jueves, 23 de abril de 2009



LA ANSIEDAD
Juan E. Barrera

Cualquier psicólogo coincidirá en que de toda la vasta gama de emociones humanas, son tres las que más daño causan en las sociedades occidentales: ansiedad, temor y culpa. Está documentado y la práctica cada día confirma que estas tres emociones son fuente de conflictos y de muchos de los problemas en salud mental, prácticamente en el mundo entero. Me quiero referir de manera específica a la ansiedad ¿Tiene las palabras griegas del Nuevo Testamento algo que decir al respecto? Sí, y su estudio aunque breve resulta muy interesante.
Es muy probable que la ansiedad y el afán han estado siempre presentes en la vida de las personas, sin embargo hoy, la ansiedad se hace cada día más patente, esto debido a las muchas presiones que el actual estilo de vida ejerce sobre las personas: un modelo económico, por ejemplo, que de la mano de toda una campaña mediática, muestra todo un mundo de oportunidades, pero que no da las opciones para tomar las mismas oportunidades que ofrece es solo un ejemplo, por mencionar alguno; esto crea mucha frustración y un elevado nivel de ansiedad en muchas personas.
Que vivimos en un mundo lleno de ansiedad es fácilmente comprobable por el elevado número de patologías cardíacas, hipertensión, colón irritable, sumado a los trastornos anímicos y un grupo no menor de personas que “sufren trastornos digestivos”.
La ansiedad es un cuadro de inquietud y preocupación interior que daña el alma y el cuerpo. La palabra en español que se traduce ansiedad en el Nuevo Testamento indica un estado de agitación, inquietud o zozobra. El término bíblico «estar afanosos» en Filipenses 4:6 significa literalmente «destrozarse», así que se podría traducir así: “por nada estén destrozados o desgarrados”. El sustantivo merimna quiere decir cuidado, preocupación, ansiedad y el verbo merimnan se traduce como cuidar de, estar ansioso por
Por otra parte una definición psicológica de la ansiedad dice que ansiedad es:”El temor de ser heridos o de perder algo. Sea el temor real o imaginario el sentimiento es el mismo.”
La ansiedad tiene varios niveles que son: temor, miedo, irritabilidad, agitación, preocupación, impotencia, inseguridad, tensión, nerviosidad, cobardía, temor
Todos estos son grados distintos de un sentimiento de incertidumbre en cuanto a la propia seguridad. La ansiedad, también es sabido, ataca a la persona en tres frentes: física, emocional y espiritualmente y esa es la razón por la que resulta tan devastadora .Pareciera que la ansiedad forma parte de la vida, puesto que son tantas las preocupaciones y los temores que nos circundan, pero la verdad es que no debe formar parte de la vida normal, sino que la ansiedad es un trastorno que afecta a miles de personas y que además está íntimamente ligada con la depresión. La solución a la ansiedad también la encontramos en las palabras del N.T. en el evangelio de Mateo, Jesús hablando acerca de la ansiedad dice:

“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? (aquí vemos el temor a la pérdida de la vida) 26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? (aquí vemos el temor a la pérdida de la autoestima) 27¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. (Temor a la pérdida del control) 33Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.34Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
De acuerdo a estas palabras la solución a la ansiedad es la fe: fe en Dios, creer, confiar que Dios tiene todo el control, sobre mi vida, sobre mis seres queridos, sobre mi futuro.
Hay muy pocas cosas que merecen nuestra preocupación, lo demás solo desgarra nuestra alma y nos quita el gozo de esta vida y nos inhabilita. La fórmula de Jesús para evitar la ansiedad: Colocar sobre El todas las preocupaciones y confiar.