lunes, 23 de agosto de 2010

Tres regalos de la iglesia al mundo de hoy




Iglesia: Iglesia Bíblica Independiente San Joaquín
Santiago de Chile
Domingo 22 de agosto de 2010
Mensaje: Tres regalos de la iglesia al mundo moderno
Texto: Seleccionados


INTRODUCCIÓN

En esta mañana quiero hablar acerca de tres regalos que la iglesia debe hacer al mundo moderno y de manera especial a la gente de Santiago de Chile, a la gente común, que son amigos, parientes, conocidos, gente que trabaja, que ama, que se duele, que camina por el centro apurada en las mañanas de la semana o que vuelve cansada y presionada en el Transantiago, que ve los noticieros y se acuesta, que madruga, que tiene sueños, que tiene metas, o que ha dejado de soñar y haciendo caso del grupo Los Tres “Se ha dejado caer”.
Hay muchos regalos que la iglesia puede hacer, partiendo por la salvación, un estilo de vida distinto, la alegría, la santidad, la vida en comunidad, el perdón, la restauración y otros muchos.
En esta mañana quiero hablar de tres virtudes necesarias al mundo de hoy, siempre han sido muy necesarias, pero hoy más que nunca. Están mencionadas en el 1Corintios 13 y se mencionan las tres juntas. Son tres regalos en un solo paquete.
Estos regalos son: LA FE-LA ESPERANZA-EL AMOR

Este pasaje está hablando de la preeminencia del amor y que llegará un momento en la historia humana donde se correrá el velo y el misterio se acabará y con ello nos serán reveladas aquellas cosas que hoy no podemos entender, pero, dice el apóstol, en tanto eso ocurre, aquí, en esta dimensión espacio-tiempo que es nuestra vida nos quedan tres virtudes para desarrollar y compartir: LA FE-LA ESPERANZA-EL AMOR.

Sólo la iglesia puede mostrar como se viven porque so origen es divino, sobrenatural, es el resultado de la obra e Dios en la vida de las personas.
Sólo la iglesia posee y puede practicar estas virtudes porque estas no son replicables en un laboratorio, la ciencia no puede producir ni la fe, ni la esperanza, ni el amor, no están inscritas en el genoma humana.
Sólo la iglesia posee estas virtudes porque le han sido regalas desde el cielo, les han sido dadas de gracia y de gracia debe compartirlas.

El pasaje dice así:
8El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.



I. LA FE
En la teología bíblica no hay otra palabra más importante que esta. Es el tema predilecto de los autores del Nuevo Testamento, especialmente de Pablo y Juan, pero encuentra sus antecedentes también en el Antiguo Testamento. Las tres palabras (fe, fiel y creer) se hallan en el Antiguo Testamento aproximadamente setenta y cinco veces, y en el Nuevo Testamento más de seiscientas veces.
En la enseñanza apostólica encontramos 7 connotaciones para el concepto fe, pero en esta mañana quiero destacar sólo uno de ellos: Fe como “más que una decisión momentánea, si no que fe como un clima espiritual, un modo nuevo de vivir” (2 Co 7.7; Ro 11.20).
Tener fe es vivir de una manera distinta al resto de las personas. El clima emocional y la conducta del que cree deben ser distintos a la de la persona que no cree, porque el creyente que ejercita fe lo hace en Dios y por medio de la fe se protege bajo “el paraguas” de Dios, está bajo la influencia de Dios.
¿Por qué deberían los creyentes ofrecer al mundo la FE?

A. Por que hay una advertencia que en los últimos tiempos la fe faltaría:
Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra (Lucas 18:8). Esta falta de fe deja al mundo actual sumido en la oscuridad , lo convierte en un mundo sin ventanas. Ahogado en su propio aire, sin ventilación. Las razones de esto son variadas:
En estos últimos días la fe es escasa porque:
1. Hay un cambio en la manera de ver la vida, la visión de mundo es distinta, es un mundo sin Dios y anti Dios
2. Hay un ataque a la fe desde el mundo de las ideas: El Naturalismo y su reduccionismo como origen de todas las cosas.
3. Hay un ataque desde la “Ética”, el creer se ve como un defecto y no como una virtud. Casi hay que pedir disculpas por ser un creyente.
4. Las condiciones de la vida actual tampoco favorecen a la práctica de la fe. Si miramos alrededor nuestro hoy más que nunca encontramos:
 Guerras
 Desastres
 Muertes
 Injusticias
 Catástrofes
 Miserias de todo tipo
Cada una de estas cosas no ayudan ni favorecen la práctica de la fe y es más son la base para el ateísmo practicante en el mundo actual. Las condiciones actuales no son las mejores, pero pesar de toda ello las palabras de Jesús aún en el evangelio de Marcos siguen vigentes:
TENED FE EN DIOS: MR.11:22
No fe en la fe, ni en el destino, ni en los recursos, ni en humanismo si no en Dios.
Tener fe en Dios significa creer en
1. El carácter de Dios: Se puede confiar en Dios porque de Él sólo fluye lo bueno, lo santo, la belleza, la armonía, el amor. Esta es la base de la fe, no lo son el mero asentimiento de las promesas de Dios, sino en reconocer quien es el que ha hecho tales promesas. Si Dios dejara de ser quien es tan sólo una vez la fe no tendría ningún sentido, porque entonces entramos al mundo de las probabilidades, de que ello pudiera ocurrir otra vez.
2. Creer en la soberanía de Dios: Creer que Él gobierna sobre todo y sobre todos.
Esta es la parte más difícil de aceptar para los no creyentes. Hasta hace unas décadas el ateísmo era resultado de ideas filosóficas, de la dialéctica materialista marxista o del existencialismo. Hoy existe un ateísmo entre gente que quiere creer en Dios pero que el tema de la soberanía es la piedra de tope. Ellos ven el mundo y dicen: ¿Cómo puede haber un Dios que permite los tsunamis? ¿Cómo puede existir Dios y permitir tanta guerra? Miren los miles de niños que mueren en el mundo, las enfermedades, el odio, el desprecio por la vida, por la belleza ¿Hay Dios?
Para los creyentes muchas veces las preguntas son parecidas pero con una variación ¿Por qué Dios no interviene? Yo soy uno de esos, miramos alrededor igual que los inconversos y vemos las mismas cosas pero no nos preguntamos ¿Hay Dios? Sino que nos preguntamos ¿Por qué Señor no intervienes?, oramos, declaramos, ayunamos, adoramos, confiamos, lloramos, rogamos, nos humillamos, pero Dios no interviene.
¿Qué ocurre entonces? El no creyente se aleja de Dios y se vuelve incrédulo, el creyente: Tiene dos alternativas:
-. Enojarse con Dios y sentirse traicionado por Dios, lo que es natural, si alguien no ha pasado por esa sensación no ha nadado en aguas profundas “se ha mojado los pies en el en borde solamente”, pensemos en Elías, en Jonás, en María de Betania y en el mismo Señor.
-. Creer que aunque todo indique lo contrario Dios sigue reinando soberano y absoluto y rendirse con fe sin entendimiento.

2. Soportar la prueba, porque esto comprueba que la tenemos y porque sólo podemos dar lo que tenemos: 1ªPedro 1:7-9
7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Esta es una de los primeros propósitos de las pruebas en la vida de un creyente, las circunstancias adversas tienen por objetivo probar nuestra fe. Cuando Pedro escribió esto la persecución aún no había comenzado para los cristianos en esta región, pero sólo unos pocos años después la persecución por parte de Roma se volvió intensa y muchos de los lectores de estas palabras fueron castigados o asesinados.
La palabra traducida aquí como “prueba” usada por el autor provenía del mundo del mercado. Una moneda probada era lo opuesta a las monedas falsas, una moneda probada era una moneda legítima.
Así que tenemos aquí una enseñanza:
1. La prueba examina si nuestra fe es real
La fe verdadera que es mucho más valiosa que el oro, dice el texto será probada como el oro. ¿Cómo se prueba el oro? Este es un metal precioso, pero a pesar de ello contiene restos de otros metales, aleaciones que le quitan pureza, por lo que el orfebre tomaba el oro y lo colocaba en tiesto resistente y lo ponía al fuego hasta que se derritiera y entonces con una espátula sacaba las impurezas que quedaban sobre la superficie del oro derretido.
Aquí tenemos otra arista de la prueba de la fe: La prueba purifica la fe, le quita lo impuro.
2. La prueba purifica la fe

ILUSTRACIÓN
Visita al teatro de la Universidad de Chile con mi curso. Mis reflexiones acerca de Dios como un gran director de orquesta y el comentario del director acerca de una de las piezas que sonaba desafinada.

APLICACIONES
1. Dios usa las pruebas para examinar nuestra fe porque es fácil engañarse. Podemos ser seducidos por el canto de una hermosa sirena, de canto bello y seductor, pero que no proviene de Dios. La música, el ambiente grato de la iglesia, la camaradería, las relaciones amistosas en el templo, las emociones, los buenos libros y tantas otras cosas nos pueden engañar y distraer y alejarnos de una realidad espiritual. Entonces Dios tiene que probarnos para que nosotros mismos descubramos si nuestra fe es algo real o es prestada, o heredada o idealizada.
¿Cuáles son las características de una fe no verdadera o inmadura?
-la queja. ¿Por qué Señor?
-la desconfianza. “Yo confiaba en ti Señor, por qué…”
-la falta de gozo: Lágrimas, pena, tristeza
-la confusión: No saber que hacer, que decir, que orar, ir a la deriva
-el enojo: En toda su gama de expresión, con uno mismo, con los demás, con Dios
-la dependencia: Si el pastor hubiera hecho tal o cual cosa, si hubiera orado más, sí
el o si ella hubiera…, si el otro…, si el otro…
¿Qué hace Dios frente a estas reacciones?
No nos juzga, no nos presiona, llora con nosotros, guarda silencio y comprende nuestra debilidad y el Espíritu del Señor intercede por nosotros porque nosotros no somos capaces de aprobar y los afanes de la vida y nuestras pérdidas nos agobian.
Su gracia y su amor nos da otra oportunidad para responderle como él lo desea y de cómo él es digno.

¿Cuáles son las características de una fe verdadera?
-el gozo: Podrá ser no más que una actitud serena o de sobriedad frente a la prueba pero hay un gozo, aunque doloroso, un gozo que es sobrenatural porque es fruto del Espíritu del Señor en nuestra vida.
-Confía: La fe verdadera cree aunque no entiende, confía aunque las circunstancias le digan lo contrario, confía porque sabe que Dios tiene el control de todo y que él es el Señor y que además es un Dios bueno que sólo puede operar desde el amor, porque todo él es amor y su pacto en la cruz es eterno.
-Adora: La fe verdadera es capaz de adorar, de levantar sus brazos y cantar aunque toda su humanidad lo esté impulsando en sentido contrario. Adora porque es siervo y no señor, adora porque ha nacido para ello y se regocija en ello, adora porque sabe que la vida eterna es real y que la esperanza es verdadera. Jesús es esa esperanza, él es el tesoro del creyente y nada ni nadie lo puede quitar.
2. No podemos mostrar y dar al mundo de hoy la FE si primero no demostramos que la tenemos.
II. LA ESPERANZA
Para el creyente la esperanza es una PERSONA: La persona de JESÚS Col.1:27, 1Ti.1:1
“a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Col.1:27
“Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, 1Tim.1:1

La esperanza del cristiano frente a lo que le ocurra en la vida está basada ante todo en la propia persona de Jesús. EL ES LA ESPERANZA.
Cuando Jesús nació en Belén todo el pueblo creyente se alegró porque pensaban que la esperanza mesiánica había llegado por fin. Jesús salvaría al pueblo del yugo tiránico de Roma. Ellos tenía la mitad de la verdad, era verdad que Jesús era la esperanza libertadora, pero no a la manera política que ellos esperaban. Las palabras del Señor “Mi reino no es de este mundo” debieron causarles una gran decepción. Su esperanza de libertad, de una vida presente mejor, de la recuperación de su dignidad, de su imagen como pueblo se había roto.
Esto habla de la tendencia del hombre a buscar esperanza en lo que no debe:
1. Esperanza en la razón
2. Esperanza en el progreso
3. Esperanza en la ciencia
4. Esperanza en un modelo económico
5. Esperanza en el hombre.
Sin embargo la historia actual nos revela que la razón falló, que el progreso nunca ha llegado a todos, que la ciencia no tiene las respuestas, aunque muy necesarias para la vida de hoy. El modelo económico sólo favorece a unos pocos, los mismos de siempre y finalmente la esperanza en el hombre, fundamento del humanismo no han satisfecho las expectativas puestas en ello. El hombre no ha sido capaz de erradicar la codicia, el origen de la actual crisis económica mundial, ni las guerras, ni la pobreza, al contrario ha desarrollado una cultura de la muerte: aborto, permisividad al crimen, a la droga, a la eutanasia, etc.
¿Dónde poner la esperanza entonces? En donde siempre ha estado y siempre estará, porque él es el creador de la esperanza:
Jesús, el Señor la esperanza para hoy y para el mañana eterno porque:
1. Su obra en la cruz fue perfecta.
Isaías 53:4-5 dice: “
4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Jesús es la esperanza porque él sufrió el dolor humano, se identificó hasta la muerte y desde allí resucitó venciendo todo lo anterior. Se levantó poderoso y victorioso.
Desde entonces intercede por todos los que creen en él, ayuda, capacita, reconforta. El autor del libro de Hebreos en el Capítulo 4:14-16 dice:
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
ILUSTRACIÓN
Serrat hace 40 años atrás escribió una canción que habla de una mujer que vio partir a su amado y nunca perdió la esperanza de su regreso. Cuando este volvió ella no estaba en condiciones de reconocerlo. La Penélope se había vuelto vieja y loca esperando a su amado.
Los creyentes no somos Penélopes, la esperanza se hará realidad y veremos a nuestra Amado y le reconoceremos y Él nos amará y nos abrazará, le veremos cara a cara
APLICACIÓN
Frente a los problemas y dolores que la vida nos presenta siempre tenemos la opción de la esperanza, porque Jesús el Señor es la Esperanza.
1. En el cordero sufriente de Isaías 53 podemos encontrar las siguientes expresiones:
Enfermedades, dolores, sufrió, azotado, herido de Dios, abatido, molido, llaga, castigo.
Todas estas expresiones refieren a experiencias humanas de sufrimiento por lo tanto:
a. Frente a la muerte, a la enfermedad, a la deuda, al sin sentido, a la tristeza puedo confiar en Jesús porque él me entiende, porque él ya pasó por lo que yo estoy pasando.
b. En el evangelio de Lucas (22:42) Jesús oró en Getsemaní
“…Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
De estas palabras podemos sacar otra aplicación:
Muchas veces la vida se presenta o se nos va a presentar como una copa amarga, cuando así ocurra debemos recordar que hay alguien sosteniendo esa copa (Dios) y que debemos aceptar su voluntad.
Para poder ofrecer la esperanza debemos aprender a vivirla. No podemos dar lo que no tenemos.

III. EL AMOR
De las tres virtudes, dice el apóstol el amor es mayor porque el amor permanecerá para siempre. La fe no será necesaria cuando toda esta vida acabe y estemos con Dios. La esperanza tampoco, porque lo que tanto esperábamos ya se habrá cumplido y aquello que veíamos oscuramente como en un espejo será una realidad, una realidad gloriosa, sin embargo el amor no cesará. Hoy amamos a Jesús sin haberle visto, mañana le amaremos viéndole.
La virtud del amor debe estar dirigida a Dios y al hombre, aunque este es un binomio al parecer inseparable.
El Antiguo Testamento declara que el hombre debe amar a Dios en respuesta al amor de este y declara que:
1. Debe ser un amor total y pleno
2. Rendido solo a Él
3. Expresado en servicio, obediencia y reverencia
En el Nuevo Testamento
1. Jesús resume la Ley en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo pues ambos están estrechamente vinculados
2. El amor a Dios y al prójimo debe ser activo y concreto
3. La noción de prójimo indica a todo el que tiene necesidad e incluye a los enemigos 4.El amor al prójimo tiene prioridad sobre los deberes religiosos y la observancia del sábado.
5. Jesús es el ejemplo perfecto de amor

De todo lo anterior rescatemos tres cosas. El amor a Dios se demuestra en:
1. Obediencia. Si me amáis guardad mis mandamientos. La tendencia natural humana es a la desobediencia no a la obediencia, por lo que el amor a Dios debe ser resultado de una elección constante entre el obedecer y el no obedecer y no una obediencia basad puramente en las consecuencias. El amor es resultado de una moral autónoma. Recordemos las palabras de José ante la tentación “¿Cómo pues haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?(Gn.39:9) y prefirió la cárcel. Ese es amor

2. Reverencia.
Esta palabra significa: Respeto o veneración que se tiene a una persona y también es la inclinación del cuerpo en señal de respeto, veneración o cortesía.
Uno de sus sinónimos es devoción, veneración, acatamiento.
Reverenciamos a Dios cuando nos arrodillamos, cuando levantamos nuestros brazos para adorar, cuando acatamos su voluntad y nos rendimos.

Veamos lo que han expresado algunas personas sobre el amor a Dios:
"Como es posible que alguien que cree en Dios pueda amar algo fuera de Él".
"¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan solo un corazón y este tan pequeño?"
San Felipe Neri
Señor, tú alegras mi mente de alegría espiritual. Cómo es glorioso tu cáliz que supera todos los placeres probados anteriormente." "Tú que eres fervoroso en el espíritu, estás inflamado por el fuego del amor. Haz que tu vida se queme en la oración a Dios. Una persona esta caliente, la otra está fría. Haz que la caliente dé calor a la fría." "Hermanos y hermanas, tened firmemente fe en lo que creéis: que Cristo volverá. ¿Que importa cuando? Preparaos para su venida. Vivid como si viniera hoy y no tendréis miedo de su venida". "Nos has creado para Ti, y nuestro corazón no descansará hasta que descanse en Ti". "Todo esta contenido en estas palabras, "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas: y ama a tu prójimo como a ti mismo". "Yo no viviré un instante en cual no viva en el amor".
Agustín de Hipona

3. Servicio
Respecto del servicio a Dios el mismo Agustín de Hipona escribió:
"No entones las alabanzas divinas solo con la voz, acompaña también la voz con las obras. Si cantas solo con la voz, por fuerza tendrás al fin que callar; canta con la vida para no callar jamás."
Agustín de Hipona
Amor a Dios y servicio van juntos, van de la mano, se entrelazan. Nuestro amor a Dios y el servicio son una sola cosa.
Es este servicio a las personas lo que nos llena y nos alienta. Cuando servimos a otro somos las manos del Señor, la mente del Señor, los ojos del Señor.
Los no creyentes pueden ver el amor de Dios reflejado en nosotros. Dejemos el legalismo, los prejuicios, las controversias y sirvamos a las personas.
El señor es el ejemplo perfecto. Dejó su trono, se hizo pobre siendo rico en el cielo, se vistió de humanidad, se hizo un carpintero y habitó entre nosotros y vimos su gloria, nos mostró a Dios Padre, fue varón lleno de gracia y de bondad.

El amor es la tercera virtud que tenemos que regalar al mundo de hoy, pero debemos aprenderlo y practicarlo, porque no podemos dar lo que no tenemos.

CONCLUSION
Resumen: Hay tres cosas que podemos y debemos regalar al mundo de hoy, y que nadie más puede hacerlo sólo la iglesia:
1. La FE
2, La ESPERANZA
3. El AMOR
Pero recordemos, no podemos dar lo que no tenemos

No hay comentarios:

Publicar un comentario