sábado, 23 de febrero de 2008

Siendo enviados al mundo

Siendo enviados al mundo
David Wang
(Traducido por Pr. Juan E. Barrera)

Mi tema es: “Siendo enviados al mundo” y el texto que le sirve de base es Juan 20. Jesús dijo:”Paz sea a vosotros; así como el padre me envió, también yo los envío. Y habiendo dicho esto sopló en ellos y les dijo: Reciban el espíritu Santo”.
Hace algunos días, hablé con mi esposa acerca de este tema, “Siendo enviados al mundo”, el tema que voy a tratar. Ella no aguantó la carcajada, y es que mi relación con Asian Outreach me obliga a viajar seis meses a siete meses al año, por todo el mundo. Por eso cuando mi esposa supo que el tema que yo iba a tratar era “Siendo enviados al mundo” no pudo dejar de reír y yo comprendí la razón de su risa, pero, de todas maneras pregunté ¿de qué te ríes?. Ella respondió “porque personas como tú deberían hablar sobre el tema “Siendo enviados de vuelta del mundo”.
En el caso de Jesús, aunque todavía haya debates en cuanto a la manera como Jesús fue enviado, no hay la menor duda en lo tocante al lugar donde fue enviado. El fue enviado al mundo. Como el evangelio de Juan dice:”Dios amó de tal manera al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito”. Hoy los discípulos de Jesús también están para ser enviados a este mundo. Jesús enfatizó este hecho en su oración sacerdotal, poco antes de haber dejado a los discípulos e irse al cielo.
En Juan 17, Jesús dice:”Así como tú me enviaste al mundo, también yo los envío al mundo”.Bien, ¿Qué es “este mundo”?. El mundo puede ser todo para todos los hombres, esto quiere decir que podemos apreciar el mundo desde una gran variedad de ángulos. Por ejemplo, los políticos simplifican demasiado el mundo y lo clasifican en mundo libre y mundo comunista, los economistas mueven afanosamente sus reglas y trabajan en sus calculadoras, intentando definir cual es el primer mundo, el segundo mundo o tercer mundo. Proponentes de un nuevo orden, optimistas, y definiendo optimistamente el mundo en términos de norte y sur, procuran atenuar las diferencias de niveles de vida. Los racistas ponen y disponen del mundo de acuerdo con el color de la piel de sus habitantes. El mundo puede ser muchas cosas para muchas personas diferentes.
Yo pregunté a mis hijos; tengo dos niños. Richard tiene 14 años y Dereck tiene 8. Ellos tienen seis años de diferencia, pero ¡nacieron exactamente el mismo día. ¡Esto es lo que se llama buen planeamiento familiar chino! Les pregunté pues: ¿Qué es el mundo?: Tuvieron bastantes dificultades en definir lo que es el mundo, intentando decir cuantos continentes hay, cuantas naciones soberanas existen. Esto muestra que la manera de dividir el mundo varía.
Me gustaría llamar su atención acerca de la manera como Dios ve el mundo. ¿Cómo es que el Creador ve el mundo que creó? Su visión del mundo es muy simple y directa. El ve el mundo como personas: las salvas y las condenadas. El evangelio de Juan dice que aquellos que creen son salvos, aquellos que no creen son condenados. Es de esta manera que Dios ve el mundo. Y nosotros los discípulos de Cristo, somos enviados a este mundo condenado, para hacer un mundo diferente para esas apersonas. Juan dice que somos enviados a este mundo para que proclamemos las buenas nuevas de Jesucristo. Aquellos que creyeren les serán perdonados los pecados, los que no creyeren permanecerán en sus pecados.
Es esta nuestra tarea. Nosotros somos enviados a este mundo a enseñar, a predicar, a compartir, a hablar, a proclamar, a anunciar las buenas nuevas de Jesucristo.
Pero entonces ¿Cómo es que el mundo nos responde como agentes de un evangelio de cambio? Yo descubrí que hay cuatro tipos de respuesta. El mundo reacciona de cuatro diferentes maneras.
Primero, hay una apertura. Hay un mundo abierto, amigable y receptivo al evangelio. Estuve recientemente en las Filipinas. Conflictos, inestabilidad política y sin embargo el pueblo estaba abierto y caluroso en relación al evangelio. Prediqué a una audiencia de seis mil personas, un mensaje muy simple, apenas la proclamación del evangelio de Jesucristo. Al final hice un llamado. Pedí que las personas que quisieran nacer de nuevo, por primera vez, en Jesús, se manifestaran. De esas seis mil personas, cuatro mil respondieron al llamado. Hay de hecho, este espíritu de apertura.
En segundo lugar, hay un mundo sensible. La situación puede ser delicada, pero las personas están dispuestas. Me recuerdo de un viaje que hice recientemente a China. En un momento estaba hablando en una universidad. Nada de religión, nada de cristiano. Estaba simplemente hablando de cultura, del cambio cultural entre los chinos en otros continentes. Cuando terminé, pregunté directamente al auditorio:”¿hay alguna pregunta?”. Bien, estábamos en un recinto público. El rector de la universidad, los profesores, los secretarios del partido, el presidente y el vice presidente de la cámara, todos estaban sentados en los primeros lugares. Los estudiantes presentes eran cerca de 800. Cuando, entonces, di la oportunidad para preguntas, un joven se levantó y dijo frente al auditorio en voz bien alta:”Doctor Wang, la estructura del comunismo derrumbó mi mente, pero podría decirme ¿qué voy a hacer con las ruinas y los escombros?”Sí, la China, aunque continúa siendo gobernada por los comunistas, está lista. ¡Las personas están listas!, ¡hay una China sensible!
En tercer lugar, están los países hostiles. En abril pasado, precisamente, viajé por los cuatro reinos paganos de los Himalayas: Nepal, Bután, Siquim y el Tíbet. Iba atravesando de frontera en frontera, y recuerdo que en una de las fronteras de estos países me hicieron parar y buscaron en todo mi equipaje, hasta que descubrieron mi Biblia. El oficial de aduanas, con muchas otras personas, me agredió y declaró con arrogancia:”Aquí, en mi país no se atreva siquiera a abrir este libro”.¡Ese es un mundo hostil!
Hay también, por supuesto, el mundo cerrado. Países como Mongolia Exterior, Corea del Norte, Albania se mantienen rigurosamente cerrados de modo que no podemos entrar allá para anunciar el evangelio directamente. Pero si nosotros viéramos el mundo como Dios lo ve, notaríamos que al final de cuentas, el mundo está compuesto de personas y que la respuesta, la reacción de las personas en relación a nosotros, depende en gran parte de la manera como nos aproximamos a ellas. Particularmente de cómo fuimos enviados al mundo, fuimos enviados a establecer contactos íntimos, a tener encuentros cercanos con las personas del mundo, el éxito depende mucho de nuestro abordaje básico.
Me gustaría ver de cerca algunos de los puntos básicos en estos contactos directos con las personas del mundo. No estoy hablando de evangelización a larga distancia, no estoy hablando de evangelización controlada a distancia, estoy hablando de ser enviados precisamente al mundo, de aproximarnos a las personas. En este caso me gustaría proponerles un método básico, que es: Evangelización por la vida versus evangelización por estilo. Por ejemplo, una campaña de Billy Graham es evangelización por estilo: organización de masas, grandes recintos, y la expresión “la Biblia dice”. Esto define un cierto tipo o estilo de evangelización. En la misma categoría se encuentran Reinhart Bockinke, en África, Yonggi Cho, en Asia, Luis Palau en América Central y del Sur.
Es claro que no hay nada de malo en este tipo de evangelización. De hecho, yo estoy siempre muy activo en esas campañas evangelísticas. Más tenemos que reconocer que se trata de un cierto tipo o estilo de evangelización, que es único y que es casi como un don para ciertas personas. Es absolutamente imposible intentar imitar o copiar, pensando que se trata de la única forma de evangelizar. En verdad en muchas partes del mundo este tipo de evangelización no es permitida. Sería imposible realizar ese estilo de evangelización.
Existe sin embargo, la evangelización viva, la evangelización que se vive diariamente, 24 horas por día, siete días por semana, 52 semanas por año: el evangelio de Jesucristo vivido en el día a día. Esto se aplica a todos nosotros. Esto se aplica en todas las situaciones. Este tipo de evangelización no puede ser prohibida: no puede ser impedida ¡y es verdaderamente poderosa!
Recuerdo que hace unos años volví a China a visitar una señora creyente, china. Ella estuvo presa durante 23 años y acababa de ser puesta en libertad. Esta señora venía exactamente del área cultural y tradicional budista en la China. Después de convertirse al cristianismo, quedó desligada de su familia, y se volvió una evangelista eficiente, viajando por toda la China, predicando la Palabra de Dios e invitando a la salvación a muchos millares de jóvenes. Pero en 1957 fue apresada y enviada a un campo de trabajo en Mongolia. Durante 23 años esta evangelista vivió “en el infierno”. Nosotros la visitamos en una pequeña “pieza” de madera en la terraza de un pequeño edificio. Nos sentamos frente a ella y entonces ella nos contó algunas de las torturas más inhumanas. Nos contó que fue esposada y se quedó así en los primeros años. Se negaban a quitarle las esposas. “Después de algunos meses las esposas comenzaron a oxidarse, a herir y a penetrar en mi carne. Después de algunos meses ya no podía ver las esposas, solo podía ver un poco de la cadena que salía por sobre la hinchazón de mi carne”.Ella dijo:” ¡era muy doloroso!... ¿Comida?-nunca me sirvieron comida; la arrojaban siempre en el piso y yo tenía que lamer y comer como un perro. Una joven en un campo de concentración chino fue violada innumerables veces”. Nosotros estuvimos allí sentados con aquella señora oyéndola hablar de aquellas torturas y no pudimos dejar de llorar, no aguantamos, no pudimos soportar. Pero ella nos confortó y nos dijo: “aunque a mi lado, estaba una mujer loca, descontrolada, que en su ira apuñaló a su marido y estranguló a sus propios hijos, y un poco más allá en un tipo de mazmorra había otro asesino, y más allá había otro homicida, aquí un ladrón…en torno a mi solo había asesinos, ladrones, personas que se odiaban unas a otras y al mismo Dios…”-ella continuó-“Cuanto deseaba yo poder ir hasta aquella mujer loca y descontrolada, tomarle las manos y decirle: Jesús te ama-Cuánto deseaba poder ir hasta el fondo del corredor, a la horrible celda de aquel asesino y decirle “para de blasfemar contra Dios, porque Dios te amó de tal manera que dio a su propio Hijo para morir por ti”, pero no tenía autorización para hablar. ¡Para mi esa era la peor de todas las torturas! Ese era el peor de todos los castigos!” Pero esa hermana siguió contándonos: “Una noche, 19 meses después, yo estaba durmiendo en ese piso helado, grasiento y horrible, toda enrollada para conseguir calentarme un poco, cuando de repente, me despertaron. Cuando miré parta arriba, vi. toda esa gente furiosa, la mujer loca, el asesino, el ladrón, el guardia comunista. Estaban allí de pie, empujándome y preguntándome con aire de desprecio:” ¿Qué pasa contigo?”¿Por qué estás tan feliz? Intenté levantarme; no osé hablar, solo moví la cabeza. Intenté negar que estuviera feliz, pero ellos continuaron incomodándome e hiriéndome y decían “sí tú estás feliz”. Aún ahora cuando estabas durmiendo, estabas sonriendo satisfecha, como un bebé. ¿Por qué estás tan feliz? Me apretaron contra la pared y yo no me atrevía a hablar, pero rápidamente usé el pie, y en aquel grasiento suelo escribí el nombre ¡J-E-S-U-S!”. ¿Por qué estás tan feliz?...al ver aquel nombre, todos ellos, como si hubieran sido tocados profundamente por Dios, cayeron sobre sus rostros y lloraron copiosamente. Y la señora continúo:”esa noche ¡todos se acogieron en los brazos de Jesús! ¡Veinte y tres años!, pero alabado sea el Señor porque más de 400 de mis compañeros de trabajos forzados encontraron a Jesús como su Salvador”.
¡Vida! ¡Vida! ¡Vida! No hubo folletos; no hubo Biblia, no hubo campañas evangelísticas, no hubo programas de radio, no hubo conferencias misioneras: hubo apenas ¡vida! Evangelización a través de la vida.
El segundo método que me gustaría compartir con ustedes es: Evangelización “con precio” versus evangelización “con arroz”.
Lo que quiero decir, es que nosotros cristianos nos preocupamos de otros, queremos dar y nos gusta dar. Nos interesamos en otros y damos. Por ejemplo, el hambre en Etiopía atrajo, hace dos años, millones de dólares en ofrendas de cristianos de todo el mundo. Nosotros queremos dar ¡Y no hay nada malo en dar! No hay nada malo en dar a las personas un vaso de agua fresca, o un platillo de arroz, o un bocado de pan. Hay todo eso en el cumplimiento del gran mandato: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Evangelización “con arroz” da resultado en muchas partes del mundo. Evangelización “con arroz” puede glorificar el nombre de Jesús. El mismo dice: “Tuve hambre y me diste de comer”. Los justos le preguntaron, “Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, cuánto te dinos de comer?”. Jesús les dijo: “Cuando hiciste eso a uno de mis hermanos mas humildes, a mi lo hicieron”.
Sí, podemos y debemos involucrarnos en la evangelización “con arroz”, pero la verdad es que el mundo busca desesperadamente, necesita desesperadamente de evangelización “con precio”. El mundo necesita de alguien que esté dispuesto a pagar el precio. Recuerdo al pastor Chan, que es mi colega de trabajo en Hong Kong, en la Asia Outreach. El fue evangelista en la china durante 30 años, 18 de los cuales los pasó en un campo de trabajo forzado en China. Ahora que él está en Hong Kong, yo entré un día a su oficina y le pregunté: Pastor Chan, ¿Cómo se evangeliza en un campo de trabajo, en las celdas de una prisión en la China? ¿Cómo se evangeliza? El pastor Chan respondió:”No lo sé, pero recuerdo que entre 1959y 1962 la China atravesó un período de gran hambre. Fueron años de desastres naturales. Durante ese período de tres años, 22 millones de personas murieron de hambre. Y por supuesto durante ese tiempo, nosotros en el campo de trabajo ¡no teníamos comida alguna! Los guardias del campo simplemente nos dijeron: “busquen ustedes su comida”. Nosotros íbamos por lo tanto por las montañas y campos y recogíamos cortezas de árboles, desenterrábamos raíces y todos los días cocíamos eso hasta convertirlo en un caldo espeso para aguantar el hambre. Recordábamos siempre que los oficiales del campo nos decían:”trabajen, trabajen, porque cuando llegue el año nuevo chino, ustedes tendrán su fiesta”. Por lo tanto perseverábamos, luchábamos, sobrevivíamos anticipando la llegada del año nuevo chino. Finalmente llegó el día del año nuevo y nosotros recibimos nuestra fiesta. Cada habitante del campo de trabajo recibió un huevo de gallina. ¡Un huevo! ¡Un año! ¡Esa fue nuestra fiesta! Cada uno coció bien su huevo y deliberadamente procuró saborear cada bocadito, lentamente para aprovechar al máximo su huevo. Después, cada uno molió con mucho cuidado la cáscara de su huevo y la mezcló con agua para ingerirla también. ¡Un huevo, un año, una fiesta!
¿Qué respecto de los cristianos? Había unos 14 o 15 en el campo de trabajo. El pastor Chan dijo que todos cocieron sus huevos y se juntaron para comerlos, pero en vez de hacer eso fueron al pequeño hospital del campo y dieron sus huevos a los enfermos y a los moribundos. “Algunos estaban tan débiles, que nosotros tuvimos que insistir: por favor, cómete este huevo, tú lo necesitas más que yo” ¡Esto es evangelización “con precio”. ¡Quédate con mi huevo, tú lo necesitas más que yo!
El pastor Chan me dijo: “Cuando fui libertado, 18 años después, el jefe del campo de trabajo, así como también el sub jefe, fueron a despedirse de mi a la estación de tren. Esto era muy impropio. Oficiales de la alta esfera del gobierno y personas con responsabilidad en el partido yendo a despedirse de un preso de un campo de trabajo a la estación de trenes.¡Esto era muy vulgar!, pero más impropio aún fue que aquellos dos oficiales superiores, comunistas,, confesaran uno en frente de otro.”Pastor Chan, después de haber observado a los cristianos en nuestro campo de trabajo por más de veinte años, nosotros, ambos creemos ahora que tú Jesús es el verdadero Dios. ¡Esto es evangelización con precio!
Me recuerdo del soldado romano, del centurión, que estaba junto a la cruz de Jesús cuando él fue crucificado. Bien, él era un soldado duro. El ya había visto muchas personas crucificadas, creo además que él mismo había matado a muchas, muchas personas en la cruz. Pero en aquel día, allí junto a la cruz de Jesús, el vio el precio que Jesús pagó. Al mismo tiempo que oía las carcajadas y escarnios de los fariseos, “Vean salvó a otros, pero a si mismo no se puede salvar”. Esto es evangelización con precio.
Si somos enviados es este mundo, los contactos directos con las personas nos servirán para demostrar esa disposición interior de pagar el precio. ¿Estamos de hecho dispuestos, preparados a pagar el precio?
El tercer método que me gustaría compartir con ustedes es Evangelización Poder versus Evangelización Información. Durante mucho tiempo, nosotros, como iglesia, hemos evangelizado el mundo; hemos hablado las buenas nuevas de Jesucristo; hemos predicado de las buenas nuevas y hemos enseñado al mundo la realidad del evangelio de Jesucristo. Ya es hora que comencemos a mostrar al mundo la realidad del evangelio de Jesucristo. El apóstol Pablo enfrentó el mismo dilema en su tiempo. Su mundo exigía diferentes cosas de él. Pablo dice “Los judíos querían señales; los griegos quieren sabiduría y conocimiento, más yo predico solo a Cristo y a este crucificado”.
Pablo definió entonces lo que quería decir con Cristo. En efecto, el mundo de hoy continúa preguntándonos: ¿Qué es el evangelio que ustedes predican? ¿Quién es ese Cristo que proclaman como Salvador? Pablo declaró:”Para mi, Cristo es poder de Dios”. Y Cristo es, por lo tanto, también el conocimiento de Dios. Yo supongo que muchas partes del mundo están sobre alimentadas con conocimiento de Dios, pero sub alimentadas del poder de Dios. Nosotros somos realmente enviados al mundo que está dominado por la carne y sangre, como dijo Pablo. El mundo es controlado y dominado por los principados, por las potestades, por los poderes de las tinieblas.
Y Jesús dijo:”Aquel que está en nosotros es más fuerte del que está en el mundo.”Tenemos que ir al mundo y demostrar el poder, el poder del evangelio.
Me acuerdo de un día en que entré a la oficina del pastor Chan, en Hong Kong, y le pregunté por su hermano menor. Este su hermano, también se había vuelto evangelista en la China. El hecho de que su hermano mayor pasara 18 años en un campo de trabajo no atemorizó a este joven. El declaró:”Quiero ser evangelista”. Y se convirtió en evangelista, sin nunca haber asistido a una escuela bíblica. Yo le pregunté por tanto al Dr. Chan “¿Cómo es que está su hermano menor?”¡Oh él se sintió tan feliz! ¡Tan orgulloso! Tomó un mapa y dijo: “El estuvo aquí, y aquí, y aquí, y aquí y aquí.”Yo le pregunté: ¿Cómo es que su hermano puede viajar tanto, llegar a tantos lugares?”-¡Porque la policía lo persigue!,- me dijo. ¿Están viendo? Solo un paso, dos pasos adelante de la policía, yendo a todas partes, predicando, enseñando y declarando las buenas nuevas de Jesucristo, por toda la china! Me sentí tan feliz y le pregunté “A propósito, ¿su hermano tiene algunas señales, algunas maravillas en su ministerio?” El Dr Chan no me respondió, guardó simplemente el mapa y murmuró algo. Pero lo que él murmuró me cayó como una tonelada de ladrillos entre los ojos-“Se debe considerar muy extraño que no haya maravillas en el ministerio de alguien”. Oigan bien: ¡se debe considerar muy extraño que no haya maravillas en el ministerio de alguien”!. Esto es bíblico “Ir por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, y señales y maravillas les seguirán, confirmando la palabra que predican”. ¡Esta es la Gran Comisión! No simplemente ir a predicar; no simplemente ir a enseñar, más ir con señales y milagros”. Quedé muy entusiasmado y le pedí: “Dr Chan ¿me podría contar una de las señales de su hermano menor? El no dijo nada. Tomó simplemente una carta que había recibido de su hermano y la puso en mis manos. Yo estaba de pie. Comencé a leer la carta y cuando ya había leído un poco, me senté. Cuando llegué al final de la carta me sentía emocionado y por el suelo. No conseguí decir una palabra, las lágrimas me corrían por el rostro, me quedé allí simplemente llorando. Aquella carta de un joven, casi de un niño, que nunca había asistido a una escuela bíblica, que solo algunos meses antes había recibido un ejemplar de la Biblia para si mismo, ¡un nuevo evangelista! La carta decía: “Yo estaba predicando en esta aldea cuando llegó un mensajero de otro pueblo pidiéndome que volviera allá porque había muerto una señora creyente. Fui a buscar mi bicicleta y pedaleé cerca de dos horas hasta esa aldea. Cuando llegué allá, la señora ya estaba con las ropas fúnebres y había sido colocada sobre una tabla. Después del funeral, ella sería llevada en esa misma tabla hasta el lugar de su entierro. Hablé con los familiares acerca del funeral y mientras hablaba con ellos, los oficiales comunistas, que eran cuatro, llegaron a registrar la muerta. Cuando ellos estaban haciendo el registro de la muerta, notaron algo y preguntaron, “¿Ella es cristiana, o sea ella era cristiana? ¿Ustedes aquí, no son cristianos? ¡Oh, ustedes son unos estúpidos!, ¡son tan supersticiosos! ¿Será que todavía nos van a decir que creen en este Dios extranjero? ¿Serán tan estúpidos, tan supersticiosos que crean que este Dios Jesús murió y después de tres días resucitó, y que todos los que creen no morirán sino que volverán a la vida?” Ellos se reían, con desprecio y decían:” ¿Por qué es que ustedes no hacen nada por esta mujer muerta?”. Y este joven evangelista, que nunca había ido a un seminario, se acercó a la muerta, le tomó la mano y oró. La carta continuaba así: “Yo volví junto a los cuatro miembros del partido, para hablar con ellos, y súbitamente escuché aplausos. Me di vuelta y vi entonces a la misma señora, sentada en la tabla aplaudiendo. Los cuatro comunistas huyeron de la casa, pero no se fueron. Se quedaron espiando por la ventana. Vieron a la mujer aplaudir y después agitar los brazos en el aire. Después, ella comenzó a reír y a llorar y a alabar a Jesús:”¡Aleluya!, ¡Aleluya!, ¡yo estuve en el cielo y vi a Jesús! ¡Oh que gloria! ¡Yo vi a Jesús, el maravilloso Jesús!”. Cuando la señora abrió sus ojos y vio a sus familiares y amigos dijo:”No huyan, no huyan. Esperen que voy a hacerles té. Quiero decirles todo acerca del cielo”. Tomó un balde y fue a buscar agua. Toda la aldea sabía que ella había muerto. Cuando la vieron con el agua todos la acompañaron hasta su casa que quedó repleta, hasta el patio. Y durante horas y horas, aquella señora sin ninguna instrucción, analfabeta, que nunca supo escribir su nombre o leer una sola palabra, habló a todos de la gloria del cielo!” Cuando ella terminó, el joven evangelista se levantó ¡y predicó acerca del infierno! La carta continuaba “Al día siguiente, en el nombre de Jesús, bautice 472 nuevos creyentes, incluyendo los cuatro oficiales comunistas! ¡Aleluya!”.
¿Quién hizo esto? ¿Quién hizo esto? ¡Jesús! ¿Qué es quien llevó la conversión de todas aquellas personas? ¡El poder del evangelio de Jesucristo!
Jesús dijo: “Así yo los envío a ustedes”. ¡Nosotros somos enviados con poder, somos enviados con la disposición de pagar el precio! ¡Somos enviados con una vida que demuestre el verdadero significado de nacer de nuevo!
Cristianos, yo les lanzo el desafío ¡vamos a este mundo con poder! ¡Vamos a este mundo con una vida que demuestre una evangelización las 24 horas del día! ¡Vamos a este mundo con la disposición de morir por el mundo para poder salvar el mundo!
Oremos: “Padre del cielo nos enfrentamos con un tremendo desafío- un mundo de más de cuatro billones de personas. ¿Cómo es que iremos a este mundo? Padre del cielo, ¿Tenemos nosotros una vida que sea de hecho evangelización las 24 horas del día? Padre del cielo, te pido que envíes tu Espíritu santo para sondear nuestras vidas, para sondear nuestros corazones. ¿Estaremos dispuestos a pagar el precio por amor del evangelio? ¿O estaremos simplemente dispuestos a involucrarnos en algún tipo de evangelización “con arroz”, pero sin querer penetrar en las líneas en que es preciso pagar un precio? Padre del cielo el mundo ansía ver una innegable demostración del poder del evangelio de Jesucristo.¿Será que yo la tengo, será que yo la tengo? Espíritu Santo, oro a ti, en nombre de Jesús, te pido que libertes tu poder y lo derrames sobre cada uno de nosotros. Buscamos el Espíritu santo y el revestimiento de su poder! Que cuando vayamos a este mundo las señales y milagros nos sigan, confirmando la palabra que predicamos, para gloria del Padre, para gloria del Hijo y para gloria del Espíritu Santo. Amén.

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