lunes, 17 de octubre de 2022

“Tres llamados a la iglesia”

“Tres llamados a la iglesia”

Texto: Filipenses 2:12-18

 Introducción

La iglesia de hoy muestra muchas deficiencias y toma distintos derroteros. ¿Existe en la Escritura alguna guía para seguir?

Pablo en este pasaje entrega tres llamados que si la iglesia responde y cumple no la dejarán indiferentes.

 I. Un llamado a la obediencia

v.12 “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia.”

 “por tanto”, luego del ejemplo o modelo que Pablo presentó, la encarnación de Cristo, Humildad. Servicio-obediencia, insta a la iglesia a la obediencia.

El llamado a la obediencia surge desde el corazón tierno de un pastor, “amados míos”

Se podría pensar que Pablo está pidiendo obediencia de la iglesia hacia él como persona, pero no está en el sentido del texto. Luego del modelo que presenta, pedir obediencia de la iglesia hacia él no sería compatible. Ha hablado de la humildad y del servicio como la forma de ser de un cristiano. Pedir obediencia personal va contra estas enseñanzas.

Una segunda posibilidad del llamado a la obediencia es que Pablo la solicite como una manera de vivir la vida cristiana, independiente de sí él esté o no esté en la iglesia en Filipos.

El llamado es a vivir obediente a la Palabra del Señor. Obedecer es una muestra de madurez que la iglesia debía presentar.

 Ilustración

Un hombre dormía en su cabaña, cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios. El Señor le dijo que tenía un trabajo para él, y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.

El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y esta no se movía. Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano.

Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a la mente del hombre: "Has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido".

Le dijo que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión.

Satanás le dijo: "¿Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible? Solo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente".

El hombre pensó en poner en práctica esto, pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos: "Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro.

¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? "

El Señor le respondió con compasión: "Querido hijo, cuando te pedí que me sirvieras y tú aceptaste, te dije que tu tarea era empujar la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar.

Ahora vienes a mí sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste? Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras.

A pesar de la adversidad, has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mí. Eso lo has conseguido. Ahora, querido hijo, yo moveré la roca".

 Aplicación

Obedecer quiere decir:

- Cumplir la voluntad de quien manda o lo que establece una ley o norma.

-. Reaccionar [una persona o una cosa] a lo que se hace para cambiar su forma o su estado.

1. Obedecer, por tanto es someter nuestra vida a la voluntad de Dios, a sus leyes

2. Cambiar todo aquello que no se conforme a su voluntad.

3. Obedecer es someterse sin entender necesariamente lo que Dios hace

4. Obedecer es un tipo de adoración

5. La obediencia es el resultado de la gracia de Dios en el corazón del creyente

 II. Un llamado a ocuparse

v. 12.b “ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”

Este segundo llamado debe entenderse de la manera adecuada. El llamado no es a ganarse la salvación, sino a ocuparse o trabajar en la salvación. Es decir en el servicio. Este tema vuelve a aparecer en la epístola, por lo que deducimos la importancia que el apóstol le da.

El servicio no es algo que fluye de manera natural en el creyente, por esa razón el apóstol declara que:

-“Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”

Ocuparse quiere decir que el creyente puede hacer la siguiente oración:

“Señor quiero trabajar, quiero seguir, peor no tengo las ganas, me faltan las fuerzas, me falta la motivación”.

Cuando Dios ve un corazón con esta actitud comienza a producir el “hacer”. Cambia esta desidia, esta desmotivación en ganas de trabajar para él y con él.

Este servicio debe ser hecho de la siguiente manera:

1. V. 14 “Haced todo sin murmuraciones y contiendas”. Este tema vuelve a aparecer una vez más en el texto. Los filipenses, tenían problemas a la hora de trabajar, había contiendas entre ellos.

 Ilustración

Extracto de la biografía de Amy Carmichael

El 24 de octubre de 1931, Amy visitó el dispensario de Dohnavur y se preocupó por el apoyo financiero a la Confraternidad. Buscando la dirección de Dios respecto al dinero, permaneció silenciosa por largo tiempo y luego oró: “Haz cualquier cosa Señor, que me haga apta para servirte y ayudar a mis seres queridos”.

Más tarde, ese mismo día, ella estaba conduciendo en dirección a una casa que había arrendado para otro dispensario. Allí, en medio de la oscuridad, se cayó en un pozo recién excavado, se rompió una pierna, se le dislocó un tobillo, y se torció la columna vertebral. Como resultado de la caída, permaneció postrada en cama sus últimos veinte años. A pesar de todo, desde la cama permaneció a cargo de Dohnavur y también escribió prosa y poesía, gracias a lo cual el trabajo de Dohnavur llegó a ser conocido en el mundo.

 Aplicación

1. La salvación es un regalo de Dios que él da de gracia y que recibimos por la fe.

2. El “ocuparnos”, el servicio es algo que el creyente ofrece a Dios como resultado de su consagración.

3. Salvación y servicio van juntos, son caras de una misma moneda. No podemos regocijarnos en la salvación sin sentir la pena que otros no la tengan.

 III. Un llamado a la irreprensión

v. 15. “15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”

Irreprensibles-Griego : amemptos

Definición: irreprensibles, falta, irreprensible, libre de culpa.

Ser irreprensibles, es decir, sin reprensión, es la meta del creyente. Ser irreprensibles es parte del carácter del hijo de Dios.

 Sencillos-Griego: akeraios

Definición: sencillos, simples, sin mezclar, puro.

Ser sencillos hijos de Dios también forma parte del carácter cristiano. Ser un cristiano puro, sin la mezcla con el pecado.

 Sin mancha-Griego: amómétos

Definición: culpa, reprensión, libre de culpa.

En el original no aparece la palabra mancha, sino culpa

 Al creyente se le pide esta tres características como parte de su irreprensibilidad: ser irreprensibles, sencillo, sin culpa.

Viviendo en un ambiente hostil, “en medio de una generación maligna y perversa”

Maligna-Griego: skolios

Definición: maligna, perversa, rigurosos, curvo, devanado, torcido.

Perversa-Griego: diastrephó

Definición: perversa, apartar, perversas, distorsionar, interpretar mal, corrupto.

 Este es el ambiente donde se le pide al creyente mostrar un carácter distinto. Ser irreprensible en medio de un entorno distorsionado, corrupto, perverso.

Además se piden otras cosas:

v.16 -17

-Resplandecer como luminares asidos de la palabra de vida.

-Que Pablo no haya corrido o trabajado en vano por ellos

-Desarrollen su fe

 “Libación” es el sacrificio menor que acompañaba al sacrificio del animal”

-Gozarse recíprocamente.

 Conclusión

Los tres llamados a la iglesia en Filipos siguen vigentes para la iglesia de hoy:

1. Un llamado a la obediencia

2. Un llamado a ocuparse

3. Un llamado a la irreprensibilidad.

 

Consecuencias a nivel personal del sufrimiento

 Consecuencias a nivel personal

El sufrimiento deja marcas en todas las áreas de la vida de la persona. Hoy sabemos mucho más que hace unas décadas acerca de estas consecuencias gracias a la imagenología, a estudios longitudinales, a investigaciones médicas detalladas acerca del dolor en determinadas enfermedades y a una mayor libertad de expresión en temas que antes se callaban o se disminuían.

A nivel físico. Se sabe que las niñas abusadas sexualmente aceleran su proceso hormonal y menstrúan prematuramente, que niños que han sufrido un trauma padecen de enuresis y/o encopresis. Que el Vitiligo puede surgir 10 años después de un evento traumático. Que una pena grande puede dejar una angina de pecho permanente. Que la soriasis responde a eventos estresantes, etc.

A nivel cerebral se sabe que el sufrimiento tiene un co relato endocrino.122 En quienes sufren se pueden apreciar efectos tanto en la estructura como en la “química” del cerebro. La amígdala que es la estructura cerebral que participa en el procesamiento de las emociones reacciona en mayor medida cuando las personas recuerdan aquellos eventos dolorosos y lo hacen con miedo. También el volumen de la corteza frontal se reduce tras la exposición prolongada a acontecimientos traumáticos.

Otros estudios indican variaciones en el equilibrio del grupo de neurotransmisores adrenérgicos; la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, identificados en casos de depresión o tristeza. El cortisol, la llamada hormona del estrés también se desequilibra produciendo un daño a nivel sistémico.

También las experiencias infantiles de maltrato provocarían alteraciones en el control de la conducta similares a las encontradas en el trastorno por estrés postraumático. Otros estudios muestran que la calidad del cuidado parental a los 4 años se traduce en diferencias en el volumen hipocampal. Los efectos de la tortura sobre la persona también están estudiados en cuanto a sus consecuencias.

Sufrimiento: ¿qué ocurre en nuestro cerebro cuando lo sentimos?

“Psicológicamente la tortura significa un golpe tremendo a la personalidad y un desajuste del equilibrio psicológico por lo cual las víctimas desarrollan síntomas postraumáticos (TEPT), síntomas depresivos, pensamientos intrusivos y recurrentes, alteraciones de memoria, concentración y somatizaciones.” A nivel emocional, en los niños, de acuerdo con Aluabarrena (2011)  los efectos del sufrimiento son:

 Daño emocional serio (por ejemplo, retraimiento extremo, agresión o ansiedad)daño emocional serio manifestado en ansiedad severa, depresión, retraimiento, o agresión intensa hacia sí mismo o hacia otros

 Daño en la capacidad intelectual o psicológica del niño manifestada en una limitación observable y sustancial en su capacidad para funcionar en el nivel normal de rendimiento y conducta esperable en su contexto cultural

 Diagnóstico de desviaciones en el desarrollo general, emocional o comportamental en grado suficiente como para resultar imprescindible una intervención para garantizar la seguridad y bienestar del niño.

 limitación en el desarrollo de las competencias del niño

 Funcionamiento psicológico o desarrollo dañado inmediato o a largo plazo en el funcionamiento comportamental, cognitivo, afectivo, social, psicológico o físico del niño

 Daño en la autoestima del niño, degradación de sus sentimientos de competencia y pertenencia, e impedimento de un desarrollo sano y vigoroso

 Daño psicológico y restricción a la superación por parte del niño de logros evolutivos importantes

 Daño o reducción sustancial de las capacidades potenciales del niño a nivel cognitivo, intelectual, perceptivo, lingüístico, en su memoria, atención y sentido moral.

Cambios en las relaciones personales

El sufrimiento genera una forma de relacionarse y también puede alterar la manera en la que la persona ya se relacionaba. El sufrimiento crea aislamiento, retraimiento. La persona que sufre evita relacionarse con otras personas. Le cuesta establecer vínculos, les cuesta confiar en los otros, puesto que muchos sufrientes han sido severamente dañados por otros, han sido usados, abusados, burlados y les cuesta mucho volver a creer en las personas. El que sufre está muy solo, sin amigos.

Cyrulinik  cuenta la siguiente historia:

La mórbida amabilidad del pequeño pelirrojo. Me habían pedido que examinase a un chico de 15 años cuyos comportamientos parecían sorprendentes. Vi llegar a un pequeño pelirrojo de piel blanca, vestido con un pesado abrigo azul con cuello aterciopelado. En pleno junio, en Toulon, resulta una prenda sorprendente. El joven evitaba mirarme directamente a los ojos y hablaba tan quedamente que me fue difícil oír si su discurso era coherente. Se había evocado la esquizofrenia. Al hilo de las charlas, descubrí a un muchacho de carácter muy suave y a la vez muy fuerte. Vivía en la parte baja de la ciudad, en una casa con dos habitaciones situadas en pisos distintos. En la primera, su abuela se moría lentamente, víctima de un cáncer. En la segunda, su padre alcohólico vivía con un perro. El pequeño pelirrojo se levantaba muy temprano, limpiaba la casa, preparaba la comida del mediodía y se marchaba después al colegio, lugar en el que era un buen alumno, aunque muy solitario. El abrigo, cogido del armario del padre, permitía ocultar la ausencia de camisa. Por la tarde, hacía la compra, sin olvidar el vino, fregaba las dos habitaciones, en las que el padre y el perro habían causado no pocos estragos, comprobaba los medicamentos, daba de comer a su pequeña tropa y, ya de noche, al regresar la calma, se permitía un instante de felicidad: se ponía a estudiar.

Un día, un compañero de clase se presentó ante el pelirrojo para hablarle de una emisión cultural, emitida por France-Culture. Un profesor que enseñaba una exótica lengua les invitó a una cafetería para charlar del asunto. El jovencito pelirrojo volvió a casa, a sus dos cochambrosas habitaciones, atónito,  pasmado de felicidad. Era la primera vez en su vida que alguien le hablaba amistosamente y que le invitaban a tomar algo en un café, así sin más, para charlar sobre un problema anodino, interesante, abstracto, completamente distinto de las incesantes pruebas que saturaban su vida cotidiana. Esta conversación, aburrida para un joven inserto en un entorno normal, había adquirido para el muchacho pelirrojo la importancia de un deslumbramiento: había descubierto que era posible vivir con amistad y rodeado por la belleza de las reflexiones abstractas. Aquella hora vivida en un café actuaba en el como una revelación, como un instante sagrado capaz de hacer surgir en la historia personal un antes y un después. Y el sentimiento era tanto más agudo cuanto que el hecho de disfrutar de una relación intelectual no sólo había representado para él la ocasión de compartir unos minutos de amistad, así, de vez en cuando, sino que había supuesto, sobre todo, una posibilidad de escapar al constante horror que le rodeaba.

Pocas semanas antes de los exámenes finales de bachillerato, el chico pelirrojo me dijo: «Si tengo la desgracia de aprobar, no podré abandonar a mi padre, a mi abuela y a mi perro». Entonces, el destino hizo gala de una ironía cruel: el perro se escapó, el padre le siguió tambaleándose, fue atropellado por un coche, y la abuela moribunda se apagó definitivamente en el hospital.

Liberado in extremis de sus ataduras familiares, el joven pelirrojo hoy en día un brillante estudiante de lenguas orientales. Pero cabe imaginar que si el perro no se hubiese escapado, el muchacho habría aprobado el bachillerato a su pesar y, no atreviéndose a abandonar a su miserable familia, habría elegido un oficio cualquiera para quedarse junto a ellos. Nunca se habría convertido en un universitario viajero, pero es probable que hubiese conservado unos cuantos islotes de felicidad triste, una forma de resiliencia”