lunes, 19 de diciembre de 2022

LA AUTOESTIMA FEMENINA. LA AUTO ESTIMA BAJA

 

LA  AUTOESTIMA FEMENINA

LA AUTO ESTIMA BAJA

Facebook: Juan Barrera M Psicólogo cristiano

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Wattpad: pastorjuan55

INTRODUCCIÓN

En esta serie de programas estamos hablando de la autoestima femenina y ya abordamos en un programa anterior el tema Qué es la autoestima.

En este programa hablaremos sobre La auto estima baja

¿Cuándo y cómo se forma la auto estima?

A partir de los 5-6 años es cuando se empezamos a formar una idea de nosotros mismos y esta primera valoración está basada en la forma en que nos valoran los mayores (padre, madre, maestros, amigos, etc.)

1. Por lo tanto, es la familia, sus modelos y su cultura la primera influencia en la forma en que percibimos nuestro propio ser.

2. Más adelante, en la adolescencia empezamos a valorarnos con criterios culturales: cánones de belleza, valor, osadía, capacidad para controlar a los demás, etc. Estos criterios no son casi nunca favorables para las mujeres, por esa razón es más común encontrar a mujeres con autoestima baja que a hombres, aunque éstos se hayan criado en el mismo ambiente e incluso en el mismo entorno familiar.

Aprendimos lo que vivimos

Si de niña se vivió

1. Una crítica constante de la conducta, del aspecto físico, de las capacidades o del comportamiento, se aprende a condenar a otros.

2. En un medio hostil donde se minusvalora, aprendemos a pelear o guardar silencio.

3. En un ambiente dominado por el miedo, se aprende a vivir con temor, hacerse “invisible”.

4. Si fuimos objeto de lástima por el aspecto físico o por la falta de capacidades intelectuales, aprendemos a sentir lástima de nosotros mismos.

5. Si se fue ridiculizada, aprendemos a ser tímidas.

6. Si crecimos en medio de la envidia y de la vergüenza, aprendemos a ser envidiosas.

Porque todas las personas necesitamos:

Ø Sentirnos seguros.

Ø Ser amados y aceptados incondicionalmente.

Ø Formar parte de un grupo.

Ø Sentirnos aceptados por como somos, reconocimiento y aprobación.

Ø Ser autónomos, tener capacidad para escoger nuestras opciones.

Y cuando estas necesidades básicas para nuestro correcto desarrollo emocional no se cumplen, crecemos con una serie de carencias que repercuten negativamente en nuestra concepción de nosotros mismos.[1]

Una autoestima baja (Síntomas de la baja autoestima)

1. Ataques de ansiedad.

2. Repentinos cambios de humor.

3. Sentimientos de culpa.

4. Reacciones exageradas.

5. Hipersensibilidad.

6. Ver siempre el lado negativo de todo.

7. Sentimientos de impotencia.

8. Impulsos autodestructivos.

9. Autocrítica dura y excesiva.

10. No saber poner límites a la gente (no saber decir no) por un deseo innecesario de complacer.

11. Hipersensibilidad a la crítica de los demás.

12. Indecisión crónica.

13. Perfeccionismo, auto exigencia esclavizadora. Tratar de ser siempre la mujer diez.

14. Culpabilidad neurótica, se juzga y condena por todo, incluso por cosas ajenas.

15. Hostilidad, irritabilidad a flor de piel.

16. Tendencias defensivas, un negativismo generalizado y una falta de ganas de vivir.

Aplicación

Jeremías 1: 4-5 dice:

4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:

5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

1. Mujer, ¿Tienes fe para creer que antes que nacieras, Dios ya te conocía? Conocía tu aspecto, tu figura, tus capacidades, tus dones?

También tus miedos, debilidades y fortalezas

2. ¿Puedes agradecer a Dios por crearte como lo hizo, por creer que detrás de la genética estaba su plan perfecto para ti?



[1] https://www.mujeresparalasalud.org/la-autoestima-de-las-mujeres-2/#:~:text=La%20autoestima%20no%20es%20voluntaria%2C%20espont%C3%A1nea%20o%20natural%2C,tanto%2C%20la%20autoestima%20no%20es%20individual%2C%20sino%20social.

Qué es resiliencia

 Qué es resiliencia

El vocablo tiene su origen en el idioma latín, en el término resilio que significa “volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar”. Este término fue adaptado a las ciencias sociales para caracterizar aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos. “El adjetivo resiliente, tomado del inglés resilient y del francés résilience, nació originalmente en la metalurgia y la ingeniería civil para describir la capacidad de algunos materiales de recobrar su forma original, después de ser sometidos a una presión deformadora. Desde la medicina y la psicología de la salud, la resiliencia es una de las variables más estudiadas debido a las implicaciones que tiene para la prevención y la promoción de la salud del ser humano y su calidad de vida.”

El origen del concepto

“El concepto de resiliencia se introduce en la psicología en la década de los ochenta a partir de los estudios de E.E. Werner y R.S. Smith (1982), en una época en la que predominaba el concepto de vulnerabilidad. E. Werner evaluó en 1955 a 698 recién nacidos en la isla Kauai en el archipiélago de Hawai. Posteriormente continuó con el seguimiento de 201 niños, que procedían de ambientes sociofamiliares desfavorecidos y para los cuales se estimaba una futuro desarrollo psicosocial negativo. Casi treinta años después, E. Werner descubrió que 72 de estos 201 sujetos de riesgo llevaban una vida adaptada y normal, a pesar de no haber contado con ningún tipo de atención especial. Werner y Smith los denominaron resistentes al destino y a la característica común a todos ellos “resiliencia”. Según estas autoras, el proceso de la resiliencia había operado en ellos en cuanto que se habían dado algunas circunstancias:

recibieron educación formal; procedían de familias poco numerosas, con nacimientos espaciados; habían sido atendidos por alguna persona particularmente afectuosa que les aceptó incondicionalmente y les hizo sentirse persona valiosa; podían encontrar sentido a su vida; poseían locus de control interno; tenían una profunda fe religiosa; los casados mantenían buenas relaciones con sus parejas; algunos jóvenes desadaptados en la adolescencia reorientaron positivamente sus vidas al casarse, tener hijos y participar en actividades religiosas.”

De acuerdo a Kotliarenco el interés por estudiar el concepto de resiliencia surge de al menos tres áreas de investigación.

1. La consistencia que muestran los datos empíricos respecto de las diferencias individuales que se observan al estudiar poblaciones de alto riesgo. Observación referida a los hijos de padres mentalmente enfermos.

2. En segundo lugar, se hace mención de los estudios sobre temperamento, implementados por diversos investigadores en los Estados Unidos en la década del sesenta

3. En tercer lugar, se menciona a Meyer, en relación a la importancia que asigna al hecho de que a nivel de las personas es posible observar las distintas formas en que éstas enfrentan las situaciones de vida, así como las experiencias claves o los momentos de transición.

Las personas resilientes

Fonagy et al. dice que hay factores comunes entre las muchas situaciones de sufrimiento, aunque esta parezcan disímiles: deprivación económica, divorcio de los padres, desastres nucleares, maltrato, delincuencia o psicopatologías de los padres, institucionalización. Los niños resilientes presentaban los siguientes atributos a los que debemos prestar atención.

 Nivel Socio-económico más alto

 Género femenino en el caso de los pre púberes, y género masculino en etapas

posteriores de desarrollo

 Ausencia de déficit orgánico

 Temperamento fácil

 Menor edad al momento del trauma

 Ausencia de separaciones o pérdidas tempranas

Como características del medio social inmediato señala las siguientes:

 Padres competentes

 Relación cálida con al menos un cuidador primario

 Posibilidad de contar en la adultez con apoyo social del cónyuge, familia u otras figuras

 Mejor red informal de apoyo (vínculos)

 Mejor red formal de apoyo a través de una mejor experiencia educacional y de participar en actividades de instituciones religiosas y de fe

Respecto al funcionamiento psicológico que protege a los niños resilientes del estrés, los autores mencionados señalan:

 Mayor Coeficiente Intelectual y habilidades de resolución de problemas

 Mejores estilos de enfrentamiento

 Motivación al logro auto gestionada

 Autonomía y locus de control interno

 Empatía, conocimiento y manejo adecuado de relaciones interpersonales

 Voluntad y capacidad de planificación

 Sentido del humor positivo

Otros autores agregan a estas, otras características del funcionamiento psicológico en niños resilientes:

 Mayor tendencia al acercamiento

 Mayor autoestima

 Menor tendencia a sentimientos de desesperanza

 Mayor autonomía e independencia

 Habilidades de enfrentamiento que, además de otras ya mencionadas,

incluyen orientación hacia las tareas, mejor manejo económico, menor

tendencia la evitación de los problemas, a la vez, que menor tendencia al

fatalismo