Santiago de Chile
Domingo 25/ 10 /2015
Mensaje: La barquilla preparada. El
equilibrio entre lo público y lo
privado
Texto: Marcos 3: 7-12
Introducción
El Señor es siempre pertinente, sus
enseñanzas son siempre actuales. Su humanidad y su divinidad perfectamente
armonizadas nos revelan una y otra vez el estilo de vida que él desea que
vivamos, su vida en nosotros. En este pasaje Jesús nos muestra el equilibrio
entre la vida pública y la privada, algo necesario de aprender en el día de hoy
donde los límites en estas áreas son difusos.
I. La vida pública del Señor: vv.7-8
“Mas Jesús se retiró al mar con sus
discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, de Jerusalén, de
Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón,
oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él.”
vv. 10-12
“porque había sanado a muchos; de manera
que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.
Y los espíritus inmundos, al verle, se
postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
Mas él les reprendía mucho para que no
le descubriesen.”
Al examinar estos versículos con
detención se descubre lo agitado del ministerio público del Señor.
Llama la atención al inicio, que la
primera vez que el Señor tiene un conflicto con los Fariseos al sanar al
paralítico, él se retira y se va al mar, a la playa (2:13). Aquí, se repite la
misma conducta del Señor. La sección anterior termina con los fariseos
conspirando en su contra y ahora él nuevamente sale a la playa. La Escritura no
nos da una explicación de este hecho, quizá no lo tiene, pero el Maestro se
sentía mejor a la orilla del mar, en la playa, disfrutando de su propia
creación. El ruido y el movimiento de las olas, tal vez, lo serenaba o le hacía
meditar en el cambio y movimiento de la vida, vida en la que él voluntariamente
quiso entrar e identificarse.
En este ámbito público el tiempo del
Señor estaba totalmente copado, siempre estaba ocupado y su fama se había
extendido por todos lugares. Este es el ministerio del Señor a las multitudes,
algo que tampoco se debe descuidar en el día de hoy.
El verso 7 dice “y le siguió gran
multitud” y luego Marcos da la referencia de los lugares:
Galilea-la zona norte de Israel
Judea, Jerusalén-La zona sur de Israel
Idumea-Límite Sur de Israel
Del otro lado del Jordán, probablemente
Decápolis-Zona Este de Israel
Alrededores de Tiro y Sidón-Zona Oeste
de Israel (fuera de Israel)
La gente venía de todo el país a
conocerlo, excepto de Samaria, ¿Será por eso que él visita posteriormente y de
manera voluntaria la región de Samaria? El Maestro no quiere privar a los
samaritanos de su presencia y con ello de su gracia y misericordia. Dios no
hace excepción de personas.
Este pasaje referido a las multitudes
nos enseña varias cosas acerca de Jesús y su relación con las personas:
1. Jamás rechazó a las multitudes
2. Fue sensible a las necesidades de las
multitudes
3. Fue compasivo con las multitudes
4. Se identificó con las multitudes
5. Amó las multitudes
¿Qué hacía la gente con Jesús?
v. 10 Lo tocaban, caían sobre él. La idea
en el griego original indica que constantemente, sin parar, la gente se
arrojaba sobre él solamente para tocarle y ser sanos. No esperaban que Jesús
los tocara, ellos se arrojaban sobre él, de esta manera corría el riesgo de ser
aplastado, oprimido por las personas. Todas las plagas (azotes en griego), las
enfermedades caían sobre él. Un cumplimiento perfecto de la profecía de Isaías
53
¿Qué hacían los demonios?
Eran expulsados bajo la palabra de
autoridad del Señor. Esta actividad sin dudas era un trabajo arduo en un día de
ministerio del Señor.
Al ser expulsados los demonios reconocían
a Jesús como el Hijo de Dios, pero los hacía callar, ¿Por qué hacía esto? Hay
tres posibles explicaciones
1. La obra sublime y santa de Jesús no
podía ser proclamada por espíritus inmundos
2. Todavía no era tiempo de ser
proclamado Hijo de Dios, faltaba aún su muerte y resurrección.
3. Aceptar la declaración de los
demonios era dar la razón a los fariseos y escribas que consideraban que Jesús
hacía su obra en conjunto con los demonios.
Toda esta actividad frenética a pesar de
la actitud compasiva del Señor, lo ponía en riesgo. Esto una vez más nos revela
toda su humanidad: la vida pública del Maestro le traía:
-cansancio
-agobio
-peligro
Ilustración:
Hace muchos años leí una noticia de una
conferencia para grandes empresarios que ofreció el reverendo Moon. En ella se
narraba como estos grandes hombres de empresa hacían filas solo para darle la
mano y tocar a este hombre. Tal era la influencia que este falso maestro
ejercía sobre las multitudes ¿Cuánta más no sería la belleza y poder del
verdadero Dios entre los hombres?
Aplicación
Nosotros como cristianos también tenemos
una vida pública, un ministerio público.
1. Son las actividades que hacemos a
diario: hablamos, aconsejamos, visitamos, compartimos con personas, oramos por
otras personas, ayudamos de muchas formas, etc
Eso está bien porque forma parte de la
vida cristiana comprometida, pero también esa vida pública y sus actividades…
2. Nos cansan, nos fatigan y este
cansancio puede afectar nuestro ánimo y nuestra salud.
3. Lo público puede llegar a ser tan
importante que descuidamos lo privado: la salud, la familia, la vida
espiritual, nuestras prioridades.
4. Las cosas necesarias y legítimas
también nos crean agobio: el trabajo, la familia, las cuentas, se “nos vienen
encima” y acaban con nuestras fuerzas.
5. Las relaciones, las personas, los
vínculos en algún momento pueden ser causa de cansancio físico y emocional:
-una madre que no duerme bien hace meses
por cuidar o amamantar a su bebé
-un padre que enfrenta dificultades a
diario en el trabajo y que no tiene otra opción
-una relación matrimonial desgastada
-hijos rebeldes
6. La obra del Señor nos puede agotar si
no tomamos los cuidados necesarios. Siempre hay muchas cosas que hacer para
Dios.
II. El mundo privado. V.9
“Y dijo a sus discípulos que le tuviesen
siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.”
Esta palabra, barca, en el griego es un
diminutivo, “barquita” o “barquilla” y este diminutivo es de uso repetitivo en
el libro de Marcos.
Esta barquita representa el mundo
privado del Señor. Él les pidió a los discípulos que esta barquita estuviera
siempre lista, preparada por si alguna vez la multitud lo apretaba o lo
asfixiaba en demasía. Entonces, poder subir a ella y desde el mar predicar a
las personas. En esa barquita solo cabían sus amigos más cercanos, hasta este
capítulo de Marcos solo cinco son mencionados, aunque es probable que otros ya
le siguieran.
La barquita no es la enseñanza central
de este pasaje, solo lo estoy usando como una metáfora para sacar algunas
lecciones de este texto.
Esta barquita representa el resguardo,
la seguridad del Maestro frente a las presiones de la gente y con ello nos
enseña algo. Podemos sacar algunas lecciones, de ello.
Aunque este pasaje no lo menciona, ya se
ha visto en capítulos anteriores algunas de las actividades del Maestro en su
vida privada: largos tiempos de oración (que se verá una vez más en la próxima
sección del capítulo), tiempo con algunos amigos, tiempo para descansar. Al
mirar toda la vida del Maestro uno descubre coherencia, consecuencia absoluta
entre la vida pública y privada ¡Qué distinto de los líderes a nuestro
alrededor!
¿Qué nos enseña el Maestro acerca de la vida
privada?
1. La vida pública, la actividad tiene un
costo, por lo que se hace necesario prevenir esas consecuencias cultivando la intimidad.
2. Aunque los motivos sean legítimos, producen
cansancio y es necesario tener “la barquita” a mano para huir hacia lo privado y
descansar.
3. La vida pública puede producir agobio
y es necesario cultivar la vida privada.
4. No debe haber diferencia entre la vida pública y la vida privada
Ilustración
La periodista del diario El Mundo Diana
G. Marugán, en www.elmundo.es, escribe luego de una entrevista a Imelda Marcos,
esposa del dictador filipino Ferdinand Marcos:
Durante los más de 20 años que duró la
llamada dictadura conyugal (1965-86), se convirtió en el instrumento más
popular y efectivo de las campañas presidenciales de su marido, encandilando
con sus cánticos y discursos maternales a una nación que vivía en la miseria.
Tras la revuelta popular de febrero de 1986, y ante gravísimas acusaciones de
corrupción, el matrimonio tuvo que exiliarse en Hawai. Entonces descubrieron en
su armario más de 1.300 pares de zapatos. "Buscaban cadáveres y solo
encontraron mi precioso calzado. Pero ya no me gustan, porque me hacen rozaduras,
y no quiero tener callos".
Aplicación
¿Cuál es nuestra barquita a la que
acudimos cuando nos sentimos agobiados?
1. Se debe mantener un equilibrio entre
la vida pública y la vida privada. Es en lo privado donde se renueva el
espíritu para vivir lo público.
2. Muchas de las dificultades de los líderes
cristianos radica en el descuido de la vida privada.
3. Burn Out es un tipo de estrés que sufren
todas las personas que trabajan constantemente en contacto con la gente: médicos,
enfermeras, vendedores, profesores. Es un tipo de estrés donde ya no se desea vincularse
con las personas.
4. El énfasis en lo público nos pierde,
nos agota, nos estresa. La actividad no es sinónimo de espiritualidad.
5. El énfasis en lo privado, en cambio,
nos vuelve retraídos, desconfiados, autosuficientes. Nos aleja de las personas.
6. Debemos tener nuestra propia barquita
y alejarnos de vez en cuando de lo público, de las presiones del día a día y dedicar
tiempo a la intimidad con Dios: apagar el televisor, la radio, las redes sociales
y concentrarnos en nuestra intimidad.
7. Esta barquita puede ser un tiempo a
solas, en ayuno tal vez, para recuperar nuestras fuerzas o nuestro norte.
8. Esta barquita puede ser un buen amigo
o amiga que nos escuche y nos aliente
9. Esta barquita puede ser un hobbie, la
lectura, escribir, tocar un instrumento, jardinear, salir a vitrinear, tomarse un
café, etc.
Conclusión
Este pasaje nos muestra dos aspectos en la
vida del Maestro que son un buen ejemplo que nosotros debemos seguir: Mantener el
equilibrio entre nuestra vida pública y nuestra vida privada.
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