La Granja-Santiago
Domingo 29/09/2024
Título: “No tengo ganas de Dios”
Texto: Seleccionado
Introducción
En la Biblia encontramos pasajes hermosos que hablan acerca
de la búsqueda de Dios y la comunión con Dios. Almas sedientas y hambrientas de
Dios, de su presencia, de sus obras. Personas que abandonan todo con tal de ser
fieles al Señor. Ejemplo de ello son los siguientes salmos:
Salmo 63:1- 11
1 Dios, Dios mío
eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
2 Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado
en el santuario.
3 Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis
labios te alabarán.
4 Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis
manos.
5 Como de meollo y
de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite
en ti en las vigilias de la noche.
7 Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de
tus alas me regocijaré.
8 Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha
sostenido.
9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.
10 Los destruirán a filo de espada; Serán porción de
los chacales.
11 Pero el rey se
alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que jura por él; Porque la boca de
los que hablan mentira será cerrada.
Salmo 42:1-11 (NTV)
1. Como el ciervo
anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios.
2 Tengo sed de Dios,
del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir para estar delante de él?
3 Día y noche sólo
me alimento de lágrimas, mientras que mis enemigos se burlan continuamente de
mí diciendo: «¿Dónde está ese Dios tuyo?».
4 Se me destroza el
corazón al recordar cómo solían ser las cosas: yo caminaba entre la multitud de
adoradores, encabezaba una gran procesión hacia la casa de Dios, cantando de
alegría y dando gracias en medio del sonido de una gran celebración.
5 ¿Por qué estoy
desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios!
Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y
6 mi Dios! Ahora
estoy profundamente desalentado, pero me acordaré de ti, aun desde el lejano
monte Hermón, donde nace el Jordán, desde la tierra del monte Mizar.
7 Oigo el tumulto de
los embravecidos mares, mientras me arrasan tus olas y las crecientes mareas.
8 Pero cada día el
Señor derrama su amor inagotable sobre mí, y todas las noches entono sus
cánticos y oro a Dios, quien me da vida.
9 « ¡Oh Dios, roca mía!
—clamo—, ¿por qué me has olvidado? ¿Por qué tengo que andar angustiado,
oprimido por mis enemigos?».
10 Sus insultos me
parten los huesos. Se burlan diciendo: «¿Dónde está ese Dios tuyo?».
11 ¿Por qué estoy
desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios!
Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!
Estos son pasajes
conmovedores de un hombre buscando a Dios.
Sin embargo en esta
tarde quiero referirme al fenómeno opuesto. Cuando no tenemos ganas de Dios,
cuando estamos desalentados o indiferentes por Dios. Cuando no tenemos interés
en Dios ni en las cosas espirituales.
Algunas señales del
desgano espiritual son:
-sin ganas de orar y
leer la Biblia
-sin deseos de
congregarse en una comunidad
-falta de alegría,
apatía
-rutina
-retorno a conductas
pecaminosas
-sin palabras de
adoración
-irritabilidad,
confusión, indiferencia
-deseos pecaminosos
-rutina
En esta tarde quiero
abordar el tema a partir de tres preguntas:
1 ¿Por qué no tengo
ganas de Dios?
2. Este desgano ¿es frecuente
o es circunstancial?
3. ¿Cómo salir del
estado de desgano espiritual?
Así que comencemos con la primera pregunta
I. ¿Por qué no tengo ganas de Dios?
Voy a exponer cinco posibles causas, aunque la lista no es
exhaustiva.
1. Por descuido en las prácticas espirituales (Biblia,
oración, compañerismo)
El llamado divino es a estar siempre preparado como lo hace
un atleta de alto nivel.
1 Cor. 9:24-27
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno
solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
25 Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona
corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
26 Así que, yo de
esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien
golpea el aire,
27 sino que
golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo
para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
2. Por enojo o desilusión con alguien o con Dios
Confundimos las experiencias humanas en una iglesia local
con Dios y culpamos a Dios por las conductas de las personas o
responsabilizamos y enjuiciamos a Dios por determinados eventos.
Jonás 4: 1-4
1Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.
2Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová,
¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a
huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en
enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.
3Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me
quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
4Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?
3. Por haber experimentado una pérdida
Juan 11: 17-21
17 Vino,
pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
18 Betania
estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;
19 y
muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su
hermano.
20 Entonces
Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en
casa.
21 Y
Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría
muerto.
4. Por el estrés de la vida diaria
Los afanes de la vida, los quehaceres diarios causan estrés
y este tiene un efecto negativo sobre la vida espiritual
Lucas 10:38-42
38 Aconteció que
yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su
casa.
39 Esta tenía una
hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su
palabra.
40 Pero Marta se
preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado
que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta,
afanada y turbada estás con muchas cosas.
42 Pero sólo una cosa
es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
5. Por un cambio en las prioridades de la vida
El llamado del Señor es a ser fiel. A no cambiar nuestras
prioridades. Jesús el Amado dice que donde esté nuestro tesoro allí estará
nuestro corazón. Dios debe ocupar el lugar N1 en nuestras vidas. Resulta fácil
cambiar estas prioridades por otras que son legítimas y forman parte de la vida
2 Timoteo 4:10: porque
Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica.
Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.
Mateo 6: 33-34
33 Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.
34 Así que, no os
afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a
cada día su propio mal.
Aplicación
¿Cuál de estas cinco razones podría ser la causa de mi desánimo
espiritual?
II. ¿Este desgano es
frecuente o es circunstancial?
1. Si es circunstancial podría ser por:
a. cansancio físico/emocional.
-Atender constantemente un hogar, cuidar de niños pequeños,
salir cada mañana a un trabajo difícil y hacerlo por año.
-Tener un hijo distinto que demanda toda la atención
-Una enfermedad crónica
Mateo 26:40: Vino
luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no
habéis podido velar conmigo una hora?
b. Tristeza.
2 Corintios 2:7: Así que, al contrario, vosotros más bien
debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada
tristeza.
2 Corintios 7:10: Porque la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la
tristeza del mundo produce muerte.
2. Si es constante
Las pocas ganas por Dios podría ser por:
a. Falta de disciplina en la vida espiritual.
1 Timoteo 2 da tres comparaciones para la vida de un
cristiano y los tres ejemplos llevan implícito la necesidad de la disciplina
para el éxito de sus respectivas empresas:
-v.3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de
Jesucristo.
- v. 6 El labrador, para participar de los frutos, debe
trabajar primero.
-v. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si
no lucha legítimamente.
b. Falta de comprensión doctrinal: pensar que como ya se es
salvo no hay que hacer nada más. La salvación es única y es por gracia, pero el
crecimiento espiritual es un proceso continuo hasta llegar al cielo:
Filipenses 1:3- 6 dice:
3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,
4 siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros,
5 por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta
ahora;
6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Aplicación
Este desgano por Dios es circunstancial. ¿Ha ocurrido algo
que me aleja de Dios?
¿Hay algo en mi historia que me impide acercarme a Dios?
¿Este desgano proviene de una formación espiritual
deficiente?
III. ¿Cómo salir del estado de desgano?
1. Confesar a Dios el desánimo.
Orar con Filipenses 2:12-13
NTV. 12 Brillen intensamente por Cristo Queridos amigos,
siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes; y ahora que
estoy lejos, es aún más importante que lo hagan. Esfuércense por demostrar los
resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor.
13 Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo
que a él le agrada.
2. Obedecer. “La obediencia, desde una perspectiva bíblica,
es mucho más que el simple acto de seguir órdenes o directrices. Es un acto de
amor, fe y sumisión a la voluntad de Dios. La Biblia enseña que la obediencia a
Dios no solo implica cumplir sus mandamientos, sino hacerlo con un corazón
dispuesto y gozoso, reconociendo Su soberanía y amor por nosotros.”
Un ejemplo paradigmático de obediencia está registrado en
Juan 14:23 y Hebreos
Juan 14: 23
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le
amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”
Hebreos 5:7-9 “Y
Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y
lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor
reverente.
8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la
obediencia;
9 y habiendo sido
perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le
obedecen;
3. Confiar en Dios y no en los sentimientos. No se debe
esperar a tener ganas por Dios, se debe actuar. Volver a la Biblia, a la
oración, al compañerismo. Es el actuar quien produce las ganas. No se debe
esperar sentir ganas, sino obedecer.
Colosenses 3:23: Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres;
Hebreos 6:12: a fin de que no os hagáis perezosos, sino
imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
4. Recordar la obra de Dios en la vida
Repasar la propia historia con el Señor para retomar fuerzas
y buscarlo. Las veces que en el pasado él ha estado presente y ha obrado
Hebreos 12:1-4 nos desafía:
1 Por tanto,
nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia
la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos
en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de
él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono
de Dios.
3 Considerad a
aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que
vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
Conclusión
La ausencia de ganas por Dios, el desánimo forman parte del caminar
cristiano, aunque no debiera ser frecuente.
En esta tarde hemos abordado este fenómeno desde tres preguntas:
1. Por descuido en las prácticas espirituales
2. Por enojo o desilusión con alguien o con Dios
3. Por haber experimentado una pérdida
4. Por el estrés de la vida diaria
5. Por un cambio en las prioridades de la vida
II. ¿Este desgano es frecuente o
es circunstancial?
Si es circunstancial hemos dicho que podría ser por:
1. Cansancio físico/emocional.
2. Tristeza
Si es frecuente podría ser por:
1. Falta de disciplina en la vida espiritual.
2. Falta de comprensión doctrinal
III. ¿Cómo salir del estado de
desgano?
1. Confesar a Dios el desánimo.
2. Obedecer.
3. Confiar. En Dios y no en los sentimientos.
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