lunes, 20 de julio de 2009

Mensaje: Esperanza en forma de cruz


Iglesia Kayros. Santiago El Bosque. Chile
19 de Julio 2009
Mensaje: “Esperanza en forma de cruz”
Texto: Seleccionados
Pastor Juan E. Barrera


INTRODUCCIÓN
El antiguo mito griego de la caja de Pandora dice que Prometeo decidió robar las semillas de Helios (Sol) a los dioses y entregárselo a los hombres para que pudieran comer y realizar otras tareas culinarias.
Zeus se enfureció y ordenó la creación de una mujer que fue llenada de virtudes por diferentes dioses. Hefesto la moldeó de arcilla y le dio forma; Atenea le dio su ceñidor y la engalanó. Las Gracias y la Persuasión le dieron collares, las Horas le pusieron una corona de flores y Hermes puso en su pecho mentiras, palabras seductoras y un carácter voluble.
Prometeo advirtió a Epimeteo no aceptar ningún regalo de los dioses, pero Epimeteo no escuchó a su hermano y aceptó a Pandora, enamorándose de ella y finalmente tomándola como esposa.
Hasta entonces, la humanidad había vivido una vida totalmente armoniosa en el mundo, pero Pandora abrió el ánfora, o caja que contenía todos los males liberando a todas las desgracias humanas (la vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen, etc). Pandora cerró la caja justo antes de que la esperanza saliera y corrió hacia los hombres para decirles que no estaba todo perdido, que aún les quedaba la esperanza.
Este relato mitológico nos sirve de introducción para uno de los temas diferenciadores del cristianismo con cualquier otra religión, nos introduce al tema de la ESPERANZA.
Esperanza es definida por el diccionario como: la Virtud teologal del cristianismo que consiste en esperar la ayuda de Dios en este mundo y la gloria eterna tras la muerte: las virtudes teologales son tres: fe, esperanza y el amor.
Este relato mitológico contenía la esperanza en una ánfora o en una caja, la verdad es que la esperanza tiene forma de cruz, la de Jesús.
¿Dónde está la esperanza? ¿En qué o quién reside la esperanza?
Este término en el Nuevo Testamento es la traducción de tres palabras distintas que sumadas aparecen 87 veces, prácticamente en todos los escritos de Pablo, excepto en Filipenses, 2Timoteo y Filemón y a través de todo el Nuevo Testamento, llevan la idea de esperar, tener esperanza, poner esperanza.
Hoy necesitamos más que nunca desarrollar, vivir y comunicar esta virtud porque la vida presente, moderna o posmoderna se manifiesta precisamente como sin esperanza, sin Dios, llena de angustia y sin sentido Se endiosa la violencia, lo marginal, el dinero, la maldad, el placer, lo doloroso y se lucra con ello.
Frente a la desesperanza de la vida se presentan alternativas como las adicciones, una sexualidad desenfrenada, el escapismo, la frivolidad, el escepticismo, los deportes extremos, etc. y cuando no existe ninguna de esas posibilidades o se han agotado aparecen los cuadros depresivos, ansiosos, los trastornos de todo tipo y el suicidio.
¿Qué dice la biblia de todo esto? ¿Hay una salida frente al dolor que causa la muerte, la enfermedad, el abandono, el desamor, el abuso, la explotación o la tristeza frente a la tragedia.
En la Biblia encontramos la esperanza en al menos ocho aspectos, de los cuales meditaremos sólo en algunos de ello:

I. LA ESPERANZA HECHA PERSONA: La persona de JESÚS Col.1:27, 1Ti.1:1
“a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Col.1:27
“Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, 1Tim.1:1
La esperanza del cristiano frente a lo que le ocurra en la vida está basada ante todo en la propia persona de Jesús. EL ES LA ESPERANZA.
Cuando Jesús nació en Belén todo el pueblo creyente se alegró porque pensaban que la esperanza mesiánica había llegado por fin. Jesús salvaría al pueblo del yugo tiránico de Roma. Ellos tenía la mitad de la verdad, era verdad que Jesús era la esperanza libertadora, peor no a la manera política que ellos esperaban. Las palabras del Señor “Mi reino no es de este mundo” debieron causarles una gran decepción. Su esperanza de libertad, de una vida presente mejor, de la recuperación de su dignidad, de su imagen como pueblo se había roto.
Esto habla de la tendencia del hombre a buscar esperanza en lo que no debe:
1. Esperanza en la razón
2. Esperanza en el progreso
3. Esperanza en la ciencia
4. Esperanza en un modelo económico
5. Esperanza en el hombre.
Sin embargo la historia actual nos revela que la razón falló, que el progreso nunca ha llegado a todos, que la ciencia no tiene las respuestas, aunque muy necesarias para la vida de hoy. El modelo económico sólo favorece a unos pocos, los mismos de siempre y finalmente la esperanza en el hombre, fundamento del humanismo no ha sido satisfecho las expectativas puestas en ello. El hombre no ha sido capaz de erradicar la codicia, el origen de la actual crisis económica mundial, ni las guerras, ni la pobreza, al contrario ha desarrollado una cultura de la muerte: aborto, permisividad al crimen, a la droga, a la eutanasia, etc.
¿Dónde poner la esperanza entonces? En donde siempre ha estado y siempre estará, porque él es el creador de la esperanza:
Jesús, el Señor la esperanza para hoy y para el mañana eterno porque:
1. Su obra en la cruz fue perfecta.
Isaías 53:4-5 dice: “
4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Jesús es la esperanza porque él sufrió el dolor humano, se identificó hasta la muerte y desde allí resucitó venciendo todo lo anterior. Se levantó poderoso y victorioso.
Desde entonces intercede por todos los que creen en él, ayuda, capacita, reconforta. El autor del libro de Hebreos en el Capítulo 4:14-16dice:
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
APLICACIÓN
Frente a los problemas y dolores que la vida nos presenta siempre tenemos la opción de la esperanza, porque Jesús el Señor es la Esperanza.
1. En el cordero sufriente de Isaías 53 podemos encontrar las siguientes expresiones:
Enfermedades, dolores, sufrió, azotado, herido de Dios, abatido, molido, llaga, castigo.
Todas estas expresiones refieren a experiencias humanas de sufrimiento por lo tanto:
a. Frente a la muerte, a la enfermedad, a la deuda, al sin sentido, a la tristeza puedo confiar en Jesús porque él me entiende, porque él ya pasó por lo que yo estoy pasando.
b. En el evangelio de Lucas (22:42) Jesús oró en Getsemaní
“…Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
De estas palabras podemos sacar otra aplicación:
Muchas veces la vida se presenta o se nos va a presentar como una copa amarga, cuando así ocurra debemos recordar que hay alguien sosteniendo esa copa (Dios) y que debemos aceptar su voluntad.

II. LA ESPERANZA HECHA PROMESA: La palabra de Dios. Tenemos 87 veces repetida la palabra esperanza en el NT más las otras referencias que indican la misma idea pero con otras palabras.
Romanos 15:4 dice:
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.”
Podemos confiar en que la esperanza es una realidad, aunque aún no veamos cumplirse lo que esperamos o deseamos, esta confianza debe basarse en la Biblia que está llena de promesas que así lo indican.
1. Job11:15-18 dice:
Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,
Y serás fuerte, y nada temerás;
Y olvidarás tu miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
La vida te será más clara que el mediodía;
Aunque oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás alrededor, y dormirás seguro.

Esta vida es sólo una parte de la vida completa, la otra parte la constituye la vida eterna. En el N.T. el sentido de “eterna” no hace alusión a la longitud, sino a la cualidad, la vida eterna no es sólo una vida sin fin, sino es una vida divina, una vida distinta a lo que conocemos, una vida con Dios.
La vida actual está llena de vicisitudes. La Biblia dice que como resultado de la desobediencia humana el pecado y todo su repertorio entró al mundo y hoy sufrimos sus consecuencias, pero aunque el escenario puede tornarse terrible para algunas personas, la esperanza está siempre presente. “La vida puede oscurecer un poco” pero finalmente hay esperanza.
2. Los creyentes no están inmunes a todo lo que sucede en este mundo. Son hombres y mujeres caídos, y por lo tanto sujetos a los males y sufrimientos de este mundo, pero no son de este mundo, no pertenecen a este mundo. El libro de Hebreos 11 dice que muchos creyentes en circunstancias de peligro fueron salvados milagrosamente, pero que en cambio otros…el texto dice:
“35Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. 36Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
39Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; 40proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.”
3. Los salmos están llenos de promesas de esperanza
39:7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.
91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
142:5 Clamé a ti, oh Jehová;
Dije: Tú eres mi esperanza,
Y mi porción en la tierra de los vivientes.

APLICACIÓN
Cuando nos encontremos en dificultades recordemos las promesas de Dios en su palabra y desarrollemos tres actitudes:
1. Confiar: Frente a lo que no entiendo en mi vida, cuando tampoco entiendo lo que Dios está haciendo, sólo debo confiar, hay esperanza, lo que veo, lo que siento, no es el final, hay esperanza, Dios lo ha dicho y él no miente.
2. Alabar: La confianza en Dios nos debe llevar a una segunda actitud la alabanza. Alabar es reconocer las obras de Dios, es expresar admiración frente a lo que él hace.
¡Que difícil resulta alabar a Dios cuando se enfrentan aflicciones! Pero hay libertad en ello. Esta alabanza debe descansar en el carácter de Dios y no en las emociones.
3. Adorar a Dios. Adorar es reconocer no las obras de Dios, sino la persona de Dios. La esperanza nos debe hacer poner lo ojos en la pureza de Dios, en la perfección de Dios, en la santidad de Dios.
-Debemos orar “Señor, me siento tan triste frente a lo que está pasando, pero te adoro, porque tú eres perfecto, santo, sin macha y de ti sólo puede venir lo bueno, aunque yo no lo entienda.”-Debemos orar con el apóstol Pablo en Romanos 11:33-36
33¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”
III. LA ESPERANZA HECHA PRESENCIA: La gloria eterna.
Pablo escribió en 1Cor.13:8-13
“8El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Y el mismo apóstol escribe bajo inspiración divina en Romanos 5:2
“por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.”

Llegará el día, de acuerdo a este texto en que la fe y la esperanza ya no serán necesarias, porque todo aquello que hemos visto desde lejos, que apenas hemos vislumbrado, que hemos mirado entre sombras será una realidad. La esperanza se rendirá frente a la presencia misma del Señor y entonces la salvación será completada.
Esto puede ocurrir de dos maneras:
1. Que el creyente muera y vaya a estar con Dios.
Esto es lo que dice Pablo en Filipenses 1:21-22.
21Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.
2. Que el Señor venga por sus hijos y los lleve al cielo. Sus hijos muertos y vivos. Esto es lo que Pablo afirma en 1Ts. 4:13-18
13Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
Puede ser de las dos maneras, no lo sabemos, lo que sí sabemos es que la esperanza dejará de ser esperanza y se convertirá en una realidad. El apóstol Pablo en 1Cor. 15:51-58 dice:
51He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
58Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.


APLICACIÓN
1. La primera aplicación se deriva del texto de 1Ts.4.
-Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. Estas palabras quieren decir dar vida, estimular, infundir ánimo, energía, dar aliento.
Un día todas nuestras dificultades terminarán porque Jesús es real, su palabra es real, sus promesas son reales y lo que él ha prometido se cumplirá.
2. La segunda aplicación se deriva del texto de 1Cor. 15:58:
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”
a. Estad firmes: No nos dejemos abatir por la tristeza o por la desazón, estemos firmes y constantes. La esperanza se acerca. No dependamos de las emociones, ejercitemos la fe.
b. Ser constante. Muchos comienzan bien, pero frente a las adversidades renuncian. El desafío de Dios es a ser constante, a mirar el futuro cercano, ver la esperanza hacerse realidad y ser constante.
c. Crecer en la obra del Señor. Las dificultades hacen madurar, hacen crecer. Las pruebas tienen por objetivo hacernos creyentes útiles en las manos de Dios. Moldearnos a su imagen y usarnos en su obra. Las dificultades y pruebas son las cicatrices de guerra de un soldado del Señor, las marcas de Cristo, como dijo el apóstol Pablo.

CONCLUSIÓN
Los afanes de la vida, las pruebas, el dolor, la enfermedad y la muerte forman parte de la existencia humana. Frente a ello como creyente podemos desmayar y volver atrás, sintiéndonos desengañados o traicionados por Dios o podemos confiar, aunque con dolor que hay esperanza en Dios, la hay porque:
1. Esa esperanza es una persona, El Señor Jesús y su obra en la cruz fue perfecta
2. Esa esperanza es una promesa, la Palabra del Dios que nos desafía a creer, confiar, alabar y adorar a Dios porque la promesa de la esperanza se cumplirá.
3. Esa esperanza es una presencia, la gloria eterna, que espera al creyente dentro de poco, donde todo lo que apenas vimos y escuchamos será la realidad completa y última.

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