Este dilema nos revela el verdadero corazón de Pablo.
-Las verdades espirituales traspasan la vida o la muerte.
-En Dios no hay diferencia entre estos estados
-La importancia no está en vivir o morir, sino en hacer la obra de Dios
-Pablo no se aferra a los conceptos vida-muerte, está sobre esas dimensiones
-Las circunstancias que él está narrando no son el dilema. Cárcel-libertad es secundario
1. Si se va a quedar el apóstol preferiría estar libre
v.19 A través de la oración intercesora y la obra del Espíritu Santo.
Pablo, a pesar de su mirada cósmica de la vida no le quita importancia a la obra del creyente a través de la oración y el obrar del Espíritu Santo.
Confía en que sus hermanos lo están realizando y tiene confianza en ello.
Está privado de libertad, en arresto domiciliario, opinan algunos eruditos, sin sus privilegios de ciudadano romano, sin los hermanos a quien tanto ama, pero tiene la confianza de que no sería avergonzado.
“Sentimiento de pérdida de dignidad causado por una falta cometida o por una humillación o insulto recibidos.
Si pudiéramos parafrasear al apóstol él nos diría algo como:
“Estoy en la cárcel, debido a una injusticia, estoy solo, tengo necesidades, pero nada de esto me quita mi dignidad ni nada de esto es una humillación para mí. Mi dignidad está basada en otras cosas, no en lo que otros opinen de mi, sino en…
v. 21 “PORQUE PARA MI EL VIVIR ES CRISTO Y EL MORIR ES GANANCIA”
Ver el versículo 12 del capítulo donde el apóstol se refiere a esto con las palabras “las cosas que me han sucedido”. El beneficio de la obra es:
-que los hermanos cobren valor para hablar de Jesús
-Jesús sea predicado de cualquier forma, aunque algunos tengan motivaciones equivocadas.
-para provecho de ellos
-gozarse en la fe
-mostrar la gloria de Pablo entre los hermanos
El pastor Pablo rechaza la idea de disfrutar del cielo si quedarse y servir a los hermanos resultaba en provecho de ellos y de él.
-el permanecer entre ellos sería de gozo recíproco.
Un ejemplo de esta relación amorosa entre pastor y comunidad la encontramos en el libro de Hechos 2:32-38
32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido.
35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
36 Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.
37 Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,
38 doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco.
EVANGELISTA CHINO QUE FUE TORTURADO A CAUSA DEL EVANGELIO, HOY SU TESTIMONIO ES TRADUCIDO A MÁS DE 33 IDIOMAS
En una oportunidad fue nuevamente arrestado, y llegó a perder la conciencia de tantas descargas eléctricas de parte de los guardias. Su cuerpo en el suelo convulsionaba en una celda de la prisión Nanyang, en la provincia china de Henán. La policía secreta de China esperaban que su esposa y su madre de Liu, lo convencieran de renunciar a sus creencias y revelar las identidades de sus amigos cristianos. Cuando él recuperó la conciencia, su cabeza estaba en el regazo de su madre. Ella estaba llorando y su joven esposa horrorizada por lo que le habían hecho. Rechazó negar a Cristo, y los funcionarios de la prisión recurrieron a golpes y descargar eléctricas. “Ellos querían que revelara nombres de más cristianos y lugares de reunión”, dijo Yun.
Este episodio se produjo el 7 de abril de 1984. Liu creía que pronto moriría en esa prisión, pero Dios tenía otros planes. Fue liberado cuatro años después, pero fue arrestado y torturado dos veces antes de escapar de China en 1997.
II. El Morir
En el pasaje no hay más razones por las que el apóstol deseaba morir y estar con Cristo, salvo estas tres palabras:
ES-MUCHÍSIMO-MEJOR
2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;
3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor
7 (porque por fe andamos, no por vista);
8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
5 De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades.
3. Hebreos 11: 8-10
8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Ilustración
El apóstol Pablo en otra epístola da una lista de personas que pensaban, como él que el cielo, vivir con Jesús, era muchísimo mejor.
Estos son:
Abel Enoc Noé Abraham Isaac
Jacob Sara José Moisés Rahab.
Gedeón Barac Sansón Jefté David
Samuel los profeta Mujeres muchas
v. 38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
V. 39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido
Partieron de este mundo buscando “lo mejor”
1. Los cristianos en el día de hoy ¿Tenemos el mismo dilema de Pablo, morir o quedarnos?
2. Nuestra participación en la iglesia local ¿es el motivo para quedarnos en esta vida?
3. El servicio cristiano ¿Es la prioridad para nosotros?
4. ¿En qué está puesta nuestra dignidad? ¿Nos avergüenzan las circunstancias?
5. Nuestra participación en la iglesia local ¿bendice a los hermanos?
6. ¿Dios es engrandecido por medio de mi actuar en la comunidad donde participo?
7. ¿Vivimos con la conciencia de la otra vida o vivimos como si este mundo fuera todo lo uqe hay?
8. ¿Tenemos aroma a cielo o a tierra?
Pablo nos cuenta en este primer capítulo las cosas que le han sucedido y nos dice que el dilema del cristiano no es sufrir o no sufrir, estar libre o preso.
Que las circunstancias se someten a los designios de Dios.
Si me quedo es para servir, para que otros se gloríen en mi actuar y en mi servicio
Si me voy es para disfrutar de la presencia de Cristo que es muchísimo mejor.