sábado, 30 de julio de 2011

LA SEXUALIDAD ADOLESCENTE


Iglesia Bíblica Recoleta
Santiago de Chile
Tema: La sexualidad adolescente

LA SEXUALIDAD ADOLESCENTE
Juan E. Barrera

INTRODUCCIÓN
Un ejemplo bíblico de sexualidad adolescente
2 Samuel 13:1-22
1 Aconteció después de esto, que teniendo Absalón hijo de David una hermana hermosa que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón hijo de David. 2Y estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna. 3Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era hombre muy astuto. 4Y éste le dijo: Hijo del rey, ¿por qué de día en día vas enflaqueciendo así? ¿No me lo descubrirás a mí? Y Amnón le respondió: Yo amo a Tamar la hermana de Absalón mi hermano. 5Y Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre viniere a visitarte, dile: Te ruego que venga mi hermana Tamar, para que me dé de comer, y prepare delante de mí alguna vianda, para que al verla yo la coma de su mano. 6Se acostó, pues, Amnón, y fingió que estaba enfermo; y vino el rey a visitarle. Y dijo Amnón al rey: Yo te ruego que venga mi hermana Tamar, y haga delante de mí dos hojuelas, para que coma yo de su mano.
7Y David envió a Tamar a su casa, diciendo: Ve ahora a casa de Amnón tu hermano, y hazle de comer. 8Y fue Tamar a casa de su hermano Amnón, el cual estaba acostado; y tomó harina, y amasó, e hizo hojuelas delante de él y las coció. 9Tomó luego la sartén, y las sacó delante de él; mas él no quiso comer. Y dijo Amnón: Echad fuera de aquí a todos. Y todos salieron de allí. 10Entonces Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la alcoba, para que yo coma de tu mano. Y tomando Tamar las hojuelas que había preparado, las llevó a su hermano Amnón a la alcoba. 11Y cuando ella se las puso delante para que comiese, asió de ella, y le dijo: Ven, hermana mía, acuéstate conmigo. 12Ella entonces le respondió: No, hermano mío, no me hagas violencia; porque no se debe hacer así en Israel. No hagas tal vileza. 13Porque ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los perversos en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey, que él no me negará a ti. 14Mas él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, y se acostó con ella.
15Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: Levántate, y vete. 16Y ella le respondió: No hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho. Mas él no la quiso oír, 17sino que llamando a su criado que le servía, le dijo: Échame a ésta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta. 18Y llevaba ella un vestido de diversos colores, traje que vestían las hijas vírgenes de los reyes. Su criado, pues, la echó fuera, y cerró la puerta tras ella. 19Entonces Tamar tomó ceniza y la esparció sobre su cabeza, y rasgó la ropa de colores de que estaba vestida, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando.

En este pasaje podemos notar algunas características de cómo viven los adolescentes la sexualidad:
1. Las formas tienen gran importancia, la belleza, la voluptuosidad.
2. La urgencia
3. La pasión
4. La “astucia”
5. La culpa
6. El encaprichamiento
7. El no medir las consecuencias

Como se transfieren esas mismas características de la sexualidad adolescente al mundo de hoy, veamos:
Una encuesta desarrollada por el Instituto Nacional de la Juventud a fines de 1993, señalaba que el 32.5% de los encuestados llevaba una vida sexual activa, y de ellos el 58.8% mantenía contactos sexuales a lo menos una vez por mes. El 84.4% apoyaba el inicio de las relaciones sexuales teniendo como única condición el deseo de ambos.
El mismo año, la Universidad de Santiago de Chile, en conjunto con el Ministerio de Salud, encuestó a una muestra de alumnos sobre enfermedades de transmisión sexual y control de la natalidad. Esta explotación mostró una realidad semejante al estudio anterior: 57% de los encuestados reveló tener vida sexual activa, entre los cuales el 54.3% no utilizaba métodos de control de la fecundidad en sus encuentros sexuales. El 26.5% no había utilizado nunca un método anticonceptivo. Esta consulta reveló la necesidad de los jóvenes de contar con actividad educativas en el ámbito universitario. Paternidad responsable, ética, desarrollo sexual y métodos anticonceptivos, son los temas que señalaban como prioritarios.
En el reciente estudio “ETS-SIDA discursos y conductas sexuales de las chilenas y chilenos”, realizados por Eduk y auspiciado por Conasida, el 24% de las encuestas efectuadas corresponden a adolescentes entre 15 y 19 años de edad. El 58% de éstos jóvenes reconoce tener vida sexual. Esta cifra es menor en el nivel socioeconómico alto (31% para los hombres y el 20% de las mujeres) y mayor en el nivel bajo (61% de los hombres y el 87% de las mujeres). Se determinó que la actividad sexual en las mujeres comienza a una edad promedio de 19 años y en los hombres a los 17. El 13% de los encuestados señalo tener hijos.
En Chile, el embarazo adolescente se mide usualmente entre los 15 y 19 años, tramo en que las cifras están descendiendo. Sin embargo, poco se ha dicho acerca del grupo de niñas entre 11 y 14 años. Según un estudio titulado “Madres-niñas adolescentes de 14 años y menos. Un grave problema de salud pública no resuelto en Chile”, las embarazadas de este grupo eran 1.058 al año 2003. Y la tendencia es al alza desde 1993.
Las embarazadas de 11 a 14 años representan poco menos del 3 por ciento de la población de madres. Sin embargo, esa cifra esconde una serie de dramas sociales. Según Ramiro Molina, médico e investigador del Centro de Medicina Reproductiva de la Universidad de Chile (CEMERA) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, los niños que son hijos de adolescentes “no son esperados y eso provoca que nazcan en un entorno que no los quiere, por lo que la tasa de maltrato, accidentes en el hogar y abandono es mucho mayor en este grupo”. Para él, hay un problema grave en nuestro país. Más aún cuando las tasas de embarazo adolescente están íntimamente ligadas con la condición socioeconómica de las menores.
Según este mismo estudio, una jovencita de Cerrillos tiene 35 veces más posibilidades de ser madre antes de los 14 que una que resida en Vitacura. “¿Qué pasa ahí, es que las niñas de Vitacura no tienen relaciones sexuales tan tempranamente? Puede ser, pero también puede que tengan mayor acceso a anticonceptivos, más educación y no podemos descartar que también tengan mejor acceso a la interrupción clandestina profesionalizada del embarazo”.
Los comportamientos y prácticas sexuales de los jóvenes y adolescentes han sufrido variaciones importantes: la edad de iniciación sexual se ha reducido (66% de los varones y 60% de las mujeres aproximadamente la inician entre los 15 y los 18 años), el aumento consecuente del número de parejas sexuales lleva a que las tasas más altas de infecciones de transmisión sexual (ITS) se encuentran en el grupo de 20 a 24 años. El uso de métodos para prevenir embarazos no deseados en la población adolescente va en aumento, desde un porcentaje promedio menor a 35% que los utiliza en la primera relación sexual, a un promedio de 66% que los ha utilizado en la última. Sin embargo, se observan diferencias importantes entre hombres y mujeres, según la edad y el nivel socioeconómico. Como consecuencia, la fecundidad en menores de 20 años ha disminuido, pero ha aumentado en las menores de 15 años. Cada año siguen naciendo alrededor de 40.000 hijos de madres menores de 19 años, y cada vez más las adolescentes se embarazan de padres adolescentes también. Como señalan José Olavarría y Sebastián Madrid en el libro “Sexualidad, fecundidad y paternidad en varones adolescentes en América Latina y el Caribe” (México: UNFPA-FLACSO, 2005), los hijos e hijas de padres menores de 20 años han aumentado entre 1960 y el 2000 de un 37% al 90,8%, lo que representa un incremento de un 145% respecto al total de nacimientos de padres adolescentes. Esto tiene repercusiones importantes en el ciclo vital de los varones adolescentes y en sus proyectos de vida, en la medida en que los lleva a enfrentarse –al igual que a las niñas adolescentes- a un modelo de paternidad cuyos mandatos deben enfrentar sin disponer de recursos apropiados. Los jóvenes muestran una alta aprobación de las relaciones sexuales prematrimoniales y un inicio de actividad sexual con escasa o incorrecta información acerca de su propio cuerpo, de la fisiología de la reproducción y de su sexualidad en general.

Causas:
• Mal funcionamiento del núcleo familiar (posibilidad de huir de un hogar donde a veces la adolescente se siente amenazada por la violencia, el alcoholismo y el riesgo de incesto.
• La inestabilidad familiar.
• La necesidad de probar su fecundidad.
• La pérdida de la religiosidad.
• Mantener relaciones sexuales sin las medidas de contracepción adecuadas.
• La aceptación de mantener relaciones sexuales a edades cada vez mas precoces.
• La falta de educación suficiente sobre el comportamiento sexual responsable.
• Información clara y especifica sobre las consecuencias del intercambio sexual.
Factores de Riesgos:
• Crecer en condiciones pobres o precarias.
• Falta de educación por parte de los padres.
• Vivir en comunidades o asistir a escuelas donde los embarazos tempranos son comunes.
• El uso temprano de alcohol y/o drogas.
• Haber sido víctima de un ataque o abuso sexual.
• Cuando sus madres a su vez les han dado a luz a edad temprana.
¿Qué debemos hacer los padres cristianos frente a todo esto?
Los padres cristianos y no cristianos tenemos la misma labor
Prevenir: Prevenir es más que adelantarse a algunas situaciones, también incluye la obligación y la responsabilidad de educar, de enseñar.

Ahora bien, esta labor tampoco es algo que se pueda llevar a cabo de una sola manera y en un determinado tiempo, es el trabajo de toda una vida.
En esta mañana solamente quisiera compartir con ustedes tres sugerencias que pueden ayudar en esta labor de educar a los adolescentes en una sexualidad sana. A estas tres sugerencias las he denominado como ECO, como una forma de aviso que esté sonando siempre en nuestras mentes y corazones, como un verdadero ECO.

La educación sexual en la adolescencia, al igual que muchos otros temas de este período se relaciona directamente con el estilo de familia que se tenga.
Existen 4 modelos familiares, los cuales sólo nombraré en esta ocasión y me quedaré más tiempo en uno de ellos. Estos modelos son:
1. Padres autoritarios
Grado de control: Altos niveles
Comunicación: Bajos niveles
Exigencia de madurez: Altos niveles
Afecto en la relación: Bajos niveles
2. Padres permisivos
Grado de control: Bajos niveles
Comunicación: Altos niveles
Exigencia de madurez: Bajos niveles
Afecto en la relación: Altos niveles
3. Padres negligentes
Grado de control: Bajos niveles
Comunicación: Bajos niveles
Exigencia de madurez: Bajos niveles
Afecto en la relación: Bajos niveles
4. Padres democráticos
Grado de control: Altos niveles
Comunicación: Altos niveles
Exigencia de madurez: Altos niveles
Afecto en la relación: Altos niveles
De estas 4 maneras de ser padres el modelo DEMOCRÁTICO-AUTORITARIO, la fusión de ambos, es el que mejor funciona.
Los conflictos siempre van a aparecer porque en la adolescencia el niño(a) está buscando su identidad, su independencia y los conflictos forman parte de este proceso de individualización, sin embargo está comprobado que el modelo democrático-autoritario es el que presenta mejores opciones para el niño o niña en este período.
Este tipo de familia se evitará bastantes problemas si es capaz, de desarrollar lo que he llamado un ECO preventivo

1. ESCUCHAR:. E
La Enseñanza de la sexualidad a los hijos no le corresponde a la escuela, ni a la iglesia y mucho menos a los amigos o la televisión. Es una labor de los padres y comienza en el hogar creando y permitiendo los canales de comunicación apropiados.
Comunicarse es vital para cualquier familia, en cualquier conflicto y en cualquier lugar del mundo.
La comunicación eficaz entre padres e hijos no es fácil de lograr, entre otras cosas, porque tenemos distintos estilos de comunicación.
-Los adultos somos pragmáticos, ya sabemos muchas veces las consecuencias de tales o cuales acciones, ellos están descubriendo recién.
- Los adultos somos autoritarios en las conversaciones, ellos son desafiantes
-Los adultos solemos hablar directamente “ir al centro del asunto”, ellos le dan vueltas al asunto y se toman las cosas a modo personal y suelen ser hirientes.
Los motivos de los conflictos suelen girar en torno al rendimiento escolar, permisos, horarios, responsabilidades, relaciones entre hermanos y los familiares, los amigos y los pololos o las pololas.
Si el “oído” me está indicando que está llegando el momento de hablar abiertamente de sexualidad hágalo y enseñe a su hijo
-a cerca de las funciones biológicas
-a cerca de la belleza y la santidad del sexo
-que Dios nunca ha estado en contra de la sexualidad, si no que él es el autor
-que la actividad sexual tiene su tiempo
-que la sexualidad va unida a la afectividad
-que la sexualidad vivida de manera inapropiada trae consecuencias graves.
Diferentes maneras de comunicarse con los adolescentes:
1. Amenazando: “Si no vuelves temprano te dejos sin…”
2. Interrogando: “¿Vas a llegar temprano o no?”
3. Ordenando: “No vuelvas tarde”
4. Criticando: “Típico tuyo. Tu falta de respeto es increíble, así que para que te digo que vuelvas temprano”
5. Ridiculizando: “¿Vas a volver luego o tengo que castigarte como a una guagua?”
6. Moralizando:”Llegar tarde no está bien, tienes que ser una persona responsable…esto te servirá para la vida porque…”
7. Imponiendo soluciones: “Si no tienes con quien volver, tomas una micro, o por último un taxi, para eso te damos plata, o llamas por teléfono”
No hay una manera que sea mejor que la otra. Todos usamos todas alguna vez, lo que no sebe hacer es emplear siempre la misma. Lo mejor es buscar una manera de comunicar que abra el diálogo, hasta donde esto sea posible con el hijo

2. CONTROLAR. C
La palabra controlar tiene 4 acepciones y las cuatro son importantes a la hora de educar a los adolescentes en la sexualidad.
- Ejercer una persona el control sobre algo o alguien:
-Dominar o ejercer autoridad sobre una o varias personas:
-Verificar o comprobar el funcionamiento o evolución de una cosa:
-Dominarse o contener los propios sentimientos o emociones:

1, Los padres deben controlar a su hijo. No perder el control.
-saber dónde está y con quien está y hasta que hora estará
-Si está con la polola, saber donde está
2. Ejercer autoridad. Tener conciencia del rol imprescindible que juega en la formación de su hijo, especialmente en el tema de la sexualidad. Dejar claro desde el inicio que las reglas en casa las ponen los padres.
-horarios de llegada
-permisos
-disciplina
-castigos
-premios
3. Verificar el funcionamiento de algo.
Esto es fundamental en la educación sexual. Estar al tanto de lo que está ocurriendo con mi hijo o hija. Esta es una labor compartida por ambos padres. Se debe evitar el síndrome de “El payaso y la bruja” donde uno de los padres es el que controla e impone reglas y el otro padre no hace nada
4. Dominarse o contener las emociones.
Ejercer el control de las emociones es importante a la hora de controlar, porque los adolescentes irritan a cualquiera, son ofensivos, manipuladores, tercos, omnipotentes, narcisistas.
La actitud de los padres debe ser firme. Recordarles a los hijos
1. “Yo soy quien manda en esta casa”. Tú no entras a tu polola al dormitorio
2. “Yo soy quien coloca las reglas”. Esa niña o ese niño no me gusta por tales y cuales razones
III. ORDENAR. O-ECO
Ordenar en el sentido de colocar normas y límites
Las ventajas de colocar normas y límites son muchas, sólo voy a mencionar cuatro:
1. Las normas y límites organizan la convivencia familiar. Clarifican los deberes y derechos de cada uno de los miembros.
2. Un hijo está protegido cuando sus padres lo guían según sus valores y experiencias de vida. Esto es especialmente relevante en el período de la adolescencia donde no se tiene claridad respecto de muchas cosas.
3. Las normas y límites deben cumplirse. La ambigüedad en relación a ellas hace que los hijos se sientan inseguros y ansiosos.
4. Las normas y límites acompañados de un clima de afecto tanto verbal como físico son factores protectores ante una sexualidad precoz.
¿Cómo se instauran las normas y límites?
1. Cuando estas normas son claras y sencillas
2. Cuando los adolescentes son motivados y apoyados
3. Cuando se razona con ellos y se les dan los castigos y premios adecuados.
4. Se les trata con respeto
¿Qué normas y límites colocar respecto de la sexualidad?
1. ¿Puede pololear la niña o el niño?
2. ¿Cuántos pololos o pololas debería tener? ¿Las que quiera?
3. Si pololea ¿Cuántas veces a la semana puede ver a la polola?
4. ¿Pueden estar solos en la casa de él o ella?
5. ¿Tiene permiso para intimar?
6. ¿Saben los padres del pololeo?
7. ¿Se puede quedar la niña o niño en la casa del pololo(a)?
8. ¿Pueden salir solos?
9. ¿Tiene televisor el niño o niña en la pieza? ¿Hasta qué hora puede ver? ¿Qué puede ver? ¿Tiene cable?
10. ¿Puede ver pornografía el niño?
11. ¿Puede usar minifalda la niña?
12. ¿Puede usar peto la niña?
13. ¿Puede usar escote la niña?
14. ¿Se puede maquillar la niña?
Estas y otras muchas cosas deben estar “normadas” en el hogar, en un consenso con el hijo o hija, si esto es posible. Frente a estas cosas no se puede improvisar
CONCLUSIÓN.
Síntesis de los tres puntos expuestos.