jueves, 5 de marzo de 2009

Caminando en la oscuridad


Iglesia : Comunidad de la Gracia. Santiago de Chile
Fecha: Domingo 01 de marzo de 2009
Título: “Caminando en la oscuridad”
Texto: Éxodo 20:21

INTRODUCCIÓN.
Este mensaje es muy especial para mi. Es la primera vez que predico luego de la repentina muerte de mi hijo Joaquín, de 9 años, este verano. Este evento traumático ha cambiado la vida de toda nuestra familia. Incluyendo tías y abuelos. Hemos vivido momentos y experiencias que nunca antes, ni siquiera pudimos imaginar.
La muerte, junto a muchas otras experiencias, como la enfermedad, el engaño, el fraude, la pérdida, el dolor, la confusión, el desamor, la violencia o el abandono forman parte, sin lugar a dudas de lo oscuro de la vida.
La luz, representa lo feliz, lo transparente, lo perfecto, lo claro, la alegría de la vida. Por antonomasia, la noche representa lo feo, lo contradictorio, lo confuso, lo inexplicable, el dolor. De ahí nuestro dicho “La pena puede durar toda la noche, pero ya vendrá el día”.
Cuando se es joven, o se es un cristiano nuevo solemos pensar solo en aquellas cosas que nos producen placer, lo lindo y lo conveniente de nuestra fe. Luego, la vida y las experiencias, propias o ajenas nos van enseñando que en el andar cristiano hay momentos de mucha luz y otros períodos de mucha oscuridad ¿Cómo reaccionar en estos dos momentos?
Cuando nuestra vida es toda luz, pareciera más fácil adorar, levantar los brazos al cielo y agradecer a Dios por sus bondades. Nos resulta natural confiar y alegrarnos en Dios.
¿Pero que hacer cuando la vida presenta su lado oscuro? ¿Cuándo todo lo que vemos es oscuridad? ¿Cuándo la vida nos presenta su peor lado, el del miedo, del terror, de la incertidumbre?
En esta mañana les invito a meditar conmigo en un texto en el libro de Éxodo, libro escrito 1700 años A. C. pero que sigue teniendo mucha vigencia en relación al tema de esta mañana que he titulado “CAMINANDO EN LA OSCURIDAD”, porque no importan los años que pasen, las experiencias humanas siguen siendo las mismas y las soluciones divinas también.
EXODO 20:21 dice:
“Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios”
De este texto podemos, de manera natural deducir dos actitudes que los creyentes pueden tomar frente a la oscuridad:

1. Alejarse de la oscuridad con temor
2. Enfrentar la oscuridad con fe















CONTEXTO
En el monte Sinaí, Dios, soberanamente decide revelarse al hombre y entregar la ley. Acto que revelaría dos aspectos importantes: El corazón de Dios, su carácter y su persona y por otra el corazón del hombre. La ley revela todo lo que hay en el corazón del hombre, todo el potencial de maldad.
La escena es la de una película: Una nube espesa cubre todo el lugar, las personas todas santificadas, con sus ropas lavadas, advertidas de no acercarse ni tocar el monte so pena de morir. Ni personas ni animales se podían acercar. Cuando sonara largamente la bocina, por orden de Dios, podrían acercarse.
Al tercer día, una gran nube cubrió la cima del Sinaí, truenos y relámpagos, fuego, y humo. El monte se estremecía y la bocina sonaba cada vez más fuerte. El pueblo se estremeció de temor y emoción. Dios venía al encuentro de su pueblo. Moisés hablaba y “Dios le respondía con voz tronante”. En este contexto transcurre el verso clave de esta mañana


I. LA ACTITUD DEL PUEBLO:”Entonces el pueblo estuvo a lo lejos”.
Ante este espectáculo el pueblo se mantuvo distante. Uno podría argumentar fácilmente diciendo que fue Dios mismo, en el capítulo anterior quien les habái prohibido acercarse al monte, pero los versículos previos revelan que el pueblo tenía mucho temor.
El v.18 dice que el pueblo temblaba.
El v.19 dice que tenían miedo de morir.
Ninguno sintió curiosidad por acercarse y ver a Dios, era Dios misno quien estaba presente, pero el miedo era tan grande que se perdieron la oportunidad de concer a Dios, o aquello de Dios que él mismo estaba dispuesto a mostrarles.
El acercarse a la oscuridad les habría provisto un amanera de alcanzar santidad, de acuerdo al 20.pero ellos tampoco lo aprovecharon.
1. Lo desconocido causa siempre temor. Funcionamos mejor cuando el entorno y las circunstancias nos son totalmente conocidas. Lo que no conocemos provoca una inseguridad tremenda. El miedo paraliza.

ILUSTRACIÓN
Unos psicólogos, en Brasil , estaban estudiando la reacción de las personas frente a la oscuridad y a la soledad e idearon el siguiente experimento:
Se internaron en la selva y a cada persona le dieron una linterna, con las siguientes instrucciones:
Debían quedarse totalmente solos en la oscuridad, unos pocos metros más adelante habría otra persona también con una linterna y más adelante otro. Tenían que saber esperar 15 minutos en la total oscuridad y luego serían recogidos por alguien del equipo que les vigilaba constantemente para cuidarlos. Si sentía mucho miedo antes de los 15 minutos solo tenía que encender la linterna y era contactado por alguien del equipo.
Resultado: Ninguno de los participantes fue capaz de aguantar los 15 minutos solos en la oscuridad.

APLICACIÓN
a. Frente a la oscuridad de lo desconocido muchos creyentes se paralizan, son incapaces de avanzar y se vuelven presa del pánico.
b. Este temor puede afectar toda su vida espiritual y la de sus familias e iglesias. Como el pueblo prefieren ver todo de lejos pero no participar.
c. Esta clase de personas nunca compra una nueva casa, nunca se cambia de trabajo, nunca cambia su rutina. Tiene que saber andar siempre sobre seguro para realizar algo, y como eso no se da habitualmente se tornan personas inseguras, tímidas, frágiles.
d. El miedo impide que estas personas se desarrollen.
El temor paraliza y nos impide crecer espiritualmente.

2. La actitud el pueblo demostró la confianza de ellos en las cosas visibles, solo en aquello que se puede ver.
¿Qué veía el pueblo allí desde los pies de monte Sinaí?: Veía humo, fuego, temblores, el tronar de la voz de Dios. Se quedaron petrificados con lo que veían, con lo que sus sentidos registraban y temieron por su vida, PERO NO VIERON A DIOS QUE SE ESTABA REVELANDO A SI MISMO.
Solo podían ver las cosas visibles y no las invisibles porque tenían un corazón duro, incrédulo. Eso quedó demostrado muchas veces después.
Transitar por la oscuridad requiere sacar la mira de las cosas que se ven, de las circunstancias. Fijar la atención en ellos es “quedarse a lo lejos” sin participar.

ILUSTRACIÓN
En un canal de televisión están exhibiendo un programa donde revelan los trucos de los actos de magia más famosos en el mundo: hacer aparecer y desaparecer objetos y personas, volar, partir una mujer y otros muchos.
El programa consta de dos partes: En la primera el mago realiza el acto de magia completo sin interrupciones.
En la segunda parte se va explicando parte por parte como es que el mago va engañando a las personas y desarrollando su arte. ¡Es abismante la facilidad con los ojos son engañados! Uno hasta se ríe de lo sencillo que resulta engañar la vista y hacernos ver y creer lo que en realidad no es.

APLICACIÓN

1. La vida es así también. Si solo prestamos atención a lo que podemos ver, si solo prestamos atención a nuestros sentidos seremos engañados por ellos.
El apóstol Pablo nos exhorta en 2 Cor.4:18:
“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”
2. La preocupación excesiva en las cosas que se ven indica una falta de fe, pues la misma Escritura dice en Juan 20
. 28Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
29Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
3. Obviamente resulta más fácil andar en la vida cuando podemos ver lo que hacemos, es decir cuando las circunstancias son favorables, cuando podemos tener el control, cuando podemos decidir, cuando podemos escoger, pero eso no siempre es así.









II. LA ACTITUD DE MOISÉS:”MOISÉS SE ACERCÓ A LA OSCURIDAD EN LA CUAL ESTABA DIOS”
Esta segunda actitud es la que trae más bendición, pero es por la que se debe pagar un precio más alto, y no todos los creyentes están preparados para hacerlo.
Moisés vio lo mismo que vio el pueblo, pero vio más. Vio los relámpagos, lo truenos, el humo, los temblores, escuchaba la bocina sonado a todo volumen, el fuego, pero además de eso vio a Dios y escuchó a Dios.
El año pasado escribí en mi blog una reflexión acerca de este mismo texto, en ese entonces escribí:
“La oscuridad forma parte del andar cristiano. No siempre tenemos las cosas claras, no siempre las cosas encajan como quisiéramos. Esto se debe a que vamos cambiando y muchas de las crisis son de desarrollo, de crecimiento, de amplitud. Otras son resultado de malas acciones, nuestras o de otras personas que nos afectan. Otras crisis forman parte de la escuela de Dios para que le conozcamos más y le sirvamos mejor.
La oscuridad, para los niños, en cierta etapa de su desarrollo, es una experiencia traumática. Quedarse solos en la oscuridad les provoca un terror que no pueden controlar. Llaman a gritos a su mamá, lloran y buscan con angustia el interruptor de la luz. Para ellos quedarse en la oscuridad es una señal de mucho peligro, lo desconocido los aterra. Así somos también los creyentes, cuando Dios nos hace pasar por la oscuridad gritamos, lloramos y nos asustamos. Hasta buscamos un “espanta- cuco” emocional que nos libre de la angustia de esa existencia oscura porque tenemos mucho miedo.
En estos días renunciemos a nuestros temores y ansiedades. Dejemos de ser niños y avancemos hacia lo desconocido. Dios está en la oscuridad, allí están los brazos abiertos de la cruz esperándonos”
Hoy agregaría que la oscuridad no solo es el resultado de las crisis o del pecado ajeno, sino que Dios, el mismísimo Dios nos llama a pasar por la oscuridad.
La oscuridad acaba con nuestra seguridad, con todo lo que habíamos creído hasta entonces, acaba con nuestro orgullo, con nuestra libertad. Nos vuelve vulnerables, frágiles. Perdemos el control, nuestros recursos emocionales bajan a cero.
Moisés, en lugar de quedarse a lo lejos, como el pueblo, en lugar de quedarse aterrado mirando el espectáculo tremendo ante sus ojos, hace algo totalmente contrario: avanza hacia la oscuridad “en la cual estaba Dios”
Este acto se Moisés nos enseña mucho acerca del caminar en la oscuridad:
a. Para caminar en la oscuridad se necesita fe: Moisés no se dejó intimidar por lo espantoso del cuadro que veía. Fue capaz de ver al Dios amoroso, y soberano que quería revelarse a ellos.
La oscuridad existencial, esos momentos, que a veces pueden ser años nos obliga a ejercitar la fe si queremos salir exitosos. ¡Dios está en la oscuridad!
Caminar a oscuras siempre nos descolocará, hará aflorar con fuerza nuestros impensados terrores y muchas veces habremos de lidiar con la angustia y la desesperación. En la oscuridad tendremos la sensación de estar solos. Cuántas veces no exclama el salmista ¿Dónde estás Dios? ¡Hasta cuando escondes tu rostro de mi?
La fe tiene que obrar al menos en los siguientes aspectos, cada uno muy difícil de practicar:
1. Fe en que Dios tiene todo el control, es decir, creer que él es soberano y que en su soberanía actúa con una sabiduría que no es comprensible para nosotros, pero que es sabiduría y al mismo tiempo, fe para creer que cualquiera sea la situación que nos haga pasar, también es fruto de su santidad y de su perfección.
En la oscuridad sentimos que Dios no está, porque las emociones que experimentamos son tan fuertes que nadie puede permanecer indemne a ellas, pero la fe es esa certeza que, como alguien ha dicho “Dios podría ocultar su rostro, pero jamás su corazón”.
2. Fe para creer, que en esa oscuridad no hay un caos, sino que hay Alguien que maneja todo aquello y que toda esa oscuridad obrará a favor del hombre o de la mujer que cree.


ILUSTRACIÓN:
Imaginemos que le pedimos a dos niños distintos que entren a un túnel. A uno de ellos le decimos que su papá está dentro del túnel, que él no lo puede ver, pero que su papá está en el túnel, y esperamos que este ingrese primero a la vista del niño y que luego sea él quien ingrese.
Al segundo niño, le decimos que ingrese, sin más. Que tiene que ingresar al túnel ahora ya.
¿A cuál le será más fácil transitar por ese túnel? ¿En qué radica la diferencia? ¿Cuña será la diferencia en el modo de pensar de ambos niños? ¿Quién entrará con más confianza? ¿Quién sufrirá menos? ¿Quién tendrá ,menos temor?
SIN DUDA EL PRIMER NIÑO TIENE MÁS VENTAJAS PUES SABE QUE SU PADRE ESTÁ DENTRO CON ÉL.

APLICACIÓN

1. La oscuridad en nuestra vida representa las ocasiones en que las circunstancias nos sobrepasan y a las cuales no les encontramos sentido: La muerte, una enfermedad, un embarazo no deseado, un fracaso académico, un desengaño amoroso, un accidente, una mala decisión, un abuso, etc. Frente a lo que no podemos explicar nuestra mente y nuestro corazón comienzan a buscar explicaciones y básicamente son tres los caminos a seguir:
a. Creer que los períodos de oscuridad corresponden al azar. Dejar todo lo que nos ocurre en manos de las probabilidades. Este es el modo de pensar del hombre sin Dios. Siempre está dentro de las probabilidades que algo pase, por lo tanto no deberíamos sorprendernos de algunas cosas, son muchas las personas que pasan por ello.
b. Son las leyes de la vida. Dios creó el mundo, y dejó leyes para que lo rigieran. El entonces se hace un lado y deja que estas leyes operen sin que él intervenga o lo haga a su soberana voluntad.
c. Todo lo que ocurre en esta Tierra es resultado de la obra del Enemigo de las almas, de Satanás. El obra, mata y destruye según su voluntad en este mundo.

Es mi opinión que estas tres opciones fallan en algo importante: No toman en cuenta a Dios y su control sobre su propia creación.
Las Escrituras dicen, aunque resulte muy doloroso muchas veces tener que reconocerlo, que:
-El tiene dominio sobre la vida y la muerte
-Sobre la enfermedad
-Sobre la naturaleza
-Sobre el diablo
Que ni una hoja de los árboles se mueve si no es por su poder.
d. Una cuarta postura es aceptar que Dios está en la oscuridad, que en medio de la oscuridad es Dios el que se mueve. Que aunque aparentemente las tragedias no tengan ningún sentido, que existan muertes consideradas como absurdas, matrimonios considerados un fracaso desde el comienzo, etc ¡ES DIOS QUIEN ESTÁ EN LA OSCURIDAD!
¿Qué hacer entonces?
• . Adorar a Dios
• . Confiar en Dios
• . Buscar la misericordia de Dios.

2. ¿Cuál es el propósito de la Oscuridad?: NADIE TIENE UNA RESPUESTA PARA ELLO
Dios puede usar la oscuridad para:
a. Llevarnos a una experiencia de santidad: Ex. 34:30. Moisés y su rostro resplandeciente
b. Llevarnos a un conocimiento más profundo de él. Job 42:4 “De oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven”.
C Guiarnos a una gran obra en la cual nos quiere usar. Gn.50:20. José :”Vosotros pensasteis mal contra mi, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucho pueblo.
d. Otras veces Dios prefiere guardar silencio y no revela sus planes. Para nosotros mortales,,, es menos doloroso saber que la oscuridad tiene un sentido, pero eso no siempre ocurre. Dios no siempre lo revela. Entonces no nos queda más que agregar a la fe al andar en la oscuridad, y al amor a Dios y sus planes, la esperanza, para completar el trío bíblico: LA FE-LA ESPERANZA-EL AMOR.
Y exclamar junto con el apóstol Pablo en Romanos 11:





CONCLUSIÓN
La Escritura revela que las cosas que ocurrieron en el pasado son para nuestro ejemplo, por lo que podemos aprender que:
1. Tener una actitud de incredulidad como el pueblo de Israel en los tiempo de oscuridad y paralizarnos por el temor, y quedarnos mirando nuestra propia vida “desde lejos”.
2. La otra actitud, la de Moisés. Entrar a la oscuridad con fe, porque allí está Dios. Controlándolo todo y guiando todo, aunque nuestros sentidos nos digan lo contrario y no podamos comprender lo que está ocurriendo y por qué Dios hace cosas aparentemente sin un sentido.
Exclamamos con el apóstol Pablo en Romanos 11:33-36

“ ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!¡Cuan insondables son tus juicios, e inescrutables sus caminos!
Porque ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

martes, 3 de marzo de 2009

La esperanza


LA ESPERANZA
Juan E. Barrera

El psiquiatra francés Boris Cyrulnik es experto en resiliencia que es la capacidad de algunas personas para sobreponerse a los traumas psicológicos y heridas emocionales graves. Cyrulnik es apodado “el psiquiatra de la esperanza” por sus estudios en este campo. ¿Qué es la esperanza? ¿Cuál es el significado de este término en el griego?
La palabra traducida como esperanza es ELPIS y no presenta un interés lingüístico particular, pero su estudio, arroja importantes ideas para el día de hoy. ELPIS es una de las características o virtudes de la vida cristiana, junto a la fe y al amor.
ELPIS es una manera de ver la vida que desarrollan los creyentes en Dios, pues la base de la esperanza es Dios mismo, y esto desarrolla en el hombre una postura optimista de la vida, una postura resiliente, frente a los avatares que la vida presenta.
En el NT. la esperanza fortaleció a los seguidores de Jesús frente al sufrimiento que enfrentaron: la persecución, la burla, el desprecio, el crímen, ¿Cuál era esa esperanza? Que Dios tenía el control de todas las cosas y que podían confiar en El para ser librados de las pruebas, sin embargo el NT. nos dice que muchos hombres y mujeres que confiaron en Dios y que tenían la mirada puesta en Dios murieron, fueron torturados, perseguidos y aunque tenían esperanza sufrieron las consecuencias de una circunstancia que le fue adversa, ¿Qué podemos decir entonces?.
Que la esperanza en el griego incluye la idea de la vida eterna, no se refiere solo al aquí y ahora, el creyente puede ser optimista frente a todo el dolor o adversidad que la vida pudiera presentar, porque tiene la seguridad que esta vida no lo es todo, el creyente en Dios tiene la seguridad que esta vida continúa en la otra, en la eternidad, junto a Dios, y que lo que no entienda aquí, algún día lo entenderá allá.
ELPIS es también la seguridad nacida de una experiencia, una experiencia con Dios que dimensiona al resto de experiencias que la vida puede ofrecer. ELPIS es lo contrario a desesperación, a angustia, a ansiedad, esperanza en la confianza en que Dios hace bien las cosas, aunque algunas parezcan a la mente humana incomprensibles.

El hombre de hoy necesita esperanza: son muchas las vicisitudes que la vida presenta, el dolor, la adversidad, el rechazo, la soledad y la muerte rondan alrededor y muchas son situaciones límites en que lo material, o biológico no satisface, donde la amistad y el amor por sinceros que sean no trae el consuelo ni la paz que el corazón anhela. Cuando eso ocurre es la oportunidad para abrir el corazón a la esperanza, esperanza que viene de lo alto, pero que habita entre nosotros. No tener esperanza es vivir en un mundo sin ventanas, es quedarse atado para siempre en el ¿Por qué?