martes, 20 de septiembre de 2022

Viviendo dignamente el evangelio

 

Mensaje: “Viviendo dignamente el evangelio”

Texto: Filipenses 1: 27-30

Introducción:

 Para muchas congregaciones la dignidad del evangelio gira en torno a:

1. La ropa que se usa

2. La música que se canta

3. La doctrina que se practica

4. Un estilo de vida lujoso

5. Una prosperidad económica

6. La salud

7. Etc.

 Pero ¿En qué consiste la dignidad del evangelio según las palabras de Pablo en Filipenses 1?

Veamos el pasaje y meditemos en ello durante esta mañana.

 “solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo”

El apóstol Pablo afirma dos cosas. O una conducta entrelazada:

I. Vivir en unanimidad: v. 27. “oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu…”

En el griego la frase dice así: “en un espíritu y una mente”

En una iglesia hay muchas personas y todas son distintas. Ejemplos de esto lo encontramos en:

1 Tesalonicenses 5:14:  

“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.”

1 Corintios 3:1: 

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a   carnales, como a niños en Cristo.

1 Juan 2:12-13

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.

Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.

 -La unanimidad según las palabras del apóstol es para combatir por la fe.

Aplicación

Hay aspectos específicos en los que la iglesia debe estar unánime:

1. En la oración

“Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego…” (Hechos 1:14).

2. En la adoración

“Y perseverando unánimes cada día en el templo…” (Hechos 2:46).

3. En el compañerismo

“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón” Hechos 2:46

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común” Hechos 4:32

En estas tres áreas la iglesia debe buscar la unanimidad, pero el apóstol pablo en el pasaje que estamos viendo resalta de manera especial la unanimidad para…

II. Combatiendo por la fe del evangelio. V. 27. “combatiendo unánimes por la fe del evangelio”

1. No intimidados

2. Padeciendo por Cristo

3. Mirando el ejemplo de Pablo

La unanimidad destacada aquí por el apóstol es para trabajar en la defensa y propagación del evangelio:

1. No intimidados. Sin sentir temor de los enemigos del evangelio y lo que ellos puedan hacer. Pablo predica con el ejemplo acerca de la necesidad de combatir, “luchar” en griego.

Combatir por el evangelio queda tipificado en la vida del apóstol:

-predicar el evangelio donde no ha sido predicado               

-crear pequeñas comunidades y edificar a los creyentes

-defender el evangelio frente a los incrédulos:

PREDICAR-DISCIPULAR-ENTRENAR

2. Padeciendo por Cristo. v.29 “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,”

El evangelio para el apóstol no era una cuestión de palabras o filosofía, era un estilo de vida que incluye la acción y el riesgo.

En 1 Corintios 4:20 el mismo apóstol dice: “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”

El evangelio de Cristo trae un riesgo para el cristiano, un riesgo que se contrasta con la ganancia, la eternidad

3. Mirando el ejemplo de Pablo v. 30 “teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.”

El apóstol no pide a la iglesia hacer algo que él no hace. El apóstol es el modelo que la iglesia tiene y debe seguir.

Aplicaciones

1. Más de 245 millones de cristianos en el mundo enfrentan algún tipo de oposición como resultado de su identificación con Jesucristo. Es decir, hoy casi uno de cada once cristianos es perseguido.

Este es el número estimado por el centro de investigación de Puertas Abiertas, calculado a través de un cuestionario aplicado a cristianos locales, y que clasifica los 50 países donde la persecución es más severa.

La persecución religiosa ocurre cuando:

-No tienen sus derechos de libertad religiosa garantizados;

-La conversión al cristianismo está prohibida por las amenazas del gobierno o de grupos extremistas

-Se ven obligados a dejar sus casas o empleos por miedo a la violencia que puede alcanzarlos

-Son agredidos físicamente o incluso muertos a causa de su fe

-Son arrestados, interrogados y, en varias ocasiones, torturados por rechazar el negar a Jesús.

2. ¿Cómo estamos viviendo nuestra vida? ¿En torno a qué vivimos?

3. ¿Dónde están nuestras prioridades?

4. ¿En qué gastamos nuestro tiempo y dinero?

5. ¿Dónde y entre quiénes practico mis dones?

6. ¿Estamos concentrados o distraídos?

7. ¿Combatimos por el evangelio o por mantener nuestra comodidad?

 Conclusión

La dignidad del evangelio no se relaciona con cosas externas como el tipo de ropa o música que se emplee o escuche.

La dignidad del evangelio tiene que ver con:

1. Ser unánimes…para

2. Combatir y padecer por el evangelio

El dolor emocional

El dolor emocional

Existe otro dolor que no es físico, pero que es muy real, es el llamado dolor emocional que es la “acumulación” de sufrimiento. Puede ser invisible para el resto de las personas, pero no lo es para quien sufre. Puede surgir luego de una larga enfermedad física, de una decepción o de una ofensa o humillación y puede producir tristeza, preocupación, temor. Nadie está exento de estas circunstancias, pero por diversas razones hay personas a quienes les cuesta mucho elaborar este sufrimiento que con el paso del tiempo se vuelve dolor emocional. Son personas a las que les duele vivir. A las que la viudez, la orfandad, el rechazo, la burla, el desamor dejan huellas profundas en su psiquis y van produciendo apatía emocional, tristeza profunda y un número importante  de enfermedades catastróficas, trastornos psiquiátricos graves y otras personas no ven otra salida que el suicidio.

“El dolor emocional es una experiencia subjetiva en la que la persona tiene una herida psíquica que nadie ve, pero que provoca un gran  sufrimiento interno, generado a nivel psicológico sin que exista ningún motivo o lesión física, y en ocasiones mayor que el sufrimiento que provoca un dolor físico.” [1]

El origen del dolor emocional puede ser externo y responde a todos los acontecimientos adversos que experimenta la persona: físicos, emocionales, laborales, etc.

Origen interno, las experiencias, vivencias y de cómo interpretamos estas experiencias, del significado que les atribuimos. Nuestro temperamento, nuestros rasgos de personalidad, que interpretarán las vivencias creando la sensación de desesperanza, abandono u otra emoción negativa.

Son muchísimas las personas que sufren emocionalmente pero lo esconden tras una vida ocupada, una apariencia atractiva o una posición social influyente. El dolor emocional es invisible y no termina con algún medicamento como el dolor físico. Las causas del dolor emocional son múltiples.

En los niños el sufrimiento se experimenta en medio de una familia disfuncional, de un ambiente afectivo pobre, de la orfandad, de la pobreza, de la violencia, de la enfermedad.

Las causas del dolor emocional son puramente psicológicas, y generalmente se asocian a algún tipo de experiencia estresante o aversiva, de origen generalmente ambiental.

 Algunas características del dolor emocional


·        El dolor se presenta en el cuerpo y en la mente y puede quedar grabado en ambas partes.

·        El dolor emocional está mediado por la fuente que lo provoca (eventos de vida)

·        Está mediado por la intensidad que produce (débil, moderado o fuerte)

·        Está mediado por el tiempo de duración (de corta o larga duración)

·        El dolor emocional es también adaptativo, pero se torna problemático cuando se vuelve crónico.[2]


Diferencias entre el dolor físico y el dolor emocional

Dolor físico

Dolor emocional

el recuerdo se debilita con el paso del tiempo

Se revive a través del recuerdo.

es temporal

puede durar años e incluso toda la vida

no se puede revivir

Se puede revivir una y otra vez

puede ser aliviado por analgésicos

Hay que utilizar otros recursos distintos

Debe estar presente el hecho que lo provoca

no tiene necesariamente que estar presente el hecho doloroso, basta el recuerdo

 

La relación entre dolor físico y dolor emocional

Somatización

“Concepto de origen psicodinámico por el cual entendemos la trasformación de un conflicto psíquico en un síntoma somático o enfermedad somática.”[3]

“…un conjunto de síntomas físicos que producen malestar y que no pueden ser explicados médicamente a partir de una revisión del cuerpo. Es decir, que allí donde hay una somatización hay problemas relacionados con el dolor y el malestar a los que no se les puede encontrar una causa a partir de un examen médico.” [4]

Middleton(2001)[5] una psicóloga chilena identificando factores comunes en pacientes con cáncer los resume así:

1. Frustraciones

2. Auto imagen desvalorizada

3. Poca cercanía emotiva

4. Aversión a la situación vital

5. Sobrecarga de culpa

6. Duelo no elaborado

 En mi propia práctica clínica he visto esta relación entre el dolor emocional, el sufrimiento y el dolor físico. Conflictos emocionales que desencadenan en:

·        Problemas de colon

·        Problema renales

·        Dolores en las articulaciones

·        Jaquecas frecuentes

·        Problemas dermatológicos

·        Cáncer de mamas

·        otros

 Sufrimiento

Algunos investigadores han definido el sufrimiento como “un estado de distrés más o menos permanente experimentado por el sujeto en el seno de una sociedad y cultura concreta, al enfrentar una amenaza percibida como capaz de destruir su propia integridad física o psicosocial, y ante la cual se siente vulnerable e indefenso.” [6]

El Instituto Nacional del cáncer, NIH en Estados Unidos también ofrece una definición de sufrimiento “Dolor o sufrimiento emocional, social, espiritual o físico que lleva a una persona a sentirse triste, miedosa, deprimida, ansiosa o solitaria. Las personas con sufrimiento también pueden sentirse incapaces de enfrentar la vida diaria por causa de una enfermedad como el cáncer. Estos pacientes podrían enfrentar problemas ante su diagnóstico, síntomas físicos o su tratamiento. También se llama distrés, estrés patológico y malestar.” [7]

Finalmente Deall (2019) define sufrimiento como “un estado de grave malestar asociado con eventos que amenazan la integridad de la persona; es una fase de angustia provocada por la amenaza de pérdida de la seguridad o por la desintegración de la persona. También es una consecuencia a nivel físico y de personalidad. Es una experiencia individual, subjetiva y compleja que implica la asignación de un significado profundamente negativo ante un evento o una amenaza percibida. El sufrimiento tiene los siguientes elementos adicionales: aislamiento, desesperanza, vulnerabilidad y pérdida.” [8]





lunes, 12 de septiembre de 2022

“El dilema del apóstol. Morir o vivir”

 Mensaje 4. “El dilema del apóstol. Morir o vivir”
Texto: Filipenses 1:19-26
Introducción
El diccionario define dilema como:
 “Situación difícil o comprometida en que hay varias posibilidades de actuación y no se sabe cuál de ellas escoger porque ambas son igualmente buenas o malas.”
 Pablo nos relata en estos versículos su dilema. Las dos alternativas son buenas para él: Vivir o morir.
Este dilema nos revela el verdadero corazón de Pablo.
-Las verdades espirituales traspasan la vida o la muerte.
-En Dios no hay diferencia entre estos estados
-La importancia no está en vivir o morir, sino en hacer la obra de Dios
-Pablo no se aferra a los conceptos vida-muerte, está sobre esas dimensiones
-Las circunstancias que él está narrando no son el dilema. Cárcel-libertad es secundario
 Pablo explica las razones de su dilema

 I. El vivir.
1. Si se va a quedar el apóstol preferiría estar libre
v.19 A través de la oración intercesora y la obra del Espíritu Santo.
Pablo, a pesar de su mirada cósmica de la vida no le quita importancia a la obra del creyente a través de la oración y el obrar del Espíritu Santo.
Confía en que sus hermanos lo están realizando y tiene confianza en ello.
 2. v. 20 En nada sería avergonzado. Si se queda viviendo tiene la confianza de que en nada sería avergonzado. La palabra también se puede traducir como confundido.
Está privado de libertad, en arresto domiciliario, opinan algunos eruditos, sin sus privilegios de ciudadano romano, sin los hermanos a quien tanto ama, pero tiene la confianza de que no sería avergonzado.
 La vergüenza es una emoción que se define como:
“Sentimiento de pérdida de dignidad causado por una falta cometida o por una humillación o insulto recibidos.
 “Sentimiento de incomodidad producido por el temor a hacer el ridículo ante alguien, o a que alguien lo haga.”
Si pudiéramos parafrasear al apóstol él nos diría algo como:
“Estoy en la cárcel, debido a una injusticia, estoy solo, tengo necesidades, pero nada de esto me quita mi dignidad ni nada de esto es una humillación para mí. Mi dignidad está basada en otras cosas, no en lo que otros opinen de mi, sino en…
 -Cristo fuera magnificado en su cuerpo, también se puede traducir como “engrandecido”, viviendo o muriendo.
 ¿La razón?

v. 21 “PORQUE PARA MI EL VIVIR ES CRISTO Y EL MORIR ES GANANCIA”
 3. v.22 Beneficio de la obra
Ver el versículo 12 del capítulo donde el apóstol se refiere a esto con las palabras “las cosas que me han sucedido”. El beneficio de la obra es:
-que los hermanos cobren valor para hablar de Jesús
-Jesús sea predicado de cualquier forma, aunque algunos tengan motivaciones equivocadas.
 4. vv. 24-25 Quedarse por amor a los hermanos
-para provecho de ellos
-gozarse en la fe
-mostrar la gloria de Pablo entre los hermanos
 Estos dos versículos muestran una vez más la relación correcta entre un pastor y su iglesia.
El pastor Pablo rechaza la idea de disfrutar del cielo si quedarse y servir a los hermanos resultaba en provecho de ellos y de él.
-el permanecer entre ellos sería de gozo recíproco.
Un ejemplo de esta relación amorosa entre pastor y comunidad la encontramos en el libro de Hechos 2:32-38
32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido.
35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
36 Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.
37 Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,
38 doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco.

 Ilustración
EVANGELISTA CHINO QUE FUE TORTURADO A CAUSA DEL EVANGELIO, HOY SU TESTIMONIO ES TRADUCIDO A MÁS DE 33 IDIOMAS
 CHINA.- Fue torturado de maneras inimaginable, pero nunca renunció a seguir a Jesucristo. El testimonio de fe de Liu Zhenying, más conocido como “Hermano Yun“, ha impactado a miles de vidas en todo el mundo con su autobiografía traducido a más de 33 idiomas.
 Fue arrestado por primera vez a los 17 años, por haber llevado a 2.000 personas a Cristo durante su primer año como cristiano, en su provincia natal, Henán. El joven evangelista continuó predicando, a pesar de la constante amenaza de prisión. Incluso después del reinado de Mao, las autoridades chinas continuaron persiguiendo a los cristianos.
 Tortura Policial
En una oportunidad fue nuevamente arrestado, y llegó a perder la conciencia de tantas descargas eléctricas de parte de los guardias. Su cuerpo en el suelo convulsionaba en una celda de la prisión Nanyang, en la provincia china de Henán. La policía secreta de China esperaban que su esposa y su madre de Liu, lo convencieran de renunciar a sus creencias y revelar las identidades de sus amigos cristianos. Cuando él recuperó la conciencia, su cabeza estaba en el regazo de su madre. Ella estaba llorando y su joven esposa horrorizada por lo que le habían hecho. Rechazó negar a Cristo, y los funcionarios de la prisión recurrieron a golpes y descargar eléctricas. “Ellos querían que revelara nombres de más cristianos y lugares de reunión”, dijo Yun.
Este episodio se produjo el 7 de abril de 1984. Liu creía que pronto moriría en esa prisión, pero Dios tenía otros planes. Fue liberado cuatro años después, pero fue arrestado y torturado dos veces antes de escapar de China en 1997.
 Hoy, Liu Zhenying, de 49 años, es conocido por los cristianos de todo el mundo como el hermano Yun (se pronuncia “Yoon”), un nombre que los creyentes chinos le dieron para proteger su identidad. Miles fueron inspirados por haber sobrevivido a tantas torturas.
 Yun predica un Evangelio en que el sufrimiento es una oportunidad para una comunión con Dios. “Yo realmente no sufrí por Jesús mientras estaba en la cárcel, yo estaba con Jesús”, dijo
 
II. El Morir
 1. Es muchísimo mejor
En el pasaje no hay más razones por las que el apóstol deseaba morir y estar con Cristo, salvo estas tres palabras:
ES-MUCHÍSIMO-MEJOR
 Podemos deducir que su anhelo por la otra vida se basaba en lo que él ya había visto en visiones:
 1. 2Corintios 5:1-8
 1 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;
3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor
7 (porque por fe andamos, no por vista);
8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
 2. 2Corintios 12: 1-5
 1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
5 De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades.
3. Hebreos 11: 8-10
8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Ilustración
El apóstol Pablo en otra epístola da una lista de personas que pensaban, como él que el cielo, vivir con Jesús, era muchísimo mejor.
Estos son:
Abel                Enoc               Noé                Abraham          Isaac
Jacob                   Sara                      José                      Moisés                 Rahab.
Gedeón               Barac                  Sansón                 Jefté                     David
Samuel                los profeta          Mujeres muchas   
                         
v. 38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
V. 39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido
Partieron de este mundo buscando “lo mejor”

 Aplicaciones
1. Los cristianos en el día de hoy ¿Tenemos el mismo dilema de Pablo, morir o quedarnos?
2. Nuestra participación en la iglesia local ¿es el motivo para quedarnos en esta vida?
3. El servicio cristiano ¿Es la prioridad para nosotros?
4. ¿En qué está puesta nuestra dignidad? ¿Nos avergüenzan las circunstancias?
5. Nuestra participación en la iglesia local ¿bendice a los hermanos?
6. ¿Dios es engrandecido por medio de mi actuar en la comunidad donde participo?
7. ¿Vivimos con la conciencia de la otra vida o vivimos como si este mundo fuera todo lo uqe hay?
8. ¿Tenemos aroma a cielo o a tierra?

 CONCLUSIÓN
Pablo nos cuenta en este primer capítulo las cosas que le han sucedido y nos dice que el dilema del cristiano no es sufrir o no sufrir, estar libre o preso.
Que las circunstancias se someten a los designios de Dios.
Si me quedo es para servir, para que otros se gloríen en mi actuar y en mi servicio
Si me voy es para disfrutar de la presencia de Cristo que es muchísimo mejor.

Sufrimiento y sus conceptos

 

                 Sufrimiento y sus conceptos

                        “Una mujer acudió a un hombre muy sabio de su país. Estaba                                         desesperada de dolor. Su único hijo, de 10 años, estaba enfermo y                             ningún médico daba con la solución a su mal. Al llegar frente al                                 sabio, le pidió el remedio para sanarlo. Era una situación injusta.               Sólo tenía un hijo, era muy joven y ella no se merecía tanto  sufrimiento.

El Sabio, mirándola con ojos de amor le dijo: “para preparar el remedio que sanará a tu hijo necesito varios ingredientes. Tú me tienes que traer uno de ellos: un grano de arroz de una persona que nunca haya sufrido”. La mujer se marchó muy contenta, por fin encontraba una solución. Se puso a buscar con enorme rapidez. Al cabo de tres meses, volvió a casa del sabio. Su rostro y sus ojos mostraban serenidad.

El sabio le preguntó: “¿Me traes el grano de arroz de la persona que no ha sufrido?”. La mujer le contó que cuando salió de la casa del sabio buscó como loca en todo el país: palacios, chozas, campos, ciudades… en todas partes donde preguntó encontró personas que habían perdido un ser querido, personas que habían pasado por una enfermedad seria, personas que estaban sin trabajo, personas que estaban solas y no tenían nadie con quien hablar. Y conforme pasaban los días y veía que todas esas personas, a pesar de su sufrimiento, seguían adelante, dibujando cada día una sonrisa en su cara… poco a poco ella fue serenando su corazón y aceptando su propio sufrimiento. Ahora se presentaba ante el sabio simplemente para agradecerle la paz que había puesto en su corazón… y pidiéndole el remedio para convivir con la enfermedad de su hijo“.

 

El sufrimiento es una experiencia universal, transversal, presente como hemos visto en un capítulo anterior, desde siempre en la historia humana. La historia presente nos da cuenta de algunos ejemplos de conocidas personalidades que han vivido grandes experiencias de sufrimiento. A través del tiempo, a pesar que el dolor es transversal, hemos usado variados conceptos para referirnos a la experiencia del sufrimiento. Solemos usarlos como sinónimos, pero hay algunas diferencias. Vale hacer una aclaración respecto de estos conceptos y sus significados distintos a fin de lograr una mayor comprensión del fenómeno estudiado. Descubriremos que podemos padecer más de un sufrimiento a la vez porque existen diferentes tipos de sufrimiento y cada uno de ellos tiene sus propias características e incidencias en el mundo.

 El sufrimiento como una experiencia universal

Solemos pensar que la gente pobre sufre más que otras personas y que las personas que consideramos más dotadas no sufren, sin embargo, una persona puede ser muy inteligente, poseer grandes habilidades y capacidades y por sorprendente que estas sean, el sufrimiento convive con ella. Stephen Hawking es un ejemplo de lo que menciono. El hombre vivo más inteligente del planeta no podía mover más que sus ojos. Justo antes de su primer matrimonio, con 21 años, se le diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que fue agravando su estado con el paso de los años, hasta dejarlo casi completamente paralizado y le forzó a comunicarse a través de un aparato generador de voz. [1]

 Lo que muchas veces sucede es que hay grupos de personas que están más expuestas, pobres o grupos marginales de quienes los medios de comunicación hablan o muestran imágenes de ellos sufriendo, muchas veces sobrepasando los límites. Un ejemplo es la icónica imagen de Kevin Carter que muestra al niño sudanés muriendo y el buitre esperando muy cerca de él, con la que ganó el premio Pulitzer en 1994 y quien luego se quitaría la vida debido a un cuadro depresivo.

Han existido muchas personas famosas que han sufrido y cuyo sufrimiento ha permanecido oculto, ejemplo de ello es Sigmund Freud quien padecía de un cáncer a la garganta que le producía mucho dolor, o Frida Calo a quien ya hemos visto y sus intensos dolores en la espalda. La historia también cuenta de famosos que sufrían: Napoleón Bonaparte y sus problemas de úlceras, Abraham Lincoln, muchas pérdidas, Salvador Dalí, depresión y Parkinson y personas populares como Christopher Reeve o Michael Jackson.

El sufrimiento es universal. Sufren bebés, niños, hombres y mujeres. Gente sin dinero y personas con mucho dinero. Deportistas, intelectuales, religiosos, blancos, negros, etc.

Los conceptos del sufrimiento

Al hablar de sufrimiento usamos varias palabras como sinónimo aunque tienen significados distintos. Veamos algunos de ellos.

 Dolor físico

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor definió el dolor como "Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial, o descrita en términos de dicho daño.” [1]

“El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. El dolor puede ser agudo o sordo. Puede ser intermitente o ser constante. Puede sentir dolor en algún lugar del cuerpo, como la espalda, el abdomen, el pecho o la pelvis. O puede sentir dolor generalizado.

El dolor puede ayudar a diagnosticar un problema. Sin dolor, usted podría lastimarse gravemente sin saberlo o no darse cuenta de que tiene un problema médico que requiere tratamiento.

Hay dos tipos de dolor: Agudo y crónico. En general, el dolor agudo aparece de repente, debido a una enfermedad, lesión o inflamación. A menudo puede ser diagnosticado y tratado. Generalmente desaparece, aunque a veces puede convertirse en dolor crónico. El dolor crónico dura mucho tiempo y puede causar problemas graves.

El dolor no siempre es curable, pero hay muchas formas de tratarlo. El tratamiento depende de la causa y el tipo de dolor. Hay tratamientos que usan medicamentos, como los analgésicos. También hay tratamientos sin medicamentos, como la acupuntura, la fisioterapia y, a veces, la cirugía.”[2]

Escala terapéutica de la O.M.S. El dolor físico se puede medir y existen escalas para cumplir con esta tarea. Una de las variaciones de la escala más utilizada por los especialistas para medir el dolor es el test EVA que es un gráfico con una escala marcada del 1 a 10 que señala la intensidad del dolor, lo cual es subjetivo porque dos personas experimentan niveles de dolor distintos ante la misma situación.

 El tratamiento para el dolor

Como veremos en este capítulo la analgesia es el gran avance en el tratamiento del dolor y del sufrimiento, pero también existen otras formas de tratar el dolor sin el uso de medicinas. Algunas de ellas son:

1. Acupuntura: Estimula puntos específicos en su cuerpo. Hay diferentes métodos para esto. El más común inserta agujas delgadas en la piel. Otros métodos incluyen usar presión, estimulación eléctrica y calor. La acupuntura se basa en la creencia de que el Qi (energía vital) fluye a través del cuerpo a lo largo de caminos llamados meridianos. Sus practicantes piensan que estimular los puntos de acupuntura puede reequilibrar el Qi. La investigación sugiere que la acupuntura puede ayudar a controlar ciertas afecciones que causan dolor.

2. Técnicas de biorretroalimentación. Usan dispositivos electrónicos para medir las funciones del cuerpo, como la respiración y la frecuencia cardíaca. Esto le enseña a ser más consciente de las funciones de su cuerpo para aprender a controlarlas. Por ejemplo, un dispositivo de

 biorretroalimentación puede medir su tensión muscular. Al ver cómo cambian estas mediciones, puede ser más consciente de cuándo sus músculos se tensan y aprender a relajarlos. La biorretroalimentación puede ayudar a controlar el dolor, incluyendo dolores de cabeza crónicos y de espalda.

3. Estimulación eléctrica: Usa un dispositivo para enviar una corriente eléctrica suave a nervios o músculos. Esto puede ayudar a tratar el dolor al interrumpir o bloquear las señales de dolor. Los tipos incluyen:

Estimulación eléctrica transcutánea (TENS, en inglés)

Estimulación nerviosa periférica

Estimulación cerebral profunda o de la médula espinal

4. Terapia de masaje: Tratamiento en el cual los tejidos blandos del cuerpo se aprietan, frotan, golpean suavemente y se acarician. Entre otros beneficios, puede ayudar a las personas a relajarse y aliviar el estrés y el dolor

5. Meditación: Práctica que conecta la mente con su cuerpo. En la meditación, usted enfoca su atención en algo, como un objeto, palabra, frase o su respiración. Esto le ayuda a minimizar los pensamientos o sentimientos que le distraen o estresan

6. Fisioterapia: Usa técnicas como calor, frío, ejercicio, masajes y manipulación. Puede ayudar a controlar el dolor, así como a acondicionar los músculos y restaurar la fuerza.

7. Psicoterapia (terapia de conversación): Usa métodos como conversar, escuchar y el asesoramiento para tratar trastornos mentales y de la conducta. También puede ayudar a personas con dolor, en especial dolor crónico, al enseñar habilidades para hacer frente al dolor y poder lidiar mejor con el estrés que puede causar abordar pensamientos y emociones negativas que pueden empeorar el dolor, entregar apoyo emocional.

8. Terapia de relajación: Puede ayudar a reducir la tensión y el estrés muscular, bajar la presión arterial y controlar el dolor. Puede consistir en tensar y relajar los músculos del cuerpo. Puede utilizar imágenes guiadas (enfocando la mente en imágenes positivas) y meditación.

9. Cirugía: Puede ser necesaria para tratar el dolor intenso, especialmente cuando es causado por problemas de espalda o lesiones musculoesqueléticas graves. Siempre hay riesgos al someterse a una cirugía, y no siempre funciona para tratar el dolor.



[1]

[2] Dolor. Medlineplus. https://medlineplus.gov/spanish/pain.html. Bajado el 26/01/2022



[1] Wicky pedia

lunes, 5 de septiembre de 2022

Mensaje 3: “Las cosas que me han sucedido”

 

Serie: Filipenses. El Gozo en la vida cristiana

Mensaje 3: “Las cosas que me han sucedido”

Introducción

Habitualmente las circunstancias adversas producen una sensación de mucho desagrado y enojo. Nadie desea pasar por circunstancias difíciles y l apena es una reacción esperable.

La adversidad tiene un espectro amplio que va desde perder una cantidad de dinero, o perder un vuelo hasta perder la salud o un ser muy querido.

Muchísimas veces, sino todas, las circunstancias adversas se relacionan con pérdidas y estas pérdidas producen en el sufriente un daño en su autoestima.

El sí mismo

El que sufre se siente mal consigo mismo. Tiene vergüenza de sufrir, se lamenta por lo que le pasó. Se vuelve mono temático o no desea hablar con nadie y se aísla. Prefiere sufrir solo.

Le cuesta mucho ver algo bueno en la adversidad. Tiene la mente y el corazón puestos en lo que acaba de perder.

Es entendible, esa es nuestra naturaleza humana. Esta forma de mirar la adversidad termina por deprimir a la persona.

Las circunstancias

Se siente mal, mira las circunstancias negativas y no ve nada bueno en ellas, se pregunta ¿Por qué? ¿Dónde está Dios? ¿Hice algo malo?

No logra ver algo positivo en las circunstancias, solo ve pérdidas, confusión, expectativas no cumplidas, desagrado.

Filipenses 1:12-18 nos muestra, a través del ejemplo del apóstol Pablo, la manera como el creyente debe enfrentar la adversidad y no perder el gozo en la vida.

Con las palabras “las cosas que me han sucedido”vv.12-13 el apóstol nos muestra cómo enfrentar las circunstancias adversas.

12 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio,

13 de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás.

14 Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.

El secreto de “las cosas que me han sucedido” es doble:

Testimonio

Ver la adversidad como la oportunidad de Dios para dar testimonio del evangelio

v. 13 “de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio y a todos los demás

1. La adversidad no coloca en una posición, en lugar, donde nunca iríamos por voluntad propia. Nuestro “pretorio”

Pablo jamás hubiera llevado el evangelio hasta el palacio del pretor, ni de los soldados romanos si las circunstancias no lo hubieren llevado hasta allí, pues sus planes eran otros.

2. Las cosas que “me han sucedido”. En el original no hay una distinción si fue “la vida” o si fue Dios, solo dice “que me han venido”. Las cosas que simplemente le pasaron, dice Pablo.

No hay un “enredo” en su mente ni en su teología si las circunstancias habían sido propiciadas por Dios o no. Reconoce “que le vinieron”.

Enredarse buscando el origen de las adversidades puede causar más mal que la circunstancia misma.

3. Las circunstancias adversas nos llevan a conocer personas que de otro modo no conoceríamos:

-enfermos

-extranjeros

-personas muy distintas a nosotros

-etc

 4. En ese lugar donde jamás un cristiano iría por voluntad propia, pero es llevado por las circunstancias adversas, debe dar testimonio de Cristo.

Algunas cosas que ayudan

-Ver a Dios en toda circunstancia

-Dar gracias en todo, no por todo

-Verse a sí mismo como un siervo

-Verse a sí mismo como un defensor del evangelio.

 Aplicaciones

1. Cada creyente tiene un “pretorio”, un lugar al que nunca iría o hubiera ido si no fuera por las circunstancias:

-un hospital

-una cárcel

-un trabajo distinto

-la casa de un amigo, de un familiar

-otro país

-un estado emocional desconocido hasta ese momento

-etc.

2. La adversidad será siempre una ocasión para escoger.

Escoger

a. Escoger enojarse, llorar, blasfemar

b. Escoger lamentarse y enojarse con Dios debido a lo que se está viviendo

c. Culpar a Dios por las circunstancias

d. Culpar a otros

e. Auto culparse por la falta de fe

Escoger

-Poner el evangelio como aspecto central de la vida y buscar su progreso aún en medio de la adversidad.

-Dar testimonio de Jesús en medio de la adversidad frente a las personas

- Negarse a sí mismo y buscar glorificar a Dios

 ÁNIMO

La adversidad de un cristiano anima en la fe a otros cristianos.

14 “Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.”

1. La adversidad de uno o unos debiera despertar el ánimo de muchos otros.

2. Las circunstancias adversas mueven a una comunidad y renueva sus fuerzas para seguir compartiendo el evangelio.

3. Esa debe ser la actitud del que sufre. Animar a otros a compartir el evangelio a pesar de lo negativo de su situación.

4. Habrá hermanos que lo harán y lo harán bien.

5. Habrá otros que tendrán segundas intenciones, pero el gozo del creyente crece cuando ve que sus circunstancias negativas motivan a otros a compartir su fe.

6. Los hermanos desanimados despiertan cuando ven a uno que es fiel a pesar de las dificultades.

7. El ejemplo del cristiano fiel que sufre quita el temor de la comunidad para hablar de Jesús.

8. Las circunstancias adversas vividas de manera apropiada, con gozo, son una manera de defender el evangelio de Cristo, pues muestra no solo palabras, sino una manera de vivir.

Aplicaciones

1. El cristiano que sufre debe procurar animar a otros en medio de su circunstancia negativas y no desanimarlos.

2. En medio de la adversidad de alguno de sus miembros, la comunidad debe perder el temor y seguir compartiendo de Jesús.

3. En medio de las dificultades de un creyente, no todos actuarán de la misma forma. Muchos actuarán de manera inapropiada.

4. Sufrir la adversidad al modo de Dios es una manera de defender el evangelio

 
Conclusión

Las dificultades de un creyente son la ocasión para hacer brillar la luz del evangelio, de dos formas:

1. Son una manera de dar testimonio en lugares y a personas que quizá nunca iríamos ni trataríamos de ir.

2. Son la oportunidad para alentar a los hermanos a seguir hablando de Jesús.

3. No se deben mirar las circunstancias como algo absolutamente malo, sino gozarse que aún en esa situación Cristo puede ser predicado.

4. El gozo del cristiano, no se basa en las circunstancias, sino en que Cristo sea predicado

 

Dios y el sufrimiento III (parte final)

 El argumento lógico y la objeción de los “jejenes”

Peter van Inwagen
sugirió que una persona que usa el mal como argumento en contra de la existencia de Dios podría decir algo como esto:

Escéptico: “Si existiera un ser omnipotente y moralmente perfecto que supiera sobre los males que conocemos —pues, ni siquiera habrían surgido esos males porque él habría evitado que ocurrieran. O, de no haberlo hecho por alguna razón, ciertamente los eliminaría en el instante en que aparecieran. Pero observamos males, y muy duraderos. Por tanto, debemos concluir que Dios no existe”.

En resumen, el argumento es:

1. Un Dios verdaderamente bueno no querría que existiera el mal; un Dios todopoderoso no

permitiría que existiera el mal.

2. El mal existe.

3. Por tanto, no es posible que exista un Dios bueno y poderoso.

Respuesta: El argumento del mal contra Dios tiene una premisa oculta, a saber, que Dios no

tiene razones válidas para permitir que exista el mal. “Puede ser que alguien tenga un deseo

muy fuerte de algo e incluso sea capaz de obtener tal cosa, pero que no actúe según este

deseo porque los motivos para no hacerlo le parecen superiores al deseo de tener esa cosa…

[así que] Dios podría tener razones para permitir que exista el mal, pues en su mente superan

la deseabilidad de que no exista el mal”.

Si Dios tiene buenas razones para permitir el sufrimiento y el mal, entonces no hay

contradicción entre su existencia y la del mal. Así que para que su caso no falle, el escéptico

tendría que responder que Dios no podría tener razones válidas. Pero es muy difícil probarlo.

Para mostrar al escéptico que su premisa es falsa, el teísta podría señalar que nosotros mismos

a menudo permitimos el sufrimiento en la vida de alguien para lograr un bien mayor. Los

médicos a menudo realizan procedimientos y tratamientos dolorosos a las personas con el fin

de mejorar su salud y prolongar su vida. Los padres que castigan el mal comportamiento

quitando juguetes o privilegios están causando dolor (especialmente desde la perspectiva del

niño), pero la alternativa es que el niño se convierta en un adulto sin dominio propio y, por

tanto, experimente un sufrimiento mucho mayor. Y la mayoría de la gente diría que hay algo de

verdad en lo que dijo Nietzsche: “Lo que no me mata me hace más fuerte”. Muchos pueden

señalar hacia adversidades específicas en sus vidas que, por más insoportables que hayan sido,

les ayudaron a evitar sufrimientos mayores en el futuro.

Por lo tanto, la premisa de permitir el dolor por la buena razón de lograr una mayor felicidad es

válida, y no solo es algo que comprendemos sino que también es algo que aplicamos. Eso

significa que no podemos asumir que haya incoherencia entre la existencia de Dios y la del mal

y el sufrimiento.

El escéptico podría decir que la incoherencia no es entre Dios y el sufrimiento en general, sino

entre Dios y las clases y magnitudes de mal y sufrimiento que vemos en el mundo. A menudo

hay personas indefensas que experimentan gran violencia y dolor que no aparentan tener un

propósito en el crecimiento del carácter de dichas personas. Sí, señala el escéptico, puede

haber buenas razones para permitir algunos tipos de sufrimiento, pero no la magnitud y los

tipos de sufrimiento que existen en el mundo de hoy. Dios no podría tener razón alguna para

permitir eso.

Esta postura trae implícita otra premisa: “Si yo no puedo percibir alguna razón por la cual Dios

tuviera para permitir ese mal… entonces lo más probable es que no tenga ninguna”.

Pero esa premisa es obviamente falsa. Hay que recordar que el argumento del mal contra Dios

comienza con la idea de un Dios omnipotente. Dice: “Si Dios es infinitamente poderoso como

dices, ¿por qué no detiene el mal?”. Pero un Dios que es infinitamente más poderoso que

nosotros también sería infinitamente más sabio que nosotros. Así que la respuesta al escéptico

es:

“Si Dios es infinitamente sabio, ¿por qué no podría tener razones moralmente suficientes que

tú no puedas imaginar para permitir el mal?”. Insistir en que sabemos tanto sobre la vida y la

historia como el Dios todopoderoso es una falacia lógica, por más que el marco inmanente de

nuestra cultura nos incline a pensar de esa manera.

Al filósofo Stephen John Wykstra se le ocurrió la ilustración de los “jejenes” para revelar esta

falacia en el argumento del mal. Wykstra estaba respondiendo a los escritos de William Rowe,

quien argumentó que debido a que no podemos ver ningún “bien mayor” que pueda justificar

que Dios permita el sufrimiento, entonces “no existen tales bienes”. Wykstra respondió

señalando a los jejenes, unas moscas diminutas cuyas mordidas son muy dolorosas.

El hecho de que no puedas ver a los jejenes no significa que no estén allí. Alvin Plantinga

continúa con la ilustración:

Observo dentro de mi carpa: no veo a un perro San Bernardo. Entonces es probable que no

haya un San Bernardo en mi carpa. Si hubiera uno, es muy probable que lo viera. Un San

Bernardo no puede esconderse fácilmente en una carpa pequeña. De nuevo miro dentro de mi

carpa y no veo ningún jején… Esta vez no es muy probable que no haya jejenes en mi carpa… Y

es que incluso si hubiera jejenes, no los vería; son demasiado pequeños para ser vistos. Y ahora

la pregunta es si las razones de Dios, si las hay, para permitir tales males… son más como un

San Bernardo o más como jejenes… Debido a que Dios sí tiene una razón para permitir estos

males, ¿por qué pensar que seríamos los primeros en saberlo?… Debido a que Él es

omnisciente y dadas nuestras grandes limitaciones epistémicas, no es sorprendente que sus

razones… sobrepasen nuestro entendimiento.

Aquí vemos el talón de Aquiles del argumento “lógico” contra Dios —la idea de que el mal

implica la imposibilidad de que Dios exista. Si tienes a un Dios que es lo suficientemente

infinito y poderoso como para que te enfades con Él por permitir el mal, entonces debes al

mismo tiempo tener a un Dios que es lo suficientemente infinito como para tener razones

válidas para permitir ese mal.

Y ahora también podemos ver por qué Charles Taylor tiene razón al decir que el “problema del

mal” no fue ampliamente percibido como una objeción contra Dios hasta los tiempos

modernos. Los seres humanos que operan dentro del marco inmanente tienen mucha más

confianza que las personas antiguas en sus poderes de razonamiento y en su habilidad para

descubrir los misterios del universo. Creer que Dios no pueda pensar en algo que nosotros no

hemos podido pensar es más que una falacia. Es una marca de gran orgullo y fe en nuestra

propia mente.”

El argumento probatorio y el efecto mariposa

Keller continúa con su exposición y aborda el tema del efectos mariposa y escribe:

“Pero ¿qué pasa con la forma menos ambiciosa del argumento, es decir, el argumento

probatorio contra Dios? Este señala, más modestamente, que el mal y el sufrimiento

simplemente hacen que la existencia de Dios sea improbable. Un escéptico podría decir: “Por

supuesto que no podemos probar que no podría existir un Dios, o que no podría haber una

razón válida para permitir el mal.

Pero ¿has presenciado la muerte lenta de un niño pequeño que está siendo devorado por el

cáncer? Aunque técnicamente el mal no puede refutar la existencia de un Dios bueno y

poderoso, hace que su existencia sea altamente improbable”.

El problema con este argumento es que no es fundamentalmente diferente al argumento

lógico. Se apoya en las mismas premisas y tiene el mismo talón de Aquiles. Si no podemos

probar que Dios no tiene razones válidas para el mal, tampoco podemos evaluar el nivel de

probabilidad de que tenga tales razones.

Insistir en que tenemos una posición ventajosa desde la cual podemos evaluar porcentajes o

probabilidades es volver a olvidar las limitaciones de nuestro conocimiento. Si hay un Dios

infinito y nosotros somos finitos, no habría forma de que pudiéramos establecer tales cosas.

Imagina una pelota en la cima de una colina que pudiera deslizarse desde la colina hacia

cualquiera de varios valles, provocando avalanchas y cambiando paisajes y vidas. La ruta de la

pelota, sin embargo, depende de un montón de diferencias casi imperceptibles en la posición y

el impulso iniciales, de las irregularidades en el terreno e incluso de las condiciones climáticas

como el viento o la presión atmosférica. ¿Podemos saber exactamente a dónde irá la pelota

cuando se lance, y qué porcentaje de probabilidad hay para cada valle? No. Hay demasiadas

variables. En el campo de la teoría del caos, los científicos han aprendido que los sistemas

macroscópicos, como el clima, pueden ser sensibles a los cambios más pequeños. Un ejemplo

clásico de esto es la afirmación de que el aleteo de una mariposa en China podría determinar la

trayectoria de un huracán al sur del Océano Pacífico. Sin embargo, nadie podría calcular y

predecir los efectos reales del vuelo de la mariposa.

Ahora, ¿qué pasaría si cada evento en el tiempo, incluso el más insignificante, tuviera efectos

de onda masivos e infinitamente complejos? Ray Bradbury describió esto en su cuento de

ciencia ficción “El ruido de un trueno”. En la historia, Travis, el guía para los viajes en el tiempo,

le dice a Eckels que cuando visite el pasado debe asegurarse de no salirse del camino de metal

que le será proporcionado. De lo contrario, podría hacer algo como pisar un ratón. Eso

significaría que todos los futuros descendientes de ese ratón, tal vez millones, desaparecerían.

Eso implicaría que todos los otros animales que se alimentaban de esos ratones morirían de

hambre y no tendrían descendencia. Eso significaría que los seres humanos que se habrían

comido a esos animales no lo harían, y eso les llevaría a mudarse o a morir de hambre. Y la

muerte de una mujer o un hombre significaría que familias enteras —y, por tanto, naciones

enteras— no existirían.

Pisar a un solo ratón… podría tener efectos que sacudan nuestra tierra y nuestros destinos a

través del tiempo, hasta sus mismos cimientos… Quizás Roma nunca se levantaría sobre sus

siete colinas. Quizás Europa sea siempre un bosque oscuro… Pisa un ratón y dejarás tu huella,

como un Gran Cañón, por toda la eternidad… Así que ten cuidado. Mantente en el camino.

¡Nunca te salgas!

Ahora, si hasta los efectos del vuelo de una mariposa o del rodar de una pelota colina abajo

son demasiado complejos para calcular, ¿cuánto menos podría un ser humano mirar la muerte

trágica y aparentemente “sin sentido” de un joven y tener alguna idea de lo que serán sus

efectos sobre la historia? Si hay un Dios todopoderoso y omnisciente dirigiendo el número

infinito de eventos interactivos en toda la historia para lograr sus buenos propósitos, sería una

locura pensar que podríamos ver cualquier acontecimiento en particular y comprender una

millonésima parte de lo que producirá. El efecto mariposa de la historia significa que “solo una

mente omnisciente podría captar las complejidades de dirigir un mundo de criaturas libres

hacia… objetivos previstos [que son buenos]… Es cierto que muchos males nos parecen inútiles

e innecesarios, pero simplemente no tenemos el derecho ni la capacidad de emitir ese juicio”.

Lo expresado en los párrafos anteriores no responde, obviamente a la pregunta de la relación

Dios y sufrimiento, pero presenta una buena manera de abordar algunos de los aspectos

centrales del tema.

Una historia de un Dios que llora y sufre

En la Biblia hay muchas referencias antropomórficas referidas a Dios: las alas de Dios, el calor

de Dios, la mano de Dios, los ojos de Dios y otros, por lo tanto no es profano o muy lejano

pensar en un Dios que llora o que sufre. Una imagen tremenda y conmovedora de Dios es el

relato que Jesús hace del hijo pródigo, donde el padre de la historia representa a Dios. Un Dios

que amando y respetando la libertad de su hijo menor lo deja partir del hogar y ahoga la pena

que su hijo le deseara la muerte y que quisiera hacer su propia vida, lejos del hogar paterno y

malgastando la fortuna fruto del trabajo de años de su padre.

El padre, según el relato de Jesús no impide la marcha del hijo. Se queda en casa esperando,

llorando y sufriendo la ausencia del hijo. Sin reproches, con tristeza ve como el tiempo pasa sin

que su hijo retorne, sin condena hacia su hijo ni de las decisiones que libremente este tomó.

Lo espera, lo espera, lo espera no sabemos cuánto tiempo. Mirando al camino cada mañana

esperando verlo aparecer, pero el hijo no regresa. Está encandilado con su libertad, disfruta la

ausencia del padre. El mismo que lo había engendrado, cuidado, protegido ahora le parece un

estorbo para cumplir sus propias metas, y el padre, con el corazón roto, lo ha dejado partir.

¿Serían meses o años? El dinero por fin se acabó, el placer de la libertad se extinguió, la

novedad ha desaparecido, el hijo está fuera de sí. Está sufriendo, está solo, su libertad ya no

tiene el mismo brillo. Entonces, en medio del sufrimiento, del hambre, del desprestigio, del

rechazo, desde el fango asqueroso de unos cerdos vuelve en sí y siente la falta del padre. Ahora

son dos quienes lloran, el padre que espera y el hijo que se da cuenta de su miserable

condición, resultado de sus elecciones.

Trastabillando, sucio, maloliente, a tropezones, con el estómago vacío, y la cabeza llena de

culpa, en harapos, en condición de calle, indigno y sufriente comienza caminar de vuelta al

hogar. El sol israelita de mediodía lo golpea fuerte al igual que sus recuerdos. Ha ensayado en

su mente muchas veces lo que le va a decir a su padre, pero de solo pensar llora y se pasa una

mano por la barba inmunda. No sabe si es efecto del sol, pero le parece que está llegando al

hogar, reconoce el paisaje, los aromas, está llegando al hogar paterno, y no puede creer lo que

ve, ahí, a la puerta de la casa, como cada mañana o cada atardecer está su padre, sentado

mirando el horizonte lo ve aparecer y se estremece al verlo, pues abandonando su dignidad

patriarcal se hecha a correr, sin pudor, sin temor y avanza por el sendero abriendo los brazos de

par en par, y gritando ¡Mi hijo! ¡Mi hijo! Y con los ojos bañados en lágrimas se arroja a sus

brazos y lo abraza con fuerza. La aventura de la libertad ha terminado, el hijo encuentra el fin

de su sufrimiento en los brazos de su padre. En ese abrazo profundo el sufrimiento del hijo

desaparece y entre las caricias de su padre el hijo restaura su posición, su dignidad, su alegría.

Dios es un Dios que llora y que sufre con sus hijos.

Este es un capítulo difícil, porque resulta muy complicado responder las cuestiones

relacionadas a Dios y el sufrimiento, pero hemos visto que sí se relacionan, que el sufrimiento y

su consecuencias son preguntas que se hacen creyentes como no creyentes. Ambos buscan

respuestas que traigan alivio y que hay una lucha entre sufrir y mantener la fe, Elle Wiesel es

un ejemplo de ello. Las dudas a veces surgen por tener una visión incompleta de Dios o por

acercarse al tema solo desde la perspectiva humana, intentando comprenderlo todo, buscando

respuestas donde no las hay. El origen del mal y el sufrimiento seguirá siendo una incógnita.

Las teodiceas son solo un intento por explicar lo inexplicable. Podemos reflexionar y analizar el

tema del sufrimiento, pero la experiencia del sufrimiento aporta otra arista fundamental.

La relación entre Dios y el sufrimiento será un tema siempre recurrente para muchas personas,

serán creyentes o no creyentes. El sufrimiento acabará con la fe de algunos y encenderá la fe

de otros. Son muchas las preguntas y pocas las respuestas. Hay una relación entre el origen del

mal y el sufrimiento. Algunos culpan a Dios por el dolor y el sufrimiento, pero Dios no es el

autor del sufrimiento y nunca lo ha deseado para los hombres. El sufrimiento es el resultado de

la libertad del hombre. Las teodiceas son un intento por explicar estos temas aunque no hay

una explicación que satisfaga totalmente el deseo de conocer el origen del sufrimiento.