Blog dedicado a la reflexión psico-espiritual del escritor Juan E. Barrera
jueves, 19 de marzo de 2020
El mayor estudio académico descubre el secreto de las parejas felices
El mayor estudio académico descubre el secreto de las
parejas felices
Un grupo de investigadores británicos ha entrevistado a más
de 4.000 personas para averiguar qué funciona y qué no al mantener una relación
duradera. Algunas de sus conclusiones son sorprendentes
MIGUEL AYUSO
“Fueron felices y comieron perdices” es el final típico de
todos los cuentos, tan presente en nuestro imaginario que, pese a tener decenas
de ex, seguimos pensando que nuestro amor actual es el definitivo: el príncipe
azul con el que podremos formar una familia y pasear cogidos de la mano hasta
el final de nuestros días.
Pero lo cierto es que la mayor parte de las parejas no
tienen una relación “feliz para siempre”. Y en muchos casos los matrimonios no
fracasan víctimas de incompatibilidades insalvables, sino de una falta de
perspectiva a la hora de valorar qué es lo que construye una pareja que pueda
durar en el tiempo. Un fallo, en definitiva, al descifrar el significado del
verdadero amor.
En el pasado, los matrimonios eran concebidos más como un
contrato social que como un vínculo amoroso. Esto era en muchos sentidos una
tragedia, pero por otro lado todo el mundo tenía claro que no tenía por qué
estar enamorado para siempre de su pareja. Hoy el discurso ha dado la vuelta
por completo y parece que una relación no puede llegar a buen puerto si no se
construye desde la pasión desenfrenada.
Cuando preguntaron a los participantes qué es lo que más les
gustaba de su relación, el sexo no aparecía siquiera entre las diez
contestaciones más comunes
Se trata de una idea errónea que causa muchísimo dolor, pues
es casi imposible que el amor romántico sobreviva en el tiempo. La única forma de construir
relaciones duraderas, según psicólogos como John Bradshaw, reside en saber
superar esta transición del romance al compañerismo, creando un amor duradero,
y superando el conocido como Síndrome de Estrés Postromántico, pero ¿cómo logramos
esto?
Más de 4.000 participantes
Para averiguar cuáles son los secretos de los matrimonios
exitosos (y los errores de las relaciones que fracasan), un grupo de
investigadores de The Open University –el equivalente británico a nuestra UNED–
entrevistó a 4.494 británicos de entre 18 y 65 años y analizó a fondo el
comportamiento de 50 parejas (la mitad de ellas con niños). Aunque la
investigación concluyó en 2013, sus conclusiones han sido presentadas ahora al
gran público en forma de un libro, 'The Secrets of Enduring Love: How to Make
Relationships Last' (Vermilion), que se publica esta semana en Reino Unido y
cuyo adelanto ha publicado 'The Daily Mail'.
Según las profesoras Meg John Baker y Jacqui Gabbi, autoras
del volumen, la gente sabe que mantener una relación feliz en el tiempo no es
sencillo, pero no encuentran los consejos adecuados para lograrlo: “Libros de
autoayuda, consultorios y páginas web prometen el 'secreto para permanecer
juntos', las reglas para 'mantener vivo el amor' o 'la respuesta para superar
tus problemas de familia'. El problema es que muy pocos de los consejos están
basados en experiencias reales. Por ello llevamos a cabo nuestro estudio.
Queríamos saber qué estaban haciendo realmente las parejas para que la relación
funcionara”.
Una de las ideas más extendidas sobre las relaciones de
pareja es que el sexo es parte indispensable del amor, y si no se practica con
frecuencia nuestro matrimonio está condenado al fracaso. Pero el caso es que,
cuando las investigadoras preguntaron a los participantes qué es lo que más les
gustaba de su relación, el sexo no aparecía siquiera entre las diez
contestaciones más comunes, que fueron estas:
1. Reír juntos.
2. Compartir valores e intereses.
3. Ser los mejores amigos.
4. Ser cuidados y sentirse apoyados.
5. Sentirse seguros.
6. Ser felices.
7. La confianza.
8. Compartir una relación cercana.
9. Hablar y escuchar.
10. Estar enamorado y/o ser amado.
El sexo no es tan importante
Aunque los investigadores constataron que los padres están
más preocupados que las madres por la falta de sexo (y ellas reconocen que les
gustaría hacer menos el amor que a sus parejas), la insatisfacción con la
frecuencia sexual 'per se' no parece socavar la satisfacción general de la
relación. Se trata además de un problema que no acusan la mayoría de parejas
sin hijos.
Basta con hacer el amor una vez a la semana para que la vida
en pareja funcione. Aumentar la frecuencia no causa ningún efecto significativo
¿Por qué entonces se le da tanta importancia? Cuestiones
sociológicas aparte (el sexo vende, por lo que se magnifica su papel en
nuestras vidas), muchas parejas tienden a ver como un problema el hecho de
hacer poco el amor, cuando en realidad lo importante no es la frecuencia, sino
la calidad.
Una reciente investigación publicada por la 'Society for
Personality and Social Pschology' contradice la popular idea de que las
relaciones que mejor funcionan son aquellas que más tiempo pasan en la cama. En
realidad, aunque la conexión física es necesaria, basta con hacer el amor una
vez a la semana para que la vida en pareja funcione. Aumentar la frecuencia no
causa ningún efecto significativo, una conclusión que relativiza la importancia
del aspecto sexual en las relaciones.
Hijos, ¿un palo en la relación?
Lo cierto es que, como explican Baker y Gabbi, los problemas
no surgen por una “baja” frecuencia en las relaciones sexuales –hay parejas
perfectamente felices que sólo mantienen relaciones sexuales una vez al mes o
incluso menos– sino por una descoordinación entre los deseos de cada parte.
Esto, explican las investigadoras, puede ocurrir por muchas
razones, pero es un problema común en las relaciones con hijos, cuando los
padres están demasiado cansados como para mantener cierta frecuencia sexual o
las madres tienen dificultades para volver a sentirse “seres sexuales”.
Según el estudio, las parejas sin hijos son de media más
felices que las que sí los tienen. Además, la franja de edad en la que se
constata una peor calidad de las relaciones es la comprendida entre los 35 y
45: justo las edades en las que se suele criar a los niños.
La buena noticia es que, a diferencia de lo que solemos
pensar, tanto nuestra satisfacción con la vida en pareja como nuestra
sexualidad no suelen ser estáticas: la libido puede disminuir o aumentar en
distintas facetas de nuestra vida, así como lo hace (no necesariamente de la
mano) nuestra felicidad como amantes monógamos.
Qué mantiene a una relación unida
Todas las parejas sufren altibajos pero ¿qué es lo realmente
importante? ¿Qué aspectos condenan a una relación al fracaso? Los
investigadores británicos llegaron a las siguientes conclusiones sobre qué es
aquello que apreciamos más en una relación y cuáles son las cosas que funcionan
para mantener a una pareja unida. Y son mucho más importantes que la frecuencia
con que hacemos el amor.
1. Decir “gracias” y tener gestos positivos fueron
comportamientos muy apreciados por todos los participantes. Reconocer el tiempo
y el esfuerzo que requiere completar las tareas mundanas del día a día que garantizan
el buen funcionamiento de un hogar fue algo también muy valorado.
2. La necesidad de tener una buena comunicación fue
identificado como algo importante por todos los participantes. Las
conversaciones fueron valoradas como una forma de mantenerse en contacto y
aliviar el estrés y la tensión cotidiana. Los participantes mostraron decepción
cuando no se compartían las experiencias cotidianas y las discusiones (sobre
todo las que versaban sobre asuntos financieros) fueron señaladas como el peor
aspecto de una relación.
3. Los regalos sorpresa y los pequeños actos de generosidad
se valoran muy positivamente. Ejemplo: hacer una taza de café a tu pareja. Los
ramos de flores o las cajas de bombones se veían como menos importantes que la
reflexión detrás del gesto.
Decir “te quiero” aparecía como el mayor símbolo de la salud
de una pareja, pues proporcionaba a los individuos una reafirmación de su amor
4. Compartir las tareas del hogar y las responsabilidades
familiares es visto por las madres como una muestra de afecto particularmente
importante. Todos los participantes valoraron también el tiempo y la energía
que se emplea en cocinar.
5. Todos los participantes mostraron lo importante que son
las muestras explicitas e implícitas de amor. Decir “te quiero” aparecía como
el mayor símbolo de la salud de una pareja, pues proporcionaba a los individuos
una reafirmación de su amor.
6. Compartir valores, creencias, gustos, ambiciones e
intereses con tu pareja es algo muy apreciado. Tener cosas en común parece clave
en la relación de pareja.
7. El humor compartido (reír juntos) fue el aspecto positivo
de estar en una relación más valorado por los participantes.
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-02/un-enorme-estudio-descubre-el-secreto-de-las-parejas-felices_1144720/
martes, 17 de marzo de 2020
lunes, 16 de marzo de 2020
“Las cosas que me han sucedido”
Iglesia Cristiana Metropolitana
Santiago de Chile
Domingo 23/06/2019
Serie: Filipenses. El Gozo en la
vida cristiana
Mensaje 3: “Las cosas
que me han sucedido”
Introducción
Habitualmente las circunstancias adversas producen una
sensación de mucho desagrado y enojo. Nadie desea pasar por circunstancias
difíciles y l apena es una reacción esperable.
La adversidad tiene un espectro amplio que va desde perder
una cantidad de dinero, o perder un vuelo hasta perder la salud o un ser muy
querido.
Muchísimas veces, sino todas, las circunstancias adversas se
relacionan con pérdidas y estas pérdidas producen en el sufriente un daño en su
autoestima.
El sí mismo
El que sufre se siente mal consigo mismo. Tiene vergüenza de
sufrir, se lamenta por lo que le pasó. Se vuelve mono temático o no desea
hablar con nadie y se aísla. Prefiere sufrir solo.
Le cuesta mucho ver algo bueno en la adversidad. Tiene la
mente y el corazón puestos en lo que acaba de perder.
Es entendible, esa es nuestra naturaleza humana. Esta forma
de mirar la adversidad termina por deprimir a la persona.
Las circunstancias
Se siente mal, mira las circunstancias negativas y no ve
nada bueno en ellas, se pregunta ¿Por qué? ¿Dónde está Dios? ¿Hice algo malo?
No logra ver algo positivo en las circunstancias, solo ve
pérdidas, confusión, expectativas no cumplidas, desagrado.
Filipenses 1:12-18 nos muestra, a través del ejemplo del
apóstol Pablo, la manera como el creyente debe enfrentar la adversidad y no
perder el gozo en la vida.
Con las palabras “las
cosas que me han sucedido”vv.12-13 el apóstol nos muestra cómo enfrentar
las circunstancias adversas.
12 Quiero que sepáis, hermanos,
que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del
evangelio,
13 de tal manera que mis prisiones
se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás.
14 Y la mayoría de los hermanos,
cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la
palabra sin temor.
El secreto de “las cosas que me han sucedido” es doble:
Testimonio
Ver la adversidad como la oportunidad de Dios para dar
testimonio del evangelio
v. 13 “de tal manera que mis
prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio y a
todos los demás”
1. La adversidad no coloca en una posición, en lugar, donde
nunca iríamos por voluntad propia. Nuestro “pretorio”
Pablo jamás hubiera llevado el evangelio hasta el palacio
del pretor, ni de los soldados romanos si las circunstancias no lo hubieren
llevado hasta allí, pues sus planes eran otros.
2. Las cosas que “me han sucedido”. En el original no hay
una distinción si fue “la vida” o si fue Dios, solo dice “que me han venido”.
Las cosas que simplemente le pasaron, dice Pablo.
No hay un “enredo” en su mente ni en su teología si las
circunstancias habían sido propiciadas por Dios o no. Reconoce “que le
vinieron”.
Enredarse buscando el origen de las adversidades puede
causar más mal que la circunstancia misma.
3. Las circunstancias adversas nos llevan a conocer personas
que de otro modo no conoceríamos:
-enfermos
-extranjeros
-personas muy distintas a nosotros
-etc
4. En ese lugar donde jamás un cristiano iría por voluntad
propia, pero es llevado por las circunstancias adversas, debe dar testimonio de
Cristo.
Algunas cosas que ayudan
-Ver a Dios en toda circunstancia
-Dar gracias en todo, no por todo
-Verse a sí mismo como un siervo
-Verse a sí mismo como un defensor del evangelio.
Aplicaciones
1. Cada creyente tiene un “pretorio”, un lugar al que nunca iría o
hubiera ido si no fuera por las circunstancias:
-un hospital
-una cárcel
-un trabajo distinto
-la casa de un amigo, de un familiar
-otro país
-un estado emocional desconocido hasta ese momento
-etc.
2. La adversidad será siempre una ocasión para escoger.
Escoger
a. Escoger enojarse, llorar, blasfemar
b. Escoger lamentarse y enojarse con Dios debido a lo que se
está viviendo
c. Culpar a Dios por las circunstancias
d. Culpar a otros
e. Auto culparse por la falta de fe
Escoger
-Poner el evangelio como aspecto central de la vida y buscar
su progreso aún en medio de la adversidad.
-Dar testimonio de Jesús en medio de la adversidad frente a
las personas
- Negarse a sí mismo y buscar glorificar a Dios
ÁNIMO
La adversidad de un cristiano anima en la fe a otros
cristianos.
14 “Y la mayoría de los hermanos,
cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la
palabra sin temor.”
1. La adversidad de uno o unos debiera despertar el ánimo de
muchos otros.
2. Las circunstancias adversas mueven a una comunidad y
renueva sus fuerzas para seguir compartiendo el evangelio.
3. Esa debe ser la actitud del que sufre. Animar a otros a
compartir el evangelio a pesar de lo negativo de su situación.
4. Habrá hermanos que lo harán y lo harán bien.
5. Habrá otros que tendrán segundas intenciones, pero el
gozo del creyente crece cuando ve que sus circunstancias negativas motivan a
otros a compartir su fe.
6. Los hermanos desanimados despiertan cuando ven a uno que
es fiel a pesar de las dificultades.
7. El ejemplo del cristiano fiel que sufre quita el temor de
la comunidad para hablar de Jesús.
8. Las circunstancias adversas vividas de manera apropiada,
con gozo, son una manera de defender el evangelio de Cristo, pues muestra no
solo palabras, sino una manera de vivir.
Aplicaciones
1. El cristiano que sufre debe procurar animar a otros en
medio de su circunstancia negativas y no desanimarlos.
2. En medio de la adversidad de alguno de sus miembros, la
comunidad debe perder el temor y seguir compartiendo de Jesús.
3. En medio de las dificultades de un creyente, no todos
actuarán de la misma forma. Muchos actuarán de manera inapropiada.
4. Sufrir la adversidad al modo de Dios es una manera de
defender el evangelio
Conclusión
Las dificultades de un creyente son la ocasión para hacer
brillar la luz del evangelio, de dos formas:
1. Son una manera de dar testimonio en lugares y a personas
que quizá nunca iríamos ni trataríamos de ir.
2. Son la oportunidad para alentar a los hermanos a seguir
hablando de Jesús.
3. No se deben mirar las circunstancias como algo
absolutamente malo, sino gozarse que aún en esa situación Cristo puede ser
predicado.
4. El gozo del cristiano, no se basa en las circunstancias,
sino en que Cristo sea predicado
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