martes, 9 de julio de 2013

Cristianos y política, cómo participar


Cristianos y política, cómo participar
                      
"No hay ni una sola pulgada cuadrada de todo el cosmos de la que Cristo Señor y el soberano de todo no diga, esto es mío". Que lindas palabras y que hermosa manera de vivir la vida cristiana, sin compartimentos cerrados, ni áreas de la vida donde Cristo no manifieste su señorío. Con estas palabras el teólogo holandés Abraham Kuyper resume la cosmovisión cristiana. Todo es de Cristo, El es Señor de todo y de todos, del mundo y de la cultura, incluyendo la política que es una de las actividades fundamentales del quehacer humano en toda su historia. Existen muchos grupos cristianos preguntándose aún si se debe participar en política y se pasarán la vida preguntándose lo mismo, mientras el tiempo continúa transcurriendo y esa área fundamental  sigue necesitando del testimonio cristiano verdadero y sin saberlo, con esa postura están haciendo política. Una polìtica pasiva y manejable. Ya no es tiempo de preguntarse “si”, es tiempo de preguntarse cómo, y este periodo es oportuno para meditar en ello. Como muchas otras actividades presenta dificultades de todo tipo: amor al poder, codicia, tráfico de influencias, dilemas éticos y morales, etc, pero ¿No presentan otras actividades desafíos parecidos? Las leyes, la medicina, las grandes empresas, la ingeniería comercial y otros. También están sujetas a un constante estrés de todo tipo y no por ello son rechazadas. ¿Por qué hacerlo entonces con la política que es quien rige en general nuestras vidas? Allí se generan y se dictan las leyes, se norma la vida, se debate sobre ética, se crea el tipo y estilo de vida que tenemos. Una de las razones es la tradición norteamericana apolítica, otra es que se considera aquella actividad mundana por demás, aunque no siempre se puede ocultar cierta envidia o admiración por los funcionarios que muchas veces se denosta.
Se pierde el derecho a reclamar y a acusar a otros si en el momento de participar, de manera voluntaria se resta de opinar e influenciar. De David se escribió (Hechos 13:36) “Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió,…” ¿Cómo seremos nosotros fieles nosotros a nuestra propia generación? ¿Cuál es la voluntad de Dios para nosotros hoy respecto de nuestro llamado, vocación, servicio, y compromiso?