Iglesia
Cristiana Metropolitana
Santiago
de Chile
Domingo
28/06/2015
Título: El bautismo de Jesús
Texto Marcos 1: 9-11
Introducción
Las acciones de Jesús y sus enseñanzas
para nosotros
I. Jesús vino: La obediencia. V.9
“En aquellos días”, en lo más alto del
ministerio de Juan el Bautista, Jesús desciende, de la parte norte del país
donde vivía en Nazaret a la parte sur, probablemente a Judea, al río Jordán
donde Juan Bautizaba, para ser bautizado por él.
El que era más poderoso que Juan, de
quien el profeta no era digno, de agacharse y atar el calzado, viene
humildemente y le pide ser bautizado. El bautismo de Juan era un bautismo para
el arrepentimiento de los pecados. Nos preguntamos:
1. ¿Había pecado en Jesús que le era
necesario bautizarse y arrepentirse? No, no había pecado en él, si hubiese
habido es el pecado del hombre que le fue imputado. Isaías 53 dice: v.5 Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
2. Jesús lo hace como un acto de
obediencia para identificarse con los pecadores. Para cumplir así toda la ley.
Así que Jesús viene a Juan y es
bautizado, en el griego “sumergido” en el río Jordán, “el que baja”.
Probablemente no era un río muy limpio, pero era caudaloso y corría de norte a
sur.
APLICACIÓN
1. Este acto de bautismo muestra la
humildad y la obediencia de Jesús a los planes de su Padre y es un ejemplo que
nosotros debemos seguir.
2. Bautismo significa zambullirse y este
es el ejemplo de Jesús, el no duda en zambullirse si eso es lo que desea Dios.
En Mateo 20: 21-23 el mismo Señor dijo a los discípulos:
Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo:
Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y
el otro a tu izquierda.
Entonces Jesús respondiendo, dijo: No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser
bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron:
Podemos.
El les dijo: A la verdad, de mi vaso
beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero
el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos
para quienes está preparado por mi Padre.
El bautismo aquí hace alusión a sus
sufrimientos y dice que los apóstoles pasarían por él.
El sufrimiento forma parte de la vida
humana: la enfermedad, los imprevistos, las tragedias, el dolor y parte de la
vida cristiana es sumergirnos en ellos si así el Señor lo desea.
II. Jesús subía: La unciónv.10 “ y luego cuando…”
Este es uno de los pocos pasajes que
muestran una intervención directa de Dios. La otra referencia está en el monte
de la transfiguración (cap. 9) y es una clara manifestación de la Triunidad: La
voz del Padre, el Espíritu Santo en forma de paloma, y el Hijo, en la aguas
bautizándose y es el segundo evento en la preparación del Señor para dar inicio
a su ministerio.
Los cielos abiertos. Lucas añade que
Jesús ”orando”
Y al Espíritu como paloma.
Paloma: La paloma siempre se ha usado
como un símbolo del Espíritu Santo y representa la pureza, la paz, la quietud,
la fragilidad. Todas estas características le son atribuidas a Jesús por Dios
–Padre.
Alguien ha escrito: ““El hecho de que el
Espíritu Santo es representado como una paloma indica que Él nunca demanda ni
obliga a los suyos; Él obra por medio de suaves directivas o persuasiones.
Cristo instruyó a los creyentes de ser "sencillos como palomas",
Mateo 10.16. El tener al Espíritu Santo morando dentro como paloma es saber que
uno está en paz con Dios, pues hemos sido justificados en Cristo.”
Espíritu. Este es el acto de la unción.
El mismo Señor declara en Lucas 4
“Espíritu del Señor está sobre mí, por
cuanto me ha ungido…”. El Espíritu Santo es el aceite divino que ungió al
Señor. Un autor hablando de esto dice:
“En los tiempos de la Biblia, la unción
con aceite era usada primordialmente para limpiar, suavizar y relajar; y para
hermosura como sub-producto. Muchos de los rituales del Antiguo Testamento
requerían el uso del aceite, y en solemne ceremonia de unción, los reyes,
profetas y sacerdotes fueron puestos aparte para su llamamiento divino.
Por lo tanto este acto, el de la paloma
viniendo sobre el Señor era la unción del Padre sobre Jesús como Rey, profeta y
sacerdote.
Es esta unción la que recubre de una
hermosura sobrenatural al Maestro.
Juan en el capítulo 1, verso 18 escribe:
14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
El ministerio del Maestro comienza con
la unción, con el respaldo del Padre.
APLICACIÓN
1. Jesús además de la obediencia nos
deja otra enseñanza: la completa dependencia del Espíritu Santo para hacer la
obra de Dios. ¿Si Jesús fue respaldado por el Padre, cuánto más necesitamos
nosotros hombres viles y sucios de su gracia para ministrar en su obra?
2. Los creyentes hemos recibido la
unción básica cuando luego del arrepentimiento y perd+on de nuestros pecados
podemos clamar por el Espíritu Abba Padre.
3. Es la obra del Espíritu Santo la que
produce la hermosura en nosotros.
-Nos da el carácter de Cristo
-Nos llena de paz y alegría
III. Jesús oyó: La complacencia v. 11
Cuando Jesús sale del agua oye una voz,
esta voz es celestial, es la de su Padre que enfatiza dos cosas:
1. Tú eres mi hijo amado. Jesús es el
amado de Dios, el Hijo de Dios que voluntariamente viene a la tierra y de forma
humilde toma forma de hombre. Se despoja de su gloria celestial y habita entre
hombres mortales y corrompidos que muy pronto le crucificarán.
El Padre entonces le recuerda “No
importa lo que viene, eres mi hijo muy amado”. No sabemos si el resto de las
persnas oyeron la voz, pero quien sí tenía que oírla de seguro lo hizo.
El Padre está diciendo “no era necesario
pasar por estas aguas, pero “tú eres mi Hijo amado”
2. En ti tengo complacencia:( def.
Satisfacción, placer y contento que resulta de algo.) En griego “pensar bien
de” “aprobar a una persona”
No sabemos mucho de la vida del Señor
antes de los treinta años, pero sabemos que vivió agradando al Padre y ahora
cuando está por comenzar su ministerio público recibe estas palabras:
“eres mu hijo, estoy contento contigo,
me siento satisfecho contigo, apruebo lo que tú haces”
¿Necesitaba el Señor estas palabras?
Quizá sí o tal no, pero nos han quedado como ejemplo para nosotros.
APLICACIÓN
1. Jamás debemos dudar del amor de Dios,
aunque aún estemos en el bautismo del sufrimiento. A través de su palabra Dios
nos sigue diciendo eres mi hijo o hija muy amado o amada
Isaías 43 1 dice:
“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo,
oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse
nombre, mío eres tú.
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré
contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te
quemarás, ni la llama arderá en ti.
3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo
de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba
por ti.
4 Porque a mis ojos fuiste de gran
estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones
por tu vida.
5 No temas, porque yo estoy contigo; del
oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.
6 Diré al norte: Da acá; y al sur: No
detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra,
7 todos los llamados de mi nombre; para
gloria mía los he creado, los formé y los hice.
2. Procura oír siempre estas palabra en
tu vida “En ti tengo complacencia, en ti me alegro”
No vivimos la vida cristiana para
aparentar que somos buenos
Para juntarnos y alegrarnos entre
nosotros
Vivamos para alegrar a Dios, nuestro
Padre eterno.
Conclusión:
Resumen de los tres puntos.
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