sanarlo. Era una situación injusta. Sólo tenía un hijo, era muy joven y ella no se merecía tanto sufrimiento.

El Sabio, mirándola con ojos de amor le dijo: “para preparar el remedio que sanará a tu hijo necesito varios ingredientes. Tú me tienes que traer uno de ellos: tres pelos de la cabeza de una persona que nunca haya sufrido”. La mujer se marchó muy contenta, por fin encontraba una solución. Se puso a buscar con enorme rapidez. Al cabo de tres meses, volvió a casa del sabio. Su rostro y sus ojos mostraban serenidad.

El sabio le preguntó: “¿Me traes los tres pelos de la persona que no ha sufrido?”. La mujer le contó que cuando salió de la casa del sabio buscó como loca en todo el país: palacios, chozas, campos, ciudades… en todas partes donde preguntó encontró personas que habían perdido un ser querido, personas que habían pasado por una enfermedad seria, personas que estaban sin trabajo, personas que estaban solas y no tenían nadie con quien hablar. Y conforme pasaban los días y veía que todas esas personas, a pesar de su sufrimiento, seguían adelante, dibujando cada día una sonrisa en su cara… poco a poco ella fue serenando su corazón y aceptando su propio sufrimiento. Ahora se presentaba ante el sabio simplemente para agradecerle la paz que había puesto en su corazón… y pidiéndole el remedio para convivir con la enfermedad de su hijo“.

Todas las personas sufren, la oración de Jabes fue que ese mal no le causara dolor.

Aplicación

1. El mal siempre estará presente en nuestras vidas, debemos aprender a confiar en Dios y orar que no nos duela.

2. Debemos aprender que cuando el mal nos alcance Dios sigue estando presente

Conclusión

Tengamos un corazón como el de Jabes, “más ilustres que el de sus hermanos” y hagamos esta misma petición:

1. Señor bendíceme

2. Extiende mi territorio

3. Guárdame del mal para que no me cause dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario