jueves, 21 de febrero de 2008

De la Pequeña casa en la pradera a Casados con hijos: Crítica de un modelo familiar.

De la Pequeña casa en la pradera a Casados con hijos: Crítica de un modelo familiar.

Este verano estuve en la playa con mi familia, y de manera casi obligada tuve que ver, por primera vez de forma completa, incluido los comerciales, la serie de moda en el momento Casados con hijos. Vi varios capítulos de la serie y observé también, con el entusiasmo que mis hijos los veían, aunque debo decir de entrada, que no me pareció una serie para niños, mis hijos tienen 7 y 11 años, y a pesar de ello, eran los que más reían con las situaciones. Me sorprendieron también algunos contenidos sexuales explícitos. Esos días en la playa me hicieron reflexionar en el tiempo en que yo tenía la edad de mis hijos, y con mi hermana mirábamos en la televisión otra serie sobre la familia: “La pequeña casa en la pradera”. Sufríamos y nos divertíamos con las historias de la familia Engals. Ese día de la semana, en que daban la serie, mi hermana, y muchas veces mis padres, estábamos pegados al televisor, en ese entonces, en blanco y negro, antes de 1978. Para ese entonces las temáticas eran la inocencia de los niños, el egoísmo de la niña rica del pueblo, o las consecuencias de la mentira, o el valor del trabajo y del amor conyugal. Trayendo a la memoria estos recuerdos no pude evitar hacer algunas comparaciones entre ambas series y son las que quiero compartir en este artículo.
Veamos primero las similitudes y luego las diferencias, para después hacer algunas reflexiones que nos sirvan para “rumear” algunas ideas.
Entre las similitudes, en primer lugar tenemos que mencionar que ambas series son norteamericanas o “usamericanas” como diría el lingüista Noam Chomsky, y que reflejan o deberían reflejar al menos una parte de la realidad de esa sociedad, aunque lo hacen en tiempos distintos y en contextos diferentes.
Otra similitud, es el hecho de entretener a un público televidente mundial con historias de familia y que estas tengan un alcance masivo y de manera especial entre los más pequeños. Que a pesar de no tener “acción” ni tiros, ni autos chocados ni escenas espectaculares tengan una gran sintonía y sean muchas las personas que se divierten con estas situaciones
También en ambas series, que dicho sea de paso, Casados con hijos, es la versión chilena de Matrimonio con hijos, un antiguo sit com exhibido en los Estados Unidos desde hace ya un buen tiempo, y cuyo personaje central era Al Bondie, existe un modelo familiar, bien definido, en ambos casos existe una mamá, un papá y los hijos, tres en la Pequeña Casa en la pradera, dos en Casados con hijos.
En ambas series, las esposas no trabajan, es el hombre el proveedor de la familia, diríamos que representan la postura conservadora de la familia, donde los roles están muy bien definidos. El hombre trabaja fuera de la casa, mientras la mujer se preocupa de las labores domésticas y los hijos son , en general buenos hijos, que estudian y aceptan la autoridad paterna.
Quizá podríamos encontrar más similitudes, pero veamos las diferencias. A pesar de que ambas series son americanas, existen muchas diferencias, que en mi opinión no son casuales, sino que corresponden a toda una involución o deterioro del concepto de familia y no hay duda que representan además la mirada acerca de la vida familiar norteamericana
Una diferencia a notar es que en el caso de la Pequeña casa en la pradera el contexto general es el mundo rural, un mundo campesino, con la visión de mundo que este contexto ofrece. En el caso de Casados con hijos el contexto es urbano, las situaciones ocurren en la ciudad y quizá este sea parte del éxito de la serie, es fácil identificarse con las situaciones vividas.
Ambas series presentan un modelo familiar parecido pero con algunas diferencias notables: el marido de la primera serie es un hombre trabajador, estricto, justo, afectuoso, que enseña con el ejemplo, en el segundo caso, el marido trabaja para sostener a la familia, pero lo hace de mala gana, es desordenado, haragán, pasa mucho tiempo viendo televisión y tomando cerveza, un Garfiel, un patán.
Las madres de ambas series no trabajan fuera de la casa, pero la señora Engal es una mujer esforzada, casta, dedicada a sus hijos, que reboza hermosura y ternura, una mujer de campo pero muy educada, la Kena Larraín en cambio, está en la casa, pero ni siquiera hace almuerzo, no hace aseo, ni cuida de sus hijos y habla tonteras todo el día, luce como árbol de pascua y se queja de falta sexo constantemente.
Una madre que está en la casa, pero que es floja, vulgar, sin sentido común, que se gasta todo el dinero familiar, que es consumista, que se hace la tonta cuando le conviene, aunque ama a su marido, a su modo, pero lo ama.
Los hijos también presentan muchas diferencias, los primeros, los campesinos, eran niños buenos, obedientes, con un sentido claro de lo bueno y lo malo, obedientes, puros, educados en una ética del trabajo, donde sus conflictos giran en torno a problemas típicos de un niño de campo. Los hijos de los Larraín son hijos desobedientes, que prácticamente se cuidan solos, muy cargados sexualmente, no muy buenos estudiantes. La Titi es abiertamente tonta y el Nacho no hace mucha diferencia, son tan distintos a la niña pecosa o a la dulce Mery, la que usa anteojos y luego pierde la vista. Los niños Larraín son activos sexualmente, glotones, indisciplinados, desinhibidos, aprovechadores, oportunistas, que se adaptan de la mejor forma que pueden al caos familiar que reina y que les toca vivir.
La familia Engals es una familia pobre, siempre tienen lo justo, son austeros, ahorran, la ropa la hace la madre, las hijas van heredando la ropa de sus hermanas, viven sin lujo alguno y sus entretenciones se relacionan, o con la naturaleza o con el tiempo que pasan juntos en familia.
Los Larraín son una familia de clase media, que si se ordenaran les alcanzaría para vivir bien, aunque siempre están insatisfechos con sus ingresos y envidiando a sus vecinos que tienen más.
Los Engals eran una familia religiosa, al parecer protestante, y Dios era importante para ellos y la vida devocional formaba parte importante de sus actividades. El cura, o pastor (no se sabe bien que era tenía un lugar importante en la comunidad y ejercía gran influencia en la vida familiar de las personas del pueblo.
Los Larraín, al parecer, no son nada religiosos, son más bien una familia urbana y secularizada, no tienen tiempo para Dios, son una familia “acorde con los tiempos modernos” prácticos e inmediatistas.
Los Engals son pobres pero felices, donde el mayor capital está en la vida familiar, en las relaciones que se establecen entre ellos, y de la calidad de estas relaciones. El mundo se podía venir abajo, pero los Engals estaban unidos.
Los Larraín son de clase media y también son felices, se unen solo a veces frente a algunas circunstancias especiales, pero tienen un estilo de vida familiar de “sálvate como puedas”, ellos son disfuncionales, pero felices

¿Para que hacer esta descripción, hasta un poco latera, de los personajes de ambas series? Lo hago porque creo que aquí existe un modelo de familia que es criticado y que existen visiones de mundo, del mundo occidental sobre los cuales podríamos reflexionar.
A saber, ambos tienen un mismo modelo de familia, pero uno no funciona ¿Será que el modelo clásico de familia funciona solo en el mundo rural, pero que no tiene cabida en el mundo de la ciudad? ¿No existe un cambio axiológico importante en estos modelos familiares? ¿Será que para tener una familia “conservadora” hay que vivir en el campo?
Creo que el modelo familiar conservador presenta una involución, de acuerdo a estas series televisivas, una evolución pero en el sentido contrario. Existe un padre, pero este ya no cumple la misma labor que el padre tradicional, que llega a almorzar a la casa, que duerme siesta, que vive cerca del trabajo, que tiene un horario muy marcado y que finalmente es el que sustenta a la familia. La vida urbana, sin duda altera este modelo, pero Tito Larraín representa el otro lado de la moneda, es un padre presente-ausente, que no decide nada y que cuando lo intenta lo arruina todo, una especie de Homero Simpson (otra familia americana para reflexionar), que come, bebe cerveza y ve televisión.
Aquí podríamos hacer nuestra primera reflexión ¿La vida urbana altera el modelo familiar habitual, con el que la mayoría de nosotros creció? ¿Cuáles son las presiones que la vida de la ciudad ejerce sobre la familia y de que manera está reaccionando la familia promedio? ¿Afecta la vida de la ciudad el tiempo devocional familiar? Y ¿Las relaciones al interior de la familia?
¿No existe cierta rigidez, cierta “porfía”en mantener un modelo de familia aunque este no funcione? ¿No sería mejor que la Kena Larraín trabajara?, pues está en la casa, es verdad, pero no hace nada de lo que debiera hacer en la casa
¿No hay una ausencia de directriz moral en la familia, aunque esta siga el modelo tradicional? En la Pequeña casa en la pradera, el padre lleva la responsabilidad de la enseñanza moral, y lo hace con el ejemplo, en casados con hijos no hay, al menos de manera explícita una enseñanza moral, está el padre, pero este no lleva esta responsabilidad.
Creo que en Casados con hijos existe una crítica velada al modelo tradicional de familia, es la familia de siempre, pero que no hace lo de siempre.

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