El vocablo tiene su origen en el idioma latín, en el término resilio que significa “volver atrás,
volver de un salto, resaltar, rebotar”. Este término fue adaptado a las ciencias sociales para
caracterizar aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se
desarrollan psicológicamente sanos y exitosos.
“El adjetivo resiliente, tomado del inglés resilient y del francés résilience, nació originalmente
en la metalurgia y la ingeniería civil para describir la capacidad de algunos materiales de
recobrar su forma original, después de ser sometidos a una presión deformadora.
Desde la medicina y la psicología de la salud, la resiliencia es una de las variables más
estudiadas debido a las implicaciones que tiene para la prevención y la promoción de la salud
del ser humano y su calidad de vida.”
El origen del concepto
“El concepto de resiliencia se introduce en la psicología en la década de los ochenta a partir de
los estudios de E.E. Werner y R.S. Smith (1982), en una época en la que predominaba el
concepto de vulnerabilidad. E. Werner evaluó en 1955 a 698 recién nacidos en la isla Kauai en
el archipiélago de Hawai. Posteriormente continuó con el seguimiento de 201 niños, que
procedían de ambientes sociofamiliares desfavorecidos y para los cuales se estimaba una
futuro desarrollo psicosocial negativo. Casi treinta años después, E. Werner descubrió que 72
de estos 201 sujetos de riesgo llevaban una vida adaptada y normal, a pesar de no haber
contado con ningún tipo de atención especial. Werner y Smith los denominaron resistentes al
destino y a la característica común a todos ellos “resiliencia”. Según estas autoras, el proceso
de la resiliencia había operado en ellos en cuanto que se habían dado algunas circunstancias:
recibieron educación formal; procedían de familias poco numerosas, con nacimientos
espaciados; habían sido atendidos por alguna persona particularmente afectuosa que les
aceptó incondicionalmente y les hizo sentirse persona valiosa; podían encontrar sentido a su
vida; poseían locus de control interno; tenían una profunda fe religiosa; los casados mantenían
buenas relaciones con sus parejas; algunos jóvenes desadaptados en la adolescencia
reorientaron positivamente sus vidas al casarse, tener hijos y participar en actividades
religiosas.”
De acuerdo a Kotliarenco el interés por estudiar el concepto de resiliencia surge de al menos
tres áreas de investigación.
1. La consistencia que muestran los datos empíricos respecto de las diferencias individuales
que se observan al estudiar poblaciones de alto riesgo. Observación referida a los hijos de
padres mentalmente enfermos.
2. En segundo lugar, se hace mención de los estudios sobre temperamento, implementados
por diversos investigadores en los Estados Unidos en la década del sesenta
3. En tercer lugar, se menciona a Meyer, en relación a la importancia que asigna al hecho de
que a nivel de las personas es posible observar las distintas formas en que éstas enfrentan las
situaciones de vida, así como las experiencias claves o los momentos de transición.
Las personas resilientes
Fonagy et al. dice que hay factores comunes entre las muchas situaciones de sufrimiento,
aunque esta parezcan disímiles: deprivación económica, divorcio de los padres, desastres
nucleares, maltrato, delincuencia o psicopatologías de los padres, institucionalización.
Los niños resilientes presentaban los siguientes atributos a los que debemos prestar atención.
Nivel Socio-económico más alto
Género femenino en el caso de los pre púberes, y género masculino en etapas
posteriores de desarrollo
Ausencia de déficit orgánico
Temperamento fácil
Menor edad al momento del trauma
Ausencia de separaciones o pérdidas tempranas
Como características del medio social inmediato señala las siguientes:
Padres competentes
Relación cálida con al menos un cuidador primario
Posibilidad de contar en la adultez con apoyo social del cónyuge, familia u otras
figuras
Mejor red informal de apoyo (vínculos)
Mejor red formal de apoyo a través de una mejor experiencia educacional y de
participar en actividades de instituciones religiosas y de fe
Respecto al funcionamiento psicológico que protege a los niños resilientes del estrés, los
autores mencionados señalan:
Mayor Coeficiente Intelectual y habilidades de resolución de problemas
Mejores estilos de enfrentamiento
Motivación al logro auto gestionada
Autonomía y locus de control interno
Empatía, conocimiento y manejo adecuado de relaciones interpersonales
Voluntad y capacidad de planificación
Sentido del humor positivo
Otros autores agregan a estas, otras características del funcionamiento psicológico en
niños resilientes:
Mayor tendencia al acercamiento
Mayor autoestima
Menor tendencia a sentimientos de desesperanza
Mayor autonomía e independencia
Habilidades de enfrentamiento que, además de otras ya mencionadas,
incluyen orientación hacia las tareas, mejor manejo económico, menor
tendencia la evitación de los problemas, a la vez, que menor tendencia al
fatalismo
Grodberg caracteriza a los niños resilientes por medio ciertas condiciones que expresan en el
lenguaje que usan: “Yo tengo”, “Yo soy”, “Yo estoy”, “Yo puedo”,
YO TENGO
• Personas en quienes confío y quienes me quieren incondicionalmente.
• Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar peligros o problemas.
• Personas que con su conducta me enseñan la manera correcta de proceder.
• Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo.
• Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o necesito aprender.
YO SOY
• Una persona por la que los otros sienten aprecio y cariño.
• Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.
• Respetuoso de mí mismo y del prójimo.
• Capaz de aprender lo que mis maestros me enseñan.
• Agradable y comunicativo con mis familiares y vecinos.
YO ESTOY
• Dispuesto a responsabilizarme de mis actos.
• Seguro de que todo saldrá bien.
• Triste, lo reconozco y lo expreso con la seguridad de encontrar apoyo.
• Rodeado de compañeros que me aprecian.
YO PUEDO
• Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan.
• Buscar la manera de resolver mis problemas.
• Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien.
• Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o para actuar.
• Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.
• Equivocarme y hacer travesuras sin perder el afecto de mis padres.
• Sentir afecto y expresarlo