martes, 3 de marzo de 2009

La esperanza


LA ESPERANZA
Juan E. Barrera

El psiquiatra francés Boris Cyrulnik es experto en resiliencia que es la capacidad de algunas personas para sobreponerse a los traumas psicológicos y heridas emocionales graves. Cyrulnik es apodado “el psiquiatra de la esperanza” por sus estudios en este campo. ¿Qué es la esperanza? ¿Cuál es el significado de este término en el griego?
La palabra traducida como esperanza es ELPIS y no presenta un interés lingüístico particular, pero su estudio, arroja importantes ideas para el día de hoy. ELPIS es una de las características o virtudes de la vida cristiana, junto a la fe y al amor.
ELPIS es una manera de ver la vida que desarrollan los creyentes en Dios, pues la base de la esperanza es Dios mismo, y esto desarrolla en el hombre una postura optimista de la vida, una postura resiliente, frente a los avatares que la vida presenta.
En el NT. la esperanza fortaleció a los seguidores de Jesús frente al sufrimiento que enfrentaron: la persecución, la burla, el desprecio, el crímen, ¿Cuál era esa esperanza? Que Dios tenía el control de todas las cosas y que podían confiar en El para ser librados de las pruebas, sin embargo el NT. nos dice que muchos hombres y mujeres que confiaron en Dios y que tenían la mirada puesta en Dios murieron, fueron torturados, perseguidos y aunque tenían esperanza sufrieron las consecuencias de una circunstancia que le fue adversa, ¿Qué podemos decir entonces?.
Que la esperanza en el griego incluye la idea de la vida eterna, no se refiere solo al aquí y ahora, el creyente puede ser optimista frente a todo el dolor o adversidad que la vida pudiera presentar, porque tiene la seguridad que esta vida no lo es todo, el creyente en Dios tiene la seguridad que esta vida continúa en la otra, en la eternidad, junto a Dios, y que lo que no entienda aquí, algún día lo entenderá allá.
ELPIS es también la seguridad nacida de una experiencia, una experiencia con Dios que dimensiona al resto de experiencias que la vida puede ofrecer. ELPIS es lo contrario a desesperación, a angustia, a ansiedad, esperanza en la confianza en que Dios hace bien las cosas, aunque algunas parezcan a la mente humana incomprensibles.

El hombre de hoy necesita esperanza: son muchas las vicisitudes que la vida presenta, el dolor, la adversidad, el rechazo, la soledad y la muerte rondan alrededor y muchas son situaciones límites en que lo material, o biológico no satisface, donde la amistad y el amor por sinceros que sean no trae el consuelo ni la paz que el corazón anhela. Cuando eso ocurre es la oportunidad para abrir el corazón a la esperanza, esperanza que viene de lo alto, pero que habita entre nosotros. No tener esperanza es vivir en un mundo sin ventanas, es quedarse atado para siempre en el ¿Por qué?

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