lunes, 13 de junio de 2011

Volvamos a la Biblia. Simplemente eso.


VOLVAMOS A LA BIBLIA. SIMPLEMENTE ESO
Juan E. Barrera
He escuchado muchas veces una anécdota que dice que en medio de una conferencia bíblica en España, donde todos hablaban de un sin fin de cosas, probablemente bien intencionadas, pero erradas, un pastor se levantó y alzando su Biblia en la mano gritó “¡¡Volvamos a la Biblia, volvamos a la Biblia!!”. Esto ocurrió hace muchos años, pero hoy más que nunca se hace necesario un llamado tan desesperado como ese. El pueblo del Señor tiene que volver a la Biblia. Existen distintas iglesias evangélicas en Chile y en el mundo, pero todas necesitan volver a la Biblia.
En las iglesias históricas, eso es lo que se enseña, historia. Los mensajes suelen ser muy apropiados doctrinalmente, pero se hacen sin el poder del Espíritu Santo, existe mucha “sana doctrina” pero muy poca palabra del Señor, que creo, al pasar de los años, he aprendido que no son sinónimos. Son iglesias donde uno casi puede adivinar el tema de los mensajes: contra los pentecostales, contra los ecuménicos, contra la música moderna, contra los dones espirituales, contra las grandes iglesias, contra el emocionalismo, contra la psicología, contra la ciencia, contra todo. Están siempre mirando hacia el pasado, un pasado glorioso, lleno de crecimiento de todo tipo, pero que hace mucho tiempo abandonó las iglesias. En algunas iglesias, aún peores, los mensajes son sacados de libros, que incluso uno puede identificar, o lo que es más, los mensajes son bajados de Internet. Todos los temas, que en verdad no son muchos, todas las ilustraciones y todas las referencias del pastor son identificables para muchos, existe también mucha repetición.
La actitud de estos pastores frente a la crisis de su iglesia es: estamos en los tiempos finales, de lo bueno poco, "es que es así cuando se predica la sana doctrina" y otra serie de excusas para no reconocer que el problema es que han abandonado la Biblia. Mantienen un orgullo doctrinario y separatista que les impide ver su terrible situación. Iglesias con 20, 30 o 50 años que nunca han crecido, que nunca han llegado a 100 personas. Para muchos de estos pastores el Dios maravilloso se les perdió entre las maravillas de la palabra de Dios, como solía decir un hombre de Dios, y suelen hacer bastante más énfasis en un texto bíblico que en el Dios que escribió esas palabras. “Porque la Palabra de Dios dice…”es lo que repiten muchos, pero no saben decir, lo que Dios dice. Existe un marcado énfasis racional en el uso de la Escritura, mantienen un espíritu racionalista tan fuerte que sin darse cuenta han despojado lo sobrenatural de su teología y de su predicación. Hay mucha Biblia, pero poco de Dios, falta ese aroma santo cuando alguien habla con ellos, son duros, son autoritarios, sabelotodo. Su predicación llega a ser aburrida, exquisitamente homilética muchas veces, muy ordenada, pero sin poder. Deberíamos recordar a este tipo de predicadores las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios cuando dice que el Reino de Dios no consiste en palabras sino en poder.
Existen otros predicadores, en la misma línea que ni aún este interés por la correcta interpretación bíblica poseen y pierden la oportunidad cada domingo de alimentar a su grey, porque usan el púlpito solo para contar anécdotas, historias y chistes. Chistes, y más chistes, mientras el pueblo del Señor muere de hambre espiritual, ellos no tienen nada más que entregar. ¿Entonces? ¿Hay que abandonar la Biblia, hay que dejar de lado la correcta interpretación de Las Escrituras? Por supuesto que no, lo que hay que hacer es colocar en un justo equilibrio una correcta exégesis bíblica y una vida espiritual piadosa. Dejar de pensar que porque es un mensaje armado muy bien homiléticamente, o por que se ajusta a lo que se considera son las interpretaciones correctas va a causar el efecto deseado ¿Existe en estos pastores una expectativa cada vez que predican? ¿Qué esperan de las personas que escuchan cada domingo? ¿Existe gozo genuino en su predicación? ¿Cuál es el efecto que ellos están esperando en las personas que escuchan? Estas iglesias necesitan volver a la Biblia, al Espíritu de la Biblia y no solo a sus palabras. Muchas personas se van de estas iglesias y no lo hacen porque busquen “experiencias emocionales”, lo hacen porque se dan cuenta que en este tipo de iglesias no encuentran el agua fresca que viene de Dios que es aquello que necesita sus corazones y se van buscando en otro lugar.
Otras iglesias ni siquiera usan Biblia, es probable que el pastor nunca la haya leído completa alguna vez en su vida. Su predicación en realidad no lo es tal, sino que es autoayuda disfrazada de cristianismo. Las palabras predilectas de estos pastores son:”Sueñe para Dios”, “Tenga un sueño”, “Crea en algo y luego trabaje para ello, y Dios le va a ayudar”, “Confiese con sus labios y crea”. Esto no es predicación, esto es autoayuda, humanismo cristiano o no se bien que, pero no es Biblia ni cristianismo. Lamentablemente nuestras iglesias se han llenado de estas predicaciones, están en todas partes, en los diarios, en la radio, en la televisión. No es la palabra del Señor que nos insta a la santidad, al arrepentimiento, a la consagración, al amor, sino que es una seudo predicación que coloca al hombre como centro de todo, una “hombrelogía” en lugar de una “teología”. Es una seudo predicaciòn antropocéntrica, humanista, terrenal. No importa lo que le importa a Dios, solo importa lo que le importa al hombre. Este tipo de arengas, no tiene asidero ninguno en la Biblia. Si usted coloca atención en estas seudo predicaciones descubrirá que mucho de ello es tomado y adaptado de libros como “Descubra sus zonas erróneas”, “¿Quién se ha llevado mi queso?”, etc. La idea de la confesión positiva tampoco es nueva ni bíblica, proviene del hinduismo. Paul John Gui Sho ya hablaba de ello hace años. Lamentablemente se ha puesto de moda otra vez. Alguien aún podría preguntar y que hay de malo en este tipo de predicación? Se me ocurren algunas cosas:
-Dios y su Palabra dejan de ser el centro y en lugar de ello se coloca al hombre y sus deseos.
-Se rebajan los requisitos del discipulado cristiano. El dejar todo por seguir a Cristo se transforma en un “Gane todo por seguir a Cristo”
-Se dejan de lado conceptos fundamentales como la salvación, la santidad, el servicio y se rebaja el evangelio a un concepto utilitarista.
¿Cómo debería entonces ser la predicación? Recordemos las palabras del Señor en Mateo 22 “erráis ignorando las Escrituras y el poder de Dios” Este es el equilibrio perfecto en la predicación. Un mensaje lleno de Biblia, profundamente bíblico, usada con un buen texto y no sólo como pretexto. El pastor de hoy no puede ignorar las Escrituras, existe abundante literatura extra sobre la Biblia, aunque nada reemplazará la lectura de la Biblia misma. El predicador de hoy, más que nunca en la historia debe estar empapado de las Escrituras, usarla como una verdadera espada, como el logos y el rema de Dios al corazón de los que escuchan, sin embargo al mismo tiempo debe predicarse en el poder del Señor. Los fariseos conocían muy bien las Escrituras, sin embargo reciben esta reprensión. Había un conocimiento escritural que ellos no tenían, la revelación del Señor, la iluminación del Espíritu Santo. Conocían la Biblia pero no conocían el poder de Dios. Predicar pensando que por el hecho de oír solamente y de entender con el intelecto basta para hacer la obra de Dios, es equivocarse. El Señor dice que además hay que conocer el poder de Dios. Denuedo es la palabra castellana neo testamentaria que indica una manera especial de exponer las Escrituras, indica energía, ganas, poder, entusiasmo. Esto no significa que la mejor predicación es la que contiene mayor cantidad de gritos o ruidos extraños o amenes o aleluyas, sino aquella que genuinamente es expuesta como viniendo de lo alto. Que tiene empuje, convicción, que llega al corazón, que reprende, que restaura, que no deja indiferente, que llega a las conciencias y las remueve y las lleva al arrepentimiento. Volvamos a la Biblia, simplemente eso.

3 comentarios:

  1. Este es uno de los mejores articulos que he leido en los últimos tiempos, en donde estamos acostumbrados a las medias cosas a no ser tan incisvos, por temor a ser rechazados o por pensar que quizas podriamos estar equivocados, lo mejor es saber que estar en el centro de la voluntad de Dios implica volver a su palabra que no tiene variacion.
    Pastor un saludoa afectuso. Cristian Vallejos (antioquia87@hotmail.com)

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  2. muy bueno amigo, tu tene algunos versiculos de la biblia que es al reves de la psicologia? gracias. se quieres me acepta como amigo en google,

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  3. Jordan, gracias por escribirme, no entendí buen lo que me solicita

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