lunes, 23 de agosto de 2010



SER HOMBRE HOY
INTRODUCCIÓN
Basado solamente en la observación diaria, en televisión, medios escritos, el cine, la literartura es posible notar una crisis que afecta a los hombres, como género. En el mundo de hoy se ha diluido la imagen de un hombre, ya es difícil saber que es o que significa ser hombre. Hasta hace unos años, existían ciertos elementos diferenciadores que permitían identificar lo que era ser hombre.
Esta imagen masculina ha estado nublada y se ha movido de un lado a otro:
En el cine
-James Dean- Ser rebelde
-Jhon Wayne –Hombre rudo
-Al pacino-Incapaz, según la ley de criar a su propio hijo (Krame v/s Kramer)
-Jhon Travolta: Un asesino encantador (Pulp Fiction)
-Robbin Wiliams. Un desadaptado social con corazón (Patch Adams)
-Russell Crowe. Un gladiador melancólico que mata pero vive pensando en su esposa y en su hijo.
La imagen varonil también se ha visto desvalorizada por :
-movimiento gay
-movimiento feminista
-cambio de roles
-la inserción de la mujer al campo laboral
Ejercicio:
Comparar: La pequeña casa en la pradera v/s Casado con hijos


DESCUBRIENDO AL HOMBRE
8Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí
Génesis 3:8-13
Este pasaje de gran belleza oriental revela las consecuencias espirituales-psicológicas-relacionales de la caída. Cuando el hombre cae en pecado su ser más íntimo se ve revolucionado, revuelto, distorsionado, enajenado. Este acto moral, de desobediencia, aún hoy trae consecuencias, consecuencias que tiñen todo el quehacer humano.
Este acto histórico trajo consecuencias en tres dimensiones fundamentales del ser humano:






En este breve estudio voy a dejar de lado las consecuencias espirituales, que ya nosotros bien sabemos, pero que no hacemos mal en recordar y las consecuencias hacia el otro, que también es un tema interesantísimo de analizar. Centraremos la atención en una sola dimensión, la del sí mismo.
RECONCILIÁNDOSE CONSIGO MISMO: EL HOMBRE SE ESCONDIÓ
1. Esconderse:
a. Encubrir
b. Ocultar
c. Retirar a alguien o algo a lugar o sitio secreto.
d. Incluir y contener en sí algo que no es manifiesto a todos
Para los hombres como género es muy fácil esconder
1. Por este origen espiritual, esconderse de Dios
2. Por una constitución psíquica
3. Por una presión social
Para reconciliarnos con nosotros mismos debemos sacar ese hombre que quedó oculto en algún lugar secreto, escondido.
Espiritualmente la reconciliación se relaciona con la culpa.
Definición:
-Experiencia dolorosa que deriva de la sensación más o menos consciente de haber transgredido las normas éticas personales o sociales.
El remedio para la culpa es la confesión. Tal vez la transgresión que crea la culpa se relaciona con:
1. Uno mismo. Sentirse culpable por algo que uno hizo o no hizo y cargar con ese peso durante años.
-culpa por no haber estudiado más
-por sentir que se tiene un trabajo poco digno, con bajo sueldo
-culpa de no poder darle más a la esposa o a los hijos
2. Otros familiares: Rencillas familiares que nunca sanaron y que todavía producen culpa.
-bronca contra la madre, contra el padre
-ofensas, secretos
-preferencias, rechazos, etc
3. La pareja. Culpa de errores cometidos durante los años de casados.
-infidelidades
-sentir que no se estuvo a la altura en alguna situación
-cargar con la pena de la esposa por alguna razón específica, etc
4. Los hijos. Culpa por cosas que se hicieron o no se hicieron con los hijos.
-por la forma como se criaron o no se criaron
-por las oportunidades o falta de oportunidades que se les brindó
-palabras, actitudes, etc
Ilustración. La prescripción de Alejandro Jodorowsky a una mujer para liberarla de la culpa.
II: RECONCILIARSE CON EL CÓNYUGE
Jhon Gottman, psicólogo norteamericano, profesor de psicología de la universidad de Whashinton, después de haber estudiado la forma de convivencia de más de 130 parejas occidentales llegó a la conclusión que son cuatro las actitudes o dinámicas que las parejas desarrollan y que llevan al divorcio. Diario El Mercurio (2006) Santiago de Chile.
Esto hace la diferencia entre las parejas que se sienten satisfechas y las que se divorcian. A estas dinámicas de pareja el las llamó Los cuatro jinetes del Apocalipsis. Estas dinámicas son:
1. Criticismo
2. Defensividad
3. Desprecio
4. Indiferencia
Para Gottman cuando el matrimonio entra en una dinámica de:
Crítica áspera es la primera señal de que ese matrimonio está en peligro.
La crítica áspera. Significa que uno o ambos cónyuges en lugar de sólo quejarse frente a lo que le molesta o causó el conflicto lo hace atacando directamente al cónyuge, por ejemplo:
Queja: Esposa: “Gastoncito, hoy es sábado, pensé que esta tarde la íbamos a pasar juntos, pero tú vas a jugar fútbol con tus amigos, estoy molesta”
Ataque: “¡¡Gastón!! ¡Hoy es sábado, pensé que esta tarde la íbamos a pasar juntos, pero tú vas a jugar fútbol con tus amigotes de l aiglesia!, ¿Qué más podría esperar?
¡ siempre eres tan egoísta y desconsiderado, piensas sólo en ti!”

La queja deja de ser queja y se torna crítica áspera cuando en la discusión, producto de la ira o de las muchas palabras se ataca directamente al cónyuge. “tú siempre”, “tú jamás”, “Tú nunca” Esto crea un impacto emocional importante y obliga al atacado a defenderse. En el ejemplo, el esposo podría decir algo como:
“Trabajo todos los días, me levanto temprano, no tengo otro tiempo para mí, y tú sin embargo piensas que soy egoísta, tú eres la egoísta, porque tú siempre…”.
Cuando se ha entrado en la dinámica de la crítica áspera basta un incidente menor para sacar a relucir todos los defectos del cónyuge, que en esos momentos siempre serán más que las virtudes, y si ese patrón de pensamiento se hace contínuo, dentro de poco tiempo costará mucho encontrar las cosas buenas del marido o de la esposa, por lo que ambos, cada vez que discutan se atacarán y se defenderán.
Defensividad.
Defensividad. Esta es la segunda actitud que lentamente comienza a minar las relaciones matrimoniales.
Vivir a la defensa es un error. La idea de que “la mejor defensa es el ataque” también se vive entre las parejas. Esto hace imposible cualquier diálogo. Nadie puede conversar con alguien que constantemente se está defendiendo ¡Incluso cuando no lo atacan!.
El posible origen de esta manera equivocada de relacionarse podría ser variado y podríamos buscarlo en las relaciones intrapsíquicas de la persona o en sus relaciones sociales, donde claro está las primeras formas de relacionarse, en su temprana infancia tendrán un efecto duradero hasta la adultez.
-Un hombre o una mujer que de niño tuvo que adaptarse a un ambiente hostil donde la única forma de sobrevivir, ya sea física o emocional era defenderse no conocerá otra forma de relacionarse. Personas que han vivido situaciones de calle, de abandono, de abuso, de explotación emocional se defenderán con mucha intensidad ante lo que consideren una amenaza.
-Personas que crecieron en un ambiente familiar disfuncional, con violencia verbal y/o física y cuyos patrones de comportamiento era el ataque de manera directa y despiadada no conocen otra manera de enfrentar un conflicto que no sea defendiéndose.
-Personas que crecieron en un ambiente familiar muy estricto, con mucho control, con padres excesivamente autoritarios que crecieron en medio del perfeccionismo y la crítica constante se sentirán muy amenazadas en un conflicto.
-Son personas con un “ego frágil” a quienes les cuesta reconocer errores. Con una elevada imagen de si mismos a quienes le s cuesta separar sus acciones de su persona. A
Algunas sugerencias que podrían ayudar son:
-El cónyuge que se siente ofendido o afectado debe bajar la intensidad del conflicto. “La blanda respuesta quita la ira” es un buen consejo bíblico.
-Intentar, aunque no siempre se logre, separar el conflicto de la persona. El cónyuge puede hacer cosas tontas pero él no es tonto.
-Presentar su queja de manera tal que el cónyuge no se sienta atacado, porque caso contrario se repetirá otra vez el mismo libreto aprendido por años.
-Tener mucha paciencia al momento de enfrentar los conflictos y prepararse para los ataques de la defensa.
-Mantener una actitud firme, cariñosa pero firme, con el cónyuge respecto de su actitud defensiva.
-Buscar la ayuda de un consejero, de un amigo de confianza.
Desprecio. El tercer jinete del apocalipsis en el matrimonio
Desprecio o desdén. Esta emoción surge con la ira, y es muy, pero muy destructiva. Cuando a la crítica áspera y la actitud defensiva se le agrega el mirar en menos al cónyuge se está armando una verdadera bomba de tiempo. El desdén es mirar al otro con indiferencia, con menosprecio.
El desdén se hace manifiesto de varias maneras.
En las palabras, burla o insulto: “Idiota”, “estúpido”, “bruja” (propio de los hombres)
En el lenguaje corporal, la sonrisa burlona, el labio torcido, poner los ojos en blanco como diciendo “¡ay Señor! (propio de las mujeres).
Cuando uno de los cónyuges acostumbra a hacer esto, la reacción en el otro es un “asalto emocional” en el que en cuestión de segundos se le acelera el ritmo cardíaco y en que todo el cuerpo se acelera y que siempre deja huellas emocionales.
Si el marido es el que hace uso del desdén en las discusiones habitualmente, se ha descubierto que el resultado en las esposas es una mayor propensión a una serie de problemas de salud, desde los frecuentes resfríos y gripes hasta enfermedades de vejiga, y síntomas gastrointestinales.
Cuando es la esposa la que usa el disgusto, que es el desdén en versión femenina, cuatro o más veces en una discusión de quince minutos es “una señal silenciosa de que la pareja se separará al cabo de cuatro años”, (Gottman).
Cuando en el modo de enfrentar los conflictos se ha instalado, tristemente la crítica, la defensa y el desdén se baja un peldaño más en esta escalera al divorcio o la desdicha matrimonial, porque quiere decir que los cónyuges han hecho un juicio mudo.
Indiferencia o juicio mudo desfavorable respecto de su pareja. Se le mira con indiferencia y desprecio. “En sus pensamientos el cónyuge es el sujeto de una condena constante,” y es el receptor habitual de este pensamiento negativo y hostil y además lo coloca en un estado de alarma cada vez que se produce una discusión. Un juicio mudo desfavorable gatillará pensamientos automáticos como “que va entender este”, “a esta no se le ocurre nada”. Estos pensamientos van desvalorizando cada día al cónyuge, hasta que uno de ellos, o ambos, llegan a sentirse muy superiores al otro y se comienza además a comparar al cónyuge con otras personas, y claro está el juicio desfavorable siempre hará que el otro hombre o la otra mujer, aunque no se mencione, sea superior al cónyuge propio.
En este estado de alerta el cónyuge atacado puede reaccionar de dos maneras:
Atacar, estallar en ira con las consecuencias conocidas por todos, reproches, crítica, gritos. Si alguno de los cónyuges además de una estructura histérica presenta también una, como ha dicho alguien una estructura “histórica”, el asunto se vuelve peor, pues comenzará a recordar una serie de eventos pasados que el cónyuge ni siquiera recuerda.
Huir, esta reacción puede ser aún más peligrosa que la anterior si la huida es hacia el silencio total. El bloqueo en la conversación, no decir nada, no responder, guardar silencio total. El bloqueo envía un mensaje de superioridad, distancia, y aversión.
En un estudio de matrimonios con futuros problemas el 85% de los esposos se bloqueaban en respuesta a los ataques con crítica y desdén de la esposa. “como respuesta habitual, el bloqueo es devastador para la salud de una relación: anula toda posibilidad de resolver los desacuerdos”. (Gottman)
Una vez que la crítica áspera, la defensa, el desdén, el juicio desfavorable y la indiferencia se instala en el matrimonio, ya no hay dudas que esta pareja tiene problemas serios y se encamina al divorcio, más temprano que tarde. La pareja entra en un estado que Goleman llama de desbordamiento.


III. RECONCILIARSE CON LA VIDA: CONTENTAMIENTO
1. Con la propia autoimagen
- imagen corporal
-autoconcepto: Reconocimiento sano y apropiado de quien se es, puntos fuertes/débiles, dones/talentos, aciertos/desaciertos
2. Con el placer
-de un hobbie
-de un buen vino con los amigos más cercanos
-de una buena película
-de buena música
-de un encuentro sexual planificado y sin apuro
-de un buen libro
-de una buena comida
-de unas merecidas vacaciones
-de una buena siesta
-de una buena pichanga, aunque no haga ni un gol
-de una camisa, de un traje, de una corbata
3. Con nuestra vocación o con nuestro trabajo
-contento con lo que hacemos aunque a nadie le importe
-disfrutar del trabajo
-dejar de reclamar contra el jefe o los compañeros
-reírse a pesar del estrés
-servir a los demás por el placer de hacerlo
4. Con la familia
-con la esposa
-con los hijos
-con los nietos
-cocinar para ellos, colaborar con los aspectos domésticos
-reírse
5. Con la vida
-dejar la ansiedad
-dejar los miedos
-dejar los porqués
-dejar atrás lo que pudo ser
-olvidar los si…
CONCLUSIONES
Algunas cosas para recordar
1. Todas las cosas tienen su tiempo
1Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. 12Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; 13y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. 14He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. 15Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
2. Dios debe ser siempre glorificado en todo

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