sábado, 18 de octubre de 2008

La Ira. El Veneno en una relación de pareja


La Ira. El Veneno en una relación de pareja
Juan E. Barrera
El autor norteamericano y experto en el manejo de la ira en hombres, según él mismo lo declara, y conocido entre nosotros por años Tim Lahaye, dice que como resultado de su experiencia clínica la llegado a la conclusión que:”…No hay nada que desintegre más la relación matrimonial, ni hay otra emoción que arruine la vida familiar, y la psique de los hijos, como el enojo”.
Pone la ira como el mayor obstáculo para la comunicación en la pareja por el clima que crea al interior de la relación, y por las reacciones que crea en el cónyuge y especialmente en lo hijos.
El doctor H. Norman Wright coincide plenamente con esta opinión pues dice “La mayoría de los matrimonios desean comunicarse entre sí .La comunicación es de vital importancia cuando uno o los dos cónyuges está enfadado. Sin embargo, la ira es una de las principales causas de la falta de comunicación en el matrimonio”
Las consecuencias de la ira.
1. La gran mayoría de los pacientes con problemas emocionales han sido víctima del enojo de alguien.
2. La gran mayoría de los problemas de pareja se relacionan de alguna manera con la ira.
3. La ira crea serios problemas a la salud. Lahaye citando al médico Henry Brand asegura que:
“Son alrededor de 51 las enfermedades que pueden tener su origen en la ira o en otro problema emocional, entre ellas cita: presión arterial, enfermedades a los riñones, infartos, artritis, problemas al colon, dolores de cabeza, y otros.”
Por su parte Daniel Goleman, dedica todo un capítulo de su libro La inteligencia Emocional, que él llamó Enemigos Íntimos a tratar el problema de la ira en una relación de pareja, pero antes de continuar ¿Qué es la ira?
Como hemos visto en los primeros capítulos, la ira forma parte de las emociones básicas negativas y se puede expresar en furia, ultraje, resentimiento, cólera, exageración, indignación, aflicción, acritud, animosidad, fastidio, irritabilidad, hostilidad y en sus casos extremos, violencia y odio patológicos.
La ira puede afectar a la pareja al menos en dos formas, según Goleman, en el libro antes citado
Como se enojan los hombres
Ataque verbal y físico abierto contra la pareja: Es la expresión más primitiva de la ira y tiene su raíz en “la sensación de hallarse en peligro” , no sólo peligro físico sino también una amenaza a la autoestima, la dignidad, ha ser menospreciado o tratado injustamente. Esta, manera de expresar la ira es de preferencia masculina, y no es que las mujeres no se enojen o expresen ira, sino que como veremos más adelante en este mismo capítulo ellas expresan su ira de manera distinta. Hay quienes abogan por un control total cuando se trata de una discusión matrimonial. Es mi opinión que es mejor sacar ese enojo, tratar de mantener la calma y decir todo aquello que se está pensando y no guardarlo, pues esto último traerá a la larga más consecuencias negativas que positivas. Es mejor escuchar aquello que no quiero oír de mi cónyuge, y porque generalmente la persona que está enojada dice la verdad, a incubar un enojo que quitará toda la alegría y espontaneidad a la relación.
Una radiografía a la ira
He aquí una breve descripción de todo el proceso biológico descrito por Goleman:
El hecho de ser insultado, actúa como gatillo instigador de una oleada límbica, en la que se liberan catecolaminas, las que generan rápidos e intermitentes ataques de energía, en los cuales el cuerpo se prepara para un buen ataque. Cuando el organismo ya está en un estado de nerviosismo, tiene una intensidad especialmente marcada, proyectándolo en alguien o algo.
La ira, como agresión física y verbal es más propia en los hombres y se relaciona con su deseo de ser respetado, mantener el control. También existe en determinados sectores de la
Lamentablemente, las cifras indican que son muchas las mujeres y los niños que son víctimas de esta conducta y en muchos hogares, la ira es una expresión casi normal al interior de la familia, ira que termina en violencia física o verbal.
A continuación presento algunas estadísticas que muestran un alza en este tipo de conducta al interior de la familia.

Como se enojan las mujeres
La segunda manera de cómo la ira se manifiesta en una relación de pareja es de manera velada y esto de manera especial en las mujeres como lo expone Irene Loyácono de la Sociedad Argentina de terapia familiar en un excelente artículo titulado “La pareja y la ira femenina”.d de discriminación
Dice esaautora que la toma de conciencia por parte de las mujeres de los actos de discriminación y opresión, y de lo que ella llama "violencia invisible" que sufren en su vida cotidiana, se está extendiendo a capas cada vez más amplias de la población, y está produciendo un creciente enojo femenino. En Chile hace muy poco que un programa de televisión dedicó todo su espacio a mujeres que habían asesinado a su cónyuge. Lo que de alguna prueba lo que la terapeuta dice. Prácticamente en todos los testimonios había una fuerte carga de ira, sufrimiento y una cuota altísima de dolor acumulado que llevó a estas mujeres a un acto que no es propio de ellas “lo tuve que matar o él me iba a matar a mí” fue el testimonio de una de las mujeres. ¡Que tragedia que eso ocurra entre nosotros y que la iglesia no tenga una voz y una mano que tender a estas mujeres y sus hijos!.
Loyácono cita a una experta en la materia llamada Alejandra Kaplan quien asevera que el medio ambiente de las mujeres se ha tornado un medio “irogénico” y que de acuerdo a la opinión de otras expertas, la ira femenina tradicionalmente ha tenido dos destinos:

Volverse contra sí misma
Esta actitud, la de las mujeres, de tornar su enojo sobre ellas mismas genera estados depresivos, actitudes y un sin fin de enfermedades somáticas: irritabilidad, auto crítica constante, descalificación constante, colon irritable, úlceras, anorgasmia, etc
Expresarse en forma indirecta
Esta manera de expresar la ira genera, por ejemplo actitudes como las siguientes, y es una gran cantidad de mujeres quienes la practican:
1. La negación de la actividad sexual
2.“Fundir" la tarjeta de crédito del marido
Esto da lugar entonces a dos tipos de mujeres: una "mujer rabiosa", enfermiza, quejumbrosa, descontenta, irritable, de mal humor, con una sensación de vacío tremenda o una “mujer deprimida” sin deseos de vivir, desilusionada de la vida de pareja y sin expectativas. Ambos extremos son rechazados por las mujeres y ambos traen serias consecuencias para la salud psicofísica de las mujeres, pero, dice la autora, a las mujeres les es muy difícil encontrar un punto intermedio, eso quiere decir que una mujer sometida a situaciones que le provoquen mucho enojo no puede huir de este péndulo: “rabiosa-deprimida”
¿Qué tienen las mujeres que les cuesta tanto manejar la ira?
Peligro constante: El ya tan conocido concepto de machismo, la inflexibilidad y sobre énfasis en el rol de subordinación de la mujer y la dependencia de esta respecto del varón hace que cualquier expresión de enojo por parte de la mujer sea peligroso, es probable que en muchos hogares cristianos el concepto de sumisión hasta impida que la esposa exprese libremente su opinión en diversos asuntos.
No logramos dimensionar el dolor de una mujer que se resigna a una vida de penurias solo por depender económicamente de un hombre (tengo guardada en mi memoria la mirada de una mujer anciana, hace años ya, que renunció al Señor por no enfrentar esta situación “vivo con él hace años y él me mantiene”-dijo y se fue, aunque yo no toqué jamás en la conversación el tema de la relación de pareja) y lo que aún parece más increíble es que algunos pastores aconsejen todavía en estas condiciones de violencia a la mujer someterse a su esposo. Una profesora en la universidad me dijo una vez en tono irónico que una de sus pacientes era una evangélica a quien la actitud licenciosa de su marido la había enfermado, pero seguía pensando que su marido “era la prueba que el Señor le había mandado”. Mujer si tu marido es violento y eres víctima de maltrato físico o psicológico busca ayuda y confiésalo a alguien de tu confianza ¡ no estás sola! Toma la decisión correcta. No tengo dudas que el Señor puede cambiar a un hombre con ese carácter, pero no te expongas. Si el Señor ha de salvarlo lo hará aunque no estés con él.
Desaprobación: Existe una imagen de mujer dulce, tierna y buena madre y parece que en este modelo de mujer ideal no hay lugar a una mujer que exprese de manera abierta su enojo y socialmente es más castigada que si es un hombre el que lo hace. Piense usted, que no nos parece tan anormal ver a hombres en la calle “agarrándose a puñetes”, pero cuanto nos sorprende ver a un par de mujeres hacerlo.
Daño: Las mujeres, se supone que están orientadas a las relaciones, que tienen un "yo relacional,” dice Loyácono, y es esta orientación hacia los vínculos, lo que hace que toda expresión de enojo sea considerada como dañina. Recuerdo con mucha pena una vez que fui invitado a comer a la casa de un hombre creyente, un delicioso almuerzo que su esposa había preparado con mucha dedicación. De pronto en medio del almuerzo, y delante de sus hijos este hombre comenzó a descalificar a su esposa, quien deseosa de atenderme no expresó su enojo y trató de no escuchar todas las tonterías que él le estaba diciendo y me miró con una cara de pena donde las lágrimas comenzaban a asomarse. Yo también lloré y no pude seguir comiendo…
Prohibición: Existe una internalización, ideal del yo femenino, ligado a lo maternal con los valores de incondicionalidad, (no importa que el hombre sea infiel, pero la mujer debe ser fiel, (no es una invitación a la infidelidad), abnegación y sacrificio, y en este ideal de mujer es inadmisible el sentir enojo.
Como consecuencia la ira tiene, en general, un efecto desconfirmante para las mujeres, la ira es sentida como un sentimiento impropio que tiende a atacar las bases de la autoestima femenina.
Para terminar Loyácono da sugerencias a las mujeres de cómo trabajar la ira. Las reproduzco porque creo que son una buena sugerencia y no viola ningún principio bíblico.
Como trabajar la ira.
1. Aprender a detectar las trampas relacionales que encubren actitudes sexistas .Esto quiere decir descubrir si es que existe de parte del esposo alguna actitud a sabiendas o no, que provoca enojo y que no deja expresarla.
2. Adquirir el derecho a experimentar ira
3. Asumir la responsabilidad de la atención de las propias necesidades y deseos
4. Sentirse con derecho a plantear esas necesidades y deseos.
Los puntos principales de esta sección los extraje de un artículo más extenso y muy interesante presentado en la III Jornada Anual del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. 1996 por Irene Loyácono, Presidente de SATF Sociedad Argentina de Terapia Familiar (1998-2001).

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