sábado, 18 de octubre de 2008

Sexo en el matrimonio: Tocando el alma a través del cuerpo.


Sexo en el matrimonio: Tocando el alma a través del cuerpo.
(Partes de mi libro aún no publicado)
Juan E. Barrera

“Me llevó a la casa del banquete, y su bandera
sobre mi fue amor…su izquierda esté debajo
de mi cabeza, y su derecha me abrace”
Cantares 2


E
sta es la quinta tarea de la etapa del amor joven, Edificar una unión sexual. Esta Expresión de Tocar el alma a través del cuerpo, la escuché en unas clases de perfeccionamiento docente en educación sexual escolar del Centro de Orientación para la educación de la sexualidad COES (2006) y la encontré tan apropiada y bella, tan profunda que quise dar este nombre al capítulo.
Parece increíble que uno mencione el tema de la sexualidad como una tarea a resolver, porque al inicio del matrimonio el sexo es casi lo único que los cónyuges tienen en la cabeza. Especialmente si ambos son creyentes y han practicado la abstención como Dios lo ordena. La actividad sexual en el matrimonio, aunque en un comienzo pudiera ser más físico, producto de la novedad y las expectativas, las parejas pronto descubren que el éxito en las relaciones sexuales no depende solo de una buena técnica, sino que depende de un sin fin de factores, y entre los más importantes ha destacar está el manejo de los conflictos, que ya hemos visto en un capítulo anterior. No hay actividad sexual si la pareja no resuelve sus diferencias. “Nosotros nos arreglamos en la cama”. Es una mentira que a muy pocas personas les funciona. Luego de una reconciliación no hay dudas que el sexo “sabe mejor”, pero no es que los conflictos se “arreglen en la cama”. De hecho uno escucha mujeres muy atractivas a quienes se consideraría muy sensuales, y sin embargo se niegan a tener actividad sexual con su pareja porque está enojada o resentida con él. Para complicar más las cosas aún el marido la trata de “frígida” sin aceptar su responsabilidad en la situación, lo que crea aún más resentimiento en la mujer.
Edificar una unión sexual es la próxima tarea. Y es una tarea que si no se resuelve de manera apropiada se arrastrará por mucho tiempo. Es un trabajo de muchos años, que por otra parte, se va enriqueciendo con esos años, si es que la pareja se aviene bien.
He asesorado a parejas con muchos años de casados, activos sexualmente, pero que aún no resuelven por ejemplo, el cuánto o el cómo.
Después de años de abstención llega por fin el día en que ambos, nerviosamente y torpemente, se encuentran desnudos por primera vez, ¡al fin solos! Frente a frente, se besan, se abrazan, se sonríen, se dicen palabras de amor, se acarician, y luego… ¡en un dos por tres! ¡Están haciendo el amor, fuertemente enlazados, abrazados, idos, compenetrados! Él controla perfectamente sus movimientos y la eyaculación. Ella se maneja muy bien, dice lo que quiere, como ser tocada, se mueve muy bien y en poco tiempo alcanza el orgasmo, ¡una y otra vez!… Llegan a “la gloria” en cosa de segundos. ¿Sucede siempre así?
Si la actividad sexual fuera algo puramente biológico no debería haber muchos problemas, porque todo funcionaría de acuerdo a lo establecido por la naturaleza, pero no es así. En la actividad sexual hay un sin fin de factores involucrados: enseñanza en la infancia, información obtenida, expectativas, espiritualidad, sentimientos, mitos, miedos, fantasías, técnica, etc., lo que hace difícil iniciar el maravilloso viaje de la actividad sexual. Es muy probable, así es de esperar, que los esposos antes de casarse, hayan comprado un buen libro sobre el acto amoroso. Existen en español buenos libros cristianos y no cristianos sobre el tema. Yo espero hacer un buen aporte también en este capítulo.
Una pareja que está por casarse. ¿Qué es lo que necesita saber acerca del sexo? Difícil pregunta dado lo extenso del tema y a la abundante, aunque no sé si siempre apropiada información existente. ¿Qué es lo básico que se necesita saber para comenzar una vida sexual sana y llena de gozo? ¿Y para continuar con una vida sexual con iguales características para los que llevan años de casados? Me animo a sugerir lo siguiente:

El origen del sexo

La Biblia es clara al decir que Dios es el autor del sexo. Independiente de toda aberración sexual que se pueda oír. Dios creó esta actividad como parte de la espiritualidad humana. El hombre distorsiona el sexo, pero eso no cambia la verdad primera. Dios, el Señor creó el sexo como parte de su diseño para la felicidad humana. La caída del hombre en pecado no se debió a la práctica de la sexualidad, como se escucha decir tontamente a algún académico desinformado. Se debió al orgullo humano, por lo tanto no es un mal necesario en el matrimonio, sino que forma parte del plan divino para las parejas casadas. Forma parte de la felicidad planificada por Dios para el hombre y su mujer o su mujer y su hombre. Para los no creyentes esta no es una buena respuesta, o quizá muy metafísica. Nos dirán que es otro de los tantos procesos biológicos humanos. Aceptamos la mitad de tal verdad, hay procesos biológicos implicados, por supuesto, pero los creyentes, creemos que hay espiritualidad, que hay trascendencia en la actividad sexual, que además, no es solo la posición cristiana del sexo, sino que también la oriental.



Los propósitos del sexo.

En Las Escrituras encontramos que son dos los propósitos del sexo en el matrimonio: uno el de la reproducción. El sexo está diseñado por Dios para tener hijos. Este propósito lo encontramos en las primeras páginas del libro de Génesis.
El otro gran propósito es la obtención de placer, del disfrute mutuo entre la pareja. El sexo está hecho para obtener placer por medio de una actividad profundamente íntima con el cónyuge, en un ambiente de plena intimidad. Tocar el alma del cónyuge a través de su cuerpo.
Son muchos los pasajes en las Escrituras que demuestran este segundo propósito. Ver por ejemplo el libro de Cantar de los Cantares. Una lectura detenida abrirá nuestros ojos a la gran cantidad de símbolos sexuales en estos pasajes. Para más información ver por ejemplo Roldán, (1991).
Estas aclaraciones parecieran estar demás, sin embargo cada día uno descubre que verdades tan básicas como estas no son vividas por las parejas, aún entre parejas creyentes que todavía viven conflictos en esta área.


Así que la primera información o verdad acerca del sexo que las nuevas y viejas parejas deben aprender es que la sexualidad no tiene nada de sucio o contrario a la santidad. Cualquier prejuicio aprendido que diga lo contrario debe ser roto para comenzar a disfrutar de la sexualidad en plenitud.

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