lunes, 7 de septiembre de 2009

Abandonando la familia de origen


Abandonando la familia de origen
Juan E. Barrera

Renunciar a los patrones familiares

Este es el tercer paso de esta primera tarea del amor joven. Renunciar a los patrones familiares y edificar patrones propios. Un patrón es un modelo, una plantilla. Una forma de hacer las cosas, y esta forma de hacer las cosas no surge de la nada. Viene de la familia de origen. Es la familia la que aporta el modo de ser del cónyuge. El lenguaje usado por este, sus modales, su humor, sus mitos, creencias, distancias, jerarquías, y su estructura familiar. Es un verdadero desafío dejar atrás las costumbres familiares. Toda pareja que se casa debe hacer dos renuncias: abandonar el hogar paterno y abandonar el vínculo afectivo con su familia de origen, cortar el cordón umbilical con su antigua familia. ¿Significa esto que cada cónyuge debe dejar de ver o compartir con su familia de origen? Por supuesto que no, lo que significa es que debe establecer una sana distancia emocional con ellos.
Navarro (1991) sugiere en este punto lo siguiente:”La autonomía, entendida como libertad y derecho a asumir su propia vida, puede vivirse en tres planos”
a. El plano físico. Hace referencia a una cierta separación o distancia geográfica. En los matrimonios, vivir en casas separadas.
b. El plano psicológico apunta al sentimiento de paz y tranquilidad que se percibe cuando se sabe y se tiene clara conciencia de que todos son felices y están suficientemente atendidos.
c. El plano moral tiene que ver con los derechos y deberes. Unos deberes y derechos que se han alterado cuando un hijo o hija se casa. Su cónyuge, que es la persona que entra en su vida, pasa a ocupar el primer plano, y los padres harán bien en replegarse a su propio hogar, en tanto no sean invitados por los jóvenes a entrar en el suyo.
Las palabras de la Biblia encierran todos estos aspectos cuando dice:”Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”
Esta labor se hace más complicada aún cuando alguno de los cónyuges o ambos provienen de familias disfuncionales, es decir, familias con un mal funcionamiento o funcionamiento enfermo; roles alterados o difusos, límites pocos claros, falta de disciplina, hijos de familias monoparentales, familias con adicciones, u otras situaciones. En este caso se hace complicado, porque sucede un fenómeno extraño, estudiado por terapeutas y que uno puede observar también en la clínica: a los cónyuges provenientes de este tipo de familias les resulta muy difícil abandonar los lazos con su familia, es contradictorio, pues uno podría pensar que si la familia era mal constituida, con conflictos frecuentes y una atmósfera emocional negativa, para la persona sería un alivio dejar esa familia, pero ocurre lo contrario, a mayor disfuncionalidad mayor la dificultad para abandonar esos lazos.
Para Minuchin, (1988 citado en Videla 2005) terapeuta del modelo de terapia familiar estructural, la disfunción familiar se sitúa en polos opuestos y se basa fundamentalmente en torno a la jerarquía, entendiendo por este término la distribución del poder en ese sistema familiar y el establecimiento de límites. De acuerdo a estos conceptos una familia puede ser disfuncional si es:
Una familia aglutinada. Una familia con límites difusos, poco claros, muy permeables. Es un tipo de familia donde todos opinan de todo y se involucran en todo. En este tipo de familia no hay un ordenamiento jerárquico organizado, no se sabe donde está el poder. Sobre este tema del poder, me referiré más adelante.
En el polo opuesto estarían las familias desligadas. Son las que tienen límites muy rígidos y la individuación se hace difícil, no hay un sentido de pertenencia, ni tampoco límites claros.”No se pescan”.
Para Satir, (1991) por su parte son tres las preguntas claves para saber que tipo de familia es la que uno tuvo o tiene. ¿Quieres saber si provienes de una familia disfuncional?
Responde estas preguntas como si aún vivieras en tu familia de origen.
-¿Te agrada vivir con tu familia en la actualidad?
-¿Sientes que vives con amigos, con personas que te agradan y en quiénes confías, y a quienes agradas y a su vez confían en ti?
-¿Ser miembro de tu familia es divertido y emocionante?
Dice Satir, que si respondes “sí” a las tres preguntas entonces tu familia era lo que ella llama una familia nutricia. Si contestas “no” o “no mucho” es posible que vivieras en una familia con conflictos. Para esta terapeuta familiar la clasificación de las familias iría desde muy nutricia hasta muy perturbada o conflictiva.
De acuerdo con esta misma autora, una de las precursoras de la terapia familiar:
Una familia conflictiva es aquella en que:
Existen secretos
Los cuerpos y el rostro de los miembros manifiestan sufrimiento
Los cuerpos se vuelven rígidos y tensos o encorvados.
Los rostros parecen ceñudos, tristes o indiferentes, como máscaras.
Los ojos miran al suelo y más allá de quienes tienen al frente
Las voces son ásperas y estridentes o apenas audible.
No hay muestras amistosas entre los miembros individuales
No hay demostraciones de alegría en la convivencia
No hay demostración de emociones
La familia parece permanecer junta por obligación
Los miembros apenas se toleran
El humor es ácido, sarcástico
Todo el mundo está ocupado diciéndose lo que deben o no deben hacer.
Los miembros se evitan colocando el trabajo o los estudios como excusa.
Los padres son autoritarios.
En contraposición, las características de una familia nutricia son:
Una familia nutricia.
Demuestra su afecto, intelectualidad y respeto por la vida
La expresiones faciales son relajadas
Demuestran armonía y fluidez en las relaciones interpersonales
Las casas de estas familias tienden a ser iluminadas, habitables
Si hay calma, esta es pacífica y si hay ruido este es significativo
Los miembros, aún los niños, son escuchados.
Los miembros se sienten a gusto con el contacto físico y las manifestaciones de afecto.
El amor se demuestra hablando abiertamente y escuchando
Pueden planificar
Existe humor en el grupo familiar.
Los padres son más habilitadores y no autoritarios.
Reconocen y manifiestan sus emociones.
Los padres son congruentes.

Para Saavedra Oviedo, (2007), orientador, que ya he citado existen los siguientes tipos de familia:
¿De qué tipo de familia provienes tú y tu cónyuge? Saberlo puede explicar algunas cosas de tu matrimonio
1. Familia rígida. Dificultad en asumir los cambios de los hijos/as. Los padres brindan un trato a los niños como adultos. No admiten el crecimiento de sus hijos. Los Hijos son sometidos por la rigidez de sus padres siendo permanentemente autoritarios.
2. Familia sobre protectora. Preocupación por sobreproteger a los hijos/as. Los padres no permiten el desarrollo y autonomía de los hijos/as. Los hijos/as no saben ganarse la vida, ni defenderse, tienen excusas para todo, se convierten en "infantiloides". Los padres retardan la madurez de sus hijos/as y al mismo tiempo, hacen que estos dependen extremadamente de sus decisiones.
3. Familia centrada en los Hijos. Hay ocasiones en que los padres no saben enfrentar sus propios conflictos y centran su atención en los hijos; así, en vez de tratar temas de la pareja, traen siempre a la conversación temas acerca de los hijos, como si entre ellos fuera el único tema de conversación. Este tipo de padres, busca la compañía de los hijos/as y depende de estos para su satisfacción. En pocas palabras "viven para y por sus hijos".
4. Familia permisiva. En este tipo de familia, los padres son incapaces de disciplinar a los hijos/as, y con la excusa de no ser autoritarios y de querer razonarlo todo, les permiten a los hijos hacer todo lo que quieran. En este tipo de hogares, los padres no funcionan como padres ni los hijos como hijos y con frecuencia observamos que los hijos mandan más que los padres. En caso extremo los padres no controlan a sus hijos por temor a que éstos se enojen.
5. Familia inestable. La familia no alcanza a ser unida, los padres están confusos acerca del mundo que quieren mostrar a sus hijos por falta de metas comunes, les es difícil mantenerse unidos resultando que, por su inestabilidad, los hijos crecen inseguros, desconfiados y temerosos, con gran dificultad para dar y recibir afecto. Se vuelven adultos pasivos-dependientes, incapaces de expresar sus necesidades y por lo tanto frustrados y llenos de culpa y rencor por las hostilidades que no expresan y que interiorizan.
6. Familia estable. La familia se muestra unida, los padres tienen claridad en su rol sabiendo el mundo que quieren dar y mostrar a sus hijos/as, lleno de metas y sueños. Les resulta fácil mantenerse unidos por lo tanto, los hijos/as crecen estables, seguros, confiados, les resulta fácil dar y recibir afecto y cuando adultos son activos y autónomos, capaces de expresar sus necesidades, por lo tanto, se sienten felices y con altos grados de madurez e independencia.
¿Puedes identificar algunas de estas familias? Cuando visitabas o visitas casas de amigos o de familiares ¿Te sientes igual de cómodo en todas? ¿Cómo te sentiste en una y otra de ellas? ¿Tu familia de origen a cuál corresponde?
Hace un tiempo vino un hermano de la iglesia a almorzar con nosotros y luego de un rato, que mis hijos entraron en confianza, y comenzaron a hacer payasadas él dijo –“es entretenido almorzar en esta casa”, esta es una familia nutricia. Siempre es así, aunque algunas veces también nos conflictuamos. En general nos esforzamos por tener una familia nutricia, y no es un trabajo de un día o un año, es el trabajo de toda una vida. Alguien ha escrito hace mucho que el hogar puede ser el cielo en la tierra o el infierno en la tierra. Es probable que entre nuestros amigos tengamos testimonios de ambos casos ¿Verdad? La familia puede ser la bendición más grande o el estorbo más grande para realizarnos como personas, ¡Y no lo puedes evitar!
Jesús dijo en una ocasión:” y los enemigos del hombre serán los de su casa.”
Si naciste en una familia bien constituida ese es un regalo de Dios, si no tuviste esa fortuna, lo más sano es mirar a la distancia e intentar sacar lo mejor de esa experiencia y en el nombre de Dios crear un hogar diferente. La Biblia es una buena guía para ello y la psicología también ayuda bastante en estos casos, haciendo visible lo invisible, poniendo de manifiesto patrones interaccionales enfermos, identificando tipo de personalidad, por ejemplo.
La nueva familia debe buscar un equilibrio sano para relacionarse con la familia de origen. Al comienzo es posible que uno o ambos cónyuges llamen a diario a sus casas o que de sus casas los llamen, que las visitas sean frecuentes y casi asfixiantes. Lentamente se deben comenzar a regular estas relaciones, para que no sean distantes ni tampoco invasoras.
Getz, (1981), propone escalas de evaluación para medir la relación con la familia de origen,
En estas escalas considera cuatro variables.

1. Dependencia-Independencia
2. Madurez de los padres
3. Transferencia emocional en la esposa.
4. Transferencia emocional en el esposo.
Luego enumera algunas características personales de cada cónyuge, las que se van evaluando en: nunca, rara vez, algunas veces, frecuentemente:
Por ejemplo:
-Cuando tengo inseguridad, siento un fuerte deseo de decírselo a mi madre.
-Cuando me disgusto con mi cónyuge, siento la necesidad de decírselo a mi madre
-Mi madre se comunica conmigo para ver como me va en nuestro matrimonio.
-Mi madre critica a mi cónyuge.
-Mi padre me envía dinero
-Mi padre me critica.
-Mi padre se disgusta si no me comunico con él regularmente.
-Mi padre se molesta mucho si visitamos a los padres de mi cónyuge más que a ellos.
-Cuando mi esposo me pide que le lave la ropa, me surgen sentimientos negativos.
-Cuando mi esposo me pide que supere algún hábito, me surgen sentimientos negativos.
-Cuando mi esposa me pide que la ayude con los platos, me surgen sentimientos negativos.

Dependencia-Independencia

Como esposa
¿Hay aspectos en los que usted depende exageradamente de su madre o de su padre?
¿Hay aspectos en los que usted es exageradamente independiente de sus padres?
¿Afecta esto su relación matrimonial?
Como esposo
¿Hay aspectos en los que usted depende exageradamente de su madre o de su padre?
¿Hay aspectos en los que usted es exageradamente independiente de sus padres?
¿Afecta esto su relación matrimonial?





Madurez de los padres.

Como esposa
1. ¿Qué señales de madurez puede usted identificar en sus padres?
2. ¿Cuáles serían las señales de inmadurez?
3. ¿En qué sentido afecta esta dinámica a sus relaciones conyugales?
Como esposo
1. ¿Qué señales de madurez puede usted identificar en sus padres?
2. ¿Cuáles serían las señales de inmadurez?
3. ¿En qué sentido afecta esta dinámica a sus relaciones conyugales?

Transferencia emocional

Como esposa
1. ¿Existen emociones negativas que usted haya experimentado hacia sus padres y que ahora esté transfiriendo a su esposo?
2. ¿En qué sentido afecta esto las actitudes y la conducta de su marido hacia usted?
Como esposo
1. ¿Existen emociones negativas que usted haya experimentado hacia sus padres y que ahora esté transfiriendo a su esposa?
2. ¿En qué sentido afecta esto las actitudes y la conducta de su esposa hacia usted?

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