miércoles, 1 de abril de 2020

Isaac.El abridor de pozos


Iglesia Cristiana Metropolitana

Santiago de Chile
Domingo 17/11/2019
Serie: Hombres de Dios
Mensaje: Isaac. El abridor de pozos
Texto: Génesis 24-26
Introducción
Seguimos estudiando a los grandes  hombres del AT buscando lecciones para nosotros en el momento actual.
Ya hemos visto a Noé, a Abraham y en esta mañana veremos a Isaac.
Hijo de Abraham y Sara nacido en Beerseba (Gn. 21:14, 31) cuando su padre tenía cien años y su madre algo más de noventa (Gn. 17:17; 21:5). Era el hijo de la promesa que Dios le había dado a Abraham. Después del nacimiento del niño, Sara reconoció gozosa que Dios le había dado motivos para reír, pero con risa de alegría (Gn. 21:6).
Como recuerdo de estos acontecimientos, Abraham lo llamó Isaac, «él ríe» (Gn. 21:3) Fue circuncidado al octavo día (Gn. 21:4) Isaac, el hijo de la promesa y heredero legítimo, gozaba de mayores privilegios que Ismael, hijo de Abraham y de la esclava (Gn. 17:19-21; 21:12; 25:5, 6).
Dios puso a prueba a Abraham con su hijo, ordenándole que lo ofreciera en sacrificio (Gn. 22:6). Isaac no se resistió, por respeto a su padre y a Dios. El ángel del Señor intervino, impidiendo el sacrificio en el momento en que iba a ser llevado a cabo, y Abraham halló allí un carnero, que ofreció en lugar del joven.
Isaac habitaba en el Neguev (Gn. 24:62). Sufrió profundamente la muerte de su madre (Gn. 24:63, 67). Se casó a los cuarenta años, pero no fue hasta los sesenta que tuvo hijos de su mujer Rebeca (Gn. 25:20, 26) Tenía una debilidad hacia Esaú, sabiendo que Jacob había sido elegido por Dios para heredar la bendición (Gn. 25:21-26), y ésta le acarreó una gran tristeza: verse privado durante muchos años de la presencia de su hijo Jacob, y conocer el odio tomado por Esaú hacia su hermano.
Por orden de Dios, Isaac no descendió a Egipto en una época de hambre (Gn. 26:1). Tuvo conflictos con los filisteos, que moraban en Gerar (Gn. 26:6-30) en su búsqueda de pozos para sus ganados. Después del retorno de Jacob, ya reconciliado con Esaú, pudo ver a su hijo y su descendencia, cuando habitaba en Arba; Hebrón. Isaac, el hijo de la promesa (Gá. 4:22, 23) manifestó su fe durante su vida de nómada, morando en su tienda, y bendiciendo a Jacob y a Esaú «respecto a cosas venideras» (He. 11:9, 20) Murió a los ciento ochenta años de edad, siendo sepultado por sus hijos (Gn. 35:27-29).[1]

I. Un hombre de meditación
Génesis 24: 62-63
“Y venía Isaac del pozo del Viviente-que-me-ve; porque él habitaba en el Neguev.
Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían”
Reina Valera 1909
Y había salido Isaac a orar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.
Las versiones bíblicas están divididas para traducir meditar u orar.
Meditar quiere decir: “Pensar detenidamente, con atención y cuidado, reflexionar”
Orar es: Hablar con Dios usando palabras propias.
Esta es la primera característica mencionada en el libro de Génesis para definir a Isaac. Estaba cayendo la tarde y había salido a orar.
Suponemos que las labores diarias en su tiempo no serían menores que las que tenemos hoy, sin embargo, al parecer Isaac terminaba su día en oración.
Esta característica espiritual, en los tiempos bíblicos no se contraponía al concepto de virilidad. Era muy usual, en oriente, y hasta el día de hoy que los hombres practicaran oración.
Algunos ejemplos en la Biblia:        
Samuel
1 S 12:23 "Así que lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros..."
Daniel
Dn 6:10 "Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes."
David
Sal 119:164 "Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios."
Salmo 119:62 "A medianoche me levanto para alabarte por tus justos juicios."
Jesús
Marcos 1: 35: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.”
La meditación y la oración son un pilar fundamental en el crecimiento espiritual del cristiano en todos los tiempos, desde la antigua Canaán hasta Santiago de Chile en el día de hoy.
Aplicación
1. ¿Terminamos el día en oración, agradeciendo al Señor por ese día de trabajo?
2. ¿Hay gratitud al terminar un día de trabajo o hay quejas?
3. ¿Meditamos acerca de nuestra vida, el rumbo que lleva, si estamos haciendo la voluntad de Dios, si estamos contentos?

II. Un hombre de fe
Génesis 25: 20-21
“y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo.
Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer.”
Esta segunda característica en la vida de Isaac coincide con la de su padre y es un elemento común en los hombres del AT, la fe.
Es difícil definir la fe y no se conoce bien hasta que se experimenta. Un acto de fe, una experiencia de fe enseña más que muchas definiciones de fe.
Isaac, el hijo de la promesa, toma por esposa, bajo la dirección de Dios, a Rebeca, en quien se cumpliría el pacto hecho a Abraham. Una gran descendencia nacería de Isaac, pero su mujer es infértil y no puede tener hijos.
¿Qué hace Isaac? Ejerce la fe y ora a Dios pidiendo un hijo y Dios responde su oración y le da dos hijos.
¿Qué hace un cristiano cuando las circunstancias le son adversas? Ora y ejerce fe.
Aplicación
1. ¿Cuántas oraciones respondidas hay en tu vida?
2. ¿Somos hombres y mujeres de fe?
3. ¿La fe es algo real en nuestras vidas?

III. Un hombre que abre pozos
Génesis 26: 18
“Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.”


Esta tercera característica se puede abordar desde distintas aristas.
-Podemos pensar en el duro trabajo que significa cavar o reabrir un pozo.
-En la alegría que significa ver salir agua fresca en un lugar desértico
-En la nostalgia de ver fluir agua fresca de un pozo construido por su padre
- En la necesidad de tener agua fresca para la vida cotidiana
En este capítulo se dice 7 veces que Isaac abrió pozos y es muy difícil abstenerse de sacar lecciones metafóricas de este acto de cavar pozos.
Aplicación
1. Cavar un pozo espiritualmente hablando significa mirar dentro de nosotros mismos
2. Cavar un pozo significa que hay que hacerlo en profundidad para encontrar el agua.
3. Es imposible no pensar en el pasaje de
Juan 7:38:”El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”
4. Para tener agua fresca hay que volver a abrir los pozos que las malas experiencias, el desánimo, el pecado han tapado.

Conclusión
Isaac nos enseña tres lecciones:
1. La necesidad de meditar y orar
2. La necesidad de ejercer la fe
3. La necesidad de “abrir nuestros antiguos pozos


[1] https://www.bibliatodo.com/personajes-biblicos/isaac