El mayor estudio académico descubre el secreto de las
parejas felices
Un grupo de investigadores británicos ha entrevistado a más
de 4.000 personas para averiguar qué funciona y qué no al mantener una relación
duradera. Algunas de sus conclusiones son sorprendentes
MIGUEL AYUSO
“Fueron felices y comieron perdices” es el final típico de
todos los cuentos, tan presente en nuestro imaginario que, pese a tener decenas
de ex, seguimos pensando que nuestro amor actual es el definitivo: el príncipe
azul con el que podremos formar una familia y pasear cogidos de la mano hasta
el final de nuestros días.
Pero lo cierto es que la mayor parte de las parejas no
tienen una relación “feliz para siempre”. Y en muchos casos los matrimonios no
fracasan víctimas de incompatibilidades insalvables, sino de una falta de
perspectiva a la hora de valorar qué es lo que construye una pareja que pueda
durar en el tiempo. Un fallo, en definitiva, al descifrar el significado del
verdadero amor.
En el pasado, los matrimonios eran concebidos más como un
contrato social que como un vínculo amoroso. Esto era en muchos sentidos una
tragedia, pero por otro lado todo el mundo tenía claro que no tenía por qué
estar enamorado para siempre de su pareja. Hoy el discurso ha dado la vuelta
por completo y parece que una relación no puede llegar a buen puerto si no se
construye desde la pasión desenfrenada.
Cuando preguntaron a los participantes qué es lo que más les
gustaba de su relación, el sexo no aparecía siquiera entre las diez
contestaciones más comunes
Se trata de una idea errónea que causa muchísimo dolor, pues
es casi imposible que el amor romántico sobreviva en el tiempo. La única forma de construir
relaciones duraderas, según psicólogos como John Bradshaw, reside en saber
superar esta transición del romance al compañerismo, creando un amor duradero,
y superando el conocido como Síndrome de Estrés Postromántico, pero ¿cómo logramos
esto?
Más de 4.000 participantes
Para averiguar cuáles son los secretos de los matrimonios
exitosos (y los errores de las relaciones que fracasan), un grupo de
investigadores de The Open University –el equivalente británico a nuestra UNED–
entrevistó a 4.494 británicos de entre 18 y 65 años y analizó a fondo el
comportamiento de 50 parejas (la mitad de ellas con niños). Aunque la
investigación concluyó en 2013, sus conclusiones han sido presentadas ahora al
gran público en forma de un libro, 'The Secrets of Enduring Love: How to Make
Relationships Last' (Vermilion), que se publica esta semana en Reino Unido y
cuyo adelanto ha publicado 'The Daily Mail'.
Según las profesoras Meg John Baker y Jacqui Gabbi, autoras
del volumen, la gente sabe que mantener una relación feliz en el tiempo no es
sencillo, pero no encuentran los consejos adecuados para lograrlo: “Libros de
autoayuda, consultorios y páginas web prometen el 'secreto para permanecer
juntos', las reglas para 'mantener vivo el amor' o 'la respuesta para superar
tus problemas de familia'. El problema es que muy pocos de los consejos están
basados en experiencias reales. Por ello llevamos a cabo nuestro estudio.
Queríamos saber qué estaban haciendo realmente las parejas para que la relación
funcionara”.
Una de las ideas más extendidas sobre las relaciones de
pareja es que el sexo es parte indispensable del amor, y si no se practica con
frecuencia nuestro matrimonio está condenado al fracaso. Pero el caso es que,
cuando las investigadoras preguntaron a los participantes qué es lo que más les
gustaba de su relación, el sexo no aparecía siquiera entre las diez
contestaciones más comunes, que fueron estas:
1. Reír juntos.
2. Compartir valores e intereses.
3. Ser los mejores amigos.
4. Ser cuidados y sentirse apoyados.
5. Sentirse seguros.
6. Ser felices.
7. La confianza.
8. Compartir una relación cercana.
9. Hablar y escuchar.
10. Estar enamorado y/o ser amado.
El sexo no es tan importante
Aunque los investigadores constataron que los padres están
más preocupados que las madres por la falta de sexo (y ellas reconocen que les
gustaría hacer menos el amor que a sus parejas), la insatisfacción con la
frecuencia sexual 'per se' no parece socavar la satisfacción general de la
relación. Se trata además de un problema que no acusan la mayoría de parejas
sin hijos.
Basta con hacer el amor una vez a la semana para que la vida
en pareja funcione. Aumentar la frecuencia no causa ningún efecto significativo
¿Por qué entonces se le da tanta importancia? Cuestiones
sociológicas aparte (el sexo vende, por lo que se magnifica su papel en
nuestras vidas), muchas parejas tienden a ver como un problema el hecho de
hacer poco el amor, cuando en realidad lo importante no es la frecuencia, sino
la calidad.
Una reciente investigación publicada por la 'Society for
Personality and Social Pschology' contradice la popular idea de que las
relaciones que mejor funcionan son aquellas que más tiempo pasan en la cama. En
realidad, aunque la conexión física es necesaria, basta con hacer el amor una
vez a la semana para que la vida en pareja funcione. Aumentar la frecuencia no
causa ningún efecto significativo, una conclusión que relativiza la importancia
del aspecto sexual en las relaciones.
Hijos, ¿un palo en la relación?
Lo cierto es que, como explican Baker y Gabbi, los problemas
no surgen por una “baja” frecuencia en las relaciones sexuales –hay parejas
perfectamente felices que sólo mantienen relaciones sexuales una vez al mes o
incluso menos– sino por una descoordinación entre los deseos de cada parte.
Esto, explican las investigadoras, puede ocurrir por muchas
razones, pero es un problema común en las relaciones con hijos, cuando los
padres están demasiado cansados como para mantener cierta frecuencia sexual o
las madres tienen dificultades para volver a sentirse “seres sexuales”.
Según el estudio, las parejas sin hijos son de media más
felices que las que sí los tienen. Además, la franja de edad en la que se
constata una peor calidad de las relaciones es la comprendida entre los 35 y
45: justo las edades en las que se suele criar a los niños.
La buena noticia es que, a diferencia de lo que solemos
pensar, tanto nuestra satisfacción con la vida en pareja como nuestra
sexualidad no suelen ser estáticas: la libido puede disminuir o aumentar en
distintas facetas de nuestra vida, así como lo hace (no necesariamente de la
mano) nuestra felicidad como amantes monógamos.
Qué mantiene a una relación unida
Todas las parejas sufren altibajos pero ¿qué es lo realmente
importante? ¿Qué aspectos condenan a una relación al fracaso? Los
investigadores británicos llegaron a las siguientes conclusiones sobre qué es
aquello que apreciamos más en una relación y cuáles son las cosas que funcionan
para mantener a una pareja unida. Y son mucho más importantes que la frecuencia
con que hacemos el amor.
1. Decir “gracias” y tener gestos positivos fueron
comportamientos muy apreciados por todos los participantes. Reconocer el tiempo
y el esfuerzo que requiere completar las tareas mundanas del día a día que garantizan
el buen funcionamiento de un hogar fue algo también muy valorado.
2. La necesidad de tener una buena comunicación fue
identificado como algo importante por todos los participantes. Las
conversaciones fueron valoradas como una forma de mantenerse en contacto y
aliviar el estrés y la tensión cotidiana. Los participantes mostraron decepción
cuando no se compartían las experiencias cotidianas y las discusiones (sobre
todo las que versaban sobre asuntos financieros) fueron señaladas como el peor
aspecto de una relación.
3. Los regalos sorpresa y los pequeños actos de generosidad
se valoran muy positivamente. Ejemplo: hacer una taza de café a tu pareja. Los
ramos de flores o las cajas de bombones se veían como menos importantes que la
reflexión detrás del gesto.
Decir “te quiero” aparecía como el mayor símbolo de la salud
de una pareja, pues proporcionaba a los individuos una reafirmación de su amor
4. Compartir las tareas del hogar y las responsabilidades
familiares es visto por las madres como una muestra de afecto particularmente
importante. Todos los participantes valoraron también el tiempo y la energía
que se emplea en cocinar.
5. Todos los participantes mostraron lo importante que son
las muestras explicitas e implícitas de amor. Decir “te quiero” aparecía como
el mayor símbolo de la salud de una pareja, pues proporcionaba a los individuos
una reafirmación de su amor.
6. Compartir valores, creencias, gustos, ambiciones e
intereses con tu pareja es algo muy apreciado. Tener cosas en común parece clave
en la relación de pareja.
7. El humor compartido (reír juntos) fue el aspecto positivo
de estar en una relación más valorado por los participantes.
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-02/un-enorme-estudio-descubre-el-secreto-de-las-parejas-felices_1144720/
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