jueves, 31 de marzo de 2016

Pensar positivo



(Texto de lectura para la sesión 7 del curso Desarrollo Personal y Plan de vida de la U Autónoma Santiago)



La forma de pensar es clave. Cómo piensas es determinante. Al respecto, "pensar positivamente en cada momento da una ventaja fundamental. Al respecto se deben visualizar éxitos no fracasos. Se debe evitar gente negativa y ambientes negativos. Eres lo que piensas.
Decide tus propios sueños y objetivos. Sé concreto a la hora de fijar tus objetivos. Por ejemplo no digas "me gustaría empezar a hacer ejercicio este mes" sino "voy a empezar a hacer ejercicio este mes". Haz un plan meticuloso y cúmplelo.
Pasa a la acción. Los objetivos por sí solos no tienen sentido sino se pasa a la acción para hacerlos realidad. Simplemente ponte a ejecutarlos sin vacilar. En el ejemplo anterior: Compra tu ropa de deporte, apúntate al gimnasio y controla el rendimiento creciente de tus dos primeras semanas..
Nunca dejes de aprender. Nunca pares de aprender, Toma clases, lee libros, participa en grupos, adquiere nuevas habilidades continuamente.
Sé persistente y trabaja duro. Alguna vez habrás oído la expresión "el camino del éxito es una maratón, no un sprint". Mantén tu objetivo, lucha por él y trabaja duro de forma persistente. No te rindas.
Aprende a analizar los detalles. Obtén todos los hechos, pide todos los datos, todas la variables claves. Esto te ayudará a tomar las decisiones más sabias. Aprende de tus errores, pero no dejes que te batan.
Centra tu tiempo y dinero. Cuando creas en algo, pon toda tu atención y energía en ello. No dejes que la gente te distraiga.
No temas ser innovador. Sé diferente, intenta ser innovador. El mundo se mueve continuamente, progresando. No pares tu mundo. Ten ideas propias sobre lo que tiene éxito idea. No sigas la multitud.
Comunícate con la gente de forma efectiva. Una persona no es una isla. Comunica tus pensamientos y tus deseos de forma sincera. Anima a terceros a comunicarte de forma sincera contigo. Practica el entendimiento y la motivación con la gente.

Actúa con honradez. Toma la responsabilidad de lo que haces. Nunca hagas trampas o mientas. Cuando hagas una promesa mantenla. Cuando cometas un error admítelo.
El Estrés


(Tomado de http://seminarioabierto.com/consejeria04.htm)
(Texto de lectura para la sesión 8 del curso Desarrollo Personal y plan de vida. U Autónoma Santiago)
El concepto de stress ha ido evolucionando a lo largo de estas últimas décadas. Originalmente, Selye lo definió como la Respuesta General de Adaptación del organismo frente a un estímulo amenazante. Esa respuesta puede ser de dos tipos:

-de afrontamiento de la situación
-de huida
o lo que en inglés se denomina fight or flight.
Frente a esta situación el organismo reacciona preparándose para la lucha o la huida. Es así a que se produce un aumento en el ritmo cardíaco, en el ritmo respiratorio, aumento de la presión sanguínea, se dilatan las pupilas, se tensan los músculos, se produce una vasoconstricción periférica, aumenta la glucemia, se libera adrenalina, noradrenalina, glucocorticoides, etc.
Una vez desaparecida la amenaza, el organismo vuelve a su funcionamiento habitual, reponiéndose del enorme gasto de energías físicas y emocionales.
Cuando la amenaza persiste, el organismo se mantiene en alerta permanente y se produce lo que Selye denominó el Síndrome General de Adaptación, que es la cronificación del stress. En esta condición, el organismo no cuenta con el tiempo necesario para su recuperación, y comienzan a agotarse sus energías físicas y psíquicas.
Podemos definir el stress como los procesos fisiológicos y psicológicos que se desarrollan cuando existe un exceso percibido de demandas ambientales sobre las capacidades percibidas del sujeto para poder satisfacerlas; y cuando el fracaso en lograrla tiene consecuencias importantes percibidas por el sujeto.
Cuando hablamos de la percepción del sujeto, nos estamos refiriendo a procesos complejos que engloban los procesos cognitivos, las creencias, pensamientos, inferencias, interpretaciones, predicciones, etc que el sujeto hace, de manera más o menos consciente en el proceso antes definido.
 El concepto moderno de stress, entonces, refleja la interacción entre 3 factores:
El entorno
La manera como la persona percibe el entorno (función de la personalidad, experiencias previas, etc.)
La percepción de los propios recursos de la persona para enfrentar las demandas del entorno (o Autoeficacia Percibida)
La sola consideración de estos factores, ya va perfilando los modos de intervención de los que puede disponer el clínico.
Como podemos apreciar, en la definición precedente está puesto el acento principalmente en la percepción del individuo, en el aspecto subjetivo. Y si bien, se han construido escalas de eventos estresantes (a la cabeza de las cuales figuran hechos tales como la muerte de un familiar, enfermedad crónica, divorcio, casamiento, mudanza, pérdida del trabajo, etc.), éstas deben ser tomadas como orientadoras, dado que, eventos que para una mayoría serían considerados como inocuos, algunas personas pueden vivirlos como catastróficos de acuerdo con su propia percepción, y viceversa. También es importante destacar que el estímulo estresante puede provenir del propio individuo, como en el caso de una enfermedad grave o crónica, dolor crónico, etc. En otro sentido, y relativamente poco considerado en la clínica, un niño puede sentir los efectos del stress debido a mucha exigencia escolar, fracaso en los exámenes, sobrecarga horaria, etc.
Se han estudiado distintas características de las personas más predispuestas a sufrir el stress. Algunas de ellas son las que están sintetizadas en las características de personalidad Tipo A, por ejemplo:
 Sentido de urgencia: la persona se siente impulsada a hacer más y más en menos tiempo.
Impulso agresivo para hacer bien las cosas, muchas veces a expensas de los demás.
bullet    Alto nivel de competitividad, y hostilidad: la persona a menudo es o se torna recelosa de los otros.
En otro extremo del espectro, el sentido de control personal, (es decir, la sensación del control que la persona siente que tiene sobre lo que le sucede) influye notablemente: aquéllos que sienten que tienen poco control sobre sus vidas, son más propensos a sufrir el Stress.
 Rol de la Red Social Significativa:
La red social signifcativa aparece en muy diversas investigaciones como importante a la hora de enfrentar agentes estresantes, tanto en trabajos vinculados a diferentes estresantes sociales (pérdida o cambio de condiciones de trabajo, divorcio, etc) como aquéllos vinculados a enfermedades, particularmente las crónicas.
Los estudios realizados por el matrimonio Simonton. por ejemplo, ponen de manifiesto la importancia del apoyo tanto de grupos naturales (como la familia) como de grupos ad hoc, como los mismos grupos Simonton de pacientes oncológicos u otro tipo de grupos de autoayuda.
En el mismo sentido, podemos citar que la mortalidad por todas las causas se incrementa dramáticamente para los viudos (en algunos casos de 1 a 10). También, se encontró que el status marital y los contactos con parientes y amigos fueron los predictores más poderosos (los grupos más aislados presentaban un incremento del riesgo de muerte de 2 a 3 para los hombres y de 2 a 8 para las mujeres)

Inclusive, se han realizado estudios en los que se demuestra que aquellas personas que tienen mascotas, se recuperan más rápidamente de intervenciones quirúrgicas.
El verdadero valor del anillo
Jorge Bucay


(Lectura para la sesión 14 del curso Desarrollo personal y plan de vida. U. Autónoma)

Hace mucho tiempo, un joven discípulo acudió a su maestro en busca de ayuda.
Su gran preocupación era que sentía que no valía para nada y que no hacía nada bien.Quería que los demás le valorasen más.
El maestro sin mirarlo, le replico: “Me encantaría poder ayudarte pero en estos momentos estoy ocupado con mis propios quehaceres. Quizás si me ayudaras a solucionarlos podría acabarlos antes y ayudarte”.
El discípulo aceptó a regañadientes ya que de nuevo sintió que sus preocupaciones eran poco valoradas
El maestro le entregó un anillo que llevaba en el dedo y le dijo: “Coge un caballo y cabalga hasta el mercado más cercano. Necesito que vendas este anillo para pagar una deuda. Y lo más importante es que trates de conseguir la mayor suma posible pero no aceptes menos de una moneda de oro por él”.
Y así el discípulo cabalgó hasta el mercado más cercano para vender el anillo.
Empezó a ofrecer el anillo a diferentes mercaderes que mostraban interés en él hasta que les decía el precio: una moneda de oro.
La mayor parte de los mercaderes se reían al escuchar la suma, salvo uno de ellos que amablemente le indicó que una moneda de oro era muy valiosa para darla a cambio del anillo.
Frustrado y cansado, el discípulo cabalgó de nuevo a casa del maestro sabiendo que no había podido cumplir con el encargo que le había hecho.
“Maestro, no he podido vender tu anillo por una moneda de oro”, le dijo cabizbajo. “Como mucho ofrecían un par de monedas de plata, pero no he podido convencer a nadie sobre el verdadero valor del anillo”.
“Tienes razón en algo”, le contestó el maestro. “Necesitamos conocer el verdadero valor del anillo”. “Coge de nuevo el caballo y ve a visitar al joyero del pueblo. Pregúntale por el verdadero valor del anillo. Y sobre todo no se lo vendas”.
Y así cabalgó de nuevo hasta el joyero del pueblo quien, tras examinar detenidamente el anillo, dictaminó que éste valía ¡58 monedas de oro!.
“¿¿58 monedas de oro??” replicó el joven asombrado. Y con esa buena noticia cabalgó de nuevo a devolverle el anillo a su maestro.
El maestro, le pidió que se sentase y que escuchase lo que tenía que decirle:
“Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal. sólo puede evaluarte un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu valor?”


Las cicatrices de los clavos


(Lectura para la sesión 9 del curso Desarrollo Personal y plan de vida. U. Autónoma Santiago)(Lectura para la clase 7, sesión 13 ( 29 de abril 2016 del curso Manejo del estrés y autocuidado)

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.
Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo:

- Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.