lunes, 23 de septiembre de 2019

Ocho patrones de pensamiento para el cristiano de hoy


Iglesia Cristiana Metropolitana
Ñuñoa- Santiago de Chile
Domingo 22/09/2019

Título: Ocho patrones de pensamiento para el cristiano de hoy

Texto: Filipenses 4: 8

Introducción
En una cristiandad que se mueve constantemente entre las emociones y los fenómenos no se le suele dar la importancia necesaria a los pensamientos.
En el versículo de Filipenses 4: 8, el apóstol continúa dando mandatos a los creyentes en la iglesia de Filipos.
Con anterioridad los exhorta a:
1. Tener un mismo sentir
2. Regocijarse en el Señor
3. Ser gentiles
4. Mantener la serenidad y no estar afanados.
Ahora continúa con otro mandato: PENSAD

Muchos de estos patrones de pensamiento eran conocidos por los griegos y formaban parte de la cultura en que los filipenses vivían. El apóstol los desafía a tomar estas virtudes y aplicarlas a la vida cristiana. Los desafía a vivirlas, a hacerlas suyas.
Las palabras griegas traducidas como  “amable” y “buen nombre” solo aparecen en este versículo, pero un lector griego entendería muy bien lo que Pablo estaba escribiendo.

Ocho patrones de pensamiento “todo”
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

Las ocho sugerencias son patrones de pensamiento porque incluyen TODO, es decir que no hay nada que no quede bajo el control de ese patrón. No se refiere a pensar en algo específico sino a practicar en todas las áreas el patrón sugerido

1. Pensar en todo lo verdadero. Patrón de verdad.
El creyente que ha nacido de nuevo debe aplicar este patrón y aplicarlo en su vida en todas las áreas.
Verdad se define como “la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad.”
La verdad es lo contrario a la mentira. Hay más de 50 versículos condenando la mentira.
El creyente debe aplicar la verdad a cada área de su vida:
a. Pensar lo verdadero respecto de sí mismo, no tener un concepto más alto de sí mismo.
b. Pensar lo verdadero con sus semejantes
c. Pensar lo verdadero con su cónyuge y su familia
d. Pensar en todo lo verdadero en su trabajo

APLICACIÓN
Ø  ¿Hay alguien aquí en esta mañana que nunca haya mentido?
Ø  Faltamos a la verdad cuando callamos algo que sabemos y deberíamos decir.
Ø   Faltamos a la verdad cuando hacemos algo y no lo confesamos

 2. Pensar todo lo honesto. Patrón de honestidad
Honestidad se define como “Como honestidad se designa la cualidad de honesto. Como tal, hace referencia a un conjunto de atributos personales, como la decencia, el pudor, la dignidad, la sinceridad, la justicia, la rectitud y la honradez en la forma de ser y de actuar.”
“La honestidad es un valor moral fundamental para entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo”
Atributos personales:
-decencia
-pudor
-dignidad
-sinceridad
-justicia
-rectitud
-honradez

Este patrón de pensamiento permite al creyente ser confiable, respetar y ser respetado y abraca todo su quehacer. No se puede ser cristiano y no ser honesto.
                      
Aplicación
Ø  ¿Somos honestos todo el tiempo o procuramos esta manera de pensar en nuestra vida?
Ø  ¿Manejo mis relaciones personales con honestidad?
Ø  ¿Manejo mi dinero con honestidad?
Ø  ¿Manejo mi negocio o mi trabajo con honestidad?

3. Pensar en todo lo justo. El patrón de justicia
Justo. “un adjetivo que se emplea para nombrar a aquello que resulta conforme a la justicia. Lo justo, por lo tanto, es ecuánime, equitativo, imparcial o razonable.
Esta debiera ser la norma del cristiano frente a cualquier situación en la vida. Actuar con justicia, de manera razonable. Intentar hasta donde sea posible tomar decisiones según un alto sentido de justicia. No hacer juicios ligeros, no actuar por prejuicios, sino con ecuanimidad.

“Se denomina como ecuanimidad al estado mental de una persona capaz de reflejar equilibrio y estabilidad emocional aun estando en medio de una situación extrema que pueda generar el desequilibrio psicológico.
La palabra ecuanimidad deriva del latín aequanimĭtas, -ātis, que significa ʽimparcialidadʼ.
En este sentido, la ecuanimidad se refiere a mantener una actitud equilibrada y constante a lo largo del tiempo, más allá de las circunstancias que nos rodean, bien sean positivas o negativas.
Por esta razón, se considera que la ecuanimidad es una virtud que pocos individuos poseen y ponen en práctica.
Las personas que se caracterizan por su ecuanimidad ante sus actividades diarias y vida personal, se consideran como individuos estables y constantes emocionalmente, así como, capaces de tomar decisiones correctas y asertivas ante diversas situaciones.
Esto es posible porque la ecuanimidad permite que las personas vean aquello que es realmente importante ante cualquier situación, sin dejarse llevar por las emociones que se encuentran alrededor.
Es decir, la ecuanimidad permite que la mente esté en calma y sea capaz de estar atenta a lo que realmente sucede en un lugar y momento determinado.
Por ello, poner en práctica una actitud ecuánime permite que las personas sean capaces de aceptar aquello que está ocurriendo porque les permite determinar qué es lo que realmente está sucediendo, más allá de lo bueno o malo que esto conlleve.
Esto es posible porque, simplemente, hay situaciones que son irreversibles y se deben aceptar tal como son. Es imposible tener todo bajo control.

La importancia de poner en práctica la ecuanimidad está en que permite que las personas puedan desapegarse del dolor y del sufrimiento, así como, de la felicidad extrema y del apego.
La ecuanimidad permite la liberación de ambos extremos y posibilita que el individuo lleve una vida calmada, equilibrada, constante a fin de poder comprender de mejor manera aquello que se está experimentando.
Por esta razón, también se asocia la ecuanimidad con la imparcialidad de juicio. Es decir, tener la capacidad de emitir un juicio equilibrado y justo desde la veracidad de los hechos y de las pruebas comprobatorias de lo ocurrido. La ecuanimidad es una virtud que se puede desarrollar en el área de la justicia.”
Aplicación
Ø  ¿Somos justos en nuestro andar diario?
Ø   ¿Tenemos tendencia a la imparcialidad?
Ø   ¿Tratamos a todas las personas de la misma forma?
Ø  ¿Tratamos a todos los hijos por igual?
Ø  ¿Tendemos a defender lo que es nuestro?

4. Pensar en todo lo puro. El patrón de pureza
Pureza: “-Calidad de lo que no tiene mezcla de otra cosa
-Estado de la persona que no ha consumado la unión sexual. integridad, virginidad “
Griego: castidad, santo
La práctica de la pureza es el cuarto patrón de pensamiento.
El NT dedica muchísimos versículos al tema de la pureza sexual.
Jesús dedica palabras a la pureza:
Marcos 7:21:      Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios
Pablo
Colosenses 3:5:                Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
Pedro
1 Pedro 1: 14-16 “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

Ilustración
En 2011 un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio realizó un estudio, publicado en el Journal of Sex Research, que llegó a la conclusión de que los hombres piensan en cuestiones relacionadas con el sexo unas 19 veces al día, mientras que las mujeres lo hacen unas 10 veces.

Aplicación
Ø  ¿Es la pureza nuestro estilo de vida?
Ø  ¿Tomamos como algo natural prácticas como la pornografía, el doble sentido, las fantasías sexuales?

5. Pensar en todo lo amable. El patrón de la amabilidad
Prosphiles es una combinación de la preposición pros (a o hacia) y la palabra phileo (amigo, querido). Se refiere a algo agradable o querido.
  
Amable:
-Que es complaciente y afectuoso
-Que merece o inspira amor.
-Digno de ser amado.
-Afable, complaciente, afectuoso.
-Que tiene un trato agradable, afectuoso y gentil
-Que caracteriza a las personas educadas

Este patrón de pensamiento hace alusión directa que el cristiano tiene en sus relaciones personales:
-en su hogar, con su cónyuge, su hijos, la familia política
-en su trabajo. Con sus compañeros, con sus jefes, con sus subordinados
-en su barrio, con los vecinos, los extraños, con los inmigrantes

Aplicación
Ø  ¿Somos conocidos como personas amables en el trato?
Ø  ¿Somos dignos de ser amado?
Ø  ¿Somos afectuosos, cariñosos?
Ø  ¿Nuestras palabras son cálidas?

6. Pensar en todo lo que es de buen nombre: El patrón de la reputación
Griego: Euphemos. Es una combinación de eu (bueno) y pheme (fama, reputación). Por lo tanto, habla de algo que gente considera favorable y de lo que se habla bien – algo que tiene buena reputación.
El llamado del apóstol es a pensar en aquello que no cause dudas en las personas acerca del origen o reputación.
Reputación:
-Opinión, idea o concepto que la gente tiene sobre una persona o una cosa.
-Opinión positiva que mucha gente tiene sobre una persona o una cosa por sus buenas cualidades.
El mismo apóstol aconseja en
1 Corintios 10:23:
“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.”

Aplicación
Ø  ¿Tenemos alguna práctica en nuestra vida que podría no tener buen nombre?
Ø  Todo trabajo es honrado pero algunos no tienen buena reputación.

7. Pensar en todo lo que tenga virtud: El patrón de la virtud
ARETE: Término griego con el que se designaba la excelencia de alguien o de algo y que, especialmente desde los sofista y Platón, y luego también por Aristóteles, fue utilizado con el significado de virtud.
Virtud: “Como virtud se denomina la cualidad humana de quien se caracteriza por obrar bien y correctamente. Como tal, es una cualidad moral considerada buena.”
El patrón de la virtud desafía al cristiano a vivir con la mayor de la excelencia moral en medio de un mundo no cristiano.
El creyente debe buscar siempre lo mejor , todo lo que sea una virtud.

Aplicación
Ø  Hay malos hábitos normalizados en nuestro entorno, que no son virtudes y a las que el creyente debe rechazar: la pereza, el engañar a otros, el burlarse, el discriminar.
Ø  ¿Buscamos siempre la excelencia moral?
Ø  ¿Enseñamos virtudes a nuestros hijos?

Ilustración
Una psicóloga sugiere estas 10 virtudes básicas, noten la similitud con el pasaje que estamos estudiando:
1. Paciencia
2. Gratitud
3. Amabilidad
4. Esfuerzo
5. Bondad
6. Perdón
7. Esperanza
8. Resiliencia
9. Serenidad
10. Sentido del humor
8. Pensar en todo lo que es digno de alabanza: El patrón de la alabanza
Alabanza:
-Reconocimiento de los méritos o cualidades de una persona o de una cosa mediante expresiones o discursos favorables.
-Expresión o discurso con que se alaba.
Este patrón insta a que la conducta del cristiano se oriente solo a aquellos aspectos que merecen la alabanza de otros, el reconocimiento de otros.
Al mismo tiempo conllevan la idea de renuncia a todo aquello que no cumpla con este requisito.
                                        
Aplicación
Ø  ¿Tendemos a moldear nuestra conducta habitualmente dentro de lo que es alabable?
Ø  ¿Renunciamos a lo que no es digno de alabanza?
-opiniones, hábitos, conductas

Conclusión
Luego de repasar estos ocho patrones de pensamiento, el apóstol desafía a los filipenses con estas palabras:
“en esto pensad”
Griego: Logizomai: Pensar, pero en el sentido de:
-analizar
-racionalizar
-tomar decisiones acerca de qué es útil.

-Un cristiano que encarna los mejores valores de su cultura la impacta
-Un cristiano que encarna los valores de Cristo impacta a su cultura y cambia generaciones.

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