miércoles, 12 de febrero de 2020

Emociones que matan: La ira


Iglesia Cristiana Metropolitana
Domingo 09/02/2020
Santiago de Chile
Serie: Emociones que matan: La ira


Mensaje: Emociones que matan: La ira
Texto: Seleccionados

Introducción

Cuento del niño enojado y su abuela



I: ¿Qué es la ira?
Es la respuesta natural de la persona cuando se siente:
Ø  Atacada o lastimada, física y/o emocionalmente
Ø  ignorada, rechazada o excluida
Ø  engañada, acusadas injustamente o avergonzada
Ø  frustrada ante una pérdida o ante la imposibilidad de lograr lo que desea
Ø  inferior o devaluada.
La ira aumenta o se prolonga cuando pensamos que:
Ø  Algo es injusto
Ø  las cosas y las personas deberían ser diferentes
Ø  las personas tienen que actuar como nosotros queremos o pensamos que es lo correcto
Ø  alguna persona se siente superior a nosotros
Ø  alguien quiere aprovecharse de nosotros.
Ø  si nos enojamos, conseguimos lo que queremos
Ø  si atacamos primero, evitamos ser atacados,

Utilizamos el enojo para:
Ø  Evitar establecer relaciones cercanas, por no saber relacionarnos o por tener miedo de ser lastimado.
Ø  sentirnos fuertes o capaces y enmascarar así, un sentimiento de inseguridad o autoestima baja (como cuando tenemos una autoestima inflada).

Nos enojamos con facilidad cuando:
Ø  No controlamos nuestros impulsos
Ø  No pensamos antes de actuar
Ø  No toleramos la frustración
Ø  No sabemos manejar de otra manera la angustia o el miedo
Ø  No aprendemos a reconocer que el enojo puede ser síntoma de depresión

“La ira es una emoción que nos acompaña a lo largo de nuestra vida. No en vano, la ira siempre está presente en situaciones de conflicto, ya sean con otros o con nosotros mismos y puede oscilar desde una leve irritación hasta el más profundo de los odios.”

II. ¿Cuál es la función de la ira?

La ira predispone a la acción en un intento de protección de aquello que hace daño. Este es el origen de esta emoción.

III. Comprendiendo la ira
En la ira se despiertan tres tipos de respuestas:
1. La primera es la respuesta corporal, en la que el cuerpo se activa para la defensa o el ataque.
-Aumenta la presión sanguínea, lo que con el tiempo puede provocar un deterioro en las arterias
-Se eleva el pulso cardiaco y se genera taquicardia
-Aumenta la producción de sustancias químicas como la adrenalina, lo que altera el equilibrio natural del cuerpo
-Se desequilibra el sistema inmunológico
-Se provocan contracturas, dolores musculares y jaquecas
-Se acelera la respiración, provocando que el corazón bombee con más intensidad
-Aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades como gastritis, colitis y dermatitis
-flujo sanguíneo se dispara para actuar ante una amenaza percibida.
“Cuando este estado de excitación permanece estamos más predispuestos a actuar de forma impulsiva llegando a emitir conductas agresivas”

2. La segunda es una respuesta cognitiva, depende de nuestra manera de interpretar las situaciones. La valoración personal que hacemos de la situación le confiere un significado.
“De esta manera, las emociones están en función de nuestros pensamientos, así que cuando interpretamos una situación como un abuso, una injusticia, una falta de respeto o como un obstáculo para conseguir una meta, sentimos ira.”
"esto es intolerable", "como se atreve a tratarme así" "pero quien se cree que es", "la vida se empeña en ponerme trabas" etc, son el combustible perfecto para incrementar y prolongar los sentimientos de ira aumentando la posibilidad de ser agresivos.”
3. La tercera respuesta de la ira tiene que ver con la gestión conductual en estas situaciones, lo que hacemos.
-gritar
-golpear
-sacudir a la otra persona
-pegar portazos
-decir palabrotas
-guardar silencio
-“Patear la perra” (Transferencia del enojo)
-golpear la pared
-golpearse a sí mismo
-tirarse el pelo
-llorar
-etc
IV. Jesús y la ira
El Maestro al parecer, no se refiere directamente a la ira, pero hay tres citas relacionadas por antonomasia al tema. El se refiere a la mansedumbre
Mansedumbre:
Como mansedumbre se denomina la condición de manso. Se refiere a la docilidad, suavidad o benignidad en el carácter o en el trato. La palabra, como tal, proviene del latín mansuetūdo, mansuetudĭnis.
La mansedumbre es un valor altamente apreciado para quienes se someten a la disciplina religiosa, pues implica una gran humildad y autocontrol, así como una gran obediencia y una rígida observancia a las normas.
La mansedumbre, confundida a veces con debilidad, supone una gran fuerza interior y una enorme convicción para enfrentar situaciones difíciles o adversas sin recurrir a la violencia o caer presa de sentimientos de cólera y rencor
Mateo 5:5:         Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Mateo 11:29:     Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
Mateo 21:5:       Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
V. Consecuencias de la ira descontrolada
A nivel físico (algunas enfermedades producidas por el enojo oirá)
1. Arritmias                                                                                      
2. Daños hepáticos
3. Dolores musculares
4. Problemas estomacales
5. Dermatitis
6. Infartos
7. Colitis
8. Esofagitis

-A nivel familiar o social, nuestras relaciones se alteran o pueden terminarse.
Cuando estamos enojados, podemos lastimar física o emocionalmente, a los demás, dando como resultado resentimiento, deseos de venganza o alejamiento.
-Cuando no podemos manejar adecuadamente la ira, podemos desquitarnos con otras personas.
-A nivel emocional: Cuando sentimos que otras personas nos hacen enojar (o nos ponen tristes, tensos, etc.), les damos todo el control de la situación, aumentando así nuestra sensación de incapacidad y de rabia.
Nuestra respuesta puede provocarnos sentimientos de vergüenza o culpa, prolongando nuestro malestar.
-En el aspecto personal, nos enfocamos tanto en nuestro enojo y en la causa del mismo, que:
Dejamos de disfrutar otras situaciones o relaciones, nos es difícil analizar objetivamente la situación y encontrar soluciones adecuadas, afecta nuestro desempeño en cualquier situación.

Aplicación
1. La ira descontrolada es un pecado
2 Corintios 12:20:             Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes
Gálatas 5:20:      idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías
Efesios 4:26:      Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,          
Efesios 4:31:      Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Colosenses 3:8:                Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
1 Timoteo 2:8:   Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.

Santiago 1:19-20
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

Renunciar al pecado
1. Confesarlo
2. Renunciar a él
3. Arrepentirse

2. Consejos para controlar la ira y cuidar la salud física y mental
a. Tomarse un tiempo para responder                                       
b. Recurrir a técnicas de relajación
c. Cambiar el diálogo interno de negativo a positivo
d. Hacer ejercicio físico si el enojo es largo
e. Usar el humor para aliviar la tensión
f. Aprender a identificar lo que te enoja             
g. Hablar con un amigo comprensivo
h. Aprender a perdonar       
Conclusión
-La ira es una emoción necesaria pero que se debe controlar porque:
-produce daño a la salud
-en las relaciones
-el Maestro Jesús nos enseña a ser mansos

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