martes, 15 de mayo de 2018

Amigos, comparto la segunda parte del estudio sobre las emociones
Un abrazo


Iglesia Cristiana Metropolitana
Santiago de Chile
Domingo 29/04/2018
Las Emociones en la vida cristiana

Las emociones como atmósfera personal

Introducción
Las personas no son neutras emocionalmente. Nacen en un ambiente de emociones. La misma experiencia puede ser vivenciada de manera distinta por personas diferentes. Las emociones son como los lentes propios con que cada persona ve la vida.
El salmista escribió “Salmos 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.” Los lentes vivenciales del salmista eran esos, hacer la voluntad de Dios, ese era el filtro a través del cual él sentía y actuaba.
La primera influencia en esta atmósfera emocional es el temperamento, que es la parte heredada de la personalidad. El niño, trae ya desde su nacimiento una manera de experimentar sus emociones: será extrovertido, introvertido, formal, flemático, taciturno, etc.
Esta parte heredada, se verá fuertemente influenciada por el entorno en el que el niño crezca. La atmósfera emocional de su familia o lo que es peor, la ausencia de una familia dejará huellas emocionales importantes en el niño y futuro adulto. Un hogar donde se respira alegría, armonía, donde los conflictos se resuelven apropiadamente, donde cada uno puede expresar su opinión y sus emociones producirá un efecto positivo duradero en la persona.
Una madre emocionalmente sana, un padre presente y cariñoso forman adultos sanos y cariñosos.
La cultura también influye en la atmósfera emocional. La cultura del machismo o las costumbres culturales de Occidente permiten y motiva la expresión de ciertas emociones en las mujeres, por ejemplo, emociones maternales, pero rechaza expresiones emocionales en los hombres, por ejemplo muestras de afecto público. Goleman (1993) dedica todo un capítulo a estas diferencias.
El ciclo vital también influye en la atmósfera emocional de la persona. Cuando se es niño o adolescente se experimentan las emociones de manera intensa. Se va la vida en un amor o en un dolor o en una ofensa. Hay tendencia a la alegría, al amor. A medida que se avanza en el ciclo vital la persona se torna
más pausada, reposada.

Algunos ejemplos bíblicos
La atmósfera emocional
Sansón: Sensualidad
Amnón: Excitación sexual
Jonás: Enojo
Elías: Depresión
Jeremías: Tristeza
Pablo: Ira
Saqueo: Codicia
Moisés: Mansedumbre

Cómo descubrir la atmósfera emocional en que la persona creció.
La historia de José es un buen ejemplo de la atmósfera emocional de una persona y de como la presencia de Dios en la vida de una persona puede cambiarlo todo y hacer de ellos un instrumento útil para su propia gloria y felicidad de su entorno.
Infancia: Un hogar desordenado, duelo, orfandad
Adolescencia: Envidia, rechazo, soledad
Adultez: pérdidas, tristeza, amargura, olvido.
En la historia de José se observa este mundo emocional. Cuando se encuentra con sus hermanos pregunta por su padre, por su hogar y a partir de entonces, el relato nos cuenta varias veces del llanto
de José, emociones como la nostalgia, el amor, la pena, lo desbordan hasta que rompe a llorar a gritos.
José es un ejemplo hermoso de como la obra de Dios, puede cambiar la vida de una persona con sus emociones dañadas. Las emociones son la atmósfera en que vivimos, pero no determina nuestra vida, si es que tomamos los pasos apropiados:
-confianza en Dios y su soberanía
-perdón
-gratitud
-esperanza
-adoración

¿Cómo descubrir nuestra atmósfera emocional?

Paso 1
Escriba una pequeña autobiografía respondiendo algunas interrogantes
¿Había violencia en el hogar?
¿Una madre depresiva?
¿Una madre  “mandona”?
¿Uso abusivo de alcohol u otras drogas?
¿Un padre ausente?
¿Era un hogar alegre?

Paso 2
Hágase las siguientes preguntas
¿De qué tipo de familia provengo? Son tres las preguntas claves para saber qué tipo de familia es la que se tuvo o se tiene, de acuerdo a Satir (1991)
¿Quiere saber si proviene de una familia disfuncional? (que no funcionaba)
Responda estas preguntas como si todavía viviera en su familia de origen.

1. ¿Le agrada vivir con tu familia en la actualidad( si aún lo pudiera hacer)? Sí____ No____
2. ¿Siente que vive con amigos, con personas que le agradan y en quiénes confía, y a quienes agrada y a su vez confían en usted? Sí_____ No____
3. ¿Ser miembro de su familia es divertido y emocionante( si todavía viviera con ellos) ? Sí____ No____

Dice Satir, que si responde “sí” a las tres preguntas entonces su familia era lo que ella llama una familia nutricia, una familia armónica. Si contesta “no” o “no mucho” es posible que viviera en una familia con conflictos. Para esta reconocida terapeuta familiar la clasificación de las familias va desde muy nutricia hasta muy perturbada o conflictiva.

Paso 3
Intente identificar las emociones que habitualmente experimenta
Características de la ira o enojo
Se han distinguido al menos tres grandes formas en que la ira puede ser manifestada, cada una de ellas con un impacto diferencial sobre la salud y bienestar de la persona.

Primero, el enojo puede ser suprimido
 -la persona puede rumiar sobre la provocación del enojo
- proferir internamente insultos o maldiciones
- no expresar abiertamente ningún malestar.
 Esta modalidad,  el "explotar hacia adentro" se ha revelado sumamente dañina para la salud física, acarreando problemas cardiovasculares, gastrointestinales o inmunitarios.

Segundo, el enojo puede expresarse explosivamente
- con insultos, gritos e incluso, agresiones físicas.
- Aunque en menor medida que la supresión, la manifestación explosiva también se asocia con problemas de salud física.
-sus consecuencias se traducen más visiblemente en problemas interpersonales que dificultan el adecuado desarrollo social de la persona.
 -Muy típicamente, la persona con un estilo explosivo de enojo halla dificultades para relacionarse con compañeros de trabajo o estudio
-problemas de pareja

Finalmente, el enojo puede expresarse de manera asertiva, vale decir, con verbalizaciones, gestos, tonos de voz y, en general, comportamientos que marquen claramente la molestia de la persona pero de manera socialmente aceptable. La asertividad constituye la forma adecuada de expresión del enojo pues representa un impacto negativo menor sobre la salud y sobre las relaciones interpersonales. Más aún, la manifestación asertiva de la ira puede ayudar a mejorar la calidad de los vínculos al ser una vía de resolución de conflictos.
¿Habitualmente vive usted enojado o enojada?
¿Logra identificarse con el enojo?

Características de la tristeza o depresión
La tristeza es realmente un estado de ánimo más que una emoción aguda.
La respuesta emocional de tristeza es distinta del miedo (es una respuesta a un suceso que ya se ha pasado, mientras que el miedo anticipa un evento que va a suceder) y distinta de la ira (la tristeza se presenta cuando nadie es culpable).
La tristeza está asociada muchas veces al llanto, para ello hay una secuencia relativamente precisa que es la responsable de que este se produzca. Así, cuando se producen preocupaciones afectivas, se teme su incumplimiento y bruscamente si se cumple tal predicción, brotan las lágrimas.
Se produce ante la pérdida de un deseo apremiante, que se sabe imposible de satisfacer.

1. Los desencadenantes son la separación física o psicológica, la pérdida o el fracaso; la decepción; las situaciones de indefensión (ausencia de predicción o de control).
La tristeza aparece después de una experiencia en la que se genera miedo, debido a que la tristeza es el proceso oponente del pánico y de la actividad frenética. También se produce por la ausencia de actividades reforzadas, conductas adaptativas y ante el dolor crónico.

2. El procesamiento cognitivo se produce ante situaciones que carecen de sorpresividad y tiene una baja familiaridad para la persona. Se produce una valoración de la situación como importante para las relaciones y el orden. El suceso obstruye los planes de la persona.

Algunos síntomas de depresión
Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces
Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño
Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso
Cansancio y falta de energía
Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa
Dificultad para concentrarse
Movimientos lentos o rápidos
Inactividad y retraimiento de las actividades usuales
Sentimientos de desesperanza y abandono
Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio
Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual
(https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003213.htm)


La Alegría

“La alegría es el estado de regocijo interior que nos hace sentir vivos y equilibrados; es una excitación que produce placer y felicidad y es un sentimiento grato que nos obliga a ver el lado risueño y gracioso de las cosas. Es una emoción expansiva que se necesita expresar y compartir con los demás.”

“La alegría es una emoción básica que aparece en los primeros meses de vida.
La alegría es la emoción más deseada, ¿a quién no le gustaría estar alegre la mayoría del tiempo?
Pero ¿por qué es una emoción tan deseada? Primero, porque es una emoción positiva que nos está indicando, por medio de nuestra brújula sentimental, que estamos consiguiendo una meta o un objetivo deseado.
Y aunque utilizamos indistintamente alegría y felicidad, son diferentes. Ya que la felicidad es a más largo plazo y la alegría tiene una duración breve.
Y ¿qué nos está comunicando la alegría? Su función es la de afiliación y nos facilita el disfrutar de diferentes aspectos de la vida, genera actitudes positivas hacía uno mismo y hacía los demás favoreciendo el altruismo y la empatía, establece nexo de unión entre las personas y favorece procesos cognitivos de aprendizaje y memoria aumentando la curiosidad y la flexibilidad mental.”
¿Es usted una persona alegría, feliz?

Conclusión
¿Logra reconocer
su propia atmósfera emocional?
¿Experimenta habitualmente emociones negativas o positivas?
¿Su hogar era un lugar donde se experimentaban emociones negativas o positivas?

Amigos de cerca y de lejos, comparto con ustedes un estudio bíblico acerca de las emociones. Esta es la primera parte.
Saludos
Juan E. Barrera


Iglesia Cristiana Metropolitana
Santiago de Chile
Domingo 21/04/2018
Las emociones en la vida cristiana
Introducción
Las emociones en la Biblia
1. Las emociones son parte fundamental en la vida de las personas. Forman parte de la vida síquica de la persona, no se puede experimentar una vida plena sin sentir emociones.
2. La Biblia que describe sin tapujos la vida de las personas que forman parte de la historia bíblica también presta atención a las emociones. Es posible descubrirlas en los eventos o circunstancias vividas por las personas y también es posible verlas claramente en los libros poéticos.
3. Algunos ejemplos:
a) Amor y pasión: Cantares 1:16 He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce;
Nuestro lecho es de flores.
b) Temor: 1 Reyes 19:10 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
c) Tristeza: Lucas 22:62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.
d) Desesperación: Oseas 12:4 Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros. (Jacob)
El ejemplo mayor sobre las emociones es el mismo Señor
a) Juan 11:35 Jesús lloró.
b) Lucas 19:41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella
c) Marcos 11:15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas.
d) Mateo 19:13 Entonces le fueron presentados unos NIÑOS, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron.

72. Mateo 19:14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
Las emociones  en la vida cristiana
Las emociones desde siempre han sido motivo de controversia entre los cristianos, ya sea por el exceso de emociones o la prohibición de experimentar las emociones.
Entre las iglesias de teología pentecostal es muy habitual el incentivo de las emociones y su expresión tanto en lo individual como en la vida en comunidad.
Se confunde muchas veces la experiencia emocional como una experiencia espiritual y la palabra “sentir su presencia” es muy habitual.
La vida cristiana se transforma en un eterno sentir emociones y cuando estas no están presentes en la intensidad buscada se cae en el desaliento o se abandona la fe.
En el otro extremo la teología de tradición histórica mira con recelo las experiencias emocionales y en algunos casos hasta se exige a sus adherentes reprimir las emociones y se mira con sospecha o desdén a quien muestra emociones en sus cultos.
Ambas posturas son extremas y traen importantes consecuencias en la vida emocional y espiritual de los creyentes. En el exceso de experiencias emocionales se puede llevar a prácticas abiertamente anti bíblicas o dar cabida a trastorno psiquiátricos y experiencias psicológicas colectivas.
Por otra parte la prohibición de la manifestación de las emociones lleva a una imperturbabilidad frente a las más profundas verdades sin un espíritu de adoración. Lleva a las personas a una mutilación emocional o a una dicotomía emocional; se puede emocionar con las travesuras de su hijo, pero no se puede emocionar con Dios.

Qué son las emociones
Para el psicólogo David G. Meyers,[i] las emociones están compuestas por un “arousal fisiológico, comportamiento expresivo y experiencia consciente”.
En la actualidad, se acepta que las emociones se originan en el sistema límbico y que estos estados complejos tienen  tres componentes:
Fisiológicos: Es la primera reacción frente a un estímulo y son involuntarios: la respiración aumenta, cambios a nivel hormonal, etc.
Cognitivos: La información es procesada a nivel consciente e inconsciente. Influye en nuestra experiencia subjetiva.
Conductuales: Provoca un cambio en el comportamiento: los gestos de la cara, el movimiento del cuerpo...
Clasificación de las emociones
Según Paul Ekman, quizás el psicólogo que más sabe del tema existen cuatro expresiones faciales concretas que son reconocidas por personas de culturas diversas procedentes de todo el mundo.[ii]
1. El miedo
2. La ira
3. La tristeza
4. La alegría
Según Goleman, reconocido psicólogo famoso por su libro La Inteligencia emocional, clasifica las emociones en Primarias y secundarias. Las primarias son generales y las secundarias se desprenden de estas.[iii]
IRA
TRISTEZA
TEMOR
PLACER
Furia
Resentimiento
Cólera
Exasperación
Indignación
Fastidio
Irritabilidad
Hostilidad
Violencia
Odio
Congoja
Melancolía
Pesimismo
Pena
Autocompasión
Soledad
Abatimiento
Desesperación
Depresión
Ansiedad
Aprensión
Nerviosismo
Preocupación
Consternación
Inquietud
Cautela
Incertidumbre
Pavor-Miedo-Terror
Fobia -Pánico
Felicidad
Alegría
Alivio
Contento
Dicha
Diversión
Orgullo
Gratificación
Satisfacción
Euforia
AMOR
SORPRESA
DISGUSTO
VERGÛENZA
Aceptación
Simpatía
Confianza
Amabilidad
Afinidad
Adoración
Conmoción
Asombro
Desconcierto
Desprecio
Menosprecio
Aborrecimiento
Aversión
Repulsión
Culpabilidad
Molestia
Disgusto
Remordimiento
Humillación
Arrepentimiento
Mortificación

Por qué son importantes las emociones
Las emociones presentan 3 funciones principales en la vida de las personas:
• Una función adaptativa: Cada emoción tiene su propia utilidad. Por ejemplo, el miedo tiene la función de proteger y el asco funciona como rechazo.
• Una función motivacional: Energiza la conducta motivada que se realiza de una forma más vigorosa y eficaz.
• Una función comunicativa: Abarca la comunicación intrapersonal y la interpersonal. De la intrapersonal obtenemos información propia. En cambio, en la interpersonal se presta atención a la comunicación verbal y no verbal, que influyen en la conducta de los demás.[iv]
Funciones de las emociones
Emoción primaria
Función adaptativa (utilidad)
Alegría
Afiliación
Asco
Rechazo
Ira
Autodefensa
Miedo
Protección
Sorpresa
Exploración
Tristeza
Reintegración

¿Existen estas emociones básicas o primarias en la Biblia?
La respuesta es obvia, sí, puesto que la Biblia es la historia de hombre y mujeres con su humanidad, con sus vidas, con sus errores y aciertos.

Ira:
Efesios 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, IRA, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Tristeza:
2 Corintios 7:10 Porque la TRISTEZA que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

Temor:
Romanos 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Placer:
Connotación positiva
2 Corintios 12:15 Y yo con el mayor PLACER gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.
Connotación negativa
1 Timoteo 5:6 Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.
Amor:
Romanos 12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Sorpresa:
Gálatas 1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
Disgusto:
Gálatas 2:11-14
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.
Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.
Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.
Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?
Vergüenza:
1 Pedro 3:16 teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.
















[i] https://psicologiaymente.net/psicologia/tipos-de-emociones
[ii] http://pfppvicenterisco.blogspot.cl/2016/02/por-si-puede-ser-de-ayuda-para-nuestro.html
[iii] http://ponte-laspilas.blogspot.cl/2011/09/emociones-primarias-y-secundarias-segun.html

sábado, 20 de enero de 2018

Aún tengo pena

Amigos, enero tiene una sabor distinto para nosotros. Este enero son 9 años que nuestro hijo Joaquín no está. No ha sido fácil pero su partida ha sido usada por Dios para traer consuelo a muchas personas. El libro que escribí contando nuestro testimonio "Tengo un hijo en el cielo"se sigue vendiendo y es de ayuda a muchas personas. Puedo enviar algunos capítulos en versión digital si me escriben.
Les dejo un texto que cada año le dedico en esta fecha. Se titula "Aún tengo pena"
Un abrazo
Juan E. Barrera 
Aún tengo pena
Hoy, me levanté temprano, estos últimos no han sido buenos días. Me levanté con el corazón apretado, es 19 de enero, todavía no son las 9 de la mañana y ya siento calor. También siento pena. Han pasado nueve años desde que te marchaste y todavía tengo pena. En al auto guardo silencio y pienso en ti, en como eras cuando nos dejaste y como serías ahora. Por la ventanilla del auto veo niños jugando felices y te recuerdo. Recuerdo esa mañana en que te fuiste, 19 de enero de 2009. El reloj de tu madre se detuvo extrañamente a las 11:30 hrs. Aún lo guarda, sin explicación alguna el reloj se detuvo a esa hora, como tú, como tu vida, como tu sonrisa que aún me acompaña. Nueve años es poco tiempo.
Yo te soñé, te vi cabalgando un caballito de mar entre peces risueños y corales multicolores. Te vi en un desfile largo con tus amigos, iba la Isidora, el Simón , el Marcelo, tu hermano y tú, riendo fuerte y levantando los brazos encabezabas el desfile, iluminado por los rayos de sol que se infiltraban y llenaban tu sonrisa, la misma que guardo en un lugar secreto de mi corazón, el que no abro nunca porque podría desvanecerse y perderse. Pero tú no estás y no hay caballitos de mar, ni desfiles submarinos multicolores, no escucho el ruido del mar en un caracol sino el ruido que hace la nostalgia y tu ausencia.
Hoy fui al cementerio y volví a llorar al ver tu nombre en el mármol. Llevamos cuatro girasoles, uno por tu abuela, otro por tu madre, otro por tu hermano y uno por mí. Y allí cerca del acacio, el mismo que extiende sus brazos y te cuida del frío en invierno y del sol en verano los acomodamos. Este, sereno y comprensivo, movió sus ramas como asintiendo y dándonos permiso, entonces comenzamos la dolorosa sesión ¡es que aún tengo pena!
Mientras tu madre, entre lágrimas y de rodillas arreglaba las flores yo, de pie, compungido, repetí tu nombre varias veces, casi en susurros, cabizbajo, con los ojos húmedos mirando el césped, pero unos gorriones que viven en el acacio guardián al escuchar tu nombre, salieron de sus nidos y volando alegres y traviesos en el aire lo tomaron y lo repitieron entre ruidosos ¡chip chip! ¡chip chip! J-o-a-q-u-i-n, - J-o-a-q-u-i-n ¡chip chip! y entre trinos lo llevaron al cielo y yo levanté la cabeza y tuve que cubrirme los ojos debido a la luz del sol y ese ejercicio hizo una diferencia. Cuando te miro hacia abajo se me hace un nudo en la garganta y mi mente y mi corazón se estrecha por la angustia y por tu ausencia. Cuando levanto la cabeza al cielo el nudo desaparece y mi corazón y mi mente se expande. Miré a los gorriones que repetían tu nombre hasta que desaparecieron de mi vista. Fueron solo unos minutos pero bastó para ver tu rostro dibujado en unas pocas nubes, estabas sonriendo, le avisé a tu madre y cuando ella miró ya no estabas. Muéstrate a ella porque como yo todavía tiene pena.

No supe si fue realidad o lo imaginé y mientras despertaba de mi encantamiento con los ojos húmedos de emoción todavía, un gorrión pardo y castaño voló bajito y dejó caer algo sobre mis manos, al principio me asusté, ¡chip chip! ¡chip chip! Repetía como riendo y se alejó volando. Al abrir mis manos descubrí un pequeño trozo de nube, liviano y suave y cuando lo olí sentí tu perfume. Apreté tan fuerte como pude mi tesoro y sin decirle nada a tu madre subimos al auto. Entonces abrí mi mano nuevamente, pero el
pedacito de nube ya no estaba. Respiré hondo y escuché en el celular “Un día te veré”. Tu madre hizo andar el auto y nos fuimos. ¡Aún tengo pena!