El sentido en el día de hoy
La concepción materialista,
naturalista actual de la vida no pone énfasis en el sentido ni lo ve como algo
necesario. Dawking, el biólogo ateo, en un debate con el arzobispo australiano
George Pell dice que la pregunta ¿Por qué? en el sentido de un propósito no es
significativa [1] y carece
de importancia, y en su libro El río de edén escribe:
“El rasgo de la vida que, en palabras
de David Hume, « más deslumbra y admira a todos los hombres que alguna vez la
han contemplado» es el complejo detalle con el que sus mecanismos —los
mecanismos que Darwin llamó « órganos de extrema perfección y complejidad» —
cumplen un aparente Propósito”
“Esto suena salvajemente cruel pero,
como veremos, la naturaleza no es cruel, sólo despiadadamente indiferente. Esta
es una de las lecciones más duras de aprender para los
humanos. No somos capaces de admitir
que las cosas podrían no ser ni buenas ni malas, ni crueles ni amables, sino
simplemente insensibles, indiferentes a todo sufrimiento, totalmente carentes
de intención.”
“Hay muchas cosas sobre las cuales
puedes preguntar « ¿A qué temperatura está?» o « ¿De qué color es?» pero no
plantearías este interrogante acerca, por ejemplo, de los celos o de la
oración. De forma parecida, haces bien en preguntar el « ¿por qué?» de los
guardabarros de una bicicleta o del dique Kariba, pero no tienes derecho a
asumir que la pregunta de « ¿Por qué?» merece una respuesta cuando se refiere a
un bloque de granito, una desgracia, el monte Everest o el universo. Las
preguntas pueden ser sencillamente inapropiadas, no importa lo sentida que sea
su formulación.”
“En un universo de fuerzas físicas
ciegas y de replicación genética alguna gente va a resultar herida, otra será
afortunada y no encontraremos ninguna moraleja o razón en ello, tampoco ninguna
justicia. El universo que observamos tiene exactamente las propiedades que
podríamos esperar si, en el fondo, no hubiera ningún diseño, ninguna intención,
ningún bien ni ningún mal, nada más que indiferencia ciega y despiadada.”[2]
Esta es la opinión de Dawking y la
tendencia que él representa, con argumentos débiles que ya han sido rebatidos
en varias oportunidades, pero que no es el propósito de este capítulo abordar.
Son muchos más quienes piensan que un
por qué en la vida sigue siendo importante y es muy probable que millones de
personas continúen haciéndola, algunos a viva voz, otros en un silencio existencial
doloroso.
En nuestro mundo moderno, a pesar de
la imagen de orden y estructura hay una verdadera falta de sentido. La vida
moderna, llena de preocupaciones, de presiones, de ideologías, de valores como
el individualismo y el relativismo hacen difícil encontrar un propósito, sumado
a esto una filosofía materialista hace mucho más complicado entender el
propósito de la vida.
Frankl, [3]a
quien me voy a referir un poco más adelante en la conferencia que dio en Chile
en el año 1991 contó lo siguiente:
“Durante
diez años formé parte del personal del primer centro mundial de prevención del
suicidio, en Viena. El suicidio provocado por la depresión constituye uno de
los tres aspectos de lo que me parece ser la neurosis colectiva en la
actualidad. Normalmente me refiero a este síndrome neurótico masivo como el
síndrome del "taxi".
En una
ocasión me invitaron a una universidad en Atlanta, Georgia, para dar una
conferencia titulada "¿Está loca la nueva generación?". Allí tomé un
taxi para ir a la universidad, y el conductor me preguntó a qué iba a ese
plantel.
"Acabo
de llegar de Viena y tengo que dar una conferencia".
"¿Sobre
qué tema es su conferencia?",
"¿Está
loca la nueva generación?"
Él rió y yo
le propuse,
"Yo me
hago cargo del taxi y usted de la conferencia"
Él dijo:
"Sí,
podría hacerlo".
Le pregunté:
"Dígame
una cosa: ¿está loca la nueva generación?"
"Por
supuesto".
"¿Por
qué?".
"Porque
se suicidan, se matan unos a otros y, en tercer lugar, consumen drogas".
En una sola frase había sintetizado
la neurosis colectiva del momento: la depresión, la agresión y la adicción a
las drogas.
Descubrí que el verdadero origen de
todo eso es una sensación de carencia de sentido.
La gente recurre a las drogas, se
suicida y comete crímenes. No pretendo decir que todos los casos de suicidio o
intentos de quitarse la vida se deban a una carencia de sentido; pero sé
efectivamente que si alguien tiene que enfrentar dificultades, conflictos
familiares, desempleo o cualquier crisis en la vida, corre riesgo de suicidarse
si no tiene un argumento para seguir adelante. Al considerar el suicidio, la
persona se dice en último término "¿Por qué no? Nada lo impide". Sin
embargo, si hay un sentido y se siente responsable, preferirá seguir adelante.”
La depresión, la agresión y el
consumo de drogas siguen siendo síntomas de esta falta de sentido.
“Se levanta. Se viste con la que llama 'la
bata del emperador', desciende las escaleras en silencio para no despertar a la
mujer y llega hasta el cuarto en el que tiene sus armas. Son muchas, quizá más
de 20: pistolas, rifles, escopetas, cada una de ellas portadora de un fragmento
de la historia de su dueño, tardes de caza, de pesca, de disparos en bosques
venecianos o desérticas explanadas africanas. Elige una de ellas, acaso la
misma con que la que se retrató años antes junto un leopardo en el África, la
Boss calibre doce de doble cañón.
Regresa, sube las escaleras y se sienta en la
sala de su casa en Ketchum, Idaho, allí mismo en donde meses antes había estado
escribiendo su última obra, ‘A moveable feast’. Luego el movimiento es nimio,
casi trivial y sin embargo irrevocable: presiona el gatillo después de haber
puesto el cañón en su boca.”
De esta manera el escritor Ernest Heminway
pone fin a una vida que para él no tenía sentido, a pesar del estilo de vida exuberante
que había llevado.
A la tríada sugerida por Frankl podríamos agregar, el hastío, el
cansancio, los deportes extremos, el amor al dinero, al lujo, la pornografía,
el narcisismo, la lucha por el poder, etc
El teatro del absurdo surge como
expresión dramática en el siglo XX, después de la II Guerra Mundial, (un
detalle importante), en París, con obras de dramaturgos norteamericanos y
europeos. Aborda temas como la soledad, el trascurso del tiempo, la vida, la
muerte, la falta de comunicación en el mundo, la concepción del mundo, “es
decir, alguien perdido que no llega a encontrar su propósito en la vida y
refleja su frustración de forma burlesca.”[4]
Como su nombre lo indica, la
representación de sus obras es absurda, contiene diálogos sin sentido, representa
sentimientos de angustia, o de drama o
tragedia que se mezclan entre sí, presenta personajes complejos, escenarios confusos.[5]
Algunas de sus características son:[6]
–El lenguaje puede ser dislocado,
incluye frases trilladas, juegos de palabras, repeticiones y hasta suele romper
con la continuidad de algún instante.
–El ridículo y la ausencia de
sentido, son recursos orientados a mostrar una capa cómica pero que a su vez
permiten vislumbrar un mensaje de fondo.
–El contenido de trasfondo dentro del
absurdo abarca generalmente temas como la política, la religión, la moral y las
estructuras sociales.
–Los personajes dentro del mundo del
absurdo se ubican dentro de un universo incomprensible y carecen de un discurso
completamente racional.
–Entre otros aspectos, los personajes
pueden hallarse en un estado frenético y ni el entorno ni la situación que los
rodea suele generar una transformación final.
Algunos de los autores de obras de
teatro del absurdo más conocidos han sido Ionesco, Pinter, Kopit, Fernando
Arrabal, Jean Genet, Samuel Becket y entre las obras más conocidas se
encuentran: La cantante calva, La lección, Esperando a Godot, Las Criadas.
¿Es necesario conocer el sentido de
la vida o es por demás solo una discusión filosófica preocupación de unos pocos?
Muchas personas nunca se han hecho esta pregunta porque desde siempre han
conocido el sentido de la vida. Son personas felices a las que les han tocado
vivir muy pocas circunstancias tristes o difíciles. Son esas personas para
quienes todo es felicidad y no conocen el dolor, son unas pocas afortunadas,
pero la gran mayoría sí se ha hecho esta pregunta, de manera especial al
enfrentar la tragedia, eventos muchas
veces sorpresivos y causantes de mucha angustia.
Scheller[7]
escribe “Una parte esencial de las doctrinas y orientaciones que han dado a la
humanidad los grandes hombres religiosos y los filósofos, ha sido doquiera y en
todos los tiempos una doctrina sobre el sentido del dolor y del sufrimiento en
todo el mundo” Esta cita de por sí sola responde a cerca de la necesidad de
sentido “en todos los tiempos”.
Muchos pueden argumentar que conocer
o descubrir el sentido de la vida no tiene importancia, soy de la idea
contraria, que es una exigencia. Me baso en la experiencia atendiendo pacientes
a quienes les cuesta mucho vivir y enfrentar el sufrimiento si no le encuentran
un propósito a su vida. Viven vidas de pareja aburridas, un trabajo que los
asfixia, una rutina que los aplasta y les cuesta mucho reconocer que su vida no
tiene sentido, de manera especial quienes han experimentado sufrimiento en la
niñez. Buscan en sus parejas y en sus hijos, especialmente las madres, un
sentido. Comienzan a vivir sus vidas a través de la vida de sus hijos, se
proyectan en ellos, sufren y gozan con los logros o fracasos de sus hijos, pero
su propia vida se torna opaca, cuando ese hijo o hija les defrauda o muere les
resulta dificultoso encontrar un sentido a su existencia.
Otro grupo importante busca llenar
este vacío de significado en la religión. Muchos se vuelven adictos a la vida
de iglesia y grupos religiosos. No pueden vivir sin actividades religiosas y
crean una dependencia que les brinda significado. No son capaces de tomar decisiones “sin
conocer la voluntad de Dios”, sin buscar la asesoría “de mis pastores” y no
dejan de preguntarse si tal o cual actividad es buena o mala y encuentran
significado a través de relatos seudo espirituales extraños, a veces supersticiosos y casi alucinantes.
Fleming,[8]sugiere
que las iglesias legalistas atraen a determinado grupo de personas con
adicciones emocionales, describiendo estas como:
1. Un enfoque exclusivo de la vida en
la religión o la iglesia
2. Una confianza ciega en autoridades
religiosas o sistemas doctrinales
3. La negación de sus respuestas
emocionales a las personas o ideas dentro de una estructura religiosa.
4. Una falta de priorización de
actividades religiosas
5. Un “locus” o centro externo de
afectos
6. La resolución de problemas
solamente dentro de la estructura eclesiástica.
Viktor Frankl
Es casi imposible referirse al
sentido sin mencionar al autor que más trabajó al tema, el psiquiatra vienés
Viktor Frankl.
Frankl Nació el 26 de marzo de 1905
en Viena, fue un psiquiatra y psicoterapeuta que desarrolló el enfoque
psicológico conocido como logoterapia. La base de la teoría de Frankl es que la
motivación principal de un individuo es la búsqueda de significado en la vida.
En 1942 Frankl y su familia fueron
enviados al campo de concentración de Theresienstadt, donde muere su padre. En
1944, sus familiares sobrevivientes fueron llevados a otro campo, a Auschwitz,
donde su madre y su esposa también pierden la vida. Frankl, con su formación
médica, en medio de la crueldad y la violencia reinante observó que aquellos
presos que tenían algún significado en sus vidas tenían más probabilidades de
sobrevivir. Algunos pensaban en sus familias, en proyectos personales y eran
estos pensamientos los que los mantenían con un poco más de ánimo que el resto
de los prisioneros. El propio Frankl es un ejemplo de sentido. Después de su
liberación regresó a Viena, trabajó como médico, como terapeuta y escritor.
Visitó Chile en el año 1991 a la edad de 86 años.
Frankl responde a la pregunta sobre el
sentido basado en su experiencia vivida en campos de concentración donde estuvo
y escribe, “En otra ocasión estábamos cavando una trinchera. Amanecía en
nuestro derredor, un amanecer gris. Gris era el cielo, y gris la nieve a la
pálida luz del alba; grises los harapos que mal cubrían los cuerpos de los
prisioneros y grises sus rostros. Mientras trabajaba, hablaba quedamente a mi
esposa o, quizás, estuviera debatiéndome por encontrar la razón de mis sufrimientos,
de mi lenta agonía. En una última y violenta protesta contra lo inexorable de
mi muerte inminente, sentí como si mi espíritu traspasara la melancolía que nos
envolvía, me sentí trascender aquel mundo desesperado, insensato, y desde
alguna parte escuché un victorioso "sí" como contestación a mi
pregunta sobre la existencia de una intencionalidad última. En aquel momento y
en una franja lejana encendieron una luz, que se quedó allí fija en el
horizonte como si alguien la hubiera pintado, en medio del gris miserable de
aquel amanecer en Baviera. "Et lux in ténebris lucet, y la luz brilló en
medio de la oscuridad." Estuve muchas horas tajando el terreno helado. El
guardián pasó junto a mí, insultándome y una vez más volví a conversar con mi amada.
La sentía presente a mi lado, cada vez con más fuerza y tuve la sensación de
que sería capaz de tocarla, de que si extendía mi mano cogería la suya. La
sensación era terriblemente fuerte; ella estaba allí realmente. Y, entonces, en
aquel mismo momento, un pájaro bajó volando y se posó justo frente a mí, sobre
la tierra que había extraído de la zanja, y se me quedó mirando fijamente.”[9]
En otra ocasión, en el lager él
escribe: “Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que
hace que la vida tenga sentido y propósito.”[10]y
en otra ocasión escribe: “El modo en que un hombre acepta su destino y todo el
sufrimiento que éste conlleva, la forma en que carga con su cruz, le da muchas
oportunidades -incluso bajo las circunstancias más difíciles para añadir a su
vida un sentido más profundo”[11]
Esta es en la opinión de Frankl, el
sentido es la principal motivación del
hombre y eso explicaría, creo, las múltiples expresiones artísticas a través de
la historia humana. Detrás de muchas de las actividades humanas está esta
motivación por encontrar sentido a la vida. Los japoneses llaman a esta búsqueda
Ikigai, ([12]) que es
el valor de la vida que cada persona debe encontrar.
Finalmente, Frankl habla de la
voluntad de sentido, uno de los conceptos fundamentales de la teoría que él
creó, la Logoterapia. Define la voluntad de sentido como: “La búsqueda por
parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una
"racionalización secundaria" de sus impulsos instintivos. Este
sentido es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que
encontrarlo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que
satisfaga su propia voluntad de sentido”[13]
[1] Dawking
[2] Dawking. El
espejo de Dios
[3] Frankl en
Chile
[5] https://www.cpaonline.es/blog/artes-escenicas/que-es-el-teatro-absurdo/
[6] Teatro del absurdo: origen, características, autores, obras Por Emilhy
Arias. https://www.lifeder.com/teatro-del-absurdo/.
Descargadoe l 08712/2021
[7] Scheller M.
[8] Fleming,
citado en Psicología…FLET. P.50
[9] Frankl. P.68
[10] Frankl, p 91
[11] Frankl. P 92
[12] Wickypedia
[13] Frankl p.121