lunes, 10 de octubre de 2022

Sufrimiento y sus consecuencias

 

Sufrimiento y sus consecuencias

Cuentan que había una caravana en el desierto. Al caer la noche la caravana se detiene. El muchachito encargado de los camellos se acerca al encargado de guiar la caravana, y le dice:-Tenemos un problema, tenemos veinte camellos y diecinueve cuerdas, así que ¿cómo hacemos? Él le dice: -Bueno, los camellos son bastante bobos, en realidad, no son muy lúcidos, así que ve al lado del camello que falta y haz como que lo atas. Él se va a creer que lo estás atando y se va a quedar quieto. Un poco desconfiado el chico va y hace como que lo ata y el camello en efecto se queda ahí, paradito, como si estuviera atado. A la mañana siguiente, cuando se levantan, el cuidador cuenta los camellos, y están los veinte. Los mercaderes cargan todo y la caravana retoma el camino. Todos los camellos avanzan en fila hacia la ciudad, todos menos uno que queda ahí.      -Jefe, hay un camello que no sigue a la caravana. -¿Es el que no ataste ayer porque no tenías soga? -Sí. ¿Cómo lo sabe? -No importa. Anda y haz como que lo desatas, porque si no va a seguir creyendo que está atado, y si él sigue creyéndose atado, no empezará a caminar.

                       El camino de las lágrimas. Jorge Bucay

 

Las consecuencias del sufrimiento son múltiples y se pueden observar de manera personal: las evidencias del sufrimiento en la vida de una persona, el miedo, el cansancio, la tristeza o las consecuencias colectivas en las personas. Pensemos por un momento cómo será la vida de niños y adultos que han enfrentado situaciones de guerra. Las consecuencias psicológicas en niños que por años han estado expuestos a escenas de violencia, muerte y sufrimiento. Adultos destrozados por el sufrimiento, sin poder escapar de su pasado. No obstante algo de ese sufrimiento se puede cambiar dependiendo del modo como la persona enfrente la adversidad y el sufrimiento. No es un atarea fácil, pero hay opciones.

 Consecuencias generales

 El sufrimiento produce cansancio

Sufrir de manera prolongada produce un cansancio a todo nivel. El testimonio de familiares de personas que han muerto luego de una larga agonía suelen decir frases como “está descansando, ya estaba agotado”, “era un guerrero, luchó hasta el final”. Es un cansancio físico que le quita toda la energía al enfermo. Este cansancio físico puede provenir de los distintos procedimientos a que es sometido, algunos muy invasivos y dolorosos.

También hay un cansancio mental producido por la pérdida de la autonomía, cambios dramáticos en la rutina. Muchos se dan cuanta que nunca más saldrán de su cama, o que están perdiendo parte importante de su vida, de aquellas actividades cotidianas que forman parte de la vida en familia.

Este cansancio también lo experimentan los que cuidan. No resulta fácil confesarlo, pero muchas personas que han cuidado por meses a sus seres queridos y sienten un alivio cuando finalmente estos parten después de un alarga agonía y es que además del cansancio físico producido por largos días y noches de cuidado hay que agregar el cansancio mental y espiritual que produce ver como poco a poco quien se ama se va extinguiendo y apenas van quedando huellas de quienes fueron en el vigor de su vida. “Síndrome del cuidador” se denomina a un estado físico, psicológico y social que experimentan los cuidadores, donde son comunes las cefaleas, dolores crónicos, cansancio, insomnio, síntomas digestivos, entre otros y cuadros depresivos, estrés, insomnio en lo psicológico, y en lo social experimentan falta de tiempo, aislamiento, conflictos familiares o laborales entre otros síntomas.

Los eventos de la vida diaria también producen cansancio entre quienes los sufren. Hombres y mujeres experimentan un cansancio en el proceso de divorcio o al postular a un trabajo, al cambiarse de casa o vivir cualquier otra situación que produzca estrés y /o sufrimiento.

El testimonio de muchos es que después de terminada la situación que se vivía, positiva o negativa se experimenta un gran alivio.

Otra evidencia del cansancio producido por el sufrimiento a nivel físico es la canicie, la aceleración de la aparición de canas o el envejecimiento precoz de las personas bajo tensión por tiempo prolongado. Esto tiene una explicación, el cortisol presente en el estrés produce todo un cambio hormonal en el organismo y acelera la aparición de canicie, también del envejecimiento precoz.

 El sufrimiento produce vergüenza

Hay otra consecuencia del sufrimiento y es la vergüenza. Los que sufren desarrollan ciertas conductas que podemos observar y comentar a partir de la cotidianeidad.

Hay personas que enfrentan un diagnóstico grave y no lo comparten con nadie, porque les avergüenza que otras personas se enteren de lo que están padeciendo. Muchas familias, en el pasado más que hoy, escondían a sus hijos que padecían algún trastorno grave, alguna limitación física o discapacidad mental. Eran abandonados en instituciones de las que nunca salían. Entre los niños es todavía común sufrir la vergüenza cuando padecen de alguna característica física distinta, en el caso de los niños se debe además de la vergüenza al temor a las burlas, pero hay persona adultas que todavía experimentan vergüenza frente al sufrimiento, lo ocultan, lo niegan , lo disfrazan. Consideran el sufrimiento como una humillación o una falta a su honra y prefieren sufrir en silencio.

 El sufrimiento produce temor.

CS. Lewis, habla acerca de experimentar el sufrimiento como temor ([1]) algo que quienes hemos pasado por situaciones de sufrimiento hemos experimentado de primera fuente. Las reacciones corporales del miedo acompañan las experiencias de sufrimiento, porque este último afecta al sufriente de manera integral. Este miedo viene de algunos pensamientos que se disparan en la persona que sufre: ¡Si me pasó esto, cualquier cosa me puede pasar! Como veremos más adelante el sufrimiento revela nuestra vulnerabilidad y este descubrimiento nos produce mucho temor. Nos sentimos desprotegidos, frágiles, nuestro organismo funciona más lento, nuestro poder de razonamiento también se ve alterado. Nos tornamos más sensibles al sufrimiento de otras personas, vemos las noticias y estas nos parecen terribles, accidentes, muertes, personas que sufren en hospitales, asaltos, injusticias y todo esto genera más temor y el temor comienza a moldear la vida de la persona, que disminuye sus salidas, relaciones personales, desafíos, proyectos y la puede someter a un estado constante de estrés, ansiedad o depresión.

 El sufrimiento produce tristeza

No hay lugar a dudas, el sufrimiento produce una gran tristeza y todas las consecuencias que ella trae y que son los temas de este libro. Podemos mencionar de manera general: cambios a nivel cerebral, cambio en la percepción de la temperatura, cambio en los hábitos de comida y sueño, solo en el ámbito físico. En lo emocional ya hemos mencionado otras consecuencias en capítulos anteriores.

 El sufrimiento produce fusión

Las experiencias de dolor y sufrimiento en algunas personas producen una fusión entre adversidad y vida. No logran separar los eventos que ocurren en la vida de la vida misma. Para ellos todo es una misma cosa. Se quedan “pegados”, se tornan marchitos, les cuesta sonreír. Les cuesta abandonar el sufrimiento, salir de él, permanecen atrapados.



[1] CS Lewis. Una pena en observación

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