lunes, 6 de junio de 2022

Sufrimiento y sentido de la vida

 

Sufrimiento y sentido de la vida 


 En las profundidades de un denso bosque vivía un lémur que se había    apartado de los más porque consideraba que muchos lémures eran falsos, envidiosos y mentirosos. Esta     situación le obligó a sentirse muy solo. Por ese motivo una mañana se despertó y salió de su casita a buscarle un sentido a la vida. Caminando por el bosque con la cabeza cabizbaja,  el lémur escucha el canto de un pájaro y se acerca a preguntar: _ ¿Cuál es el sentido de la vida? y éste le responde: _ El sentido de la vida es expresar tus emociones a través del canto. Más adelante una oveja le dijo: _El sentido de la vida es ayudar a los demás. Luego un león continuó diciendo: _ El sentido de la vida es disfrutar de la comida y la bebida. Conforme iba avanzando un tigre exclamó: _ ¡El sentido de la vida es ser feliz y hacer feliz a los demás! En seguida un burro gritó: _ El sentido de la vida es disfrutar del trabajo. Más adelante un camaleón que llevaba varias horas aburrido en la rama de un árbol concluyó:   ¡La vida no tiene sentido! Desconsolado, el lémur se arrimó al tronco de un            árbol y en ese momento una mariposa que estaba bebiendo néctar sentada sobre los pétalos de una rosa se apresuró a decirle: _ ¡El sentido de la vida es el amor; porque el amor da sentido a todas las cosas! Desde ese momento el lémur decidió amar. Poco a poco  comenzó a integrarse de tal manera que en los días de frío se acurrucaba junto a los demás formando una bola de lémures para conservar el calor. 

                                                                                                         María Abreu

El sentido de la vida y el sentido del sufrimiento son dos grandes preguntas que se relacionan y que han inquietado a filósofos y teólogos desde siempre. Hay que clarificar que se entiende por sentido y si este es realmente una necesidad para el hombre de hoy o fue una preocupación solo para los hombres en el pasado o solo para aquellos que enfrentan grandes adversidades. Si el sentido continúa sigue siendo importante para el hombre de hoy debemos preguntarnos ¿Se puede conseguir ese sentido, ese propósito? ¿Hay maneras de encontrar el sentido a la vida? Si la vida no tiene sentido, tampoco lo tiene el sufrimiento, pero si la vida tiene sentido, entonces el sufrimiento, como parte de la vida también debe tenerlo. Qué es el sentido Entendamos a que nos referimos cuando hablamos de sentido. Algunas connotaciones de la palabra sentido podrían arrojar un poco más de luz acerca de nuestro tema. Se entiende como sentido una finalidad o dirección. “Se habla así por ejemplo del “sentido” de la marcha de una carretera. Es, por tanto, la meta de un movimiento”. La vida debe tener una dirección, se debe dirigir a, su movimiento debe tener un propósito. También encierra la idea de significación. “se puede decir que el mundo se convierte en un “gran libro”, cuya lectura requiere conocer las significaciones o sentidos de cada cosa y de cada acontecimiento. Cuando la “lectura” se hace difícil, el mundo y la vida aparecen como “carentes de sentido”. Sentido también conlleva la idea de conexión. “las cosas y los acontecimientos constituyen una red de relaciones: esta red es justamente, lo que llamamos “mundo”. Y así, nada adquiere un pleno sentido si se lo aísla del resto. Es decir el sentido consiste también en el nexo de las cosas con otras. La falta de sentido entonces es una falta de conexión. Yo entiendo por sentido de vida, que esta tiene un significado, un propósito, un para qué, una razón y que esto se convierte en un cimiento básico para edificarla. Este significado puede permanecer implícito o se puede hacer explícito. Es el fundamento sobre el que se edifica la auto imagen, el sentido vocacional, las relaciones, la trascendencia, la espiritualidad y trae alegría o serenidad a la persona independiente de las circunstancias.