martes, 28 de junio de 2022

El sentido en el día de hoy

 

El sentido en el día de hoy

La concepción materialista, naturalista actual de la vida no pone énfasis en el sentido ni lo ve como algo necesario. Dawking, el biólogo ateo, en un debate con el arzobispo australiano George Pell dice que la pregunta ¿Por qué? en el sentido de un propósito no es significativa [1] y carece de importancia, y en su libro El río de edén escribe:

“El rasgo de la vida que, en palabras de David Hume, « más deslumbra y admira a todos los hombres que alguna vez la han contemplado» es el complejo detalle con el que sus mecanismos —los mecanismos que Darwin llamó « órganos de extrema perfección y complejidad» — cumplen un aparente Propósito”

“Esto suena salvajemente cruel pero, como veremos, la naturaleza no es cruel, sólo despiadadamente indiferente. Esta es una de las lecciones más duras de aprender para los

humanos. No somos capaces de admitir que las cosas podrían no ser ni buenas ni malas, ni crueles ni amables, sino simplemente insensibles, indiferentes a todo sufrimiento, totalmente carentes de intención.”

“Hay muchas cosas sobre las cuales puedes preguntar « ¿A qué temperatura está?» o « ¿De qué color es?» pero no plantearías este interrogante acerca, por ejemplo, de los celos o de la oración. De forma parecida, haces bien en preguntar el « ¿por qué?» de los guardabarros de una bicicleta o del dique Kariba, pero no tienes derecho a asumir que la pregunta de « ¿Por qué?» merece una respuesta cuando se refiere a un bloque de granito, una desgracia, el monte Everest o el universo. Las preguntas pueden ser sencillamente inapropiadas, no importa lo sentida que sea su formulación.”

“En un universo de fuerzas físicas ciegas y de replicación genética alguna gente va a resultar herida, otra será afortunada y no encontraremos ninguna moraleja o razón en ello, tampoco ninguna justicia. El universo que observamos tiene exactamente las propiedades que podríamos esperar si, en el fondo, no hubiera ningún diseño, ninguna intención, ningún bien ni ningún mal, nada más que indiferencia ciega y despiadada.”[2]

Esta es la opinión de Dawking y la tendencia que él representa, con argumentos débiles que ya han sido rebatidos en varias oportunidades, pero que no es el propósito de este capítulo abordar.

Son muchos más quienes piensan que un por qué en la vida sigue siendo importante y es muy probable que millones de personas continúen haciéndola, algunos a viva voz, otros en un silencio existencial doloroso.

En nuestro mundo moderno, a pesar de la imagen de orden y estructura hay una verdadera falta de sentido. La vida moderna, llena de preocupaciones, de presiones, de ideologías, de valores como el individualismo y el relativismo hacen difícil encontrar un propósito, sumado a esto una filosofía materialista hace mucho más complicado entender el propósito de la vida.

Frankl, [3]a quien me voy a referir un poco más adelante en la conferencia que dio en Chile en el año 1991 contó lo siguiente:

“Durante diez años formé parte del personal del primer centro mundial de prevención del suicidio, en Viena. El suicidio provocado por la depresión constituye uno de los tres aspectos de lo que me parece ser la neurosis colectiva en la actualidad. Normalmente me refiero a este síndrome neurótico masivo como el síndrome del "taxi".

En una ocasión me invitaron a una universidad en Atlanta, Georgia, para dar una conferencia titulada "¿Está loca la nueva generación?". Allí tomé un taxi para ir a la universidad, y el conductor me preguntó a qué iba a ese plantel.

"Acabo de llegar de Viena y tengo que dar una conferencia".

"¿Sobre qué tema es su conferencia?",

"¿Está loca la nueva generación?"

Él rió y yo le propuse,

"Yo me hago cargo del taxi y usted de la conferencia"

Él dijo:

"Sí, podría hacerlo".

Le pregunté:

"Dígame una cosa: ¿está loca la nueva generación?"

"Por supuesto".

"¿Por qué?".

"Porque se suicidan, se matan unos a otros y, en tercer lugar, consumen drogas".

En una sola frase había sintetizado la neurosis colectiva del momento: la depresión, la agresión y la adicción a las drogas.

Descubrí que el verdadero origen de todo eso es una sensación de carencia de sentido.

La gente recurre a las drogas, se suicida y comete crímenes. No pretendo decir que todos los casos de suicidio o intentos de quitarse la vida se deban a una carencia de sentido; pero sé efectivamente que si alguien tiene que enfrentar dificultades, conflictos familiares, desempleo o cualquier crisis en la vida, corre riesgo de suicidarse si no tiene un argumento para seguir adelante. Al considerar el suicidio, la persona se dice en último término "¿Por qué no? Nada lo impide". Sin embargo, si hay un sentido y se siente responsable, preferirá seguir adelante.”

La depresión, la agresión y el consumo de drogas siguen siendo síntomas de esta falta de sentido.

“Se levanta. Se viste con la que llama 'la bata del emperador', desciende las escaleras en silencio para no despertar a la mujer y llega hasta el cuarto en el que tiene sus armas. Son muchas, quizá más de 20: pistolas, rifles, escopetas, cada una de ellas portadora de un fragmento de la historia de su dueño, tardes de caza, de pesca, de disparos en bosques venecianos o desérticas explanadas africanas. Elige una de ellas, acaso la misma con que la que se retrató años antes junto un leopardo en el África, la Boss calibre doce de doble cañón.

Regresa, sube las escaleras y se sienta en la sala de su casa en Ketchum, Idaho, allí mismo en donde meses antes había estado escribiendo su última obra, ‘A moveable feast’. Luego el movimiento es nimio, casi trivial y sin embargo irrevocable: presiona el gatillo después de haber puesto el cañón en su boca.”


De esta manera el escritor Ernest Heminway pone fin a una vida que para él no tenía sentido, a pesar del estilo de vida exuberante que había llevado.

A la tríada sugerida por Frankl podríamos agregar, el hastío, el cansancio, los deportes extremos, el amor al dinero, al lujo, la pornografía, el narcisismo, la lucha por el poder, etc

 El teatro del absurdo

El teatro del absurdo surge como expresión dramática en el siglo XX, después de la II Guerra Mundial, (un detalle importante), en París, con obras de dramaturgos norteamericanos y europeos. Aborda temas como la soledad, el trascurso del tiempo, la vida, la muerte, la falta de comunicación en el mundo, la concepción del mundo, “es decir, alguien perdido que no llega a encontrar su propósito en la vida y refleja su frustración de forma burlesca.”[4]

Como su nombre lo indica, la representación de sus obras es absurda, contiene diálogos sin sentido, representa sentimientos de angustia, o de  drama o tragedia que se mezclan entre sí, presenta personajes complejos, escenarios confusos.[5]

Algunas de sus características son:[6]

–El lenguaje puede ser dislocado, incluye frases trilladas, juegos de palabras, repeticiones y hasta suele romper con la continuidad de algún instante.

–El ridículo y la ausencia de sentido, son recursos orientados a mostrar una capa cómica pero que a su vez permiten vislumbrar un mensaje de fondo.

–El contenido de trasfondo dentro del absurdo abarca generalmente temas como la política, la religión, la moral y las estructuras sociales.

–Los personajes dentro del mundo del absurdo se ubican dentro de un universo incomprensible y carecen de un discurso completamente racional.

–Entre otros aspectos, los personajes pueden hallarse en un estado frenético y ni el entorno ni la situación que los rodea suele generar una transformación final.

Algunos de los autores de obras de teatro del absurdo más conocidos han sido Ionesco, Pinter, Kopit, Fernando Arrabal, Jean Genet, Samuel Becket y entre las obras más conocidas se encuentran: La cantante calva, La lección, Esperando a Godot, Las Criadas.

 La necesidad de sentido

¿Es necesario conocer el sentido de la vida o es por demás solo una discusión filosófica preocupación de unos pocos? Muchas personas nunca se han hecho esta pregunta porque desde siempre han conocido el sentido de la vida. Son personas felices a las que les han tocado vivir muy pocas circunstancias tristes o difíciles. Son esas personas para quienes todo es felicidad y no conocen el dolor, son unas pocas afortunadas, pero la gran mayoría sí se ha hecho esta pregunta, de manera especial al enfrentar la tragedia,  eventos muchas veces sorpresivos y causantes de mucha angustia.

Scheller[7] escribe “Una parte esencial de las doctrinas y orientaciones que han dado a la humanidad los grandes hombres religiosos y los filósofos, ha sido doquiera y en todos los tiempos una doctrina sobre el sentido del dolor y del sufrimiento en todo el mundo” Esta cita de por sí sola responde a cerca de la necesidad de sentido “en todos los tiempos”.

Muchos pueden argumentar que conocer o descubrir el sentido de la vida no tiene importancia, soy de la idea contraria, que es una exigencia. Me baso en la experiencia atendiendo pacientes a quienes les cuesta mucho vivir y enfrentar el sufrimiento si no le encuentran un propósito a su vida. Viven vidas de pareja aburridas, un trabajo que los asfixia, una rutina que los aplasta y les cuesta mucho reconocer que su vida no tiene sentido, de manera especial quienes han experimentado sufrimiento en la niñez. Buscan en sus parejas y en sus hijos, especialmente las madres, un sentido. Comienzan a vivir sus vidas a través de la vida de sus hijos, se proyectan en ellos, sufren y gozan con los logros o fracasos de sus hijos, pero su propia vida se torna opaca, cuando ese hijo o hija les defrauda o muere les resulta dificultoso encontrar un sentido a su existencia.

Otro grupo importante busca llenar este vacío de significado en la religión. Muchos se vuelven adictos a la vida de iglesia y grupos religiosos. No pueden vivir sin actividades religiosas y crean una dependencia que les brinda significado.  No son capaces de tomar decisiones “sin conocer la voluntad de Dios”, sin buscar la asesoría “de mis pastores” y no dejan de preguntarse si tal o cual actividad es buena o mala y encuentran significado a través de relatos seudo espirituales extraños, a veces  supersticiosos y casi alucinantes.

Fleming,[8]sugiere que las iglesias legalistas atraen a determinado grupo de personas con adicciones emocionales, describiendo estas como:

1. Un enfoque exclusivo de la vida en la religión o la iglesia

2. Una confianza ciega en autoridades religiosas o sistemas doctrinales

3. La negación de sus respuestas emocionales a las personas o ideas dentro de una estructura religiosa.

4. Una falta de priorización de actividades religiosas

5. Un “locus” o centro externo de afectos

6. La resolución de problemas solamente dentro de la estructura eclesiástica.

Viktor Frankl

Es casi imposible referirse al sentido sin mencionar al autor que más trabajó al tema, el psiquiatra vienés Viktor Frankl.

Frankl Nació el 26 de marzo de 1905 en Viena, fue un psiquiatra y psicoterapeuta que desarrolló el enfoque psicológico conocido como logoterapia. La base de la teoría de Frankl es que la motivación principal de un individuo es la búsqueda de significado en la vida.

En 1942 Frankl y su familia fueron enviados al campo de concentración de Theresienstadt, donde muere su padre. En 1944, sus familiares sobrevivientes fueron llevados a otro campo, a Auschwitz, donde su madre y su esposa también pierden la vida. Frankl, con su formación médica, en medio de la crueldad y la violencia reinante observó que aquellos presos que tenían algún significado en sus vidas tenían más probabilidades de sobrevivir. Algunos pensaban en sus familias, en proyectos personales y eran estos pensamientos los que los mantenían con un poco más de ánimo que el resto de los prisioneros. El propio Frankl es un ejemplo de sentido. Después de su liberación regresó a Viena, trabajó como médico, como terapeuta y escritor. Visitó Chile en el año 1991 a la edad de 86 años.

Frankl responde a la pregunta sobre el sentido basado en su experiencia vivida en campos de concentración donde estuvo y escribe, “En otra ocasión estábamos cavando una trinchera. Amanecía en nuestro derredor, un amanecer gris. Gris era el cielo, y gris la nieve a la pálida luz del alba; grises los harapos que mal cubrían los cuerpos de los prisioneros y grises sus rostros. Mientras trabajaba, hablaba quedamente a mi esposa o, quizás, estuviera debatiéndome por encontrar la razón de mis sufrimientos, de mi lenta agonía. En una última y violenta protesta contra lo inexorable de mi muerte inminente, sentí como si mi espíritu traspasara la melancolía que nos envolvía, me sentí trascender aquel mundo desesperado, insensato, y desde alguna parte escuché un victorioso "sí" como contestación a mi pregunta sobre la existencia de una intencionalidad última. En aquel momento y en una franja lejana encendieron una luz, que se quedó allí fija en el horizonte como si alguien la hubiera pintado, en medio del gris miserable de aquel amanecer en Baviera. "Et lux in ténebris lucet, y la luz brilló en medio de la oscuridad." Estuve muchas horas tajando el terreno helado. El guardián pasó junto a mí, insultándome y una vez más volví a conversar con mi amada. La sentía presente a mi lado, cada vez con más fuerza y tuve la sensación de que sería capaz de tocarla, de que si extendía mi mano cogería la suya. La sensación era terriblemente fuerte; ella estaba allí realmente. Y, entonces, en aquel mismo momento, un pájaro bajó volando y se posó justo frente a mí, sobre la tierra que había extraído de la zanja, y se me quedó mirando fijamente.”[9]

En otra ocasión, en el lager él escribe: “Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito.”[10]y en otra ocasión escribe: “El modo en que un hombre acepta su destino y todo el sufrimiento que éste conlleva, la forma en que carga con su cruz, le da muchas oportunidades -incluso bajo las circunstancias más difíciles para añadir a su vida un sentido más profundo”[11]

Esta es en la opinión de Frankl, el sentido es  la principal motivación del hombre y eso explicaría, creo, las múltiples expresiones artísticas a través de la historia humana. Detrás de muchas de las actividades humanas está esta motivación por encontrar sentido a la vida. Los japoneses llaman a esta búsqueda Ikigai, ([12]) que es el valor de la vida que cada persona debe encontrar.

Finalmente, Frankl habla de la voluntad de sentido, uno de los conceptos fundamentales de la teoría que él creó, la Logoterapia. Define la voluntad de sentido como: “La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una "racionalización secundaria" de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que satisfaga su propia voluntad de sentido”[13]



[1] Dawking

[2] Dawking. El espejo de Dios

[3] Frankl en Chile

[4]

[5] https://www.cpaonline.es/blog/artes-escenicas/que-es-el-teatro-absurdo/

[6] Teatro del absurdo: origen, características, autores, obras Por Emilhy Arias. https://www.lifeder.com/teatro-del-absurdo/. Descargadoe l 08712/2021

[7] Scheller M.

[8] Fleming, citado en  Psicología…FLET. P.50

[9] Frankl. P.68

[10] Frankl, p 91

[11] Frankl. P 92

[12] Wickypedia

[13] Frankl p.121