miércoles, 11 de julio de 2012

SOÑANDO LA FAMILIA
Ps. Juan E. Barrera

"El matrimonio debe combatir sin tregua el monstruo que todo lo devora: la costumbre"
Honoré de Balzac

Muchos terapeutas concuerdan que en su práctica clínica es común escuchar parejas o familias preguntándose ¿Y ahora qué? ¿Hacia dónde vamos? .Muchas parejas colocan toda su energía en los preparativos para la boda o en el primer año de casado, pero luego del primer o segundo conflicto comienzan a hacerse preguntas que nunca antes ni siquiera se les ocurrieron ¿y ahora qué? ¿Para qué nos casamos? Bueno, para tener hijos y formar una familia, responden muchos y tienen hijos, pero en algún momento de reflexión la misma pregunta vuelve otra vez ¿para qué?
Esta pregunta es fácil de responder todavía cuando sus hijos son pequeños porque están llenos de planes para ellos, si la relación es buena, son miles las cosas que los satisfacen mutuamente, pero a medida que los hijos crecen y la relación de pareja va pasando por distintas etapas, esta pregunta comienza a aflorar nuevamente ¿para qué?
Una pareja cristiana debería responder sin dudar mucho que el primer y gran propósito de su matrimonio es glorificar a Dios, amar a Dios y servir a Dios. Con todo, estos deseos deben tener una expresión práctica para que dejen de ser deseos y se conviertan en una manera de vivir. Una familia que practique estos principios sin duda que construirá su felicidad y una manera de hacerlo es la creación de un proyecto familiar.
Enrique Rojas (1987) psiquiatra español, conocido en nuestro medio por algunos de sus libros menciona que la felicidad está asociada fundamentalmente al cumplimiento de un proyecto de vida. "La felicidad consiste en hacer algo que merezca la pena con la propia vida, algo grande y positivo, de acuerdo con las posibilidades de cada uno. En una palabra: una vida lograda. Sacarle el máximo partido, estrujando sus principales argumentos”
Qué es un proyecto de vida
Para Simó y Espaillat,(2011) terapeutas españolas del Centro de Vida y Familia
Un proyecto de pareja es “El compromiso que asumen las dos personas al decidir formar una vida juntos. En él se plantean proyectos de vida que incluyen la integración de los hijos, la economía, la educación, los propósitos comunes e individuales y las familias políticas entre otras”
Para estas psicólogas un proyecto de familia ayuda a mejorar la calidad de la relación “Cuando ambos están danzando ante un mismo ritmo, la relación es armoniosa, es productiva, la pareja se siente nutrida y ambos pueden aportar. Es importante desde el inicio de la relación, hablar de lo que esperamos de la vida en comunión” y la mejora en la calidad de la relación viene porque cada cónyuge sabe a qué atenerse, cual es el plan que van a seguir, cuales son los aportes que cada uno puede hacer a la relación y cuáles son los beneficios que quieren recibir de ella.
Para Rojas, a quien ya he citado un proyecto de vida debe tener al menos las siguientes consideraciones.
Debe ser coherente y realista. Eso implica un proyecto libre de contradicciones y asentado en la realidad, aspecto que a veces por el enamoramiento no se ve.
Conjugue adecuadamente trabajo y amor. Una persona que no ama lo que hace, termina siendo una persona infeliz, y de esa forma pone sombras sobre otros aspectos de su vida.
Desarrollar la capacidad para superar la adversidad, la derrota y la frustración. Vivir es estar expuesto a situaciones difíciles que de un modo u otro exigirán de nosotros nuestro mayor y mejor esfuerzo.
Entender que la vida exige constantes cambios. Un proyecto de vida no es algo rígido, sino que está abierto a replanteos, especialmente si surgen situaciones inesperadas.
Comprender que la amistad es un componente básico de la vida. Los amigos no son pasajeros obligados sino compañeros de ruta. Ante ellos nos vemos expuestos y vulnerables, sin embargo, esa es precisamente el secreto de la fortaleza de la amistad.
Aceptar que la convivencia es un arte. La compañía de otra persona implica en ocasiones ceder, siempre respetar, pedir perdón cuando sea necesario, aceptar ser perdonado, aprender a evitar roces innecesarios y alejarse de la fricción que termina desalentando.

Los proyectos comunes
Al inicio de la relación de pareja, las metas materiales son un ejemplo de proyecto la compra de una casa, de un automóvil, o de algún otro elemento necesario para la pareja que se forma. Este tipo de meta crea estabilidad emocional porque son los esfuerzos en conjunto los que lo logran. Es la fuerza del amor y la unidad lo que lo consigue y alcanzarlo crea una satisfacción emocional importante. Capponi (2011) dice “Es atractiva una pareja que vive sus proyectos comunes y los siente propios, así mismo, se hace atractivo que el cónyuge participe y comparta los proyectos del otro.”
Existe otro tipo de proyectos y son los de servicio. Tal vez no sea una manera apropiada de vivir centrarse solamente en metas propias de la pareja, aunque esto tenga ventajas, o en gastar todo el tiempo y energía en sí mismos, pues esto puede llevar fácilmente al egoísmo y a una vida egocéntrica. Las parejas, no importa los años de casados debieran involucrarse en proyectos de servicio al prójimo, a la sociedad. Este es un buen modelo de vida para los hijos. Proyectos vinculados a una iglesia, al barrio, a la escuela de los hijos, etc. Una familia que sirve a su prójimo siempre será un buen ejemplo. A través de ello los hijos aprenden valores tales como misericordia, gratitud, servicio y actitudes como la empatía y el perdón.
Los proyectos comunes de la pareja o familia se deben enmarcar en uno y gran proyecto que será el camino por donde la familia deberá transitar y cuanto antes se defina este gran proyecto en común más fácil será vivirlo. ¿Por qué pensar en un proyecto familiar y no dejar que la vida fluya simplemente? ¿Por qué complicarse la existencia y no disfrutar del momento? ¿El estar juntos no es ya es un proyecto en sí? luchar, vencer los obstáculos, pelear juntos ?Algunas de las razones para crear un proyecto en común son las siguientes.
Primero porque hay que conciliar las expectativas que cada cónyuge trae. Una vez que la emoción de los primeros encuentros ha terminado, algunas parejas descubren que tienen expectativas muy diferentes entre sí y que incluso chocan entre ellas. Son expectativas profesionales, familiares, sociales y cada cónyuge comienza a priorizar estos planes y muchas veces la relación pasa a un segundo plano.
Un proyecto familiar se relaciona con que es lo que cada uno espera del otro y también de los hijos. Por ejemplo, para el padre tal vez lo más importante y valorado por él para sus hijos es que estos sean felices, sin importar mucho lo que hagan, pero para ella lo más valorado es una educación formal y peleará hasta morir por ello ¿No será esto una fuente de conflicto en la familia?
Otra de las razones de por qué muchas parejas se separan es que ya no tienen un meta en común, dejaron de planear en conjunto, cada uno pone su esfuerzo en lo que considera importante sin tomar en cuenta al otro. Son parejas que caminan juntas pero en direcciones separadas.
Esto se puede evitar si desde un principio se planea, hasta donde esto sea posible, que es lo que se quiere hacer en la vida. La vida nos puede tomar y llevar por donde ella quiera o podemos, dentro de lo posible moldear el tipo de vida que queremos. Los que somos creyentes sabemos que al final de todo es Dios quien tiene la última palabra, pero eso no nos impide organizar algo de nuestra vida.
Covey (1998) habla de la necesidad de crear una misión familiar, en forma de un enunciado. Esta es otra tarea del amor joven y del amor maduro. Este concepto de misión ha sido tomado del mundo empresarial y se puede comprender como la razón de ser de la empresa.
Hoy día prácticamente todas las empresas usan los conceptos de misión y visión. No hace mucho fui a un banco y en la oficina de la ejecutiva, colgado en la pared, había un cuadro con la misión del banco. Le hice el comentario a la ejecutiva sobre esto. Ella sonrió y levantó la carpeta sobre la que estaba escribiendo y me mostró ¡allí también tenía una copia de la misión del banco! -me la estoy aprendiendo de memoria-me dijo. ¿Por qué todas las empresas usan una misión? De manera sencilla se puede responder, que en estas líneas está reflejada toda la estrategia de la empresa. En este enunciado está el propósito, la razón de ser de la empresa.
Si yo fuera el que estuviera leyendo este libro, de inmediato me preguntaría el por qué integrar un concepto del mundo empresarial en una relación de pareja y esa es una buena pregunta, que de seguro tú lector, también te la estás haciendo. Déjame darte unas razones además de las ya mencionadas:
Muchas parejas, una vez que todo el ajetreo de la boda y de los primeros meses, o años han pasado y las cosas comienzan a tomar un ritmo normal se preguntan ¿Y ahora qué? ¿Eso era todo? Esta es una pregunta que muy pronto abre la puerta a la rutina. Si la pareja además no se lleva bien esta es una pregunta que siempre les rondará. Tener un propósito en mente como pareja y como familia, evita la rutina, da un sentido a la familia.
La otra razón es que una familia cristiana, si es que ustedes lo son, debe involucrarse en el servicio a Dios. Es mi opinión, (fundada por cierto), que el despertar del cristianismo se encuentra entre las familias, en los barrios, en los hogares, en lo cotidiano. Por tal razón debemos comenzar la familia con una imagen clara de lo que deseamos. Los antiguos tienen un dicho que dice “en el camino se arregla la carga”, no es verdad, si esta carga no está bien amarrada desde un comienzo, lo más probable es que esta se caiga durante el camino. Esto ocurre con muchas parejas. Comienzan muy bien. ¡Una gran fiesta! ¡Mucho glamour! ¡Muchas luces! pero pronto pierden el rumbo. Muchas parejas se divorcian en esta primera etapa, no alcanzar a vivir juntos dos o tres años.
Por estas razones incluyo el enunciado familiar como una tarea de la etapa del amor joven, porque una familia que tenga claro desde su inicio cual es su misión tendrá un verdadero impacto en su medio y al mismo tiempo esta misión servirá de guía cuando tenga que enfrentar momentos complicados, pruebas o problemas. Si una pareja ya madura o una familia ya conformada siente que está avanzando a tumbos o que ha perdido la dirección, parar y diseñar un proyecto común le servirá como brújula para retomar el camino.
Mi última razón es ¿No es la familia una sagrada empresa? Personalmente no me parece malo ni una tontería interpolar este concepto de la administración y aplicarlo a la familia. Escuchamos muy seguido comentarios como “(con amargura) ¡los hijos que tengo!” o ¡“mira pobre madre está totalmente sola”! ¿Cómo es que las cosas llegan a ese punto? Si hiciéramos una encuesta entre familias, ¿Cuántas responderían que están satisfechas después de varios años de convivencia?
¿Dónde están ahora?
¿Dónde quieren estar en cinco años más?
¿Cuáles son los recursos con que cuentan; económicos, emocionales, espirituales?
¿Dónde quieren estar en veinte o treinta años más?
Para cosechar hay que sembrar. Para cosechar cosas buenas tenemos que sembrar cosas buenas. No podemos dejar el futuro de nuestra familia al azar. Hemos de planificar, y el concepto de misión familiar nos ayuda a esto. Jesús nos insta en el libro de Lucas:
…¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él.
Si ustedes son una pareja o familia creyente los siguientes puntos podrían ser importantes a tener en cuenta a la hora de pensar en un proyecto familiar.
1. Que Dios siempre reciba toda la gloria a través de las actividades familiares, incluyendo las adversidades.
2. Buscar siempre el Reino de Dios en primer lugar para cualquier actividad o meta familiar.
3. Reconocer que todo lo que se tiene, incluido el cónyuge y los hijos ha sido dado de gracia, que todo le pertenece a Dios.
4. Mirar el mundo alrededor como el mundo de Dios, vivir de acuerdo a una cosmovisión cristiana, que como tal abarque todo el quehacer familiar

Una misión no puede prescindir de determinados elementos, estos son:
Acción a realizar. ¿En qué nos habremos de convertir en unos años?
Sujeto que la realiza. Somos responsables como pareja de lo que edifiquemos.
Marco temporal para realizarla ¿Cuántos años tenemos para realizar nuestros sueños y metas?
Condiciones ¿Estamos bien así, o debemos cambiar algo?
Covey define enunciado familiar como: “una expresión combinada y unificada de todos los miembros de la familia sobre el propósito de existir de la familia, y los principios que elige para gobernar su vida”.
Entre las ventajas mencionadas por Covey de tener una misión familiar se encuentran:
Crea una visión clara y obligatoria del propósito que la familia tiene de existir (lo que él llama “comenzar con el fin en la mente”
Define el destino, lo que afecta todas las decisiones del camino.
Interpretando estos dos principios quiero decir, que un matrimonio, una familia, puede iniciarse y ¡ya! Ahora a dejar que el tiempo pase. Que vengan las situaciones, problemas, dificultades, alegrías, ¡es la vida! .Otro matrimonio puede formarse con el fin en la mente, es decir dar una dirección a la familia. No dejar que las cosas solo pasen sino que direccionarlas. De esta forma no son las circunstancias las que moldearán a la familia, sino que es al revés. Nunca podemos decidir todo lo que queremos ser o hacer, sino pedir ayuda a Dios para que él nos vaya guiando en el camino, pero siempre con el fin en mente.
Creemos a continuación un enunciado familiar, tomando en cuenta todo lo que hemos dicho.
Creando un enunciado de misión familiar.
Paso 1.
Explore cual es el propósito de su familia.
En el caso de la primera etapa, cuando solo están los cónyuges se podría trabajar de la siguiente forma:
-buscar un lugar apartado donde pasar un tiempo juntos para reflexionar.
-crear una atmósfera adecuada, con música de adoración, un tiempo de oración si es que la pareja es creyente, si no lo es podría usar algo de su música favorita, música clásica o cualquier elemento que les lleve a la reflexión.
-visualizar a través de comentarios, reflexiones, sueños, que tipo de relación desean tener en 5, 10, 20, o 50 años más. ¡Qué difícil proyectarse de esta manera! Pero esto hace la diferencia en muchas cosas. La proyección es distinta en una pareja que dice ¡quiero envejecer contigo! a la que dice ¡Si las cosas no resultan chao no más!
-se puede buscar inspiración en la lectura de la Biblia o de otro buen libro, hasta que alguna palabra u oración les haga sentido (personalmente leí hace años en un ensayo de un pensador americano, la declaración de un grupo antiguo que dice “Contra el mundo, a favor del mundo” Desde entonces ese ha sido mi misión personal y ha direccionado mi accionar. También he dado ese mismo nombre a mi web blog donde comparto muchos de mis materiales (buscar en Google “Contra el mundo a favor del mundo. Psicología y espiritualidad”)
- Se puede discutir, juntos, como pareja preguntas como:
¿Qué clase de compañeros queremos ser?
¿Cómo queremos tratarnos?
¿Cómo queremos resolver nuestras diferencias?
¿Cómo queremos manejar nuestras finanzas?
¿Qué cosas son importantes para nosotros?
¿Qué clase de padres queremos ser?
¿Qué principios queremos enseñar a nuestros hijos para ayudarles a prepararse para la edad adulta y llevar vidas responsables y amorosas?
¿Cómo podemos ayudar a desarrollar el talento potencial de cada niño?
¿Qué clase de disciplina queremos usar con nuestros hijos?
¿Qué roles (administración financiera, manejo de la casa, etc.) tendrá cada uno?
¿Cómo podemos relacionarnos mejor con las familias de cada uno?
¿Qué tradiciones, costumbres o traumas traemos con nosotros de las familias en las cuales fuimos educados?
¿Qué tradiciones queremos conservar o es necesario crear?
¿Con qué rasgos o tendencias intergeneracionales estamos contentos o no contentos, y como hacemos cambios?
¿Cómo queremos devolver a otros lo que recibimos?

Covey agrega algunas recomendaciones finales: “Cualquier método que use, recuerde que el proceso es tan importante como el producto. Dedique tiempo a estar juntos. Interactúe profundamente sobre los temas. Asegúrese que el producto final represente todo lo que está en su mente y en su corazón
Nosotros, como familia, la primera vez que hicimos un enunciado familiar, estábamos en la playa y una noche después de unas abundantes almejas a la parmesana, preparadas por mí, comenzamos con una lluvia de ideas respecto de que tipo de familia deseábamos ser. Joaquín mi hijo menor, que ahora ya no está con nosotros, partió al cielo en forma inesperada hace tres años, todavía hablaba poco, pero Juanito, el mayor ya hablaba ¡y bastante!, así que su opinión fue que deberíamos ser una familia “que va al estadio”. Desde que hicimos ese primer intento aún mantenemos los fundamentos, una familia cristiana, involucrada en la obra de Dios, con hijos profesionales fuertemente involucrados socialmente, que provee para la obra de Dios, con un espíritu abierto a las artes. Estos últimos años han sido complicados, debido a mis muchas actividades, y a la partida de Joaquín, pero habría sido más duro aun sin no hubiéramos tenido nuestra misión familiar.

Paso 2
Escriba su enunciado familiar
El escribirlo tiene las ventajas de clarificarlo. Al verlo en el papel se encuentran aspectos en los que no todos están de acuerdo, entonces surgirá un borrador, luego otro más porque cuesta refinar y sintetizar tantas cosas importantes en solo unas palabras. Surgirán varios borradores, hasta que por fin el enunciado final estará listo.
Estos son algunos ejemplos de enunciados familiares.
La misión de nuestra familia es crear un lugar de fe, orden, verdad,
amor, felicidad y relajamiento, y proporcionar la oportunidad a
cada persona de volverse responsable e independiente y
efectivamente interdependiente, con el fin de servir a
los propósitos valiosos de la sociedad.

La misión de nuestra familia es: Valorar la honestidad
con nosotros mismos y con los demás.

Crear un ambiente donde todos podemos encontrar
apoyo y motivación para lograr nuestras metas de vida.

Respetar y aceptar la personalidad y los talentos únicos
de cada persona.

Promover una atmósfera de amor, amabilidad
y felicidad.

Apoyar los esfuerzos familiares para
hacer una sociedad mejor.

Mantener la paciencia
a través de la comprensión.
Resolver siempre
los conflictos familiares en vez de promover la ira.

Promover la realización de los tesoros de la vida.
La misión de nuestra familia: amarnos, ayudarnos,
creer en cada uno. Usar con inteligencia nuestro tiempo,
talentos y recursos para bendecir a los demás.

Rendir culto juntos siempre.


Paso 3
Usarlo para mantenerse en el camino.
No usarlo como un verificador de las conductas familiares, sino recurrir al enunciado siempre en función del futuro. Comenzando cada vez con el final.
El autor ya mencionado hasta sugiere confeccionar la misión familiar en la figura de un escudo familiar, que se pueda colgar y observar de manera constante.
Ejemplos de escudos familiares con un enunciado de misión.







Bajadas de http://www.google.cl/search?tbm=isch&hl=es&source=hp&biw=1212&bih=650&q=escudos+familiares&gbv=2&oq=escudos+famila&aq=0sS&aqi=g-sS1&aql=&gs_sm=c&gs_upl=1204l4351l0l7271l14l11l0l0l0l0l827l2537l3-1.3.0.

¿Tienen ustedes como pareja o familia un proyecto en común?
_____sí
_____No
_____Medianamente

Bibliografía
Ricardo Capponi. La travesía del amor conyugal. Resumen de la charla ofrecida a los voluntarios de trascender el martes 4 de diciembre en la Universidad Adolfo Ibáñez.
Enrique Rojas. Una teoría de la felicidad 1987 citado en Pareja y proyecto de vida
No basta el amor para construir una buena relación. Miguel Ángel Núñez en http://miguelangelnunez.suite101.net/pareja-y-proyecto-de-vida-a13701#ixzz1hPJP3dsz
http://www.listin.com.do/zona-este/2010/7/31/152888/La-importancia-de-los-proyectos-en-pareja
http://www.centrovidayfamilia.com/portal/

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